Por Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025
Cuando un arquitecto comienza un nuevo proyecto, generalmente parte su diseño en un terreno despejado, una hoja en blanco. Al diseñar, piensa en la funcionalidad y el programa, en la forma que tendrá el nuevo edificio, en la tendencia arquitectónica, en los materiales, entre otros. No obstante, si se trata de un terreno urbano o rural, anteriormente, existió una construcción, un canal de regadío, árboles, e incluso vestigios de una cultura anterior.
Ante un contexto cada vez más complejo, con extensos plazos en la permisología, la presión de las comunidades, aspectos ambientales y escasez de recursos, el hacer las cosas siempre de la misma manera no está dando buenos resultados. Cada vez es más frecuente escuchar que un proyecto se paralizó porque encontraron un canal que lo atravesaba, hubo un hallazgo de vestigios arqueológicos, una fosa, un estanque de petróleo enterrado, residuos peligrosos y asbesto, entre otras tantas causas.
El no considerar las distintas variables que pueden afectar a una obra, podría ser un gran riesgo no solo para el cumplimiento de los plazos del proyecto, sino que podría impactar fuertemente en su presupuesto.
Por todo lo anterior, es necesario implementar herramientas que ayuden a prevenir riesgos y controlar los residuos generados en la etapa de la demolición, con el fin de facilitar su gestión y trazabilidad. Es así como nace la NCh3727 Gestión de residuos – Consideraciones para la gestión de residuos en obras de demolición y auditorías previas a obras de demolición.
Las auditorías previas a la demolición permiten planificar y ejecutar obras en un activo construido, considerando estrategias que ayuden a mantener el valor de los materiales y recursos por el mayor tiempo posible, reducir impactos en el medio ambiente y evitar el daño a la salud de las personas. La auditoría consiste en levantar una serie de antecedentes, planificar las obras para recuperar la mayor cantidad de materiales posibles y realizar una adecuada gestión de residuos, lo cual involucra revisar la documentación del activo a demoler, realizar un estudio en terreno, elaborar un inventario y diagnóstico, establecer recomendaciones para la elaboración de un plan de gestión y un informe, el cual servirá para licitar las obras y contar con un presupuesto más detallado, realizar la gestión adecuada de residuos peligrosos, tratar de recuperar la mayor cantidad de materiales para su reutilización y reciclaje.
Las auditorías previas y una adecuada planificación de la demolición, considerando un manejo segregado de los residuos, nos permite un mejor aprovechamiento de los materiales y reducir riesgos en cuanto a aumentos de plazos y costos de las obras.
A tres años del lanzamiento de la Hoja de Ruta RCD Economía Circular 2035 y a dos de la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, ya se ven impulsos contundentes desde el sector público, desde una institucionalidad que camina hacia la consolidación de una visión circular en los proyectos.
Hace tres años, el sector de la construcción comenzó a vivir su primera gran transformación a partir del lanzamiento de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular 2035 impulsada por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente y Obras Públicas, Corfo y Construye2025. De esta manera, también se cumplen tres años desde la firma del convenio que dio origen a la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, liderada por la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y Construye2025, con la facilitación de la CDT.
Este escenario ha permitido afianzar cada vez más un espacio de trabajo colaborativo, en el que se pierden los límites entre hoja de ruta y estrategia, se trabaja en un ambiente de confianza, no libre de obstáculos, pero que -a pesar del escaso presupuesto y de las barreras- se ha logrado apalancar con esfuerzos propios un sinnúmero de iniciativas que crecen al a alero de la economía circular y la gestión de los residuos de la construcción y demolición.
Cabe destacar que el Ministerio de Obras Públicas, solo en el último año (agosto 2022 a agosto 2023) han avanzado en cerca de 10 iniciativas, las que forman parte de los compromisos de la cartera establecidos en la Hoja de Ruta RCD.
Uno de los grandes avances que ha realizado la institución es la modificación de su estructura organizacional, subiendo de rango a la antigua Semat, Secretaría de Medio Ambiente y Territorio, a la actual División de Infraestructura Sustentable, la que dentro de su organigrama crea el Departamento de Cambio Climático y Economía Circular. Esta división tiene por objetivo máximo, lograr que la infraestructura y edificación sean sustentables.
A continuación, se detallan las iniciativas impulsadas por la división.
Plan de Gestión de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) de Obras MOP
El Plan de Gestión considera medidas y procesos sistematizados para el adecuado manejo y la trazabilidad de residuos, en cumplimiento con la normativa ambiental vigente y apunta a favorecer su reducción, reutilización o reciclaje.
Con llamado a licitación:
En vías de incorporación por Circular Aclaratoria:
BALI que se encuentran en desarrollo (sin llamado a licitación):
Acuerdo de Producción Limpia Gestión de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD) y Uso Eficiente del Agua. Hacia la economía circular de las regiones de Antofagasta, Los Lagos y Magallanes y de la Antártica Chilena
El Ministerio del Medio Ambiente, el Ministerio de Obras Públicas, la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, la Cámara Chilena de la Construcción A.G, el Instituto de la Construcción, Construye2025 y la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje A.G., y los respectivos Gobiernos Regionales, suscriben en agosto 2023 los tres APL para la Gestión de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD) y Uso Eficiente del Agua.
Acuerdo de Producción Limpia Potenciando la Demanda de Resinas Plásticas Recicladas
Los organismos de la administración del Estado impulsarán y promoverán el uso de productos que incorporan resina plástica reciclada, comunicando e informando el valor de éstos. Dentro de la acción, se avanzó con el primer compromiso: Colaborar en la elaboración de un diagnóstico de productos plásticos que actualmente son utilizados durante la construcción y/o posterior uso de infraestructura pública, con el fin de promover la incorporación y/o reemplazo de materia prima plástica virgen por reciclada.
Para ello, se aplicó una encuesta a profesionales de todas las Direcciones Operativas del MOP, principalmente Inspectores Fiscales y profesionales que tienen relación con la ejecución de contratos de obras de infraestructura y edificación pública, la que fue respondida por 38 profesionales.
Contratación consultoría “Identificación de criterios de economía circular aplicables a Obras MOP”
En junio de 2023, se aprobó la contratación de servicios de consultoría a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el desarrollo de cinco estudios, entre ellos se contempla uno sobre “Identificación de criterios de economía circular aplicables a Obras MOP”.
Requerimiento de material reciclado en Bases de Licitación
La Dirección de Vialidad ha incorporado en algunas Bases de Licitación de Estudios el requerimiento de considerar materiales reciclados o con características de menor impacto ambiental, además de criterios de eficiencia energética, entre otros. Además, en dos contratos de puentes, a modo de pilotos, se incluyó el requerimiento de incorporar acero reciclado, según tipo de estructuras, llegando hasta un 100% para el caso de las barras de refuerzo o un mínimo de 65% para mallas de armadura prefabricadas.
En esta línea, ya están las bases de los siguientes contratos:
Institucionalidad para Economía Circular en el MOP
En el contexto de la reestructuración de la Dirección General de Obras Públicas, se creó la División de Infraestructura Sustentable, y dentro de ella, el Departamento de Cambio Climático y Economía Circular.
También, al interior del MOP, mensualmente (salvo contingencias) sesiona el Comité Intraministerial de Cambio Climático y Economía Circular, instancia de trabajo con equipos de nivel central y regional.
El Departamento de Cambio Climático y Economía Circular participa en las siguientes iniciativas: Comité de Economía Circular del Instituto de la Construcción, Consejo Estratégico del CTEC, y Mesa Ejecutiva para la Productividad de Economía Circular de CORFO.
Participación en desarrollo de normativa sobre Economía Circular
Participación en el Comité de Anteproyecto que estudiará el conjunto de siete normas chilenas enmarcadas en el convenio suscrito entre el Ministerio del Medio Ambiente y el Instituto Nacional de Normalización (INN) sobre “Desarrollo de siete normas técnicas en materia de indicadores de desempeño circular para el sector construcción”.
Además, hay participación de la cartera en el Comité Estrategia Economía Circular Sector Construcción, Subcomité de Normativa.
Proyecto Denominado “Formación de Gestores de Sustentabilidad para la Descarbonización del Sector de la Construcción”
El Dpto. de Cambio Climático y Economía Circular (DGOP) propició el desarrollo de este proyecto de formación, en coordinación con CORFO, colaborando, entre otros, en los temas a abordar en la capacitación y los perfiles del público objetivo.
Reutilización de material fresado en obras
En la Obra de Conservación de Mataveri, aeropuerto de Isla de Pascua, que comenzó en septiembre de 2022, se había considerado inicialmente la remoción completa de la capa asfáltica (10 cm) y la base existente (20 cm), seguida de la instalación de una nueva base y la pavimentación con asfalto. Esta solución implicaba el transporte de 26.000 toneladas de base chancada desde canteras en el continente hacia la Isla de Pascua.
No obstante, se llevó a cabo una modificación en el contrato para aprovechar la base existente y reciclar el pavimento fresado, dando lugar a un material de alta calidad denominado “Base Tratada”.
Esta alternativa satisface los requisitos técnicos y permitió eliminar por completo la necesidad de transportar base desde el continente a la Isla, reutilizar el 100% de la Base Existente y el 92,9% del fresado asfáltico. La diferencia de 7% del fresado asfáltico, fue reutilizado en el contrato de conservación menor ejecutado este año 2023, el fresado fue utilizado en los caminos de borde aeropuerto de Mataveri.
Requerimiento de material reciclado, criterios de economía circular y/o cambio climático en Bases de Licitación
La Dirección de Aeropuertos ha incorporado en algunas Bases Administrativas o TdR el requerimiento de considerar materiales reciclados, consideraciones de economía circular y/o cambio climático.
Denominación |
Consideraciones en relación con: material reciclado, economía circular y/o cambio climático |
Región |
Estudio Prefactibilidad Mejoramiento y Reposición de Pista del Aeropuerto Diego Aracena, 2do Llamado – Región de Tarapacá |
Estudio de prefactibilidad incluye análisis de emisión de gases de efecto invernadero (GEI) estimando la huella de carbono del combustible requerido por las principales aeronaves proyectadas a operar. |
Tarapacá |
Diseño Reposición Umbral 14 Aeródromo Robinson Crusoe |
Diseño considera la utilización de losas prefabricadas, para reducir impactos de construcción en zonas protegidas. |
Valparaíso |
Anteproyecto Referencial “Ampliación y Mejoramiento Aeródromo Teniente Marsh”, Segundo Llamado |
1) Cambio climático en las predicciones y/o respaldos en el diseño que de holgura a alguna condición atípica. |
Magallanes y de la Antártica Chilena |
Anteproyecto Referencial Ampliación y Mejoramiento Ad. Teniente Julio Gallardo, Puerto Natales |
1) Cambio climático en las predicciones y/o respaldos en el diseño que de holgura a alguna condición atípica. |
Magallanes y de la Antártica Chilena |
Estudio Básico Investigación y Análisis de Parámetros para Certificación de Proyectos de Infraestructura Aeroportuaria Sustentable |
Incluye ajuste de herramientas para la Certificación de Edificio Sustentable (CES) para aeropuertos en temáticas de energía, agua y acústica. Además, el estudio contempla temáticas de innovación, huella de carbono, economía circular, estrategias innovadoras en edificación e infraestructura sustentable, energías limpias (hidrógeno verde y electromovilidad), Netzero, Cambio climático, Infraestructura verde y azul, estudio variable social y propuesta de metodología de costo social de nuevas medidas de sustentabilidad. |
Interregional |
Para alcanzar los objetivos y desarrollar un ecosistema innovador y sustentable, es indispensable conectar -cuanto antes- la oferta y la demanda. Así lo expuso la coordinadora de Sustentabilidad de nuestro programa en un seminario organizado por el Minvu Valparaíso.
Alejandra Tapia, coordinadora de Construye2025, fue invitada al seminario “Economía circular y uso eficiente de recursos”, que organizaron el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y la Comisión Regional de Construcción Sustentable de Valparaíso (Corecs), para exponer sobre las iniciativas con las que el sector público busca acelerar la economía circular en la construcción.
En la jornada, la arquitecta puso énfasis en el fortalecimiento de las alianzas con el sector privado y la academia. “El sector construcción no es solo uno de los grandes generadores de residuos, sino que un gran consumidor de materias primas”, recordó. No obstante, también hay buenas noticias, puesto que “es uno de los sectores con más posibilidades de duplicar su tasa de circularidad”, apuntó.
En este ámbito, Alejandra Tapia, afirmó que tenemos que replantearnos todo lo que estamos haciendo: desde la planificación de nuestras ciudades, cómo concebimos nuestros edificios, la calidad de la construcción; hasta romper con las consecuencias de la economía lineal, para poder avanzar hacia la circularidad.
“Según el informe del Estudio de Productividad CChC (Matrix, 2020), nosotros generamos casi el doble de residuos de lo que generan los países desarrollados; cada 17 pisos 1,9 pisos de residuos (en Chile) y en el ámbito internacional 1,0. Por lo tanto, como decíamos, no es solo un tema ambiental, sino también un tema económico. Estamos desperdiciando materiales, estamos desperdiciando recursos”, dijo la especialista en economía circular.
Una paradoja, sin duda, pues en Chile hay un déficit de viviendas importante, pero, a pesar de ello, se desaprovechan materiales. “Desperdiciamos muchos recursos y por otro lado tenemos grandes necesidades en cuanto a la construcción de viviendas, de equipamiento, etc. Más de 640 mil hogares en Chile hoy necesitan viviendas. Además, la pandemia ha alterado nuestro sistema económico”, enfatizó Alejandra Tapia.
Conectar oferta y demanda
Por eso, la coordinadora de Construye2025 cree que hay que avanzar rápido. “Nuestros grandes desafíos son cómo fortalecemos, cómo impulsamos una mayor coordinación pública, no sólo entre distintas organizaciones, sino que a veces entre las distintas direcciones de una misma institución para alcanzar los objetivos y cómo -también- desarrollamos un ecosistema, mercado, desarrollo de proveedores a través de la innovación y la economía circular, para conectar tanto la oferta como la demanda”, comentó.
Por lo mismo, es que se necesitan avances en la regulación. Chile está atrasado en materia de demolición y pocas empresas tienen tecnologías, buenas prácticas y trazabilidad de los residuos. “En Europa es obligación tener este tipo de auditorías para obras sobre mil metros cuadrados y nosotros aspiramos a ir gradualmente mejorando las buenas prácticas de este subsector y también la regulación. En la demolición no solo se generan residuos provechosos, también hay otras externalidades; los residuos peligrosos, que es importante mejorar -también- su trazabilidad”, recalcó la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
Desde ahí, la especialista también estableció otras metas a las cuales aspirar. Entre ellas, alinearse con otras iniciativas sustentables de Latinoamérica, avanzar hacia compras públicas sostenibles; y orientar el gasto público a un crecimiento verde. Además, Alejandra Tapia considera fundamental reducir la generación de residuos, materiales tóxicos y sustancias peligrosas.
Por su parte, la seremi de Vivienda y Urbanismo de la región de Valparaíso, Belén Paredes, recalcó que un desafío importante para el país es estar a la altura de la ciencia y la tecnología, para contribuir a los ciclos sustentables de la construcción. “Esta jornada da a conocer la integralidad que tiene este proceso y también da cuenta de los compromisos con los procesos constructivos, para que puedan cambiar las formas que los hemos llevado”, indicó.
Primera plataforma a nivel nacional orientada a la elaboración de pasaportes de materiales y gestión de activos inmobiliarios de manera sostenible, a través del registro de información técnica, de sustentabilidad, toxicidad y circularidad, de los materiales, productos y componentes que conforman la edificación, mediante este proceso se efectúan cálculos, se generan indicadores y reportes, que aportan valor para su actual uso, recuperación y reutilización, apoyando de esta forma la gestión sostenible de los activos.
El Pasaporte de Materiales, es una iniciativa pionera en innovadora a nivel nacional y regional, y cuenta para la primera etapa con el apoyo de Falabella, AZA Acero Sostenible y Volcán, quienes son parte del proceso de pilotaje y validación de esta iniciativa.
Daniel Berdichevsky, gerente de Proyectos y Construcción de Falabella Inmobiliario
“Alineados a su estrategia de sostenibilidad y conscientes de contribuir en la mitigación del cambio climático, Falabella fue una de las tres empresas que decidió apoyar esta Plataforma pionera nivel nacional y regional.
Innovar en nuestra industria es necesario, por ello valoramos el ‘Pasaporte de materiales de construcción’ que ha desarrollado el Green Building Council Chile y el Centro Tecnológico para la Innovación en Construcción. Esta solución tecnológica es relevante para el sector, ya que beneficiará directamente la gestión de activos sostenibles.
Esperamos que el piloto avance, tenga buenos resultados y la iniciativa se pueda desarrollar en todo el rubro. Los buenos proyectos se deben replicar”. La compañía está activamente trabajando en las construcciones sustentables, con el objetivo de minimizar el impacto ambiental de nuevas edificaciones, ampliaciones y remodelaciones”.
Sandra Arzola, jefe de Marketing Aceros Aza
“Pasaporte de Materiales para la Construcción es una iniciativa que está completamente alineada con la filosofía de Aceros AZA. Es un proyecto que aporta al desarrollo sustentable de los materiales que se utilizan en la construcción, impulsando así la economía circular y el cuidado del medio ambiente.
Aceros AZA es una empresa profundamente comprometida con el cuidado del medioambiente y para ello, está permanentemente buscando iniciativas y soluciones que permitan disminuir los impactos ambientales en la industria de la construcción. Hoy, este sector es responsable por cerca del 30% de la emisión de gases con efecto invernadero en el mundo. Además, no más del 7% de los insumos son reciclado o reutilizados. Claramente, esto indica que la construcción debe avanzar colaborativamente en generar instancias en esta materia.
Por esto, Aceros AZA se compromete a apoyar el proyecto que plantea el CTEC y Chile GBC. Estamos convencidos como empresa que conocer adecuadamente la trazabilidad de los insumos de la construcción y su posterior revalorización, es fundamental para avanzar en la economía circular y dejar, definitivamente de lado, la economía lineal que tanto daño ha generado para nuestro planeta”.
Ricardo Fernández, gerente Técnico y Desarrollo Sostenible de Volcán
“Para Volcán ha sido de gran interés participar en esta plataforma, queremos contribuir a identificar Proyectos Inmobiliarios Sostenibles y avanzar en Economía Circular.
El desarrollo del Pasaporte de Materiales para la Construcción ha sido un trabajo de Innovación abierta con entidades como CTEC, Chile GBC y Falabella. Sólo podemos avanzar de buena forma, trabajando colaborativamente y generando ecosistemas que apunten a objetivos comunes y en plazos acotados.
El conocer los impactos ambientales y aportes de los materiales y componentes del edificio, permitirá tomar buenas decisiones en modificaciones y en la deconstrucción del edificio, permitiendo tener trazabilidad con una información verificada por terceros. Esperamos que esto sea un incentivo para que los proveedores consideren como herramientas de trabajo las declaraciones ambientales de productos y en el futuro nos manejemos en base a ecoetiquetados”.
La implementación de esta plataforma, se proyecta como un impacto positivo en el sector, al incrementar o mantener el valor de los materiales, productos y componentes de construcción a lo largo del tiempo; facilitando que desarrolladores seleccionen materiales de construcción circulares, sostenibles y saludables; promoviendo el diseño con materiales más sustentables y circulares; facilitando la trazabilidad del flujo de materiales de construcción en un activo inmobiliario; disponibilizando información ambiental de productos y materiales de construcción; fomentando los incentivos y garantías para materiales secundarios y las compras sustentables, y facilitando la logística inversa o devolución de productos, materiales y componentes, cerrando ciclos, y fomentando de esta manera una construcción más consciente con el medio ambiente y en sintonía con el desafío país de avanzar hacia la carbono neutralidad.
Fuente: CTEC
La Mesa Interregional de Gestión de Residuos en la Construcción, conformada por las cámaras regionales de Antofagasta, Valparaíso, Puerto Montt y Punta Arenas, busca trabajar colaborativamente en la prevención y gestión de residuos de la construcción.
Un tercio de los desechos sólidos del país proviene de esta actividad. Por este motivo, desde hace varios años el sector trabaja en una estrategia que permita el tratamiento de los materiales de desecho de las obras.
El foco de esta tarea, está en la implementación de prácticas de economía circular. Para eso, se han estudiado acciones innovadoras que se adecuen a cada territorio.
En Valparaíso comenzó la implementación de este modelo de tratamiento de residuos. En 2021, la cámara regional de la quinta región impulsó el primer Acuerdo de Producción Limpia de la Construcción, contando con la adhesión de 40 centros de trabajo, instituciones y organismos públicos.
Esta experiencia ha permitido que otras sedes regionales se sumen a la Mesa Interregional de Gestión de Residuos de la Construcción, poniendo el foco en sus realidades territoriales.
“La idea de esta mesa, es que, pese a las diferencias de cada una de las regiones, podamos contar con una estrategia nacional que permita hacernos cargo de lo que desechamos, disminuyendo el impacto al medio ambiente”, aseguró el Presidente Nacional del gremio Antonio Errázuriz, quien encabezó el lanzamiento de esta Mesa.
El 35% de los desechos sólidos del país proviene de la construcción. Por este motivo, desde hace varios años el sector trabaja en una estrategia que permita el tratamiento de los materiales de desecho de las obras. El foco de esta tarea está en la implementación de prácticas de economía circular. Para eso, se han estudiado acciones innovadoras que se adecuen a cada territorio. Joaquín Cuevas, Gestor de Cultura Sostenible y CEO Reviste, dictó una charla sobre la temática durante el lanzamiento de la Mesa.
Errázuriz agrega la necesidad de modificar algunas prácticas: “tenemos que hacer cambios, salir de la caja, pensar de forma distinta, hacer capacitación. Las regiones más adelantadas han hecho una gestión muy potente en esta materia”.
A partir de esta iniciativa, se espera fortalecer la coordinación de actores de la cadena de valor, impulsar la prevención de residuos e impactos ambientales, instaurar la cuantificación y trazabilidad de residuos, maximizar la valorización, promover innovación, incorporar conocimiento y capacitación sobre gestión de residuos y economía circular.
En esa línea, en el lanzamiento de la Mesa participaron varias autoridades regionales: Jorge Flies, Gobernador de Magallanes; Christian Gallardo, Seremi de Hacienda; Daniela Droguett, Seremi de Medio Ambiente; y Doris Sandoval, Seremi del Trabajo, entre otros.
“Quiero agradecer a la Cámara Chilena de la Construcción por escoger Magallanes para comprometerse con la gestión de residuos de las obras. El objetivo es que los proyectos de construcción, desde el diseño hasta el término de la obra, puedan reducir el gran volumen de residuos que se generan y luego también reciclar lo que queda. Como Gobierno Regional estamos dispuestos a trabajar, en conjunto con la Asociación de Municipalidades, para que se genere un acuerdo de trabajo por esta temática y, en conjunto con el mundo privado y la academia, realizar licitaciones que tengan en cuenta la gestión de residuos. Esperamos poder implementarlo y ser un piloto a nivel nacional”, señaló Jorge Flies, Gobernador de Magallanes.
Cabe destacar que la CChC Punta Arenas creó la Comisión de Economía Circular el año pasado, donde participan empresas de construcción a nivel regional, y es parte activa de la recién lanzada Mesa Interregional de la Gestión de Residuos de la Construcción.
“El plan para continuar con esta Mesa Interregional es desarrollar un catastro de gestores de residuos y de sitios de disposición final autorizados, para luego fijar metas de prevención de generación y valorización para sus distintos tipos de residuos, las que no pueden ser menor al 10% del total generado”, concluyó Carlos Braun, presidente de la CChC Punta Arenas.
Las empresas y centros de trabajo que se sumen deberán fijar metas de prevención de generación y valorización para sus distintos tipos de residuos, las que no pueden ser menor al 10% del total generado. El plan contempla que las regiones desarrollen un catastro de gestores de residuos y de sitios de disposición final autorizados.
Fuente: CChC
La plataforma se configurará en módulos, de manera flexible, escalable y vinculada con otras potenciales plataformas sinérgicas. Esta Iniciativa permitirá utilizar los materiales de manera consciente y alargar los ciclos de vida de los edificios, impulsando también el mercado de material de segunda mano.
Un nuevo desafío tiene durante el 2022 la alianza CTeC – Chile GBC, gracias a la adjudicación de un fondo Corfo sobre economía circular en el sector construcción, que permitirá desarrollar una plataforma tecnológica denominada “Pasaporte de Materiales de la Construcción”, primera en su tipo en Chile, a través de la cual se registrará información de los materiales, productos y componentes de un edificio, considerando características técnicas, circularidad, sustentabilidad y posteriormente mantención, permitiendo realizar cálculos, generar indicadores y reportes, y apoyando de esta forma la gestión sostenible de los activos inmobiliarios.
Un pasaporte de material, es un instrumento que cuenta con información sobre los materiales, productos y componentes que se pueden incluir en un activo inmobiliario, es decir, la identidad de un proyecto, lo que sin duda aporta valor al sector, ya que gracias a esta valiosa información se puede fomentar la recuperación, reciclado y reutilización de los materiales, sacando con ello el máximo valor de un proyecto que ya cumplió su vida útil, minimizando la cantidad de RCD asociados.
Este tipo de plataformas hoy son más importantes que nunca dado el actual contexto climático que vivimos a nivel mundial, donde la construcción, producto de un modelo de operación lineal, es uno de las industrias que más contribuye a la generación de residuos (entre un 25% a un 40%), de los cuales, menos de un tercio son reutilizados o reciclados (CDT 2020, Introducción a la economía circular en construcción, diagnóstico y oportunidades en Chile); por lo que el desarrollo de iniciativas que apunten a promover la economía circular es una gran oportunidad para ser más sustentables en todo el proceso, desde el diseño, construcción y operación de un proyecto constructivo.
Si bien se trata de un concepto relativamente nuevo, a nivel mundial ya comienzan a desarrollarse los primeros prototipos. Algunos de los beneficios que aportará esta iniciativa al sector son:
Se espera que en el futuro se incluya un registro histórico de cambios realizados, datos ambientales y mecanismos de trazabilidad.
Fuente: CTeC
Para dar cumplimiento a los compromisos establecidos en la hoja de ruta que llevará a la industria a gestionar sus residuos en forma eficiente, el Ministerio de Obras Públicas incluirá un plan de gestión en todas las obras.
El MOP, a través de la Dirección General de Obras Públicas (DGOP), dio el puntapié inicial para la implementación de los compromisos establecidos en la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035, que la Dirección General de Obras Públicas (DGOP) del MOP ha impulsado fuertemente. “Este plan de gestión, además de ser una herramienta para conocer de manera sistematizada los residuos que generan nuestras obras, nos permitirá -en el corto plazo- conocer datos respecto de los residuos generados por cada tipo de obra ejecutada por este ministerio, conociendo la trazabilidad y destino final de éstos”, explica Mariana Concha, directora general de Obras Públicas del MOP.
Dicha información será fundamental para futuras metas de reducción, reutilización e incluso para abrir nuevos mercados de productos derivados de los residuos que se generan en la industria. “Como DGOP esperamos que esta información sea un gran aporte para la innovación y la reutilización de materiales en las obras públicas y para cambiar el paradigma. Residuo no es igual a desecho”, añade la autoridad del MOP.
La incorporación del plan de gestión de residuos en los Términos de Referencia y Bases de Licitación del MOP nació de un proceso participativo derivado de la creación de la Mesa MOP de Economía Circular impulsada por la DGOP, en 2019. Una de las primeras metas trazadas en esa instancia fue contar con el plan, que fue trabajado y consensuado con todas las direcciones operativas del MOP. “Este proceso contó con la colaboración permanente del programa Construye 2025, entregando directrices y ejemplos de otros países en estas materias”, comentó Mariana Concha.
La incorporación del plan será paulatina. Sin embargo, se ha comprometido la exigencia en más del 80 % de los nuevos contratos de este año. “Para 2022, en el 100% de los contratos nuevos se estarán implementando. No se contemplan salvedades o excepciones, sólo que la exigencia regirá para contratos nuevos”, aclara la directora general de Obras Públicas.
El plan de gestión considera medidas y procesos sistematizados para el adecuado manejo y la trazabilidad de residuos, en cumplimiento con la normativa ambiental vigente y apunta a favorecer su reducción, reutilización o reciclaje. Antes del plan se imponía la disposición en sitios autorizados, pero sin incentivos a la reducción o revalorización.
En este sentido, Mariana Concha, valora contar con una línea base de información de los residuos generados por tipo de obra y por región, pensado en la economía circular. Además, mejorando la trazabilidad de los residuos se evitará la eventual disposición ilegal de estos materiales, dice Mariana Concha.
El rol de la SEMAT
La Secretaría de Medio Ambiente y Territorio de la DGOP juega un gran papel en la implementación de esta nueva instrucción. Ella entrega lineamientos y asesoría que facilitan la gestión en materias ambientales y de asuntos indígenas a las direcciones, a las seremi y a las autoridades superiores del Ministerio de Obras Públicas. Éstos son replicados a nivel regional por las Unidades de Gestión Ambiental y Territorial (UGAT).
Asimismo, la SEMAT ha tenido un rol clave en la participación del convenio interministerial que construyó la Hoja de ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035, razón por la cual lidera su implementación en el MOP, lo que no hubiera sido posible sin el compromiso de la DGOP y sus departamentos.
Los desafíos
Disponer de la información en línea y de forma oportuna es uno de los retos por delante. Por eso, la directora explica que se trabajará con los profesionales a cargo del Libro de Obra Digital (LOD) de las obras MOP, trabajo que también es desarrollado por la DGOP como parte del plan de mejora de la gestión, digitalización y transparencia que impulsa la dirección general. De todas maneras, en las actuales fiscalizaciones que realiza la DGOP, tanto de contratos como ambientales, se verifica el cumplimiento de todas las exigencias y estándares.
Para los ejecutores de proyectos (contratistas) el desafío será conocer la nueva normativa y adaptarse al cambio y seguimiento de los residuos. En tanto, las empresas de diseño tendrán que incorporar nuevos materiales; mientras que otras empresas podrán desarrollar oportunidades de negocios aprovechando los residuos generados. “Sin duda, este es también un cambio cultural, ya que significa empezar a ver a los residuos como subproductos o insumos en el ciclo de economía circular de la construcción y, para eso, debemos cambiar las filosofías de diseño y constructivas”, argumenta Mariana Concha.
Finalmente, otro de los grandes retos para la implementación de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 es avanzar hacia la creación de incentivos en las licitaciones de obras, para los contratistas que cuenten con criterios sustentables como, por ejemplo, reutilización de material, cálculo de huella de carbono, compromisos con la comunidad y/o certificaciones. Esto sumado a la promoción de la innovación y los nuevos acuerdos de producción limpia (APL).
“Unos de los ejes de la Hoja de Ruta RCD es desarrollar estándares para el diseño y metodologías de la evaluación de proyectos públicos que incorporen criterios de economía circular, reparación, reutilización, remanufactura, entre otros, incorporando nuevos pilotos y ensayos con materiales reciclados en las obras públicas para fomentar su utilización, incluyendo estas alternativas en nuestro manual de carreteras y/o trabajando en las modificaciones normativas que corresponda. Para esto existe un gran compromiso de los Departamentos de la DGOP, donde destacan la SEMAT y SIT (Secretaría de Innovación Tecnológica)”, puntualiza la directora.
Ya en este camino, la aspiración de las autoridades del MOP es que iniciativas como ésta se repliquen y masifiquen para seguir avanzando hacia obras que se ejecuten con criterios de economía circular.
Miles de trabajos perdidos y suspendidos mantuvieron en vilo a quienes se desempeñan en la industria. Pero, la reciente autorización para que obras privadas de construcción puedan operar en zonas en cuarentena, abrió una luz de esperanza.
Más de seis mil puestos de trabajo perdidos y otros 16 mil suspendidos, solo en Concepción, es el balance que hace la presidenta regional de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Helen Martin. Por eso, reactivar la industria tomó carácter de urgencia en las empresas. “Las mujeres también han perdido una posición que había costado mucho ganar. La reactivación permitirá que todas las que perdieron su trabajo puedan recuperar sus empleos y tener una vida más estable desde el punto de vista económico”, señala.
Según la presidenta regional de la CChC, muchas empresas están complicadas desde hace más de un año, tras el estallido social. La productividad, dice, ha caído hasta en 40% y a ese impacto hay que sumar el incremento de los costos debido a la implementación de todos los protocolos COVID-19. “Hoy las empresas están sumamente debilitadas. Por cada empresa que se pierde toma mucho tiempo recuperarla. Así es que entre más rápido se echen a andar los proyectos mejores probabilidades tenemos”, añadió Helen Martin.
Igual de preocupado se mostró el representante de la CChC en el Consejo Directivo de Construye2025, Enrique Loeser. “Con la Cámara hemos intentado infructuosamente que la construcción fuera declarada actividad esencial, porque es demasiado importante para la actividad económica del país. Eso es lo que ha sucedido en otros países, especialmente europeos, donde se dieron cuenta que parar la construcción es una complicación grave para la cantidad de trabajadores que están involucrados, más las empresas, pequeñas empresas, subcontratistas, es una cadena muy grande”, dijo.
En este sentido, en la industria aseguran que activar la cadena de la construcción tendrá un gran efecto multiplicador, ya que ayudaría a mejorar los números de desempleo de forma inmediata. “Las medidas son urgentes, porque la construcción es un mundo muy grande con pymes que trabajan como los subcontratistas, cuya capacidad de aguantar no es indefinida, hoy en periodos de cuarentena salen a buscar trabajo en otros lugares porque necesitan llevar el pan a la casa, lo cual es más riesgoso”, apuntó Helen Martin.
La trazabilidad del COVID-19
Un protocolo muy estricto acordado entre los ministerios de Economía y Hacienda le ha puesto freno a los contagios en obra y las empresas están tomando todas las medidas para garantizar la salud de sus trabajadores. Todos aquellos que tuvieron contacto estrecho con una persona contagiada deben cumplir con la cuarentena preventiva. Asimismo, algunas empresas han dispuesto transporte propio para sus trabajadores, donde existen listas que muestran qué personas viajaron juntas en el mismo bus y, además, llevan un registro de todas las cuadrillas.
En tanto, desde la Dirección General de Obras Públicas, se piden reportes semanales, en los cuales se controlan todos los efectos COVID-19: cantidad de personas enfermas, número de personas que están en cuarentena, si la obra está o no en una zona con restricción, etc. Toda la masa crítica de trabajadores se mantiene controlada, así como el mapa completo de obras paralizadas o en reprogramación.
Según el jefe de la División de Edificación Pública de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, Rodolfo Rojas, uno de los primeros indicadores que muestra si sube o baja la economía es el sector construcción. Esto porque es intensiva en mano de obra si se considera toda la cadena, que incluye a proveedores, transportistas y profesionales que prestan servicios, por ejemplo. “El MOP tiene una ley especial que se está tramitando, sobre reactivación económica y también estamos preocupados de ver el avance de las licitaciones, del monitoreo de los contratos, de la mano de obra de cada proyecto”, señaló.
Sin embargo, aún cuando se hagan todos los ajustes necesarios para reactivar al sector, el economista de la Comisión Nacional de Productividad, Esteban Rojas, cree que la productividad de la construcción está rezagada en comparación al resto de la economía. “Los plazos y costos nos muestran que, en promedio, en Chile hay mayores proyectos con sobre costo, versus el análisis internacional, y que los proyectos con retrasos, si bien son parecidos en cuanto a número, el porcentaje de retraso es mucho más alto en Chile que en la vivencia internacional”, argumentó.
En este ámbito, la investigación que lleva adelante la Comisión Nacional de Productividad, reveló que en más de 27.000 proyectos de infraestructura pública -desde 2009- las grandes obras tardan en promedio más de tres ciclos políticos en materializarse: los hospitales, las obras de riego, los puentes, y las grandes obras viales. Esto abriría un espacio de mejora, al menos, en la trazabilidad de los sistemas de información, para poder impulsar el desarrollo de este tipo de obras.
Pero también, el economista apunta a aspectos culturales y a que la industria es reacia al cambio, lo que dificulta la adopción de innovación y tecnología. A esto se suma el shock negativo de productividad en las empresas debido a los mayores costos de ajuste, a las nuevas condiciones del funcionamiento, en un régimen en que primará el distanciamiento social, al menos en lo que resta del año, según el economista de la Cámara Chilena de la Construcción, Byron Idrovo. “Esperamos que las expectativas de los empresarios tenderán a ser menos pesimistas, en la medida que se vayan disipando este escenario de incertidumbre”, agregó.
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