El próximo 31 de agosto, la Pontificia Universidad Católica hará el lanzamiento oficial del Centro de Innovación del Hormigón UC, entidad que, junto al recién inaugurado IMA [Lab] del Centro Interdisciplinario para la Productividad y Construcción Sustentable – CIPYCS, generará un polo de desarrollo para la industria de la construcción.
El Centro de Innovación del Hormigón UC (CIH UC), es una organización interdisciplinaria propuesta por la Facultad de Ingeniería y la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Participan en el nuevo Centro un grupo de académicos que, en conjunto con instituciones y empresas del sector público y privado, se asocian para desarrollar investigación, difusión, relación con otras organizaciones, y generar transferencia de soluciones para enfrentar los grandes desafíos, brechas y necesidades estratégicas del sector de la construcción con hormigón.
El hormigón de cemento Portland es el material de construcción más utilizado del mundo. Es un material económico, versátil, estructuralmente resistente y muy durable. Lo anterior implica que aproximadamente 14 mil millones de metros cúbicos (m³) de hormigón son usados cada año en el mundo, según la Asociación Mundial de Productores del Cemento y Hormigón (GCCA). En otras palabras, cada persona consume aproximadamente del orden de 1,8 m3 de hormigón por año. Las estadísticas indican que el consumo de este material seguirá en aumento.
Dentro de los grandes desafíos destaca la necesidad de aumentar la productividad y sustentabilidad del material y de los procesos productivos. Particularmente la fabricación del cemento y del hormigón genera a nivel mundial del orden del 8% de las emisiones globales de CO2. Es importante destacar que el CO2 se considera como el principal gas precursor del cambio climático y a partir del año 2022 Chile posee una ley Marco de cambio climático que reconoce este fenómeno como la mayor amenaza y desafío de nuestra era.
El CIHUC se suma al IMA [Lab], perteneciente a la Infraestructura del Nodo Metropolitano UC, el primer edificio reconfigurable de Latinoamérica y que será clave en la investigación y testeo de materiales de construcción, los cuales podrán ser sometidos a condiciones climatológicas reales y a nuevos desafíos para la materialización de este tipo obras.
Dado que los desafíos mencionados son globales, a partir de una agenda colaborativa de ambas instituciones y de investigación interdisciplinaria de frontera se espera generar nuevo conocimiento y tecnologías desde Chile hacia el mundo.
El Centro Interdisciplinario para la Productividad y Construcción Sustentable – CIPYCS, inauguró el pasado jueves el laboratorio IMA [Lab] perteneciente a la Infraestructura del Nodo Metropolitano UC, el primer edificio reconfigurable de Latinoamérica y que será clave en la investigación y testeo de materiales de construcción, los cuales podrán ser sometidos a condiciones climatológicas reales y a nuevos desafíos para la materialización de este tipo obras.
La inauguración se realizó en el Campus San Joaquín, y contó con la presencia del rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Ignacio Sánchez, además de diversas autoridades académicas de las Casas de Estudios que son parte de CIPYCS, de la Cámara Chilena de la Construcción y de CORFO.
En su discurso inaugural, el rector Sánchez destacó el IMA [Lab] como una iniciativa interdisciplinaria que responde a la misión de las universidades de crear y transferir conocimiento para dar solución a grandes problemas. “Este tipo de laboratorio ha sido diseñado para el desarrollo e innovación, para resolver problemas constructivos, modulares y prefabricados, dando cuenta de la importancia de vincular la investigación a la sociedad e industria”, sostuvo.
En la oportunidad, los más de 60 invitados recorrieron las dependencias del edificio, junto a académicos de CIPYCS, comprobando los distintos usos y posibilidades que ofrecen las instalaciones, como los espacios para testear materiales, las fachadas adaptables, la iluminación flexible y los sensores de ambiente.
Lorenzo Constans, presidente del directorio CIPYCS, agradeció el trabajo del equipo y ahondó en la visión de impulsar el desarrollo e innovación de la industria de la construcción, buscando hacerla más productiva, y sostenible a través de infraestructura de vanguardia y servicios de innovación a lo largo de Chile. “El IMA [Lab] forma parte de la infraestructura de CIPYCS, que lidera la Pontificia Universidad Católica de Chile, en sociedad con institutos y planteles de educación superior a lo largo de Chile. Eso le da un carácter distinto, de ayuda y complemento, no solamente en el ámbito educacional sino también geográfico, de plantear desafíos distintos en cada una de las regiones”, agregó.
Por su parte, Sergio Vera, Director de CIPYCS, resaltó los desafíos de la industria de la construcción, del déficit habitacional y la necesidad urgente de proveer viviendas y barrios que entreguen una buena calidad de vida a cientos de familias, ahora y en el futuro. “Son desafíos enormes, y por eso debemos repensar cómo hacemos las cosas, como diseñamos, calificamos, construimos y operamos en ambientes construidos hoy y en el futuro. Por lo tanto, el camino de la construcción es el desarrollo de innovación y soluciones que se hagan cargo de estos desafíos. Este es la razón de CIPYCS”, finalizó.
La tecnología de este laboratorio modular adaptativo permitirá avanzar en el desarrollo de viviendas, en momentos en que Chile debate propuestas para combatir el déficit habitacional con una mirada sostenible en el marco de la crisis climática.
RECUADRO
IMA [Lab], se suma también el EVI-Lab (laboratorio de realidad virtual para el desarrollo de procesos de diseño, construcción y operación); y el observatorio VISTA, una plataforma de libre acceso georreferenciada, de productividad y construcción sustentable.
En el contexto de la pandemia, que instaló la posibilidad del teletrabajo como forma de cuidado ante la incertidumbre del potencial contagio, el Equipo DOM en Línea, durante el año 2021 potenció la tramitación por medios electrónicos ampliando su cobertura en el territorio y mejorando el servicio de la plataforma, con la implementación del Módulo de Ingresos. Este nuevo módulo, que constituye una de las piezas que conforman DOM en Línea, incorpora un Flujo de Revisión DOM, que inserta mayor inteligencia en su estructura, nuevas funcionalidades y herramientas que favorecen la gestión interna de los municipios y de sus solicitantes. De este modo, se configura como una evolución del Módulo de Emergencia, el cual tuvo que dar una respuesta ágil cuando era necesario, en virtud del desafío de adaptación que experimentaba la población producto de la situación sanitaria nacional.
Para enfrentar la misión de difundir el Módulo de Ingresos y acelerar su habilitación en los municipios que no cuentan con plataformas privadas, que son la mayoría del país, junto con poder contribuir con mayor fuerza al proceso de transformación digital del Estado, el Equipo DOM en Línea liderado por su Coordinadora Nacional, Liliane Etcheberrigaray Cárdenas, creció el 2021 a Nivel Territorial, estableciendo un puente inexistente en la orgánica del MINVU, el cual permitió vincular en forma inédita las Direcciones de Obras con la DDU Nivel Central, dando realidad a una descentralización efectiva, al insertar la figura de Asesores Territoriales distribuidos por Macrozonas.
Este equipo DDU Territorial, acogió las realidades diversas propias de cada comuna durante su gestión y acompañamiento continuo, instalando confianzas, mediante una comunicación cercana con respuestas oportunas, promoviendo voluntades en el proceso de implementación del Módulo de Ingresos.
De igual modo, complementando el valioso trabajo del Equipo Directivo y Ejecutivo que dio génesis y puesta en marcha al proyecto DOM en Línea, se incorporaron Asesores de Implementación en el Nivel Central, quienes han contribuido a mejorar el servicio y la comunicación del proyecto a sus distintos usuarios por diversos medios, se han incorporado a diversos grupos de trabajo internos y con otras instituciones, colaborando en materia de formación profesional en el sector público y en la creación de nuevos desarrollos, mejoras e interoperabilidad de la plataforma, con el apoyo del Equipo DINFO que también fue fortalecido con nuevos profesionales
El presente Informe DOM en Línea 2021 y 1er sem 2022, tiene por propósito poner en relieve la labor conjunta realizada hasta ahora, entregando un contexto normativo y de gobernanza en el cual se inserta el proyecto que garantizan su continuidad, el trabajo de integración en las mesas de trabajo y comités técnicos, los resultados de la gestión realizada con su avance de implementación y la alta participación durante su difusión, el desarrollo actual de la plataforma con su potencial de crecimiento futuro, entre otras materias a destacar.
La memoria está disponible AQUÍ.
Fuente: Colegio de Arquitectos
Por Tatiana Vidal, presidenta del Comité de Sustentabilidad y Energía del Colegio de Arquitectos.
Hoy, a propósito del Día del Arquitecto, quisiera relevar la importancia de nuestra disciplina, en la toma de decisiones, y sus efectos en la sociedad y en el medio ambiente.
Es tan valiosa la posibilidad de decisión que tenemos como arquitectos, desde el inicio de nuestra intervención, desde la idea, el lugar, aportando, no sólo en mejorar el hábitat de las personas, sino en reducir nuestro impacto en el ambiente, en las ciudades, en las viviendas. Estas buenas decisiones conducen a disminuir emisiones y residuos, y a aportar sobre todo en calidad de vida, en lograr espacios saludables, entregando confort a los usuarios. Podemos decidir bien, desde el diseño en adelante, desde los materiales, los sistemas, con elecciones y propuestas informadas, de tal forma, que nuestros impactos, que serán durante años, sean mitigados, y respetuosos.
Como arquitectos, estamos en permanente diálogo con nuestro medio ambiente, intervenimos el espacio, por lo tanto, estamos en primera línea para evidenciar los efectos del cambio climático. Sabemos que el aumento de temperatura podría ser nefasto, entonces la única forma de responder a esta crisis es trabajando de forma colectiva con los principios de sustentabilidad, en el diseño de nuestro hábitat, para frenar el avance de los impactos y sus consecuencias, como la escasez de agua, el gran consumo energético o la pobreza energética.
En este sentido, una acción relevante es seguir reforzando la sustentabilidad en la enseñanza de la arquitectura, donde será fundamental contar con la visión entrenada de los futuros profesionales. Manejar la visión macro de las consecuencias que genera la construcción y el uso de un edificio es una necesidad. Desarrollar la arquitectura hacia metas como la carbono neutralidad, energía neta cero, materiales sustentables, ahorro de agua y energía, pero asegurando confort y calidad de vida, deben ser parte de los input de diseño en la enseñanza, entendiendo que es algo del presente, no un encargo del futuro… es ahora.
En nuestra área, contamos con grandes profesionales, que han aportado con responsabilidad y conocimiento frente a los desafíos urgentes que tenemos por delante. Reconozco y felicito la capacidad de innovación, especialización y coordinación de nuestra disciplina frente a estos desafíos.
Hoy, estamos viviendo tiempos complejos, una realidad económica deprimida, una pandemia que se resiste a desaparecer y junto a esto, el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad. En nuestra profesión, debemos vincular todas estas realidades.
Esta realidad involucra procesos de planificación y de ciudades sostenibles, también asociadas a la movilidad sostenible, el almacenamiento de aguas pluviales y la agricultura urbana.
Un principio importante es reconocer las diferencias climáticas, de lugar, culturales y económicas para pensar en su forma de habitar, desde el espacio hasta la materialidad, desde ahí ya se estaría considerando una visión de sustentabilidad en nuestro quehacer.
Es importante reconocer los datos sobre el impacto de la edificación, para priorizar la respuesta a través de nuestra profesión; hacerlas visibles nos dan la certeza de que hay que aplicar estrategias de sustentabilidad en nuestro quehacer. Nuestra industria consume aproximadamente un 30% de la energía, representa el 40% del consumo de las materias primas a nivel mundial y es responsable del 34% del total de los residuos sólidos generados en el país. A nivel local, genera un 30% de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Además, el sector consume el 16% del agua del planeta.
Hoy contamos con herramientas, estándares, certificaciones, profesionales e instituciones que han avanzado liderando con esfuerzo este camino, para acortar las brechas medioambientales en la construcción, pero nos falta por recorrer aún.
Creo que hay que entender la urgencia de las acciones. Están los compromisos del país, por un lado, de descarbonización, leyes de cambio climático, pero en las viviendas y edificaciones, aún tenemos la manga muy ancha para diseñar y construir sin un estándar adecuado. En regiones como la Metropolitana, sin programa de descontaminación ambiental, estamos a la deriva, sin contar con una reglamentación térmica actualizada, que se suba al carro de los compromisos; algo se nos estanca.
Nuestra responsabilidad como arquitectos hoy es reconocer el impacto de nuestras decisiones, estar informados, seguir mejorando el resultado de nuestros espacios y edificaciones, contrastar las mediciones de nuestros efectos en el medio, para avanzar aún más en lo profesional, en políticas públicas y enseñanza de la arquitectura. Podemos hacer mucho en cuánto al cambio climático, de nosotros depende.
Por Pablo Ivelic, presidente de Construye2025.
La industria de la construcción ha presentado, en forma sostenida, dos carencias de alto impacto. Sus índices de productividad no han podido despegar, mostrando un estancamiento en las últimas décadas. Al mismo tiempo, presenta una oportunidad gigantesca en el ámbito de sustentabilidad ambiental, siendo el rubro que más materia prima consume, el que más residuos genera y el que mayores gases de efecto invernadero emite.
Con esta realidad a la vista, en 2015, Corfo impulsó la creación del Programa Estratégico “Productividad y Construcción Sustentable”, hoy conocido como Construye2025. Su principal fortaleza radica en el carácter público-privado de su constitución, y su rol articulador -entre las diferentes hélices que participan de la industria- ha permitido generar procesos transformacionales para nuestro rubro.
Tras los seis primeros años del Programa se han movilizado esfuerzos del mundo académico, del sector público y de la empresa privada, materializando iniciativas tan relevantes como dos centros tecnológicos para la construcción, el Consejo de Construcción Industrializada, el Planbim, el DOM en Línea, así como la elaboración de la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035 y la Estrategia de Economía Circular en Construcción, por nombrar algunas.
El trabajo de este período y los innegables beneficios para el rubro han sido posibles gracias a la co-construcción de una hoja de ruta el año 2016, en la que participaron diversos actores de la industria, y se fijaron los principales objetivos y los focos de acción para un período de 10 años.
El mundo está cambiando, nuestro país ha evolucionado, nuevas tendencias nacen y necesidades específicas se tornan más urgentes. Resultaba necesario revisar y afinar el trabajo para el próximo cuatrienio. Esta actualización de la Hoja de Ruta resume el trabajo de revisión de nuestra carta de navegación de cara al año 2025. Fiel al funcionamiento del Construye2025, ha sido elaborada incorporando las visiones de los diferentes actores de la industria mediante talleres, entrevistas y un trabajo participativo de co-construcción.
Tenemos la convicción de que este trabajo nos posiciona a la vanguardia. Y estamos convencidos que -manteniendo el trabajo conjunto entre todos los actores de nuestra industria- lograremos acelerar la transformación de la construcción, avanzando a un país más productivo y más sustentable.
Más de 50 speakers reflexionarán sobre temáticas clave para la industria los días 30 y 31 de agosto, en el encuentro organizado por Construye2025, que incluirá rueda de negocios y charlas técnicas.
Cambio climático, economía circular, construcción industrializada, y digitalización del Estado son algunos de los temas que abordará el 30 y 31 de agosto el Congreso “Construyendo Chile”, organizado por Construye2025 y Expo Construye.
El evento se enfocará en cómo la industrialización, la digitalización y la sustentabilidad impulsarán la economía y al sector en 2023; también contará con una rueda de negocios y una serie de charlas temáticas y conversatorios en formato online, que impulsarán la colaboración, poniendo énfasis en la innovación y las nuevas tecnologías. Dentro de los 50 speakers, destacan importantes invitados, tales como Brendan Pope (Fleetwood, Australia), Maria Loreto Flores (Zaha Hadid, Inglaterra) y Pablo Camarasa (Fran Silvestre Arquitectos, España), logrando generar discusiones desde una mirada global sobre los desafíos que tiene nuestro país.
“El Congreso Construyendo Chile quiere dar una mirada al futuro, generando charlas sobre las temáticas e iniciativas de Hoja de Ruta de Construye2025 y que sabemos serán las principales aceleradores de transformación para construir un país más productivo y sustentable. Queremos sentar un precedente en cuanto a cómo nos planteamos como país lograr este desafío en forma conjunta y sinérgica” señala Marcos Brito, gerente de Construye2025.
“El año pasado en nuestras rondas de negocios participaron más de 300 empresas, de las cuales el 95% señaló luego del encuentro haber encontrado una oportunidades de negocio, esperamos poder repetir esa experiencia ese año”, comenta Ignacio Peña, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025.
El objetivo de la actividad es conectar a privados, públicos y academia con empresas del rubro, a nivel nacional e internacional, que requieren modernizar sus procesos y hacer más sustentables y productivos sus negocios.
El Congreso “Construyendo Chile” será en formato híbrido presencial y online y estará abierto para quienes quieran participar en la rueda de negocios, los talleres y las charlas técnicas. De esta manera, el evento aportará en un entorno post pandemia, una mirada digital y sostenible para Chile con un sólo click. Será transmitido por diversos canales digitales, incluyendo EMOL.
Gracias a la rueda de negocios, que se espera logrará convocar a más de 1.500 reuniones de networking, se generarán nuevos contactos y negocios reales con empresas de todo el territorio nacional.
“Construyendo Chile” es invitado por Falabella Inmobiliaria y cuenta con el patrocinio de: ProChile, la Asociación de Inmobiliarias de Chile, la Universidad Católica de Valparaíso, el Instituto de la Construcción, el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CteC), el Instituto del Cemento y Hormigón de Chile (ICH), Madera21 de Corma y Certificación Edificio Sustentable (CES).
“Formar parte del ‘Congreso Construyendo Chile’ nos llena de alegría, ya que nos abre las puertas para interactuar con los principales actores del ecosistema de la construcción, tanto público como privado, a través de ruedas de negocios, talleres y charlas técnicas, conocer sus experiencias y aprender sobre las tendencias del sector de cara al próximo año. Todo, para cumplir con la propuesta de valor hacia nuestros clientes”, comenta Daniel Berdichevsky, gerente de Desarrollo y Proyectos Inmobiliarios de Infraestructura Falabella.
Más información www.congresoconstruye.cl
Este innovador producto para la construcción, liderado por la Universidad Católica del Norte, va en la línea de la sostenibilidad que impulsa la CChC La Serena, con el objetivo de mejorar los estándares de esta industria, hacerla más competitiva, sostenible y productiva.
La industria de la construcción lleva ya un buen tiempo, vinculada a generar cambios en la manera de hacer las cosas en pro de la sostenibilidad. Desde esta mirada, la CChC La Serena apoya y promueve las buenas prácticas de sus empresas socias y, por cierto, las iniciativas público-privadas que impulsan el desarrollo sostenible del sector. Una de ellas, es este proyecto liderado por la directora de la Escuela de Prevención de Riesgos y Medioambiente de la UCN, Begoña Peceño y financiado por el Gobierno Regional de Coquimbo, a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R).
Se trata del primer prototipo de ecopaneles elaborado con residuos acuícolas, producto de alta resistencia al fuego, para uso interno y con importantes ventajas comparativas. “Incorporar un residuo, en este caso, las conchas de moluscos, significa generar una mayor economía, por lo tanto, es más barato; reducimos en un 3% las emisiones de huellas de carbono y la necesidad energética de combustible. Cumple además, con todos los estándares más exigentes de la normativa chilena y es un producto que funcionaría perfecto en cualquier lugar de Chile”, destaca la investigadora del proyecto, Begoña Peceño.
Durante la presentación, el doctor en Ingeniería Ambiental de la Universidad de Sevilla, Carlos Leiva hizo referencia a la potencialidad de incorporar residuos en materiales de construcción destacando que “los beneficios de esto son para las diferentes industrias, ya que podrían ser capaces de absorber residuos que son depositados masivamente en vertederos y tiene además, un beneficio social porque mejoramos la calidad y vida de las personas, plantas y animales. Las nuevas condicionantes de la sociedad están llevando a que todas las industrias que producen grandes emisiones, se vayan adaptando a iniciativas como estas”.
Por su parte, el vicepresidente de la CChC La Serena, Felipe Páez destacó “como gremio apoyamos este tipo de iniciativas, porque sin duda, es coherente con el impulso que damos a la sostenibilidad, a través de nuestro Compromiso Pro y con sus distintos pilares queremos mejorar nuestro estándar y ser una industria 4.0. Sabemos que esto es un proceso lento y que requiere de adaptación, lo importante es que estamos en este desafío y convencidos de seguir avanzando”.
Fuente: CDT
Para incentivar el uso eficiente de los recursos en la industria, el programa organizó las “Jornadas de fomento al uso de áridos reciclados”. Allí se expusieron los trabajos de investigación del uso de áridos reciclados desde la UFRO, y los centros de valorización de RCD pioneros en Chile, Río Claro y Revaloriza, en el contexto de los avances del sector en economía circular.
Junto al Instituto del Cemento y el Hormigón (ICH), y las empresas Río Claro y Revaloriza, Construye2025 organizó las “Jornadas de fomento al uso de áridos reciclados. Uso eficiente de los recursos de la construcción”. La coordinadora de Sustentabilidad del programa, Alejandra Tapia, abrió el encuentro online con los avances de la implementación de la “Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035”, elaborada por el Comité Consultivo Público, integrado por representantes de los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas, Medio Ambiente, Corfo y Construye2025.
En su exposición, la arquitecta comentó que varios países están incorporando criterios de economía circular en las licitaciones públicas, existiendo un tremendo desafío en el trabajo colaborativo con el sector público. “Esto nos lleva a reflexionar sobre cómo podemos avanzar y acelerar esta transformación en la que la colaboración y la integración de alianzas, tanto en el sector público como en el privado y la academia, son primordiales”, comentó Alejandra Tapia.
Efectivamente, el trabajo colaborativo dio como fruto el primer Acuerdo de Producción Limpia (APL) en la Región de Valparaíso, liderado por la Cámara Chilena de la Construcción, donde se están generando grandes avances en torno a la economía circular. En este contexto, la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 presentó casos del sector público en la materia y las posibilidades que existen desde el Estado de hacer un uso más eficiente de los recursos, a través de un proyecto de innovación que hizo la Dirección de Vialidad del MOP en la región de Valparaíso, el cual consideró el reciclaje de residuos de pavimentos asfálticos antiguos. “Esto tiene un enorme impacto económico, que representa ahorro para el Estado y también beneficia a las comunidades”, precisó.
Además, la especialista en sustentabilidad mostró el caso del Aeródromo de Tobalaba, que disminuye en 70% la cantidad de áridos vírgenes, lo que se tradujo también en la reducción de transporte. “Hay ahorros en plazos y en costos, por tanto, hay experiencias positivas. Por eso, recalco la importancia de trabajar en conjunto para avanzar y acelerar esta transformación, donde dos empresas han hecho un tremendo esfuerzo, no sólo desde el punto de vista de la inversión económica, sino que también -con todas las trabas que ha significado no contar con un marco regulatorio claro– han logrado generar dos centros de reciclaje: Revaloriza y Río Claro”, explicó. “Como Construye2025, valoramos el esfuerzo de desarrollar empresas que tengan impactos positivos en el medio ambiente”, agregó.
Un hito en la normativa
Desde la academia, la directora del Departamento de Ingeniería de Obras Civiles de la Universidad de La Frontera (UFRO), Dra. Viviana Letelier, compartió su experiencia en la utilización de áridos reciclados y la valorización de residuos de la construcción. Desde el punto de vista técnico explicó “los áridos reciclados provienen de la trituración de un hormigón endurecido, por tanto la calidad de los áridos dependerá mucho de las propiedades originales del hormigón”, señaló la académica.
Prácticamente el 75% de los residuos de la construcción son de hormigón. La cifra lleva asociado un gran potencial para la economía circular que requiere de la actualización de las normativas chilenas, para poder incorporar las tecnologías que permiten darle una nueva vida a estos materiales.
“He participado representando a la academia en la mesa técnica de la norma NCh163 ‘Áridos para morteros y hormigones-Requisitos´, que se encuentra actualmente en revisión de todas las observaciones que llegaron de una consulta pública”, contó Viviana Letelier.
Los avances en reciclaje
Según la investigadora de la Universidad de La Frontera, dentro de los próximos meses, ya debería estar permitido, por primera vez, en la normativa, la utilización de áridos reciclados de hormigón y el uso de áridos artificiales como reemplazo de áridos naturales, lo cual constituye un hito histórico.
A continuación, Carla Salinas, asesora de proyectos de Río Claro, explicó cómo se construyó la planta de áridos reciclados en Tiltil, que tiene las capacidades para reciclar hormigón y otros tipos de residuos como la valorización de escorias negras.
“El primer producto que desarrollamos fue un fertilizante de silicato de calcio que permite la corrección de suelos ácidos”, detalló. Además, la profesional mostró un filtro para remediación de sedimentos impactados por la acuicultura. Actualmente, la planta de Río Claro tiene una capacidad mensual para procesar 4 mil toneladas de áridos artificiales, y 7 mil toneladas de áridos reciclados del hormigón.
Finalmente, Nassim Esus, director de Revaloriza, contó su experiencia en reciclaje de residuos de la construcción y demolición y mostró a los asistentes cómo funciona su planta de valorización de residuos, ubicada en la Región de Valparaíso. “Revaloriza es el primer centro de tratamiento de valorización de residuos de la construcción de Latinoamérica. Cinco empresas del rubro de la construcción comenzaron a investigar, en 2008, cómo gestionar nuestros residuos, porque nos dimos cuenta de que los residuos que estábamos generando eran bastante nefastos para el medio ambiente”, afirmó. Revaloriza, cuenta con maquinaria que incluye tecnología para mitigar el polvo y de alto desempeño, capaz de procesar 80 toneladas por hora.
En cuanto a las características técnicas de los áridos reciclados, los primeros ensayos arrojaron un CBR de 84%, considerando que en pavimentos se pide un CBR de 80%. “Lo único que le pedimos a las autoridades es que nos permitan existir y la manera de hacerlo es generar las normativas para que las empresas puedan revalorizar sus materiales”, concluyó el ejecutivo.
Las jornadas concluyeron con una visita realizada a ambas plantas, en la que participaron representantes de los ministerios de Vivienda y Urbanismo y Obras Públicas junto a representantes de municipalidades.
El coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de nuestro programa, Ignacio Peña, fue parte de la misión empresarial que organizó el gremio de la construcción, para conocer casos de éxito y nuevas tecnologías.
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) convocó a un grupo de socios y colaboradores a una misión internacional en Silicon Valley, Estados Unidos, donde pudieron conocer empresas, startups, universidades y centros de investigación que buscan afrontar de mejor manera los desafíos de la industria.
La experiencia no sólo permitió a los participantes aprender nuevas metodologías, procesos y tecnologías, sino que también conectar, compartir y colaborar con otros actores que enfrentan desafíos similares a los que se presentan en Chile.
“Estuvimos una semana visitando distintas empresas ligadas a la construcción. Partimos visitando al profesor Martin Fischer y tuvimos un workshop sobre digitalización y su impacto en los modelos de negocio”, comenta Julio Pertuzé, ex subsecretario de Economía y director del magíster en Innovación de la Universidad Católica, quien relató a los viajeros la historia de innovación que destaca a la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, antes de iniciar el programa en Silicon Valley.
La misión empresarial fue recibida por investigadores del Center for Integrated Facility Engineering (CIFE) de la Universidad de Stanford, programa que conecta a empresas con investigadores. “Ellos se centran en la integración, abriendo oportunidades para organizar la industria. Tuvimos una clase con Martin Fischer, quien nos habló sobre integración temprana, robótica y los últimos proyectos desarrollados con datos. Luego, participamos en un taller donde generamos proyectos hipotéticos en base a la metodología”, cuenta Ignacio Peña.
El programa de la misión de la CChC incluyó también una visita a DPR Construction, una de las siete empresas de construcción más grandes de Estados Unidos, cuyo propósito es “We exist to build great things”, lo que significa construir increíbles proyectos, pero también personas y equipos.
“Nos juntamos también con la doctora Paz Arroyo y otros investigadores de Sandford que aplican robótica a la construcción. Vimos algunos que permitían hacer mampostería y paredes de vulcanita”, añadió Julio Pertuzé. Además, Ignacio Peña pudo conocer la oficina de Howard Ashcraft, que destaca por sus contratos inteligentes para la construcción (Integrated Proyect Delivey, IPD).
Además, la misión tecnológica conoció las oficinas de SOM, que integra ingeniería y arquitectura y que ha construido los edificios más altos del mundo. “En ella trabajan los chilenos Fernando Herrera y Ricardo Henoch”, dice Peña.
El viaje ayudó a los participantes a visualizar lo cerca que podrían estar las soluciones, con un cambio de mindset. “Pudimos aproximarnos a todo lo que tiene que ver con la cultura de innovación, la colaboración y la integración temprana de los proyectos y con todo lo que se hace con el propósito de lograr una mejor construcción para el mundo, en términos del impacto en la calidad y la sostenibilidad”, señala Conrad Von Igel, gerente de Innovación de la CChC.
Según Julio Pertuzé, Silicon Valley no solo reluce por el uso de la tecnología, sino también por una cultura que favorece el emprendimiento. “Las universidades tienen un rol importante, generan puentes de comunicación muy fluidos. Fortalecer las relaciones entre las universidades y las empresas es tan importante como atraer talento y diversidad”, afirma.
Gracias al aprendizaje y la experiencia, tanto Ignacio Peña, como los otros participantes de esta misión podrán hacer una bajada concreta del conocimiento para mejorar la productividad y la sustentabilidad de la industria, un objetivo que comparten, la CChC, Construye2025, Corfo y otros actores del ecosistema.
Ignacio Peña, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025, y Vera Rebeco de la CChC, nos presentan el eje 3 de Transformación Digital de la Hoja de Ruta 2022-2025.
Marcos Brito, gerente de Construye2025, y Ricardo Carvajal, jefe de la DITEC del Minvu, nos presentan el Eje 1 – Industrialización de la Hoja de Ruta 2022-2025
Pablo Ivelic, Fernando Hentzschel y Ricardo Fernández presentan la Hoja de Ruta 2022-2025
Primera plataforma a nivel nacional orientada a la elaboración de pasaportes de materiales y gestión de activos inmobiliarios de manera sostenible, a través del registro de información técnica, de sustentabilidad, toxicidad y circularidad, de los materiales, productos y componentes que conforman la edificación, mediante este proceso se efectúan cálculos, se generan indicadores y reportes, que aportan valor para su actual uso, recuperación y reutilización, apoyando de esta forma la gestión sostenible de los activos.
El Pasaporte de Materiales, es una iniciativa pionera en innovadora a nivel nacional y regional, y cuenta para la primera etapa con el apoyo de Falabella, AZA Acero Sostenible y Volcán, quienes son parte del proceso de pilotaje y validación de esta iniciativa.
Daniel Berdichevsky, gerente de Proyectos y Construcción de Falabella Inmobiliario
“Alineados a su estrategia de sostenibilidad y conscientes de contribuir en la mitigación del cambio climático, Falabella fue una de las tres empresas que decidió apoyar esta Plataforma pionera nivel nacional y regional.
Innovar en nuestra industria es necesario, por ello valoramos el ‘Pasaporte de materiales de construcción’ que ha desarrollado el Green Building Council Chile y el Centro Tecnológico para la Innovación en Construcción. Esta solución tecnológica es relevante para el sector, ya que beneficiará directamente la gestión de activos sostenibles.
Esperamos que el piloto avance, tenga buenos resultados y la iniciativa se pueda desarrollar en todo el rubro. Los buenos proyectos se deben replicar”. La compañía está activamente trabajando en las construcciones sustentables, con el objetivo de minimizar el impacto ambiental de nuevas edificaciones, ampliaciones y remodelaciones”.
Sandra Arzola, jefe de Marketing Aceros Aza
“Pasaporte de Materiales para la Construcción es una iniciativa que está completamente alineada con la filosofía de Aceros AZA. Es un proyecto que aporta al desarrollo sustentable de los materiales que se utilizan en la construcción, impulsando así la economía circular y el cuidado del medio ambiente.
Aceros AZA es una empresa profundamente comprometida con el cuidado del medioambiente y para ello, está permanentemente buscando iniciativas y soluciones que permitan disminuir los impactos ambientales en la industria de la construcción. Hoy, este sector es responsable por cerca del 30% de la emisión de gases con efecto invernadero en el mundo. Además, no más del 7% de los insumos son reciclado o reutilizados. Claramente, esto indica que la construcción debe avanzar colaborativamente en generar instancias en esta materia.
Por esto, Aceros AZA se compromete a apoyar el proyecto que plantea el CTEC y Chile GBC. Estamos convencidos como empresa que conocer adecuadamente la trazabilidad de los insumos de la construcción y su posterior revalorización, es fundamental para avanzar en la economía circular y dejar, definitivamente de lado, la economía lineal que tanto daño ha generado para nuestro planeta”.
Ricardo Fernández, gerente Técnico y Desarrollo Sostenible de Volcán
“Para Volcán ha sido de gran interés participar en esta plataforma, queremos contribuir a identificar Proyectos Inmobiliarios Sostenibles y avanzar en Economía Circular.
El desarrollo del Pasaporte de Materiales para la Construcción ha sido un trabajo de Innovación abierta con entidades como CTEC, Chile GBC y Falabella. Sólo podemos avanzar de buena forma, trabajando colaborativamente y generando ecosistemas que apunten a objetivos comunes y en plazos acotados.
El conocer los impactos ambientales y aportes de los materiales y componentes del edificio, permitirá tomar buenas decisiones en modificaciones y en la deconstrucción del edificio, permitiendo tener trazabilidad con una información verificada por terceros. Esperamos que esto sea un incentivo para que los proveedores consideren como herramientas de trabajo las declaraciones ambientales de productos y en el futuro nos manejemos en base a ecoetiquetados”.
La implementación de esta plataforma, se proyecta como un impacto positivo en el sector, al incrementar o mantener el valor de los materiales, productos y componentes de construcción a lo largo del tiempo; facilitando que desarrolladores seleccionen materiales de construcción circulares, sostenibles y saludables; promoviendo el diseño con materiales más sustentables y circulares; facilitando la trazabilidad del flujo de materiales de construcción en un activo inmobiliario; disponibilizando información ambiental de productos y materiales de construcción; fomentando los incentivos y garantías para materiales secundarios y las compras sustentables, y facilitando la logística inversa o devolución de productos, materiales y componentes, cerrando ciclos, y fomentando de esta manera una construcción más consciente con el medio ambiente y en sintonía con el desafío país de avanzar hacia la carbono neutralidad.
Fuente: CTEC
La iniciativa comenzó a operar a principios de mayo en el proyecto Distrito Quillayes, de Grupo Siena, en la comuna de La Florida, y durará 18 meses, donde se espera valorizar diariamente hasta 5 m3 con un mínimo gasto energético, aportando al cuidado de los recursos hídricos.
En momentos en que el país vive una preocupante sequía hace más de una década y el concepto de escasez hídrica amenaza el consumo humano y las actividades productivas, Grupo Siena dio el puntapié inicial a un prototipo sin precedentes en Chile, que tiene como objetivo reutilizar las aguas grises que provienen de las duchas y lavamanos de los trabajadores para darles nueva utilidad en los procesos de faena y ejecución un proyecto que están desarrollando en la comuna de La Florida, cerca de Metro Quillayes.
La iniciativa surgió a raíz de un proyecto de innovación presentado por el departamento de Seguridad, Salud Ocupacional y Medio Ambiente de la empresa el año 2021, que espera valorizar, en un comienzo, 5 m3 de agua para ampliarse, luego, a 10 m3 diarios. La meta es alcanzar los 100 m3 mensuales, lo que equivale a 100 mil botellas de un litro de agua. “Si existe racionamiento eventualmente y no estamos preparados o no tenemos un plan de contingencia, esto significaría suspender las obras. Por esta razón, reutilizar el agua a través de esta planta nos permitirá tener continuidad operacional, algo fundamental para nuestros procesos y planificaciones”, afirma Daniel Flores, jefe de Seguridad, Salud Ocupacional y Medioambiente de Grupo Siena, encargado de liderar el proyecto.
El principal valor de esta planta de tratamiento es que su instalación y habilitación demora en total una semana y necesita un mínimo un consumo energético para funcionar, de solo 3 kW mensuales, lo que llevados a un valor monetario corresponde a $2.400 al mes. En resumen, es una alternativa rápida, de bajo gasto energético y muy positiva en el contexto actual.
Considerando que los principales consumos de agua en una obra de construcción están en la instalación de faena (25%) y en su ejecución (75%), Grupo Siena puso en marcha este proyecto para aprovecharlo principalmente en el proceso de hormigonado, que exige un alto porcentaje de agua.
Durante los próximos 18 meses, la tarea es medir y trazar los rendimientos del prototipo, para comprobar en terreno la reducción de los consumos y validar su utilización en el resto de las obras que ejecuta la empresa. “Los esfuerzos de Grupo Siena están enfocados en cumplir con los objetivos de este proyecto y también obtener una certificación que nos permita ampliar el uso que le estamos dando actualmente a las aguas grises tratadas y así, seguir avanzando en esta materia”, añade Daniel Flores.
La iniciativa toma mayor importancia aún, al considerar que, en materia legal, Chile cuenta con la ley 21.075, promulgada el año 2018, que regula la recolección, reutilización y disposición de aguas grises en el país, pero que tiene un reglamento específico que fija los requisitos técnicos para el reuso de aguas grises, pendiente de aprobación y que aún no se dicta, por ende, limita la posibilidad de tener un marco jurídico más completo en esta materia.
Fuente: CDT