Por Paola Valencia, encargada de la Secretaría Ejecutiva de Construcción Sustentable del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu).
Desde que en 2012 el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) impulsara y liderara la firma del convenio interministerial de construcción sustentable —firmado en ese entonces por los ministerios de Obras Públicas, Vivienda y Urbanismo, Medioambiente y Energía— el avance en los objetivos planteados no se ha detenido. En la actualidad hemos actualizado el convenio sumando a nuevos actores, entre los que cuentan los ministerios de Desarrollo Social y de Economía, Fomento y Turismo; junto con ello creamos las 16 Comisiones Regionales de Construcción Sustentable (CORECS) para articular su Gobernanza.
En la última década se han generado incontables iniciativas que han contribuido a promover, difundir y fomentar la implementación de la construcción sustentable en el desarrollo de la edificación e infraestructura del país, y una de las centrales ha sido la Mesa Interministerial de Construcción Sustentable (MICS), cuyo producto central ha sido la Estrategia Nacional de Construcción Sustentable (ENCS), publicada en 2013 como una hoja de ruta para el desarrollo del trabajo en este ámbito, y que se configuró en uno de los 6 instrumentos de mitigación para el proceso de implementación y seguimiento a la Contribución Nacional Determinada de Chile en el Acuerdo de París (NDC).
Como el periodo de vigencia de esta estrategia venció en 2020, era necesaria una actualización, lo que nos ofrece la oportunidad de elevar su estatus a Plan Nacional de Construcción Sustentable 2050, con el mérito adicional de estar al alero de la Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU), por ser un documento que entrega principios orientadores y lineamientos que guían hacia una evolución positiva y sustentable de las ciudades y centros poblados en el territorio.
Por lo anterior, ahora nuestra tarea debe abocarse a elaborar un plan que detalle cuáles deben ser los lineamientos estratégicos en materia de la edificación e infraestructura sustentable. De esta manera será posible identificar objetivos, líneas de acción, mecanismos, indicadores y responsables, para poder llevar a cabo políticas concretas de corto, mediano y largo plazo, las que, además, deberán estar alineadas con los compromisos nacionales e internacionales en sustentabilidad del ambiente construido.
El alcance de este plan será entregar lineamientos estratégicos y metas para la incorporación de la sustentabilidad en el ciclo completo de la edificación e infraestructura nacional. La meta que se propone para la nueva versión de esta estrategia es que el sector construcción nacional tienda a la neutralidad al 2050.
Entre los objetivos ambientales preliminares que se contemplan para dar inicio al proceso de elaboración están la reducción de uso de recursos naturales (agua, áridos, madera, terreno) y la minimización de los efectos ambientales (emisiones, residuos, contaminación) en ecosistemas y espacios naturales dados por las distintas etapas de la edificación, junto con otras consideraciones de mitigación y adaptación al Cambio Climático que estarán muy presentes en el diseño de este instrumento.
Junto con lo anterior, otro objetivo ambiental se relaciona con el mejoramiento de los estándares de habitabilidad de las personas y equidad territorial. En este sentido un elemento central en este plan será la instauración de la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS) como instrumento capaz de medir la sustentabilidad en el ciclo de vida completo de los proyectos de vivienda, con lo que se promueve que cada una de las etapas tenga un bajo impacto ambiental, entre otros beneficios, con lo que se confirma el importante rol de las certificaciones de edificaciones sustentables, y su aporte a la disminución de huella de carbono de la industria.
La CVS es relevante, además, porque permite promover la oferta y demanda de viviendas sustentables, considerando que, tanto el mercado, como las personas, están mirando hacia la sustentabilidad como un camino hacia soluciones que ofrezcan reducción de costos de operación de la vivienda, lugares más confortables donde vivir, y la oportunidad de aportar a cuidar el medioambiente, que ciertamente es un factor que cada vez tienen más en cuenta las personas.
Actualmente, la actualización del Plan Nacional de Construcción Sustentable 2050 se encuentra en proceso de licitación para su desarrollo, y se espera que para inicios del segundo semestre de 2022 esté disponible el primer borrador para su revisión y aprobación por parte de los actores involucrados en la Mesa interministerial de Construcción Sustentable.
Fuente: CVS Chile
Contar con un instrumento robusto, transparente, representativo y participativo a nivel nacional es indispensable para avanzar en la implementación del plan que busca mejorar la habitabilidad y la equidad territorial, incorporando el concepto de economía circular en la construcción.
En 2012 el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) impulsó la firma de un convenio constituido por cuatro ministerios: de Obras Públicas, Medio Ambiente, Energía, y Vivienda y Urbanismo para sentar las bases de la implementación de la construcción sustentable. Hoy, se están incorporando los ministerios de Desarrollo Social y de Economía, Fomento y Turismo, junto a 16 comisiones regionales.
La Estrategia Nacional de Construcción Sustentable, que data de 2013, fue el primer producto de este convenio y se convirtió en uno de los seis instrumentos de Mitigación para el proceso de implementación y seguimiento a la Contribución Nacional Determinada de Chile en el Acuerdo de París (NDC). Como la estrategia vence este año, se actualizará por medio de la metodología de Evaluación Ambiental Estratégica, con miras a la neutralidad de carbono de la construcción para 2050.
Ahora, Chile contará con un Plan Nacional de Construcción Sustentable (PNCS) de la Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU), que incorpora la metodología de la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) con enfoque de sustentabilidad. Esto permite construir un instrumento robusto, transparente, representativo y participativo a nivel nacional. Al mismo tiempo, vela por la incorporación de las consideraciones ambientales en el desarrollo del sector construcción, además de fortalecer la gobernanza necesaria para la futura implementación del plan, ya que será validada por los diferentes actores vinculados.
“En diciembre, se presentó y aprobó la solicitud de desarrollar el PNCS con Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) en el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad. En enero de 2020 se envió a Presidencia y, actualmente, se está a la espera de la aprobación. Paralelamente, se trabaja en los términos de referencia para la contratación de la consultoría”, detalla Paola Valencia, secretaria ejecutiva de Construcción Sustentable del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu).
La evaluación medirá parámetros ambientales, sociales, económicos y gobernanza y contará con una amplia participación ciudadana. Mientras que toda la estrategia buscará incorporar el concepto de economía circular en el sector construcción, para reducir el consumo de recursos y promover un modelo económico sostenible.
Cambio climático
Además, Estrategia Nacional de Construcción Sustentable perseguirá el fortalecimiento de la gobernanza de construcción sustentable del sector público, la reducción de efectos ambientales, en ecosistemas y espacios naturales, derivado del consumo de recursos naturales y por las distintas etapas de la edificación y mejorará los estándares de habitabilidad de las personas y la equidad territorial, considerando medidas de mitigación y adaptación al cambio climático.
Lo anterior es concordante con la contribución nacional al Acuerdo Climático de París 2015. La meta de carbono neutralidad fijada para 2050 le asigna un rol clave a la construcción, pues un 17% de ella correspondería a la edificación sostenible. ¿Cómo fijamos una hoja de ruta para lograr un Chile carbono neutral? Según el director ejecutivo de la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaS), Ignacio Santelices, hay una serie de acciones que tienen que ver con temas energéticos, como factores sociales, el sector forestal, áreas protegidas, entre otros.
Dentro de los compromisos del sector energía, la descarbonización de la matriz energética es uno de los más relevantes, ya que implica eliminar las centrales a carbón antes de 2040. En esa línea, Chile debiera disminuir el consumo de combustibles fósiles en calefacción, climatización, transporte y procesos industriales. “Esto se va a lograr a través del impulso de la introducción de nuevas energías renovables y también siendo más eficientes en el uso de la energía, a través de formación e información, a través de los Sistemas de Gestión de la Energía, del recambio de equipos, y también a través de la eficiencia pasiva. Tiene que ver con cómo estamos construyendo nuestras edificaciones. Es aquí donde entra el tema de la edificación sostenible”, enfatiza Santelices.
Hoy día en Chile la climatización en hogares y en empresas está más centrada en subir la temperatura en invierno. “No obstante, el desafío de tener climatización en verano, va en la línea de bajar los consumos de energía, y por eso es importante abordar esta problemática de manera más integral”, concluye el director ejecutivo de la Agencia SE.