La actividad organizada por el Departamento de Arquitectura en colaboración con el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), convocó a representantes del mundo privado, público y la academia, quienes discutieron sobre el futuro de la construcción en el país a través de paneles de conversación.
Con el objetivo de reunir a actores públicos, privados y académicos para analizar los principales desafíos y oportunidades de la construcción industrializada en el país, la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) realizó el primer Encuentro de Arquitectura y Tecnología USM, en el cual se abordaron problemáticas y soluciones de la construcción industrializada en Chile, incluyendo temas como el déficit habitacional, los procesos de reconstrucción regional, las normativas que influyen en la industrialización y el rol de las tecnologías emergentes en el diseño y construcción sostenible.
La actividad fue organizada por el Departamento de Arquitectura USM, a través de su equipo de Vinculación con el Medio, en colaboración con el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), y convocó representantes de la Municipalidad de Viña del Mar, Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu), Construye2025 (Manuel Álvarez), E2E (Felipe Montes), Tecno Fast (Mario Yáñez), Archiplan (Pabla Ortúzar), Alumnis (Francesca Pesce y Lucía Simons) y académicos especialistas de la misma casa de estudios, entre los que destaca la participación de Luis Felipe Gonzales y Verónica Arcos.
“Esta iniciativa es un hito significativo porque abre un espacio de reflexión en torno a un tema urgente para el país: cómo diseñamos y construimos para responder de manera sostenible y resiliente a las necesidades habitacionales y urbanas. Nuestra universidad, próxima a cumplir su primer centenario, ha asumido históricamente el compromiso de aportar conocimiento y tecnología al servicio del desarrollo nacional”, señaló el rector Juan Yuz durante las palabras de apertura, añadiendo que “la arquitectura que aquí cultivamos integra creatividad, pensamiento crítico, innovación y trabajo colaborativo, generando respuestas reales a los desafíos del territorio. El diálogo entre el Estado, la industria y la academia es esencial, y agradezco sinceramente a quienes han hecho posible esta jornada”.
Por su parte, el director del Departamento de Arquitectura de la USM, Sandro Maino, valoró el trabajo y compromiso detrás de esta instancia, indicando que “desde su origen, nuestra carrera ha buscado unir forma, construcción, estructura y tecnología como una sola acción, formando un perfil profesional híbrido capaz de comprender el proyecto desde sus piezas hasta el territorio, dialogar con la ingeniería y poner la tecnología al servicio del habitar. Hoy contamos con laboratorios como LABOMAT en Campus Casa Central Valparaíso y el Laboratorio de Construcción y Manufactura Robotizada en Santiago, que integran docencia e investigación. Este encuentro refleja nuestra vocación de incorporar tecnologías avanzadas en arquitectura y aportar soluciones a los desafíos reales del territorio”.
El programa incluyó presentaciones, paneles de discusión y espacios de diálogo técnico en torno a los procesos de industrialización y su potencial impacto en emergencias, déficit habitacional y sostenibilidad. Entre los casos destacados se revisaron proyectos de reconstrucción regional, experiencias de manufactura robotizada, desarrollos de investigación aplicada del Departamento de Arquitectura USM y estrategias para fortalecer alianzas entre academia, industria y sector público.
Durante su intervención, Camila Hernández, encargada del Programa de Recuperación de Barrio y Plan de Reconstrucción del Departamento de Vivienda y Territorio de SECPLA Viña del Mar, enfatizó la urgencia y pertinencia del enfoque industrializado para la respuesta habitacional: “Cuando hablamos de industrialización, no solo se trata de materiales, sino de procesos. En el ámbito público es un desafío que nos permite ganar plazos y responder de manera efectiva a emergencias. Solo en Viña del Mar tenemos 6.000 hogares afectados simultáneamente por el incendio, alrededor de 20.000 personas sin techo. Las soluciones tradicionales ya no son suficientes. La industrialización permite rapidez, calidad y confort, y es clave para avanzar hacia políticas públicas preventivas y resilientes. Agradezco este espacio, porque la colaboración entre academia, servicios públicos y sector privado es fundamental para innovar y mejorar la respuesta a las comunidades”, señaló Hernández.
Manuel Álvarez, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico en Construye2025, expresó que “participar en esta primera jornada con la Universidad Técnica Federico Santa María fue tremendamente enriquecedor. Pudimos mostrar cómo, junto al Consejo de Construcción Industrializada, hemos impulsado la Guía de Constructabilidad, entendiendo que la industrialización no significa cambiar todo de un día para otro: la clave está en mejorar los procesos tradicionales paso a paso, incorporando constructabilidad y métodos modernos de construcción que permitan avanzar hacia una construcción industrializada. Ver el trabajo que está desarrollando la USM en robótica aplicada a la arquitectura nos confirma que ya estamos entrando a una nueva era, donde la inteligencia artificial, la automatización y la innovación serán aliados directos de la productividad y la calidad. Espacios como este, que conectan la academia con la industria, son fundamentales para construir el futuro que el sector necesita”.
El encuentro concluyó con una reflexión conjunta sobre los próximos pasos y la necesidad de continuar fortaleciendo una agenda nacional que impulse la industrialización en la construcción, tanto para emergencias como para desarrollo urbano sostenible. En esta línea, la académica y coordinadora de Vinculación con el Medio del Departamento de Arquitectura USM, Montserrat Delpino Chamy, destacó la relevancia de esta primera edición explicando que uno de sus objetivos es precisamente posicionar las líneas de investigación del departamento articulando actores públicos, privados y el entorno científico, vinculando efectivamente el conocimiento de la universidad con las necesidades reales del medio.
“Escogimos la construcción industrializada como temática inaugural porque es una línea histórica de nuestro departamento, con investigadores con patentes y desarrollos relevantes, y con tecnologías como la fabricación digital y la robótica aplicada. Este encuentro demuestra que la USM, con su sello STEM, está a la vanguardia de la ciencia y tecnología, poniendo este conocimiento al servicio del país”, sostuvo la coordinadora.

La tecnología ya está disponible en países como China, Rusia o Estados Unidos, pero no es apta para la norma sísmica nacional. Por eso investigadores locales trabajan en el desarrollo de mezclas de hormigón y diseños resistentes. La idea es destinarlas a cubrir la alta demanda de viviendas sociales.
¿Es posible construir una casa en un solo día? Investigadores de las universidades del Bío-Bío (UBB), Federico Santa María (USM) y Católica (UC), patrocinados por el Centro Interdisciplinario para la Productividad y Construcción Sustentable (CIPYCS) y empresas del sector, tienen ese objetivo. Y su herramienta para lograrlo es la impresión 3D en hormigón.
En los próximos meses comenzarán las pruebas de estructuras a escala real tanto en el campus San Joaquín de la U. Federico Santa María, como en terrenos de la U. del Bío-Bío en Concepción.
Las primeras casas podrían ser una realidad hacia 2023, estima Verónica Arcos, profesora del departamento de Arquitectura de la U. Federico Santa María, y una de las impulsoras de la iniciativa.
‘Esto empezó hace no más de ocho años, en China, donde comenzaron a hacer casas in situ con unas máquinas impresoras grandes. De hecho imprimieron diez casas en 24 horas y ese fue como su caballito de batalla’, cuenta. Ese récord se mantiene hasta ahora.
En paralelo a los chinos, una empresa rusa también empezó a desarrollar esta tecnología y en 2017 presentó su primera casa construida en 24 horas. En los años siguientes se han sumado Estados Unidos, Bélgica y Holanda. En Chile, los investigadores ya trabajan en conseguirlo como una respuesta a la alta demanda por viviendas sociales.
Un gran desafío
El primer paso fue desarrollar el material más adecuado. En esto ha trabajado la UBB en los últimos cuatro años luego de adquirir un brazo robótico extrusor, es decir, que puede imprimir.
‘La mezcla es un tema extremadamente sensible. Aquí hay tecnología de hormigón avanzada, para lo cual hemos trabajado con empresas del área que nos han apoyado, como Cementos Bío Bío y Sika’, destaca la ingeniera en construcción Claudia Muñoz, investigadora del Centro de Investigación de Tecnologías de la Construcción de la UBB. El trabajo incluyó numerosas pruebas hasta llegar a la combinación adecuada, para la que obtuvieron protección intelectual.
Es con este material que Verónica Arcos ha podido realizar diferentes diseños estructurales impresos por ahora a una escala un poco más pequeña que la de una vivienda real. También está trabajando con el equipo de ingenieros estructurales de la UC, liderado por el profesor Mauricio López, para mejorar la resistencia de estas estructuras.
‘Lo más complicado de lograr es la estabilidad estructural en un país sísmico como Chile, donde los estándares son súper exigentes’, reconoce Arcos. Eso lo considera un gran desafío y una gran oportunidad ya que reconoce que es el mejor laboratorio del mundo para probar estas estructuras. ‘Al ser tan exigente la norma, una vez que lo pruebas acá puedes tener resuelta esa parte en todos los países’.
De hecho, reconoce que probablemente ninguno de los diseños ya probados en China, Rusia o Estados Unidos pasaría la prueba de sismicidad chilena.
En la búsqueda de estructuras alternativas más resistentes, Arcos ha explorado formas poco convencionales, como dobles curvaturas, domos, cúpulas o bóvedas, ‘sistemas más curvos a los que no estamos acostumbrados en la cultura o tradición chilena’.
‘Hemos tenido conversaciones con el Gobierno y las empresas. La idea es que si sale todo bien podamos potenciar el desarrollo de viviendas sociales rápidas’, adelanta Tania Romero, gerente de CIPYCS.
‘La idea es que posean una protección térmica más aislante y confortable que las viviendas sociales actuales’, asegura.
Reconoce que por ahora el proceso es caro por los equipos de impresión. ‘Pero la tecnología está evolucionando tan rápido, que por eso estamos apostando por las viviendas sociales’, indica.
La innovación y el progreso tecnológico son claves para descubrir soluciones duraderas para los desafíos económicos y medioambientales, como el aumento de la eficiencia energética y de recursos.
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un llamado de Naciones Unidas a los gobiernos, las empresas y la sociedad civil para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos al año 2030.
Fuente: El Mercurio