La iniciativa comenzó a operar a principios de mayo en el proyecto Distrito Quillayes, de Grupo Siena, en la comuna de La Florida, y durará 18 meses, donde se espera valorizar diariamente hasta 5 m3 con un mínimo gasto energético, aportando al cuidado de los recursos hídricos.
En momentos en que el país vive una preocupante sequía hace más de una década y el concepto de escasez hídrica amenaza el consumo humano y las actividades productivas, Grupo Siena dio el puntapié inicial a un prototipo sin precedentes en Chile, que tiene como objetivo reutilizar las aguas grises que provienen de las duchas y lavamanos de los trabajadores para darles nueva utilidad en los procesos de faena y ejecución un proyecto que están desarrollando en la comuna de La Florida, cerca de Metro Quillayes.
La iniciativa surgió a raíz de un proyecto de innovación presentado por el departamento de Seguridad, Salud Ocupacional y Medio Ambiente de la empresa el año 2021, que espera valorizar, en un comienzo, 5 m3 de agua para ampliarse, luego, a 10 m3 diarios. La meta es alcanzar los 100 m3 mensuales, lo que equivale a 100 mil botellas de un litro de agua. “Si existe racionamiento eventualmente y no estamos preparados o no tenemos un plan de contingencia, esto significaría suspender las obras. Por esta razón, reutilizar el agua a través de esta planta nos permitirá tener continuidad operacional, algo fundamental para nuestros procesos y planificaciones”, afirma Daniel Flores, jefe de Seguridad, Salud Ocupacional y Medioambiente de Grupo Siena, encargado de liderar el proyecto.
El principal valor de esta planta de tratamiento es que su instalación y habilitación demora en total una semana y necesita un mínimo un consumo energético para funcionar, de solo 3 kW mensuales, lo que llevados a un valor monetario corresponde a $2.400 al mes. En resumen, es una alternativa rápida, de bajo gasto energético y muy positiva en el contexto actual.
Considerando que los principales consumos de agua en una obra de construcción están en la instalación de faena (25%) y en su ejecución (75%), Grupo Siena puso en marcha este proyecto para aprovecharlo principalmente en el proceso de hormigonado, que exige un alto porcentaje de agua.
Durante los próximos 18 meses, la tarea es medir y trazar los rendimientos del prototipo, para comprobar en terreno la reducción de los consumos y validar su utilización en el resto de las obras que ejecuta la empresa. “Los esfuerzos de Grupo Siena están enfocados en cumplir con los objetivos de este proyecto y también obtener una certificación que nos permita ampliar el uso que le estamos dando actualmente a las aguas grises tratadas y así, seguir avanzando en esta materia”, añade Daniel Flores.
La iniciativa toma mayor importancia aún, al considerar que, en materia legal, Chile cuenta con la ley 21.075, promulgada el año 2018, que regula la recolección, reutilización y disposición de aguas grises en el país, pero que tiene un reglamento específico que fija los requisitos técnicos para el reuso de aguas grises, pendiente de aprobación y que aún no se dicta, por ende, limita la posibilidad de tener un marco jurídico más completo en esta materia.
Fuente: CDT