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“Navegando hacia la circularidad”: conociendo las normas para una transición efectiva

Fecha: 29/08/2024

Conocer de cerca las normas es fundamental para la evolución de la cultura de la calidad en nuestra sociedad. Los documentos normativos aportan al crecimiento y la globalización de los mercados, por lo que contribuyen enormemente a los procesos productivos y a generar una infraestructura para la calidad. De ahí la importancia de familiarizarse con ellos.

La necesidad de transitar de una economía lineal a una economía circular en un marco normativo claro, transversal y regulado por expertos fue el tema que convocó el webinar “Navegando hacia la circularidad”, un seminario-conversatorio enfocado en las nuevas normas internacionales. Esta iniciativa fue organizada por el Instituto Nacional de Normalización (INN) y contó con el apoyo de Corfo y del programa Territorio Circular de Sofofa.

Pedro Ibarra, jefe de la División de Normas del Instituto Nacional de Normalización, destacó la contribución realizada desde nuestro país con la creación de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) y la Hoja de Ruta de Economía Circular, publicada en 2021, con miras a hacer de Chile un país circular hacia el año 2040. “El amplio uso de las normas es un precursor necesario para la evolución de la cultura de la calidad en nuestra sociedad, y los documentos normativos, principalmente las normas, aportan al crecimiento y la globalización de los mercados, siendo clave en el desarrollo de los procesos productivos”, destacó. 

En palabras de Ibarra, “el trabajo normativo de la ISO es una contribución siempre muy positiva para ayudar a las organizaciones a evaluar los impactos del cambio climático y a implementar los planes para una acción efectiva”.

La participación de los expertos comenzó con el gerente del programa Territorio Circular, Javier Obach, quien explicó que la Hoja de Ruta de Economía Circular se elaboró en “un proceso muy participativo, con más de 144 personas de 33 sectores involucrados, mesas temáticas ubicadas en distintas localidades de nuestro país, lo que conduce a un documento unificado de muchas miradas al 2021, que se somete una consulta pública, con más de 500 observaciones”. La versión aprobada permitió establecer un programa estratégico de Corfo, Territorio Circular, de carácter público y privado “que va a ayudar a generar acciones habilitantes, empujar a que otros actores empiecen a articularse en torno a esta hoja de ruta así como a poder monitorear y generar muchas acciones que vayan al alero del cumplimiento de este documento”. 

La segunda intervención estuvo a cargo de Ana María Alvarado, coordinadora de Normas y coordinadora del Comité Espejo Economía Circular del INN. Ella explicó el funcionamiento, en términos generales, de las normas ISO en su calidad de organización internacional independiente, que reúne a una red de organismos nacionales de normalización y el rol de nuestro país en la elaboración de las tres primeras normas de economía circular publicadas al alero del Comité 323.

“Nosotros, como comité nacional, participamos a través de los comités espejos, donde conformamos el Comité 323 nominando expertos en los diferentes grupos de trabajo, pero también aparte de estos expertos hay otros miembros del comité espejo que participaron en las reuniones a nivel nacional, donde hicieron sus aportes a la elaboración de estos documentos”, detalló. 

Entre esos expertos estuvieron Alex Godoy, director del Centro de sustentabilidad de la Universidad del Desarrollo; Cristian Zegers, consultor senior en Economía Circular y fundador de Social Renovable; y Cristian Morales, ingeniero civil químico de la Universidad de Concepción y MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez. Todos ellos participaron en el webinar, aportando elementos técnicos que permiten comprender el rol de las normas ISO en la implementación de una economía circular.

Alex Godoy puso énfasis en la necesidad de integrar los procesos de producción, entendiendo que el cambio de una economía lineal a una circular es un paradigma que llegó para quedarse. “Tenemos que transitar a una economía más bien circular, reducir la extracción de recursos naturales y obviamente utilizar las vías de residuos para que otras compañías puedan usarlos”. Para esto, continuó, es clave que todos los actores del sistema se eduquen, compartan un lenguaje técnico común, porque “a veces incluso forzar la economía circular es peor, y esta es la gracia de esta la normativa, que nos ordena”.

En la misma línea, Cristian Zegers se refirió a la importancia de acelerar esta transición porque “no tenemos tiempo, eso es algo que es bueno dejar muy claro, como uno de los mitos de la economía circular”. Así, la necesidad de instalar un modelo circular se torna urgente; y la norma ISO 59010, enfocada a las compañías, fue diseñada para “crear e intercambiar valor, pero un valor no pensado exclusivamente de forma lineal, sino que con impactos socioambientales”. Asimismo, resaltó que “lo que necesitamos ahora es una colaboración que acelere la transición del modelo de negocio de cada una de las organizaciones, no hay un modelo que nos haga a todos, esto debe ser un traje a la medida de cada organización, entonces generamos esta metodología para entender el modelo de negocio actual, la esfera de influencia dentro de la cadena de valor, cuáles son las alternativas y oportunidades”. 

Por su parte, Cristian Morales entregó algunos detalles de la norma 59020, que se centra en la medición y evaluación de la circularidad. “El objetivo de este documento es la recolección de la información necesaria y realizar los cálculos para permitir las prácticas de economía circular que minimicen el uso de recursos y optimicen el flujo circular de recursos, contribuyendo al mismo tiempo al desarrollo sostenible”, señaló. 

Tras las presentaciones, se dio inicio al conversatorio que fue moderado por Ana María Alvarado y Javier Obach, espacio en el cual los invitados dieron respuestas a muchas de las inquietudes planteadas por el público.

Estudiantes de Temuco ganan concurso de vivienda sustentable

Fecha: 30/11/2023

En un evento realizado en la capital de la Araucanía, se presentó el proyecto ganador del concurso Desafío Net Zero 2030, junto con charlas magistrales realizadas por expertos en sustentabilidad y construcción.

El único equipo finalista de regiones, compuesto por estudiantes de arquitectura e ingeniería en construcción de la Universidad Autónoma de Temuco y su proyecto Casa Ágora, fue el ganador del primer lugar del concurso Desafío NetZero 2030, y de una pasantía a la Universidad de Nottingham, Reino Unido, que se llevará a cabo en mayo de 2024 (ver proyecto en https://desafionetzero2030.cl/proyecto-ganador/)

Esta iniciativa, liderada por Construye 2025 y el Colegio de Arquitectos de Chile, convocó a estudiantes de todo el país, para diseñar un proyecto de vivienda social sustentable con Temuco como localidad de destino, desarrollado durante un año. Se logró un diseño integrado e innovador para una vivienda social DS19, con características tales como cero consumo neto de energía, cero emisiones netas de CO2, economía circular e industrialización, siendo los ejes centrales del concurso, en el marco de lograr la carbono neutralidad en Chile hacia el 2050. Además y como parte de las exigencias, este diseño debía considerar las características propias de la zona, en términos climáticos, culturales y sociales, además de sus problemáticas como el alto índice de contaminación que vive la comuna de Temuco y sus alrededores. 

Los organizadores destacaron el largo e intenso recorrido que fue la organización del concurso, el cual nace de la necesidad de aportar una nueva mirada frente a la crisis climática y al déficit de viviendas que tiene nuestro país, y reunir a quienes deberán tomar las decisiones a futuro, a todos los actores que influyeran en la materia, el Estado, la academia, estudiantes, profesionales y la industria de la construcción.

“Esto no habría sido posible si no lográbamos convocar y generar un ecosistema que propiciara y apoyara el desarrollo de todos estos proyectos. No me queda más que agradecer la participación de todos ellos y, sobre todo, a los equipos del país que estuvieron presentes, y a todas las instituciones y profesionales que, generosamente, compartieron su conocimiento con los estudiantes y su know-how en este desafío”, subrayó Tatiana Vidal, presidenta del Comité de Sustentabilidad del Colegio de Arquitectos. 

Por su parte, Marcos Brito, gerente de Construye2025, hizo hincapié en la importancia de trabajar con las futuras generaciones y los aprendizajes que todos los participantes obtuvieron, a través de las capacitaciones y el desarrollo de los mismos proyectos. “Sabemos que este es el camino, desarrollar las capacidades de innovación y emprendimiento, junto con la técnica, para enfrentar las nuevas exigencias del sector, ya que en sus manos estarán las decisiones para tener mejores ciudades y mejores lugares para vivir. La sustentabilidad no es solo una idea, es algo necesario y urgente que debemos plasmar en todos los ámbitos. Esperamos que pronto puedan, estos mismos estudiantes, diseñar el Chile que queremos construir”.

 

Jornada de premiación

El equipo ganador de la Universidad Autónoma de Temuco, con su proyecto Casa Ágora, estuvo conformado por los estudiantes de arquitectura Sebastián Maureira, Cristóbal Torres, Enzo Arriagada, y Carlos Melo y Joaquín Conejero, de Ingeniería en Construcción, quienes se mostraron felices por este logro, agradecieron el apoyo de su profesor guía y destacaron la importancia de un espacio de desarrollo como éste. 

Para Maureira, capitán del equipo, la oportunidad de la pasantía en la Universidad de Nottinghham es única, ya que no sólo podrán mostrar su proyecto, sino que podrán aprender nuevas visiones y técnicas para seguir desarrollando infraestructura sustentable en el futuro. “Estamos muy contentos por este premio, que es un logo de cada uno de mis compañeros, que lo dimos todo para alcanzar esta meta”, puntualizó.

El segundo y tercer lugar, obtenidos por equipos representantes de la Universidad del Desarrollo y la Universidad Católica de Chile, recibieron premios de 1,5 y un millón, respectivamente. En tanto que los otros dos equipos finalistas recibieron menciones honrosas por el esfuerzo de llegar a la final.

Juan Burgos, subdirector de Corfo Araucanía, señaló que para él era un orgullo estar en la premiación, lo relevante que es ver las ideas de los estudiantes participantes plasmadas. “Como Corfo, siempre estamos desafiandonos a hacer cosas nuevas, a ir mejorando en todo lo que dice relación con las distintas industrias que participan en el quehacer económico nacional. Dentro de los ejes de acción que nos planteó la actual administración, está el eje de la descarbonización. Por ello, tenemos que trabajar para dar cuenta de las exigencias de la ley del cambio climático, que establece exigencias que al 2025 las nuevas edificaciones residenciales deben reportar públicamente su huella de carbono y que al 2050 ya deberíamos tener cero huella. Éstas son tareas que nos imponemos para ir incentivando, desarrollando y ésta es una instancia en la cual esto se manifiesta. Paralelamente, estamos trabajando en la utilización de nuevas tecnologías, digitalización, industrialización y sustentabilidad en la vivienda”, destacó, junto con felicitar a los seleccionados y ganadores. 

Por su parte, Nina Hormazábal, arquitecta y docente, habló a los participantes en representación de los miembros del jurado: “Me da mucha emoción -como profesora de arquitectura- ver a estudiantes que vibran y que estén haciendo esto. Creo que al final, los grandes ganadores son ustedes. Por lo tanto, la invitación es a que sigan y lleven sus proyectos hasta que ojalá puedan subsidiar con Minvu alguna de las viviendas que ustedes están proyectando. Sigan desarrollando, no se queden ahí, pidan a los socios de las empresas que colaboren y lleguen a construir esas casas de vivienda social, solar, sostenibles para el parque de vivienda que necesitamos construir”.

Cabe destacar que en este concurso participaron 34 equipos de 16 universidades alrededor del país y que los organizadores esperan poder desarrollar en el futuro una segunda versión, para ampliar la participación de todos los actores en la industria. 

Charlas

Durante el evento se realizaron charlas magistrales y también un panel de conversación con las empresas participantes. La primera charla la dio el arquitecto británico Michael Arnett, con la exposición magistral: “Manufactura avanzada para una arquitectura sostenible”. En ella, Arnett mostró nuevas tecnologías para innovar y crear nuevas formas de construir. Para graficar su propuesta mostró imágenes y explicó la forma de construcción denominada “Cork House”, una manera nueva y radicalmente simple de construcción basada en plantas. Los muros monolíticos y los tejados en voladizo están hechos casi en su totalidad de corcho macizo portante. Este kit de construcción de autoconstrucción altamente innovador está diseñado para ser desmontado, carbono negativo y tiene un nivel de gasto de carbono excepcionalmente bajo de por vida.

Mostró el uso del corcho macizo para fabricar techos junto a otros ejemplos en los que se ocupó madera existente en el bosque, pero que es valorada para construir. Siendo Chile una potencia forestal, estos avances son inéditos para la realidad nacional (aunque llevan años de uso en países como Inglaterra) si pensamos en los estudiantes, profesionales y empresas ligadas al material. Asimismo, presentó distintas herramientas que se necesitan para generar material de construcción, como el Kuka KR120, un brazo robótico de tres metros de diámetro y con una movilidad de 360°.

Luego fue el turno de Marcelo Huenchuñir, experto en arquitectura sustentable y eficiencia energética, quien presentó la charla magistral: “Innovando en alta eficiencia energética con el Passivhaus, desafíos y oportunidades para el mercado local”. El profesional se refirió al Passivhaus como opción constructiva, especificando su estándar, el cual se basa en medir el ahorro de energía: edificios con consumo cercano a cero y calidad interior. Dicho estándar, que viene de Alemania, es toda una referencia internacional en edificios de bajo consumo energético. “El estándar de la casa pasiva busca bajar de forma pasiva drásticamente la demanda de calefacción, refrigeración y también de los sistemas activos”, explicó.

Huenchuñir mostró la primera casa Passivhaus, la que se encuentra en el distrito de Kranichstein, en Darmstadt, Alemania. Asimismo, compartió los beneficios de la casa cero energía, los cuales son el alto confort, el aire fresco permanente en todo el edificio, edificio libre de moho, los bajos costos de calefacción y refrigeración y un ambiente interior radicalmente mejorado.

Le siguió el médico e innovador destacado en el ámbito de la tecnología médica Kevin Morales, presentó la charla “De estudiante a emprendedor: el poder de la innovación”, en la que dio a conocer MedETechni, de la cual es fundador: “Nosotros vimos el ejemplo de enfermos con pie diabético, por ejemplo, que llegaban al hospital con Covid y se infectaban con bacterias multiresistentes. Empezamos a ver que la tecnología actual no era suficiente para destruir todas las bacterias. Descubrimos una tecnología que se usa en Corea del Sur y la adaptamos para Latinoamérica, al contexto de Latinoamérica en la que el 10% es diabético y el 1% tiene pie diabético,” explicó como introducción a su empresa. En MedETechni ha liderado el desarrollo de dispositivos médicos revolucionarios. 

La excepcional contribución de Morales a la innovación ha sido reconocida con premios prestigiosos como el MIT Technology Review de Innovador Under 35 Latam, finalista en la Entrepreneurship World Cup, múltiples Premios Nacionales de Innovación, Mejor Investigador Joven de Centroamérica, un premio de la UNESCO, y recientemente ha sido seleccionado para participar en Start-Up Chile. En su exposición señaló: “La medicina no lo es todo, la arquitectura tampoco. Ustedes tienen que pensar fuera del cubo, uno tiene que aprender de todo y para hacer innovación es necesario conocer de todo y también trabajar con otros. Y sobre todo, conozcan los preceptos básicos de emprendimiento. La curiosidad es el primer paso. Y lo más importante, si ustedes quieren hacer algo importante en su vida, es que hagan lo que aman”, instó a los estudiantes participantes del Desafío.

Estudiantes de Temuco ganan concurso de vivienda sustentable y pasantía en Inglaterra 

Fecha: 08/11/2023

En un evento realizado en la capital de la Araucanía, se presentó el proyecto ganador del concurso Desafío Net Zero 2030, junto con charlas magistrales realizadas por expertos en sustentabilidad y construcción.

El único equipo finalista de regiones, compuesto por estudiantes de arquitectura e ingeniería en construcción de la Universidad Autónoma de Temuco, fue el ganador del primer lugar del concurso Desafío NetZero 2030, y de una pasantía a la Universidad de Nottingham, Reino Unido, que se llevará a cabo en mayo de 2024.

Esta iniciativa, liderada por Construye 2025 y el Colegio de Arquitectos, convocó a estudiantes de todo Chile, para diseñar un proyecto de vivienda social sustentable para Temuco, desarrollado durante un año. Se logró un diseño integrado e innovador para una vivienda social DS19, con características tales como cero consumo neto de energía, cero emisiones netas de CO2, economía circular e industrialización, siendo los ejes centrales del concurso, en el marco de lograr la carbono neutralidad en Chile hacia el 2050. Además y como parte de las exigencias, este diseño debía considerar las características propias de la zona, en términos climáticos, culturales y sociales, además de sus problemáticas como el alto índice de contaminación que vive la comuna de Temuco y sus alrededores. 

Los organizadores destacaron el largo e intenso recorrido que fue la organización del concurso, el cual nace de la necesidad de aportar una nueva mirada frente a la crisis climática y al déficit de viviendas que tiene nuestro país, y reunir  a quienes deberán tomar las decisiones a futuro, a todos los actores que influyeran en la materia, el Estado, la academia, estudiantes, profesionales y la industria de la construcción.

“Esto no habría sido posible si no lográbamos convocar y generar un ecosistema que propiciara y apoyara el desarrollo de todos estos proyectos. No me queda más que agradecer la participación de todos ellos y, sobre todo, a los equipos del país que estuvieron presentes, y a todas las instituciones y profesionales que, generosamente, compartieron su conocimiento con los estudiantes y su know-how en este desafío”, subrayó Tatiana Vidal, presidenta del Comité de Sustentabilidad del Colegio de Arquitectos. 

Por su parte, Marcos Brito, gerente de Construye2025, hizo hincapié en la importancia de trabajar con las futuras generaciones y los aprendizajes que todos los participantes obtuvieron, a través de las capacitaciones y el desarrollo de los mismos proyectos. “Sabemos que este es el camino, desarrollar las capacidades de innovación y emprendimiento, junto con la técnica para enfrentar las nuevas exigencias del sector, ya que en sus manos estarán las decisiones para tener mejores ciudades y mejores lugares para vivir. La sustentabilidad no es solo una idea, es algo necesario y urgente que debemos plasmar en todos los ámbitos. Esperamos que pronto puedan diseñar el Chile que queremos construir”.

Jornada de premiación

El equipo ganador de la Universidad Autónoma de Temuco estuvo conformado por los estudiantes de arquitectura Sebastián Maureira, Cristóbal Torres, Enzo Arriagada, y Carlos Melo y Joaquín Conejero, de Ingeniería en Construcción, quienes se mostraron felices por este logro, agradecieron el apoyo de su profesor guía y destacaron la importancia de un espacio de desarrollo como éste. 

Para Maureira, capitán del equipo, la oportunidad de la pasantía en la Universidad de Nottinghham es única, ya que no sólo podrán mostrar su proyecto, sino que podrán aprender nuevas visiones y técnicas para seguir desarrollando infraestructura sustentable en el futuro. “Estamos muy contentos por este premio, que es un logo de cada uno de mis compañeros, que lo dimos todo para alcanzar esta meta”, puntualizó.

El segundo y tercer lugar, obtenidos por equipos representantes de la Universidad del Desarrollo y la Universidad Católica, recibieron premios de 1,5 y un millón, respectivamente. En tanto que los otros dos equipos finalistas recibieron menciones honrosas por el esfuerzo de llegar a la final.

Cabe destacar que en este concurso participaron 34 equipos de 16 universidades alrededor del país y que los organizadores esperan desarrollar una segunda versión, para ampliar la participación de todos los actores en la industria.