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Soluciones habitacionales e innovación: CTEC inaugura Nodo Norte en Antofagasta

Fecha: 22/06/2025

El nuevo Nodo Norte de CTEC abre sus puertas en Antofagasta con un innovador modelo de vivienda social adaptado al desierto, marcando un paso clave en la descentralización de la innovación para una construcción más sostenible y pertinente al territorio.

Con la presencia de autoridades regionales, representantes del mundo académico, gremial y empresarial, el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CTEC) realizó el lanzamiento oficial de su Nodo Norte, emplazado en el campus Coloso de la Universidad de Antofagasta. Este hito marca un nuevo avance en el proceso de descentralización de capacidades tecnológicas y fomento a la innovación en el sector construcción.

El Nodo Norte tiene como misión articular a los diversos actores del ecosistema regional para enfrentar desafíos locales, poniendo énfasis en el desarrollo de soluciones habitacionales pertinentes al territorio, procesos constructivos sustentables y tecnologías de alto impacto en contextos climáticos extremos como los del norte del país. Esta iniciativa responde al mandato original de CORFO, entidad impulsora de la creación de CTEC, y se enmarca en la consolidación de una red nacional de nodos tecnológicos.

Durante la jornada inaugural, se destacó la importancia de la colaboración entre instituciones, empresas y el mundo público, con el objetivo común de promover la sustentabilidad y la pertinencia territorial en el desarrollo del hábitat, tal como lo destacó Marcelo Cortés, director de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Universidad de Antofagasta: “hoy nos reúne un hito que refleja de manera ejemplar lo que puede lograrse cuando las voluntades se articulan. El lanzamiento del Nodo Norte. Esta instancia marca la expansión territorial de un centro tecnológico de gran relevancia que representa una visión compartida, la de transformar el desarrollo mediante la colaboración efectiva entre el Estado, la academia y el mundo privado. Creemos firmemente en la necesidad de fortalecer estos espacios de encuentro, porque es justamente en la convergencia de saberes, experiencias y capacidades donde surgen las respuestas más potentes a los desafíos que enfrentamos como región y como país”.

Casa A0: un modelo innovador de vivienda social adaptada al norte

Uno de los hitos del Nodo es la culminación del prototipo habitacional Casa A0, desarrollado por la alianza AceroLab, conformada por el Instituto Chileno del Acero (ICHA), Cintac, Volcán, BBosh, Aza, Jonas, AMCS, Sinestesia, Ecological, Comgrap, Eminiciv, Smart Biomateriales, Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile, Universidad Católica del Norte, Universidad de Antofagasta y el arquitecto Tomás Villalón. Esta vivienda fue uno de los proyectos seleccionados en el Desafío MODhabitar, financiado por el Gobierno Regional de Antofagasta, y representa un nuevo estándar de habitabilidad sustentable para climas cálidos y secos.

“Como ministerio, vemos en este Nodo una oportunidad para articular conocimiento, empresas y políticas públicas hacia una vivienda más digna y adaptada a la realidad climática y geográfica de nuestra región. MODhabitar ha sido una muestra de cómo podemos innovar con sentido social incorporando la Construcción Industrializada como un componente muy relevante para dar respuesta al déficit habitacional que tenemos como región”, comentó Paula Monsalves Manso, SEREMI de Vivienda y Urbanismo de Antofagasta.

La Casa A0 es una vivienda social de 54 m² habitables, diseñada para ser fácilmente ampliable gracias a que su estructura portante completa se entrega desde la etapa inicial. Su sistema constructivo permite eficiencia en tiempos de montaje, flexibilidad en su evolución y bajo impacto ambiental. Además, se adecúa especialmente bien a las condiciones climáticas, topográficas y de radiación solar de Antofagasta.

“Desarrollar esta vivienda nos permitió demostrar que es posible ofrecer soluciones sociales con estándares superiores, integrando tecnología, industrialización y pertinencia territorial. Este prototipo representa un cambio de paradigma en la vivienda social y una muestra palpable de cómo el acero puede aportar al desarrollo y bienestar de la sociedad, ya que es un material de bajo impacto ambiental y que asegura la calidad y durabilidad de estay otro tipo de viviendas”, expresó Juan Carlos Gutiérrez, director ejecutivo de ICHA y vocero de la alianza AceroLab.

La vivienda se orienta estratégicamente para maximizar la luz natural y favorecer la ventilación cruzada. El diseño distingue entre recintos húmedos (poniente) y habitables (oriente), logrando superar el 75% de iluminación natural exigida para el solsticio de invierno. A esto se suma un sistema de cubierta, muros y pisos ventilados, que propician el enfriamiento natural por convección del aire.

La Casa A0 incorpora soluciones pasivas y activas para enfrentar el calor extremo. Entre ellas, destacan: aleros y persianas exteriores que minimizan la radiación solar directa, sistemas de ventilación mecánica controlada por sensores de humedad, un innovador sistema de inyección pasiva de aire refrigerado mediante hidrotermia y una envolvente térmica optimizada para alcanzar la más alta calificación del Sistema de Calificación Energética de Viviendas (CEV). Gracias a esta integración de diseño, materialidad y control solar, la vivienda logra mantener temperaturas interiores confortables tanto en verano como en invierno, reduciendo la necesidad de sistemas activos de climatización.

Actualmente encuentra en proceso de monitoreo ambiental y energético, liderado por el Centro Desarrollo Energético Antofagasta de la Universidad de Antofagasta (CDEA-UA), a través de sensores que permiten registrar variables como: temperatura y humedad interior y exterior, material particulado, desempeño de los sistemas fotovoltaicos y funcionamiento del sistema de aguas grises, entre otros.

En ese mismo contexto, el CDEA-UA cumple un rol articulador y técnico clave en el desarrollo del prototipo de vivienda modular sustentable, desde su experiencia en energía solar y economía circular, aportando con la validación energética y ambiental del piloto, el acompañamiento metodológico en terreno, y la generación de evidencia técnica que permita proyectar esta solución habitacional como un modelo replicable para el norte de Chile. Su participación refuerza el compromiso institucional con la transición energética justa y el fortalecimiento de capacidades locales para el desarrollo de soluciones innovadoras con impacto social y territorial.

“Este piloto no es solo una demostración tecnológica, es una herramienta concreta para validar cómo la vivienda sustentable puede responder a los desafíos del norte de Chile. Al integrar energía solar, reutilización de materiales y eficiencia energética, generamos evidencia real que puede escalarse en políticas públicas y modelos habitacionales más justos y resilientes”, destacó el Dr. Jorge Rabanal Arabach, investigador y director alterno del CDEA-UA.

“El Nodo Norte es una pieza clave en la estrategia de CTEC para descentralizar la innovación en construcción y acercarla a los territorios. Lo que estamos impulsando en Antofagasta es un modelo de trabajo colaborativo que pone al servicio del ecosistema regional nuestras capacidades tecnológicas, metodologías de pilotaje y redes de articulación para enfrentar desafíos concretos como la vivienda, la eficiencia energética y la sustentabilidad. Más allá de una infraestructura o un piloto habitacional, este Nodo es una plataforma viva que busca acompañar a empresas, instituciones y emprendedores en sus procesos de transformación productiva, desde el desierto y para el desierto”, afirmó Carolina Briones, directora ejecutiva de CTEC.

Ecopaneles de conchas: la innovación que podría cambiar el futuro de la construcción en seco en Chile

Fecha: 30/11/2022

La meta de cero emisiones de efecto invernadero de aquí a 2050 parece un poco más alcanzable cuando se conocen iniciativas como la de la Universidad Católica del Norte que utiliza los residuos de la industria acuícola en la elaboración de materiales de construcción.

Cuando el lugar escogido para descansar es la costa chilena, más de algún turista que no desea pasar las horas en el mar, se dedica a caminar por la playa recogiendo conchas para llevar a casa, atraído por sus colores, formas y texturas. Sin embargo, cuando éstas se acumulan en toneladas de residuos, el paisaje no parece ser tan idílico. Pero hay un grupo de investigadores en Chile que descubrió algo más en los residuos acuícolas, como las conchas de mejillones, machas, ostiones y locos, que podrían ser aprovechadas para disminuir el impacto medioambiental de la industria de la construcción, a través de la utilización de materiales más circulares.

Esta forma innovadora de aportar a la disminución de gases de efecto invernadero (GEI) la descubrieron docentes y estudiantes de la Escuela de Prevención de Riesgos y Medioambiente de la Universidad Católica del Norte (UCN), liderados por su directora Begoña Peceño Capilla. Con el apoyo del Gobierno Regional de Coquimbo y el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R), crearon un ecopanel que aprovecha hasta un 70% de los desechos de la industria acuícola chilena.

De ahí que organizaciones como Invertec Ostim, Transforma MÁSMAR, Mejillón de Chile”, Cámara Chilena de la Construcción, Cooperativa M31 y la Caleta de San Pedro de La Serena, se sumarán a una idea con gran potencial de mercado, que contribuye a la integración territorial y el desarrollo social. De lograr comercializarse a nivel masivo, el impacto desde la región de Coquimbo hasta Los Lagos sería enorme, donde Construye2025 tiene una importante tarea en la promover este nuevo producto.

Este ecopanel toma un residuo para convertirlo en un material de construcción similar al yeso cartón, que funciona como un muro cortafuego resistente, diseñado y certificado que reduce la velocidad de propagación del fuego en caso de incendio. Para explicar su característica ignífuga, la investigadora Begoña Peceño explicó cómo se utiliza el yeso-cartón en la industria, donde popularmente se conoce como volcanita. “Cuando hay un incendio los paneles generan una reacción exotérmica que lo que hace es retirar calor del ambiente y, por lo tanto, bajan las temperaturas”, dijo.

Las conchas marinas constituidas en un 95% por carbonato cálcico, incluso, aportan protección a otros materiales como el acero o la madera. “En un edificio no protegido, el fuego arrasaría en siete minutos, pero, con esta innovación ese proceso se retrasa hasta en 25 minutos”, detalló la investigadora. E incluso, podría aumentar dependiendo del espesor de la placa.

Tierra hay una sola

Pensar en nuevas formas de construir no es antojadizo. El derretimiento de los polos y la consecuente subida del nivel del mar; la presencia de fenómenos meteorológicos extremos como las tormentas, huracanes y las olas de calor, que dan paso a megaincendios que lo destruyen todo; las migraciones masivas y la extinción acelerada de especies lo requieren.

Según el Banco Mundial, la pérdida de los ecosistemas es una problemática propia del desarrollo “ya que entre el 60 % y el 70 % de los ecosistemas del mundo se están degradando más rápido de lo que pueden recuperarse”, argumentó la académica de la UCN. Entre tanto, se ven afectados, principalmente, los países más pobres, justamente en zonas donde la agricultura, la silvicultura y la pesca son esenciales.

“Más de la mitad del PIB mundial se genera en sectores que dependen en gran medida o moderadamente de los servicios de los ecosistemas, como la polinización, la filtración de agua y las materias primas. Más de 3000 millones de personas dependen de la biodiversidad costera y marina para su ingesta de proteínas y medios de sustento. Tres cuartas partes”, afirmó Begoña Paceño.

Y es que si no actuamos ahora, “la exposición a aire contaminado aumentará en un 50% en esta década, mientras que los desechos plásticos que fluyen hacia los ecosistemas acuáticos podrían triplicarse para 2040”. Por este motivo la ONU apuesta por una vida sostenible, incentivando a la industria a tomar acciones.

A la fecha, Chile es uno de los tres países con mejores acciones desarrolladas para enfrentar la problemática medioambiental según el Ranking de Desempeño frente al Cambio Climático, logro que fue atribuido a la promulgación -en mayo pasado- de la Ley 21.455 o Ley Marco de Cambio Climático. La iniciativa #NetZero, incluida en el texto de la normativa, busca alcanzar y mantener la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero al año 2050, mediante instrumentos de gestión a nivel nacional, regional y local.

Adicionalmente, en nuestro país se generó el Sistema Nacional de Acceso a la Información y Participación Ciudadana sobre Cambio Climático que será administrado y coordinado por el Ministerio del Medio Ambiente con apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para avanzar en esta línea.

¿Construcción ecofriendly?

Respetar el medioambiente o ser catalogado como ecofriendly es una meta a la que muchos empresarios quieren llegar, pero pocos lo logran. No porque la voluntad no exista, sino -muchas veces- por desconocimiento o por costos. Pero, los datos son alarmantes. La Cámara Chilena de la Construcción reconoció, en 2019, que en Chile no existen cifras oficiales sobre la emisión de gases de efecto invernadero (GEI). El documento titulado “El Sector de la Construcción ante el Desafío Climático Global”, escrito para la COP25, explica que “debido a la metodología utilizada (estándares internacionales) y a la falta de reporte de datos del sector, no hay un catastro oficial y directo de emisiones de GEI” y que “una de las principales fuentes de emisión de CO2 corresponde a la producción industrial de insumo como cemento, hierro, acero, vidrio y alquitrán”.

Por lo anterior, innovaciones como las desarrolladas por el equipo liderado por Begoña Peceño, donde los residuos acuícolas demuestran que la economía circular es posible, constituyen un aporte al planeta que no podemos pasar por alto.

Socios de la CChC la Serena conocen las ventajas del primer prototipo de ecopaneles elaborado con conchas de moluscos

Fecha: 18/07/2022

Este innovador producto para la construcción, liderado por la Universidad Católica del Norte, va en la línea de la sostenibilidad que impulsa la CChC La Serena, con el objetivo de mejorar los estándares de esta industria, hacerla más competitiva, sostenible y productiva.

La industria de la construcción lleva ya un buen tiempo, vinculada a generar cambios en la manera de hacer las cosas en pro de la sostenibilidad. Desde esta mirada, la CChC La Serena apoya y promueve las buenas prácticas de sus empresas socias y, por cierto, las iniciativas público-privadas que impulsan el desarrollo sostenible del sector. Una de ellas, es este proyecto liderado por la directora de la Escuela de Prevención de Riesgos y Medioambiente de la UCN, Begoña Peceño y financiado por el Gobierno Regional de Coquimbo, a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R).

Se trata del primer prototipo de ecopaneles elaborado con residuos acuícolas, producto de alta resistencia al fuego, para uso interno y con importantes ventajas comparativas. “Incorporar un residuo, en este caso, las conchas de moluscos, significa generar una mayor economía, por lo tanto, es más barato; reducimos en un 3% las emisiones de huellas de carbono y la necesidad energética de combustible. Cumple además, con todos los estándares más exigentes de la normativa chilena y es un producto que funcionaría perfecto en cualquier lugar de Chile”, destaca la investigadora del proyecto, Begoña Peceño.

Durante la presentación, el doctor en Ingeniería Ambiental de la Universidad de Sevilla, Carlos Leiva hizo referencia a la potencialidad de incorporar residuos en materiales de construcción destacando que “los beneficios de esto son para las diferentes industrias, ya que podrían ser capaces de absorber residuos que son depositados masivamente en vertederos y tiene además, un beneficio social porque mejoramos la calidad y vida de las personas, plantas y animales. Las nuevas condicionantes de la sociedad están llevando a que todas las industrias que producen grandes emisiones, se vayan adaptando a iniciativas como estas”.

Por su parte, el vicepresidente de la CChC La Serena, Felipe Páez destacó “como gremio apoyamos este tipo de iniciativas, porque sin duda, es coherente con el impulso que damos a la sostenibilidad, a través de nuestro Compromiso Pro y con sus distintos pilares queremos mejorar nuestro estándar y ser una industria 4.0. Sabemos que esto es un proceso lento y que requiere de adaptación, lo importante es que estamos en este desafío y convencidos de seguir avanzando”.

Fuente: CDT