Los cambios en la industria de la construcción están ocurriendo ahora a nivel mundial. Este mercado crecerá a US$ 15 trillones hacia el 2030, versus los US$ 8 trillones de hoy. La gran pregunta es cómo construir un mundo sostenible para aquella masa de habitantes que sólo quiere vivir en las ciudades. La primera gran respuesta aparece de la mano de las tecnologías digitales que permiten abrir nuevas oportunidades para abordar los grandes desafíos de productividad, rendimiento, mano de obra calificada y sostenibilidad de los proyectos.
En realidad, la digitalización es como el cambio del todo, desde los competidores hasta las barreras de entrada. Según Michael Shomberg, vicepresidente global de ingeniería y construcción de Soluciones SAP en EEUU, “la industrialización de la construcción y la aplicación de la tecnología de fabricación comprobada y las mejores prácticas, ayudarán a las empresas a generar resultados confiables y a mejorar los márgenes. La digitalización aumentará la productividad, eliminará los desechos y mitigará el impacto adverso en los sitios de construcción”.
Los estudios de su compañía señalan que el 75% de la infraestructura que existirá en 2050, hoy no existe, de modo que los resultados esperados deberán ser transformadores. “Los modelos comerciales existentes colapsarán en la medida que las tecnologías disruptivas para la construcción como la robótica, la movilidad, el diseño y construcción virtuales, y la impresión 3D redefinan su aplicación y se inserten en los diferentes mercados del mundo. Las prioridades estratégicas deberán apuntar hacia la digitalización en: experiencia y conocimiento, sitio de la construcción, colaboración entre empresas y operaciones de la puesta en marcha”, agrega.
En Chile, el sector está alineado en términos de reconocer públicamente a través de la Cámara Chilena de la Construcción la necesidad de mejorar las competencias laborales, tener mano de obra calificada, introducir el sistema BIM (Building Information Modeling) y aumentar la productividad. La industria de la construcción representa el 6,4% de la economía de Chile y el 5,2% de la economía de los países OECD.
A nivel mundial, dos de cada tres personas vivirán en las ciudades para 2050, por lo tanto, la industria de la construcción se encuentra en una encrucijada y las empresas que no se tomen en serio este nuevo escenario enfrentarán una difícil batalla futura. El mega desafío será la productividad laboral, que según los estudios de la Asociación de Propietarios de la Construcción (COAA) en EEUU, se ha mantenido estancada en los últimos 50 años y ha agravado el problema. El 63% del tiempo de mano de obra directa en proyectos se gasta en esperar materiales y equipos, viajar al área, tomar descansos tempranos y planear cómo hacer el trabajo. Esta situación se refleja en márgenes que oscilan entre el 2% y 8%, atrapando a las empresas entre márgenes reducidos y productividad estancada, incapaces de invertir en tecnología de avanzada.
Por otra parte, según la encuesta mundial de construcción de KPMG, más de la mitad de las empresas de construcción experimentan uno o más proyectos de bajo rendimiento en el año anterior. Las compañías operan bajo márgenes de ganancia muy finos y una sola sorpresa en el proceso productivo puede anular los beneficios esperados. Es decir, el rendimiento del proyecto es un segundo desafío mayor para el sector de la construcción.
A nivel global, esta industria se prepara para una reducción drástica de la fuerza de trabajo. Los Contratistas Generales Asociados de América (AGC), encontraron que el 74% de los consultados en una encuesta cree que hay una contracción en los oficios especializados. Ahora la fuerza de trabajo se ha dividido en cuatro generaciones: tradicionalistas, baby boomers, generación X y millennials. Esta diversificación es un desafío debido a las diferencias marcadas en la ética del trabajo, la actitud, las perspectivas y el comportamiento entre las generaciones, según PwC. Para 2020 se espera que los millennials representen la mitad de la fuerza del trabajo global, muchos con poca o nula experiencia o interés en la industria de la construcción. En otras palabras, la escasez de mano de obra calificada constituye un reto importante para las complejidades de los proyectos.
Por otra parte, esta industria es el principal consumidor mundial de materias primas, generando entre el 25% y 40% de las emisiones de carbono del mundo. Este volumen no es sostenible y podría comprometer el crecimiento del sector. El cambio climático y la gestión del agua son dos ámbitos ambientales que plantean un reto cada vez mayor. La reducción de las emisiones constituye uno de los grandes desafíos de esta industria. Para los especialistas de la plataforma Future of Construction, una planificación inteligente y un diseño sostenible podrían reducir el consumo de energía y la contaminación, pero se requiere de un nuevo enfoque de gestión del proyecto, que no toda la industria de la construcción está preparada para emprender como fase de desarrollo de gestión y tecnologías.