Productividad, sustentabilidad, competitividad,, innovación y tecnología son los temas que siguen siendo prioritarios para el programa, a lo que se suma considerar una actualización de la hoja de ruta y la estrategia del programa.
Cinco ejes principales tiene el trabajo de Construye2025 para este año: fortalecer el capital humano, mejorar la productividad y la sustentabilidad, fortalecer el desarrollo de innovación, tecnología e investigación, y reformular la hoja de ruta. El gerente del programa, Marcos Brito, analiza estos puntos y habla de lo que viene durante los próximos 10 meses.
Desafío 1: Productividad
Lograr mejoras en la productividad del sector por medio de fortalecer la formación del capital humano, mejorar los marcos contractuales, hacer más eficiente el uso de los recursos y disponibilizar tecnologías de información para el diseño y tramitación de obras.
“Estas son las temáticas tal vez más críticas que se están abordando hoy en el sector construcción, por cuanto necesitamos torcer la curva de productividad, que está estancada desde hace más de 20 años y, en este sentido, la brecha número uno sigue siendo las deficiencias de capital humano. Pero también tenemos que actuar sobre aspectos contractuales y las maneras en que se relacionan las partes de la construcción y ver cómo incentivamos o propiciamos la transformación digital. Ese es el concepto que está detrás de incorporar tecnologías de información en los procesos constructivos. También debemos disponibilizar tecnologías, metodologías y sistemas para hacer más eficientes las obras de construcción y el uso eficiente de los recursos.
En lo que se refiere a la tramitación de obras, hablamos puntualmente del DOM en Línea, proyecto que está instalado hoy en el Minvu y nosotros como programa participamos en la mesa directiva”.
Desafío 2: Sustentabilidad y economía circular
Los residuos de la construcción se insertan en un proceso de producción lineal. Su generación, gestión e inadecuada disposición, son un gasto y pérdida de recursos, tanto para el sector público como para el privado. En este sentido, los principales desafíos que presenta el sector son aquellos que se relacionan con la baja productividad y los impactos ambientales de construcción.
En cuanto al sector privado, el desafío es fortalecer la cadena de valor para el desarrollo de la economía circular en construcción. Hay evidencias concretas de ahorros en el presupuesto de la obra, en la seguridad para los trabajadores y en reducir los impactos ambientales en el entorno.
Desde el sector público, se está desarrollando una hoja de ruta de los residuos de la construcción y demolición (RCD), iniciativa multisectorial que busca fomentar y promover la gestión sustentable de los RCD, bajo el foco de Economía Circular. Para ello se ha formado un comité consultivo público, integrado por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, Corfo y el Construye2025 (ver www.construye2025.cl/rcd).
Desafío 3: Industrialización
Mejoras en competitividad, por medio de fomentar la construcción industrializada, incluyendo sistemas prefabricados lineales, panelizados o modulares, así como el desarrollo de capital humano especializado, son objetivos del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), impulsado por Construye2025, con la participación de actores públicos y privados.
Por parte de la construcción industrializada, “estamos preparando casos de éxito para difundir, para mostrar que en Chile se están haciendo cosas muy interesantes y competitivas a nivel regional. Y que, por lo mismo, deberían tener mucha más vitrina, para hacer crecer su mercado. Vale decir, que más constructoras contraten a estas empresas que hacen soluciones prefabricadas o industrializadas y también pensar que puedan vender en otros países”, comenta Brito.
Por otra parte, el Consejo de Construcción Industrializada, que ya tiene más de 50 instituciones miembro, está pronto a constituirse como una corporación independiente, para así contar con su propia personalidad jurídica, autonomía operacional y, de esta forma, hacer frente a los desafíos que la construcción industrializada requiere sortear para promover este tipo de soluciones y mejorar la productividad de la edificación en Chile.
Desafío 4: Innovación y tecnología
Fortalecer el desarrollo de innovación, tecnología e investigación para el sector, por medio del apoyo e involucramiento de los centros tecnológicos y de extensionismo en operación.
“Los centros tecnológicos deben ser el principal instrumento habilitador o plataforma habilitadora para que se desarrollen tecnología y se genere investigación y sistemas innovadores para la construcción. No queremos que sigan prestando desde la academia los servicios que ya han desarrollado anteriormente, se busca una adicionalidad de servicios, producto de la sinergia entre quienes componen estos centros”, especifica.
De esta manera, “queremos que estos centros sean realmente un punto de inflexión en cuanto al desarrollo, tecnología, prototipaje e investigación. Asimismo los centros de extensionismo, por lo menos los dos que están trabajando en construcción, han tenido buenos resultados, como por ejemplo en la zona sur, en el que ya han desarrollado herramientas para la gestión de las empresas. También están haciendo cursos de BIM para pymes y acercando sistemas más avanzados de gestión a estas empresas de menor tamaño”, añade.
Desafío 5: Revisión estrategia
Reformular la hoja de ruta y desarrollar una estrategia para la segunda etapa de implementación de Construye2025, con actividades, actores, plazos y metas específicas, junto con la instalación del programa en el sector, para su continuidad en el largo plazo.
“Con esto no nos referimos a hacer el mismo trabajo que realizamos hace tres años, de construir una hoja de ruta, sino que tener una visión crítica de la actual y qué cosas son las que realmente tienen valor para llevar adelante desde este programa y cuáles deben hacerse desde otras instituciones”, reflexiona el profesional.
En ese sentido, “debemos plantearnos un plan de acción para estos tres años que nos permita todavía darle más valor a este programa, mantenerlo vigente y, sobre todo, seguir levantando apoyo desde el sector privado, porque todavía nos hace falta complementar un apoyo concreto del sector privado al programa, para que pueda lograr los objetivos que se plantea”, sostiene Marcos Brito.
Por Alejandra Tapia Soto, coordinadora técnica del programa Construye2025.
La construcción en Chile es uno de los sectores que tiene más baja productividad, cerca del 50% de EE.UU. (Mckensey 2007), es uno de los mayores consumidores de materias primas (50% del acero a nivel mundial) y genera el 35% de los residuos sólidos en el mundo, estos residuos en parte, también son ineficiencias de los procesos productivos.
Construye2025 es un programa impulsado por Corfo que busca mejorar la productividad y sustentabilidad de la construcción. A partir de la implementación en 2017 de su hoja de ruta, se comienzan a realizar estudios y mesas de trabajo en torno a la temática. Actualmente, los principales desafíos que presenta el sector son aquellos que se relacionan con la baja productividad y la responsabilidad de los impactos ambientales que tiene la etapa de construcción.
Tras los estudios realizados y las conclusiones de las mesas de trabajo, hubo una reflexión más profunda realizada por los participantes del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Ministerio de Medio Ambiente y Corfo, en torno a las brechas del sector público, y se determinó que había que actuar en forma estratégica e integral.
La escasa infraestructura para la valorización y eliminación de los RCD y su indefinición jurídica, así como falencias en el cumplimiento del marco regulatorio, fueron algunos de los temas de preocupación del sector público. Por otra parte, un estudio (CDT 2017) identificó que el 60% de los profesionales del sector construcción no conocía leyes, reglamentos, normativas o manuales respecto a la gestión de residuos. Por otra parte, la mayoría de las regiones carece de vertederos autorizados para eliminar los RCD e infraestructura para su valorización, perdiéndose materias primas que podrían servir para nuevos ciclos productivos, por ejemplo, el reciclaje de áridos.
Hoy se encuentra en desarrollo una hoja de ruta para la gestión de los RCD, con el fin de abordar las diferentes problemáticas, a través del Convenio Interministerial de Construcción Sustentable, mediante la articulación pública-pública y pública-privada, basándose en la gestión sustentable de los RCD en el marco de una economía circular.
La economía circular hace referencia a la naturaleza, donde no hay residuos, lo que no le sirve a un organismo es aprovechado por otro, e implica un cambio de paradigma.
Se espera realizar el lanzamiento de la consulta pública del documento de la hoja de ruta durante el segundo semestre, y a principios del 2020, el lanzamiento de la versión final. Asimismo, se requiere que las instituciones públicas y el sector privado adquieran compromisos concretos en relación al cierre de brechas.
Foto: Gentileza Viconsa.
La innovación y la tecnología difícilmente pueden generar mejoras en una obra sin un equipo que conozca cómo se usan y para qué sirven. Por lo tanto, es necesario poner énfasis en la certificación y la capacitación.
Una de las principales labores del programa estratégico Construye2025 es mejorar la productividad. Algo que no sólo va de la mano de la tecnología y la innovación, sino que de una mejora en la preparación del capital humano de una organización.
El desarrollo del capital humano “es la herramienta con la que la empresa puede mejorar la capacidad productiva de sus colaboradores, junto con motivarlos y estimularlos a lograr su mejor rendimiento, sentando el compromiso e interés mutuo en las bases de la relación laboral. Este desarrollo de capacidades para la construcción no ocurre en otros contextos”, dice el coordinador de formación de Construye2025, Joaquín Díaz.
Y es que una empresa se define por sus trabajadores y su capacidad de generar valor, “es la suma de las capacidades de sus equipos”, considera Díaz.
Sin embargo, en la construcción la idea de formar al capital humano no tiene la misma acogida, ya que este no es considerado parte estable de la empresa. “Con una rotación promedio en obra cercana al 10% mensual, la probabilidad de que un empleado permanezca en un proyecto un año completo es muy baja en la mayoría de los casos. Esto, sumado al comportamiento de muchos trabajadores, que dejan un trabajo sin terminar cuando encuentran otro, hace que la sensación de la empresa normalmente sea de que ‘no vale la pena invertir en formar, ya que ese esfuerzo lo capitaliza otro’”, precisa el profesional.
Y esto vuelve a poner relevancia sobre “quién” es el que tiene acceso al uso de los bienes públicos para destinar a formar capital humano.
Por ello, para este 2019 la gran prioridad es instalar el marco de cualificaciones para el sector construcción. Para conseguirlo, Díaz explica que “se definió como estrategia del Comité Gestor Certificación, Capacitación y Registro (CCR) realizar una profundización y actualización del diagnóstico sobre certificación y capacitación en el sector construcción para identificar por qué no se ha avanzado en la instalación del marco de cualificación y desde ahí decidir la forma más efectiva de apoyar su proceso de instalación”.
Dentro de este plan, es importantísimo conseguir el poblamiento e instalación de un marco de cualificación, como sistema de gestión y desarrollo de capital humano, puesto que “esta figura ha dado buenos resultados en diferentes partes del mundo”.
Esto se sumaría a los avances logrados en 2018, como el levantamiento de mapas de procesos que incluyen sistemas industrializados de construcción, para ampliar la mirada a los nuevos perfiles y capital humano que requerirá el sector cuando estos sistemas constructivos se masifiquen, aunque el Organismo Sectorial de Competencias Laborales (OSCL) del sector construcción mantiene su foco en los procesos tradicionales.
En la instancia que se llevará a cabo el 14 de mayo, se difundirá la consolidación del Consejo de Construcción Industrializada (CCI) y otros avances.
Construye2025 está patrocinando la Expo Construcción Industrializada 2019, que se llevará a cabo el 14 de mayo, en el Hotel Plaza El Bosque Nueva Las Condes.
“Este es un escenario ideal para poder referirnos al tema y plantear cuáles han sido los avances, dado que la construcción industrializada es uno de nuestros principales focos de trabajo”, menciona Marcos Brito, gerente de Construye2025.
Además, durante este evento se difundirá la consolidación del CCI, que hoy cuenta con más de 50 miembros -en cuyo directorio participan instituciones como Echeverría Izquierdo, ICH, ICHA, Madera21, Tensocret, Fourcade&Co y Hormipret- y se mostrarán casos de éxito, nuevos productos y nuevas tecnologías que están saliendo en pos de la construcción industrializada.
“Queremos entregar noticias relevantes, como las recientes inauguraciones de las plantas industriales de ATCOSabinco y E2E, por ejemplo”, dice el gerente del programa impulsado por Corfo y agrega: “esta Expo es hasta ahora la vitrina más importante para este tipo de sistemas constructivos”.
La Expo Construcción Industrializada es organizada por la Revista EMB Construcción y producida por EMB Seminarios. También cuenta con el patrocinio de ICH, ICHA, Chile Green Building Council, Planbim, Madera 21, Colegio de Arquitectos y Colegio de Ingenieros.
Foto: Sistema Industrializado Metalpol RC Tecnova 2019.