A partir del diagnóstico generado por Valparaíso Industria Circular, se establece que menos del 2% de las empresas de la región declara sus residuos, debido a varios factores, como la poca fiscalización, desconocimiento de estrategias de valorización, beneficios de éstas, falta de capacitación, lo que conduce a una inadecuada gestión de estos recursos y, por tanto, mala disposición final, entre otros, por lo que una Hoja de Ruta de Economía Circular para Valparaíso deberá recoger estas brechas para alcanzar el potencial de negocios de significan en recursos sub-utilizados.
Más de 200.000 posibles oportunidades de negocios, a través de la valorización de residuos de las empresas de la región de Valparaíso como materias primas secundarias, determinó el diagnóstico de Valparaíso Industria Circular, que fue difundido en la ceremonia de cierre del proyecto “Conformación y activación del ecosistema regional de economía circular, y bases para una hoja de ruta”, ejecutado por la Universidad de Valparaíso y financiado por el Gobierno de Valparaíso, a través del Fondo de Innovación para la Competitividad 2022.
Dicha proyección se generó en base a las empresas existentes según la información del Servicio de Impuestos Internos (SII; 2022). Sin embargo, si se consideran sólo a las empresas que declaran sus residuos en RETC, la cifra se reduce drásticamente a sólo 2.380 conexiones.
Hoy, hay un consenso en que “la región ha ido reduciendo año a año su productividad material o tasa metabólica (consumo de recursos per cápita), en gran medida por una economía lineal, lo que ha generado impactos ambientales por la extracción de recursos, producción, y mala gestión de residuos y emisiones. A su vez, esta economía no ha aumentado su productividad ni generación de empleos de calidad”, de acuerdo con Patricia Martínez, directora de Valparaíso Industria Circular.
Pese a ello, persisten brechas como “la poca fiscalización, el bajo nivel de declaración de residuos, mala disposición final, lentitud y contradicción en la tramitación de permisos, además la informalidad del sector del reciclaje dificulta el cumplimiento, y poca claridad de cómo la Ley REP puede afectar los modelos de gestión actuales”, según la investigadora de la Universidad de Valparaíso. Y eso sólo en materia de regulación y fiscalización.
En este contexto, el ecosistema de economía circular de Valparaíso valoró la ceremonia realizada el 10 de septiembre y la difusión que se ha hecho a través de Valparaíso Industria Circular, admitiendo de manera unánime que “en la industria tenemos mucho que desarrollar y este proyecto permite ese acercamiento con una nueva relación con la industria y sus residuos”, como señaló el vicerrector de Vinculación de la Universidad de Valparaíso, Carlos Lara, en representación del rector Osvaldo Corrales, quien también agradeció al Gobierno Regional de Valparaíso.
En ese sentido, Hernán Ramírez, seremi de Medio Ambiente de Valparaíso, aseguró que frente a “los más de veinte millones de toneladas al año de residuos generados, de acuerdo al Reporte del Estado del Medio Ambiente 2023, del Ministerio del Medio Ambiente, que en su mayoría terminan en vertederos, es misión de todos exigir un cambio de conducta y de la forma de hacer negocios. Cómo podemos darle una nueva vida a esos residuos y envases”, haciendo un llamado a todas las industrias de la región.
Por su parte, Camila Bolados, jefa de la División de Fomento e Industria del Gobierno Regional de Valparaíso, reveló que “nunca es fácil decidir qué iniciativas apoyar en términos de inversión, porque las necesidades son múltiples, diversas y complejas”. Sin embargo, añadió que hay proyectos estratégicos para la región y “este es uno de ellos, puesto que la circularidad es una aspiración colectiva, no de un solo territorio sino que de todo el país y global”.
Y es que, precisamente, ésa es otra de las brechas detectadas en el trabajo realizado en cinco territorios durante 15 meses: Rapa Nui, Casablanca, San Antonio, Aconcagua y el Gran Valparaíso: la falta de financiamiento e incentivos, en particular para aumentar la oferta de servicios para la valorización de grandes volúmenes y para residuos complejos de valorizar, e instalar la infraestructura necesaria localmente para ello. Se suma la baja oferta de insumos o materiales con contenido reciclado y bajo nivel de asociatividad. En otros ámbitos, Patricia Martínez mencionó brechas en la baja educación en reciclaje y circularidad, tanto en capacidades técnicas como gerenciales y que superen la resistencia al cambio, y baja difusión de casos destacados y avances, así como en baja capacidad tecnológica para valorizar los residuos, y falta de infraestructura pública, centros de acopia y transferencia, lo que aumenta costos y genera la pérdida de oportunidades.
Por ello, “desde 2017 comenzamos a ser parte de la solución con el desarrollo de Plataforma Industria Circular (PIC), una plataforma de facilitación de la colaboración entre organizaciones para enfrentar este desafío”, afirmó la Dra. Martínez, quien también señaló que todas esas brechas detectadas son insumos para el planteamiento de la Hoja de Ruta en Economía Circular para la región de Valparaíso, que deberá construirse prontamente.
Casos destacados
En el desarrollo del proyecto “Conformación y activación del ecosistema regional de economía circular, y bases para una hoja de ruta”, el equipo de trabajo identificó modelos de trabajo en variados sectores: empresas e instituciones públicas, grandes y pequeños, las que son un ejemplo a seguir para toda la región.
Así, destacan Orito, la planta de reciclaje de la Ilustre Municipalidad de Rapa Nui, construida sobre lo que fue originalmente un vertedero. Hoy trabajan con variados tipos de residuos, acopiando, comprimiendo y gestionando envíos hacia Valparaíso y Santiago (falta de valorización local, o volúmenes muy elevados para ello), además tienen programas de capacitación; Kombu-Life en Aconcagua, que realiza procesos de fermentación para la producción y comercialización de Kombucha, Chukrut y Kimchi. Actualmente con cobertura en Los Andes y comunas aledañas, con un modelo de circularidad para el reuso de envases.
También está Kallvü en el Gran Valparaíso, moda circular de alta gama, con diseño textil en dos líneas: fieltro amasado para abrigos sin costura e impresión botánica, todo a mano, junto con Actitud Vinicyma, empresa con enfoque sostenible a base de la revalorización de residuos bioactivos agroalimentarios de Chile para el mundo y que en la actualidad ocupa los descartes vegetales del proceso de la vinificación para realizar nuevos productos a partir de los orujos (cáscaras y pepitas de las uvas) haciendo con ello economía circular.
En tanto, en Casablanca, destacan CAIMI, que con el lema “Ideas que mejoran al mundo”, no sólo innova en la oferta de recubrimientos técnicos (llamado usualmente cuero sintético), sino que lo hace con gran calidad y pensando siempre en la sostenibilidad, y la Ilustre Municipalidad de Casablanca, donde el equipo de reciclaje trabaja en la gestión de los puntos verdes y la operación y gestión del Centro de Tratamiento Intermedio.
Por último, en la Provincia de San Antonio, se detectó a la Comunidad Logística San Antonio (COLSA), que une a públicos y privados, de forma de promover las buenas prácticas en la industria y están en el proceso de desarrollar un Acuerdo de Producción Limpia con 16 empresas, tanto portuarias como extraportuarias, con metas relacionadas a la medición de la huella de carbono, el reciclaje, la eficiencia energética, educación ambiental, entre otras. Por su parte, Reinventa, es una empresa de gestión de reciclaje de aceite de cocina usado, que acopia y vende el aceite, además de realizar educación ambiental, y Sitrans, empresa logística con más de 40 años de historia, parte de Ultramar. Cuenta con una amplia red de depósitos e instalaciones, prestando apoyo a importadores y exportadores de diversas industrias en todo el país.
En la oportunidad, los asistentes también pudieron conocer más de iniciativas en torno a la economía circular en la región de Valparaíso, como las que está implementando la Municipalidad de Viña del Mar, que genera 410 toneladas de residuos al día, las que se van al relleno sanitario El Molle, por lo que Carolina Redondo, coordinadora de la Ley REP del municipio, aseguró que están ocupándose de esta materia para responder el interés de la ciudadanía por reciclar. A juicio de Redondo, un puntal importante de este trabajo es dar a conocer a la ciudadanía que los recicladores de base son un eslabón primordial de la cadena.
Felipe Ossio, director Escuela de Construcción Civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile, comentó el impacto de los residuos de demolición y construcción RCD en Chile y la situación de la disposición de éstos en sitios ilegales.
Asimismo, Javier Mora, coordinador del Programa Territorio Circular de Corfo, Sofofa Hub y Ministerio de Medio Ambiente, entregó los aspectos destacados de la Hoja de Ruta Nacional de Economía Circular 2040, aportando datos locales de la región de Valparaíso.
Nuevamente con aportes del Gobierno Regional de Valparaíso, se realizó el lanzamiento del proyecto, que en esta fase buscará la conformación y activación del ecosistema regional de economía circular, así como las bases para el desarrollo de una hoja de ruta regional de economía circular.
Como una de las ocho propuestas que fueron adjudicadas en 2022 con recursos del Gobierno de Valparaíso, a través del Fondo de Innovación para la Competitividad de dicho año, se realizó el lanzamiento de la segunda fase de Valparaíso Industria Circular, con el proyecto denominado “Conformación y activación del ecosistema regional de economía circular y bases para una hoja de ruta regional”, código BIP 40049038.
“Es importante destacar que esta iniciativa es coherente con los ejes de la Estrategia Regional de Innovación y con los enfoques transversales vinculados en la Estrategia de Adaptación al Cambio Climático, el fomento de la mediana empresa e integración territorial”, comentó Macarena Erazo, representando a la División de Fomento e Industria (DIFOI) del Gobierno Regional de Valparaíso.
A través de un diagnóstico regional llevado a cabo por la Universidad de Valparaíso, entidad ejecutora de esta iniciativa, se da cuenta de un gran potencial de la región de Valparaíso para la economía circular y, en particular de la simbiosis industrial, es decir, el intercambio de recursos subutilizados entre empresas. Sin embargo, también identifica empresas que no han logrado mantenerse en el tiempo y barreras tecnológicas que han impedido guardar estas innovaciones. “Se ha observado que el esfuerzo de muchas empresas en la valoración y la sinergia no está alcanzando, no está escalando ni replicándose, ya sea por parte de la información, por los precios, los costes de transacción, la normativa, la reglamentación, opciones de insumos, materiales, entre otros”, precisó Erazo.
Por ello, en esta segunda fase, el objetivo de este proyecto serán las micro, pequeñas y medianas empresas que conforman la cadena de valorización de los residuos de sus productos industriales.
“Para el Gobierno Regional de Valparaíso, hay efectos de esta iniciativa que nos gustaría relevar primero, la intervención en cinco áreas territoriales para realizar el análisis de posibles redes y servicio industrial en función de las vocaciones productivas de los territorios; se considera el área metropolitana de Valparaíso, el Valle de Casablanca, la provincia de San Antonio y Rapa Nui”, precisó la representante del gobierno regional.
Por su parte, Hernán Ramírez, seremi de Medio Ambiente de Valparaíso, aseguró que la economía circular es de gran importancia para el ministerio, con una hoja de ruta nacional trazada al 2040, y que “este proyecto viene también a trabajar y a aportar en la concreción de la hoja de ruta regional, puesto que Valparaíso juega un rol fundamental”.
El seremi habló de las iniciativas que ya están en marcha en las industrias de envases y embalajes y neumáticos; sin embargo, hizo un llamado al sector de la construcción, que “aún está al debe, entonces el poder ir avanzando en esa área es algo fundamental y que la región de Valparaíso se destaque como proponente de políticas de orientaciones, indudablemente va a permitir tener ayuda adicional para enfrentar este problema que es una problemática desde Arica a Punta Arenas”.
Trabajo en conjunto
Desde la Universidad de Valparaíso, el decano de la Facultad de Ingeniería, Esteban Sefair, destacó la cantidad de organizaciones que apoyan esta iniciativa, lo que le hace ver que van por el camino correcto. “Quiero felicitar la convocatoria, porque podemos tener todas las plataformas, pero si no están las voluntades, las políticas y los mecanismos para que quienes generan residuos o subproductos se encuentren con mercados para valorizar, va a ser complicado”.
El lanzamiento de esta segunda fase de Valparaíso Industria Circular, se apalanca en el trabajo de varios años del equipo de la Plataforma Industria Circular, una herramienta digital para facilitar el componente de la simbiosis industrial de la economía circular, cuyo desarrollo ha estado liderado por la ingeniera y académica de la UV Patricia Martínez Ramírez.
La profesional coincidió con las autoridades, en que “estos problemas y desafíos que tenemos actualmente sólo los podemos resolver de manera conjunta”. Y es que como recordó: “estamos siendo bastante ineficientes en el consumo de los recursos que hoy empleamos para sostener nuestros sistemas de vida, lo que nos hace vulnerables en varios sentidos y esa vulnerabilidad la hemos recogido en distintos instrumentos que tenemos a nivel nacional e internacional”.
De hecho, Martínez mostró la evolución de la relación entre el PIB y el consumo interno de materiales en el país, concluyendo que “Chile consume 40 toneladas de recursos per cápita y la media de los países OCDE es de 14,6 toneladas per cápita, por lo tanto consumimos mucho más que los países con los que nos deberíamos estar comparando, y está ineficiencia ha ido aumentando en el tiempo”, explicó.
Y otro dato alarmante es que la productividad material de esos recursos extraídos permite que Chile genere por cada kilo de material extraído 0,6 dólares, mientras que el promedio de los países OCDE, se generan 4 dólares por cada kilo de material que extraen, “por lo tanto ahí tenemos dos indicadores que nos permiten ver de manera concreta cuán improductivos somos”, sostuvo.
En ese sentido, la investigadora de la UV señaló que “debemos salir de la economía lineal para avanzar no solo en el reciclaje, porque el reciclaje es una de las cosas que tenemos que abordar, sino que implementar de manera real lo que es la economía circular”.
En números, el Programa de Desarrollo Económico de la Comunidad Europea basado sólo en estrategias de ecología industrial y economía circular, ha establecido rendimientos económicos cercanos a los 320 millones de euros para el horizonte del 2025, es decir, “estamos en esto por los beneficios que podría generar la implementación de la economía circular. Pero, para avanzar necesitamos un cambio sistémico, lo que nos permitirá construir resiliencia de largo plazo, residencia territorial, por ende, impactos locales y generar oportunidades económicas y de negocios, proporcionando en el proceso beneficios ambientales y sociales”.
En este contexto, la directora de Valparaíso Industria Circular, comentó que el proyecto trabaja en el ámbito de la simbiosis industrial, equivalente a un enfoque colectivo para generar ventajas competitivas entre empresas y sectores productivos que intercambian recursos entre ellos: energía, agua, subproductos industriales, así como servicios o infraestructuras, contribuyendo, entonces, al principal desafío: la transición hacia la economía circular.
Para finalizar este lanzamiento de Valparaíso Industria Circular, se realizó el conversatorio “Colaboración y desafíos para la economía circular en la industria”, con la participación de Macarena Erazo, representando al Gobierno Regional de Valparaíso; Cristian Fuentes, representante de la Seremi de Medio Ambiente, Iván Lazo, director de la Dirección de Gestión Medioambiental (DIGEMA) de la Ilustre Municipalidad de Casablanca; Felipe Ahumada Barrales, coordinador del programa Territorio Circular de Corfo; Javier Torrejón, presidente de la Cámara Regional del Comercio de Valparaíso (CRCP) y Cristian Garín Stuardo, representante de la Cámara Chilena de la Construcción de Valparaíso.