Como un ejercicio constante y necesario definen el trabajo en innovación y desarrollo las empresas que están rompiendo paradigmas en productividad. Eso es, precisamente, lo que se logra con I+D: mejorar la competitividad y hacer más sustentable la industria de la construcción.
En René Lagos Engineers, innovación no es una palabra nueva. De hecho, la han hecho parte de su ADN. Tanto así, que la declaran en la visión de la empresa, porque creen que para la sustentabilidad y marcar tendencia, invertir en I+D es crítico. “Tenemos un área dedicada especialmente a explorar nuevas metodologías y herramientas que potencian la productividad, y a la vez, estamos analizando nuevas tecnologías que nos permitan acercar las soluciones del futuro a nuestros clientes de la industria de la construcción”, señala Claudio Gahona, gerente general de René Lagos Engineers.
En la empresa, el ejercicio es constante. Además de dedicar entre 3% y 5% del presupuesto y de contar con personal dedicado, existe una organización de apoyo que testea y valida las iniciativas que se desarrollan. “Hemos tomado la práctica de postular, frecuentemente, a fuentes de financiamiento a través de los instrumentos de Corfo existentes para ello”, comenta el ejecutivo.
Gracias a esta constante búsqueda, René Lagos Engineers ha podido desarrollar tanto servicios como herramientas y metodologías productivas. “Entre éstos se considera -desde hace varios años- el servicio de gerenciamiento BIM de proyectos, que es complementario a la especialidad y que hoy en día es un área con presupuesto propio dentro de la empresa”, indica Claudio Gahona.
Asimismo, la empresa ha desarrollado servicios de diseño sísmico basados en desempeño (PBSD) y análisis de pérdida máxima esperada, considerando costo y tiempo de reparación de la edificación existente, ante un evento de sismo severo. “Estos se han convertido en servicios de exportación en la región y otros países del mundo”, detalla el gerente general de la compañía.
Igualmente, en René Lagos Engineers han desarrollado una serie de metodologías y herramientas que ayudan en el día a día, para detallar las barras de refuerzo en la estructura de concreto utilizando metodologías BIM, con el fin de entregar información oportuna a los clientes, procurando una estimación temprana de cuantías de obra gruesa.
“Toda empresa que quiera trascender y seguir siendo competitiva debe invertir en I+D, si no lo hacen corren el riesgo de terminar gastando el capital generado de su servicio o producto estrella para luego desaparecer de la industria”, afirma Claudio Gahona. En ese sentido, él ingeniero considera clave alinear a toda organización para que la inversión realizada en I+D sea provechosa, desde el directorio hasta los colaboradores que no están directamente involucrados en dichos proyectos.
Además, el ejecutivo invita a buscar mecanismos estructurados en detección de nuevas oportunidades y, al mismo tiempo, participar de las distintas iniciativas relacionadas a nivel nacional e internacional. “Este es el camino que tomamos de la mano de nuestro fundador y será el que continuaremos cultivando con mucha pasión en lo que hacemos”, comenta.
Innovación en SIRVE
Para Carlos Arriagada, gerente del área de I+D de SIRVE, la innovación también es indispensable y lo es tanto en proyectos tradicionales como en los más complejos y especiales. “Ella está presente en el día a día como una forma cotidiana de enfrentar cada proyecto, donde la mirada es hacer procesos de mejor manera más eficientes, más robustos y entendiendo que cada dificultad y complejidad es una oportunidad de mejora y de diferenciación. Nuestro objetivo es contribuir a resolver innovadoramente los problemas de la ingeniería estructural y sísmica, desarrollando tecnología y proporcionando soluciones integrales en un amplio espectro de la ingeniería”, señala.
De esta manera, en la empresa mejoran significativamente el desempeño de las estructuras frente a los terremotos, la calidad de la construcción, el desempeño, pero también la seguridad y calidad de vida de las personas. Con ese fin, en SIRVE invierten del orden de 10% de todas las horas hombre de ingeniería, en algún tipo de desarrollo o innovación, lo que se traduce en unos 260 millones de pesos anuales.
Así, han nacido patentes de productos de protección sísmica en Chile y en el mundo, una serie toolbox de herramientas de productividad internas para el desarrollo de servicios, productos de protección sísmica de la empresa subsidiaria NuYuntek y mucho más. Según Carlos Arriagada, el I+D, en general, puede tener distintas miradas por parte de las empresas y existen muchos mitos y desconocimiento aún acerca del I+D y su real importancia. “Estas miradas pueden ir desde una simple herramienta de marketing, hasta potentes áreas de innovación y creación de ideas en que se basan sus modelos de negocios”, comenta.
Por eso, el incentivo primario por el cual una empresa debe invertir en I+D es la creación o desarrollo de nuevas técnicas o conocimientos. Así, al ser aplicados a los productos o servicios, debería traducirse en algo más atractivo y de menores costos. “Adicionalmente, el hecho de invertir en I+D permite generar una serie de ventajas relativas respecto a la competencia para ser más competitivos, además absorber de manera más eficiente la dinámica en el mercado y las tendencias tecnologías a lo largo de los años, evitando quedar obsoletos por empresas que sí invierten fuertemente en I+D”, afirma Carlos Arriagada.
En este sentido, el ejecutivo es concluyente: “no invertir en I+D a corto y mediano plazo es una desventaja competitiva extremadamente importante y a largo plazo una sentencia anunciada para quedar obsoleto y fuera del mercado”.
Con más de 40 años de carrera, René Lagos Contreras dedicó su vida al desarrollo de su pasión: la ingeniería estructural, diseñando algunos de los edificios más altos de Chile y Sudamérica, como las torres Costanera Center y Telefónica, y otros edificios de gran altura en el resto del mundo. Fue parte del Consejo Directivo de Construye2025, en representación del Colegio de Ingenieros.
René Lagos Engineers anunció el fallecimiento de su fundador, René Lagos Contreras. Con más de 20 millones de metros cuadrados construidos, el ingeniero -víctima de un agresivo cáncer- debió alejarse, hace varios meses, de la pasión que lo hizo destacar en Chile y el mundo: la ingeniería civil estructural.
El ingeniero civil estructural de la Universidad de Chile fue reconocido por su experiencia en el diseño de edificios de gran altura, como la Torre Costanera, que con sus 300 metros de altura, es, actualmente, el edificio más alto de Sudamérica. A este se suman los edificios Telefónica y Territoria 3.000, junto con el Centro de Justicia de Santiago; la Cruz del Tercer Milenio, en Coquimbo e importantes edificios de altura en Perú y países de latinoamérica. Fuera del continente participó en destacados proyectos como Sky Fort (201 m de altura), en Sofía, Bulgaria; y en Al Raha Beach Development, en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos y DYL Complex en Miami, Estados Unidos. Internacionalmente, René Lagos Engineers inició su experiencia internacional hace 20 años y, a la fecha, ha participado en más de 100 proyectos, ubicados en 14 países y tres continentes.
Con pasión, dedicó los últimos años de su carrera a la difusión de la ingeniería más allá de las fronteras del país, internacionalizando la experiencia chilena en diseño sismorresistente y aportando así al reconocimiento a nivel mundial a través de sus obras. Líder innato, con una mente inquieta y soñadora, buscó siempre mantenerse a la vanguardia en excelencia técnica, innovando y abriéndose siempre a explorar nuevas ideas.
Después de un año de intercambio en Nueva York, a fines de los 60, despertó su curiosidad por los edificios altos, como recordó en 2013, al recibir el “Premio al Ingeniero por Acciones Distinguidas 2013”, otorgado por el Instituto de Ingenieros de Chile.
Dos años más tarde, fue también reconocido por la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE), de la cual fue presidente en dos períodos (2011- 2014), con el “Premio Ingeniero del Año”. Y desde 2017, también se desempeñaba como miembro del distinguido Consejo Asesor del Council on Tall Buildings and Urban Habitat (CTBUH), con sede en Chicago, Estados Unidos. Asimismo, fue director de la CDT de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y socio fundador de BIM Forum Chile.
En 2019, la torre Costanera fue incluida en la lista hecha por el CTBUH, que destaca los 50 edificios altos más influyentes de los últimos 50 años (https://ctbuh2019.com/other-info/50-influential-buildings/)
“Durante estos años como ingeniero me he dedicado con pasión al ejercicio de la ingeniería estructural y siento que el tiempo ha pasado muy rápido. Al mirar hacia atrás, me doy cuenta de que he recorrido un largo camino, lleno de interesantes desafíos, con muchos logros y alegrías, pero también no exento de dificultades. Sumando y restando, el saldo es positivo: en el trayecto he podido acumular experiencias y aprender lecciones”, comentó René Lagos durante la ceremonia de premiación de la AICE, en 2015.
Su trayectoria
Oriundo de Talca, René Lagos contribuyó en la formación de varios ingenieros, mientras fue profesor part time de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Físicas de la Universidad de Chile, donde estudió y conoció a grandes mentores como Tomás Guendelman: “mi gran maestro y ahora asesor”, según dijo, hace unos años. En vida, hizo ver también lo bien que lo pasaron haciendo lo que les gustaba. “La pasión es la energía que nos mueve”, explicó.
A finales de los 70, fue uno de los fundadores de la oficina de cálculo que dio origen a la actual René Lagos Engineers, donde formó a varios colaboradores y aportó desde su expertise al desarrollo del país, la sociedad y la profesión.
Como presidente de la AICE, impulsó con fuerza el diseño por desempeño, metodología que se enfoca en proteger el contenido de las estructuras; los sistemas de protección sísmica y a Chile como un laboratorio natural, sobre todo luego del terremoto del 27 de febrero de 2010.
“Los ingenieros calculistas tenemos una responsabilidad muy grande cuando tenemos que diseñar edificios, porque estos tienen que soportar terremotos fuertes”, afirmó en una entrevista, en 2012.
Pese a que reconocía que el buen desempeño de la ingeniería estructural chilena, dado que luego del terremoto del 27F, el nivel de daños, o de edificios colapsados o para demolición fue inferior al 2% del total de edificios construidos, dejó claro que: “siempre los terremotos nos enseñan lecciones, que hay algo que pudimos haber hecho mejor”. Por eso, durante los años en que fue parte del directorio de la AICE lideró cambios normativos, como los producidos después del terremoto de 2010, que hicieron más estricta la norma sísmica de edificios, a través de los decretos supremos 60 y 61.
También participó en los comités que comenzaron las actualizaciones de las normas NCh433.Of1996 Mod. 2009 “Diseño Sísmico de Edificios” y NCh430.Of2008 “Hormigón Armado”, trabajos aún en desarrollo.
René Lagos Contreras, casado con Elena Calvo Sánchez, tuvo dos hijos, ambos ligados a la compañía y uno de los cuales siguió sus pasos en la ingeniería estructural, como socia de RLE Engineers.
Incentivos tributarios, pero también la oportunidad de ampliar sus horizontes y de generar vínculos para trabajar de forma colaborativa, cautivan a las empresas que se acogen a la ley I+D, que administra Corfo.
En sus 12 años de existencia, la ley I+D ha experimentado positivos cambios. Estos han llevado a cerca de 800 empresas a aprovechar los incentivos tributarios que aporta el Estado para quienes invierten en soluciones innovadoras. Cuando se creó en 2008, los beneficios sólo podían aplicarse contratando los servicios de centros de investigación inscritos en el registro Corfo. “Uno de los objetivos era poder vincular a las empresas con las unidades generadoras de conocimiento, como universidades y centros de investigación”, recuerda la directora de Promoción y Desarrollo I+D+I de Corfo, María Isabel Salinas.
Luego, en 2012, la ley se hizo más flexible, permitiendo que las empresas pudieran aplicar beneficios tributarios no solo por la contratación de terceros, sino también por las actividades que realizaban internamente. De esta manera, el país buscaba aumentar la inversión e investigación y desarrollo, que apenas alcanza el 0,37% del PIB, una cifra seis veces menor al promedio de inversión de los países OCDE en este ítem.
Y así fue. Más empresas fueron interesándose en crear soluciones tecnológicas novedosas, que las diferenciaban de su competencia y les permitían ingresar a exigentes mercados globales. “El desafío es sumar la mayor cantidad de empresas para que hagan uso de estos beneficios tributarios, porque, además la ley permite sistematizar los procesos”, afirma María Isabel Salinas.
Según la ejecutiva de Corfo, hoy, las empresas pueden descontar -en impuestos- un 35% del gasto anual efectivo asociado a investigación y desarrollo, respecto de uno o más proyectos certificados por el organismo estatal. “No obstante, el 65% -gasto necesario para producir la renta- también tiene un efecto tributario porque disminuye la base sobre la cual se calcula el impuesto. Por lo tanto, hablamos de un beneficio tributario total de un 52%”, señala la directora de Promoción y Desarrollo I+D+I de Corfo.
Trabajo colaborativo
Pero eso no es todo. Naturalmente, la ley permite sistematizar los procesos de investigación y desarrollo en las empresas que son innovadoras y están constantemente planteándose desafíos. Además, abre la posibilidad de vincularse con terceros para trabajar de forma colaborativa. “No es algo que exija la ley, pero permite mejores conocimientos al sumar capacidades expertas”, acota María Isabel Salinas.
Actualmente, las empresas que postulan a la ley I+D disfrutan de un proceso totalmente organizado, en el cual se les presta un apoyo muy cercano que permite a sus ejecutivos entender cómo funciona el proceso y encontrar el foco para la adecuada formulación de sus proyectos. “Si una empresa necesita acceder a un crédito lo contactamos con la banca o si necesita contactar a ProChile, hacemos el vínculo. No solo entregamos beneficios tributarios, también hacemos un aporte para la llegada al mercado -lo antes posible- de las innovaciones que están llevando a cabo las empresas”, explica la directora de Promoción y Desarrollo I+D+I de Corfo.
Frente a ello, Ricardo Fernández, gerente Técnico y Desarrollo Sostenible de Volcán, cree que la aprobación de los proyectos debe contemplar reorientaciones y cambio de las partidas presupuestadas inicialmente, ya que, frecuentemente, el diagnóstico no es el adecuado o el mercado cambia rápidamente, dejando obsoletos los supuestos iniciales del proyecto. “Es fundamental la capacitación a las distintas áreas de la empresa, previo a la postulación de proyectos, con el fin de tener claras las obligaciones y recursos administrativos requeridos para el desarrollo de actividades e informes”, señala.
Además, Fernández piensa que es fundamental que el lenguaje entre empresas, consultores y autoridad sea el mismo. “A veces, los consultores, con el fin de asegurar el éxito de la postulación para tener el incentivo tributario, terminan perdiendo el objetivo del proyecto y haciendo menos precisa la información. Asimismo, los formularios para presentación y rendición de proyectos deben estar estandarizados y ser más simples de completar”, concluye.
En tanto, Claudio Gahona, Jorge Villarroel y Mario Castillo, profesionales que son parte del equipo de René Lagos Engineers, explican que si el proyecto está bien armado y cumple con los requisitos de I+D, la revisión de Corfo se vuelve muy expedita. Sin embargo, la jugada es agresiva. “No se sabe hasta el final, realmente, cuánto te están aprobando”, afirma Gahona, gerente general de la empresa.
Casos de éxito
La ingeniería estructural requiere un alto nivel de detalle. Asimismo, el ambiente BIM exige buenas dosis de tecnología para trabajar la información. A pesar de ello, en René Lagos Engineers, observaron que las herramientas carecían de la productividad deseada. Para resolver este problema, el equipo liderado por Jorge Villarroel desarrolló un paquete que se acomodaba a los nuevos software.
“Ese proyecto nos ha permitido hacer una plataforma única, donde se gestiona toda la información, lo que ha significado un ahorro de tiempo de producción de entre 25% y 30%”, explica el director de I+D de René Lagos Engineers sobre el proyecto de generación automatizada de armaduras en modelos BIM.
Igualmente, Volcán ha aprovechado los beneficios de la Ley I+D, en los siguientes proyectos: