Guido Sepúlveda, presidente de la Comisión de Productividad de la Cámara Chilena de la Construcción, analiza los avances, barreras y desafíos para una industria más eficiente y competitiva.
Desde 2015, el sector construcción ha mostrado avances puntuales en productividad, principalmente impulsados por la adopción de nuevas metodologías y tecnologías, en particular asociados a un impulso relevante para la adopción de BIM como eje de la transformación digital del sector, así como la materialización de una adopción creciente de construcción industrializada en los últimos años.
Sin embargo, según Guido Sepúlveda, presidente de la Comisión de Productividad de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), “a nivel agregado, los incrementos han sido modestos y aún por debajo de otros sectores productivos. Nuevas exigencias normativas, criterios poco claros y discrecionales para la aprobación de permisos, largos plazos de tramitación asociados a hallazgos arqueológicos o paleontológicos, otras restricciones regulatorias y las consecuencias asociadas al estallido social, la pandemia y la posterior inflación de costos de materias primas, han afectado muy fuertemente su desempeño”.
Por lo tanto, a pesar de los esfuerzos realizados, “el aumento de la productividad del sector construcción sigue siendo un gran desafío público y privado, y desde la Comisión de Productividad estamos ocupados en ello”, ratifica.
Caminos posibles
El experto destaca mejoras claras en los proyectos que implementan industrialización y transformación digital, especialmente en reducción de tiempos y errores. “La industrialización permite, entre otras ventajas, un mayor control y eficiencia operativa junto con una disminución de plazos de ejecución y menor generación de residuos. Por su parte, la transformación digital (BIM, plataformas colaborativas) ha mejorado la coordinación y planificación de los proyectos, más aún cuando va de la mano con la integración de actores en etapas tempranas, y se ha constituido como un habilitante para la incorporación de nuevas tecnologías”, explica Sepúlveda, aunque también advierte que “no obstante, su adopción todavía es desigual y poco masiva”.
¿Las razones? “Las principales barreras son culturales, pero también existen otras que son propias de la estructura de la industria”, explica.
Así, entre las primeras, el diagnóstico habla de una cierta resistencia al cambio frente a lo que se ha hecho siempre, sumado a una ausencia de estandarización y escasa coordinación natural entre actores claves, ya sea a nivel público, privado y académico.
“Por otra parte, existe una alta fragmentación en la industria y su cadena de valor, donde prevalece una perspectiva proyecto a proyecto, lo que redunda en bajas tasas de capacitación y certificación de competencias de quienes trabajan en el sector, con pocos incentivos para la innovación e introducción de nuevas tecnologías”, argumenta Sepúlveda.
En este escenario, el presidente de la Comisión de Productividad CChC asegura que la colaboración público-privada y la academia ha sido clave para visibilizar el problema, generar diagnósticos, desarrollar estándares y generar acciones. “Iniciativas como Construye2025, que ha propiciado la creación del CTEC, CIPYCS, del Plan BIM en su momento, más el impulso industrializador que generó el MINVU por parte del Estado, y la creación de la Comisión de Productividad de la Cámara Chilena de Construcción, su apoyo a la fundación del Consejo de Construcción Industrializada CCI, la generación de la Aceleradora BIM, sucesivos Retos de Innovación promovidos por la CChC junto con programas de formación desde la Academia, han impulsado y dado soporte a la transformación del sector”, sostiene.
Por ello, insiste en que “falta profundizar esta colaboración para que las soluciones escalen y se implementen de forma más masiva”. Como aprendizaje, Sepúlveda menciona la necesidad de que los avances incorporen una mayor articulación efectiva de los distintos actores para que los resultados tengan mayor impacto, participando todos con una actitud y visión colaborativa e integradora.
“Debe promoverse también la formación continua y estructurada, así como el desarrollo de liderazgos movilizadores, tanto en el ámbito público como privado. De esa forma, el sector podrá profundizar la adopción de estas nuevas tecnologías, fortalecer la capacitación de las personas que trabajan en el sector para hacerlo más atractivo a los nuevos talentos, promover contratos más colaborativos entre las partes involucradas e impulsar políticas que generen condiciones para la innovación”, manifiesta.
Finalmente, destaca el rol del capital humano como fundamental para la innovación la adopción efectiva de las nuevas tecnologías y sostenes las mejoras en productividad. “Entre los desafíos está resolver la escasez de mano de obra calificada, la actualización continua de competencias y la incorporación de nuevas generaciones con habilidades digitales y técnicas más modernas, más aún cuando la inteligencia artificial es ya una realidad que hay que internalizar en nuestros procesos”, opina.
En ese sentido, comenta que “en la Cámara Chilena de la Construcción existe una permanente atención a este tema, con instancias como el Consejo de Formación y la propia Comisión de Productividad, uno de cuyos ejes estratégicos es éste”.
Marisol Cortez, desde la Cámara Chilena de la Construcción, y Patricia Pastén, desde el Gobierno de Santiago, asumen la presidencia del Comité Consultivo de la Red Circular de la Construcción. Ambas coinciden en que la colaboración, la gobernanza territorial y la articulación público-privada son claves para impulsar un cambio estructural y sostenible en el sector.
La economía circular es, cada vez más, una respuesta concreta a los desafíos que enfrenta la industria de la construcción. Con la reciente instalación de la Red de Economía Circular de la Construcción (Red ECC), este compromiso adquiere fuerza gracias a un liderazgo compartido que combina la mirada gremial y técnica con la perspectiva territorial.
Para Marisol Cortez, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Chilena de la Construcción, asumir la presidencia del Comité Consultivo de la Red ECC es el inicio de un proyecto país: “No se trata solo de estar comprometidos, sino de liderar cambios reales junto al sector público”. Su enfoque apunta a traccionar a toda la cadena de valor —proveedores, inmobiliarias, constructoras— para incorporar prácticas circulares, generar pilotos replicables y fortalecer capacidades mediante capacitaciones y manuales prácticos.
Cortez destaca que la clave está en articular actores y sostener su participación activa y permanente, asegurando que la Red no sea solo un proyecto de Santiago, sino un modelo escalable hacia todo el país. Parte de ese desafío es coordinar alianzas entre comunas generadoras y receptoras de residuos, promoviendo ejemplos de simbiosis industrial que puedan replicarse territorialmente: “Debemos ser estratégicos y crear vasos comunicantes entre comunas, como ejemplos que puedan escalar a nivel nacional”, subraya.
Desde el Gobierno de Santiago, Patricia Pastén, jefa del Departamento de Medio Ambiente, complementa esta visión destacando la oportunidad de fortalecer la coordinación entre lo técnico y lo territorial, acercando la Red a los municipios y generando sinergias con programas regionales de sostenibilidad. “Podemos avanzar hacia una industria que reduzca impactos ambientales, pero también que genere capacidades locales y oportunidades reales”, enfatiza.
Pastén reconoce desafíos estructurales: la falta de infraestructura de valorización de residuos, la baja articulación de actores, la escasez de información confiable y marcos normativos que habiliten la reutilización de materiales. Por eso, plantea que la colaboración público-privada y la corresponsabilidad compartida serán pilares para sostener la transformación. “Incorporar principios de economía circular no es solo responder a una demanda ambiental: es anticiparse a nuevas regulaciones, optimizar recursos y abrir oportunidades de negocio”, afirma.
Ambas presidentas coinciden en que la Red ECC debe ser una plataforma habilitante para impulsar inversiones verdes, compras públicas sustentables y proyectos con impacto real, conectando a empresas grandes y pequeñas para cerrar brechas en la gestión de residuos y abrir espacio a nuevos modelos de negocio circulares.
Hoy, la Red ECC se proyecta como un motor articulador de alianzas, formación y soluciones prácticas, porque la economía circular —como coinciden sus liderazgos— es, efectivamente, un proyecto país.
Con una mirada puesta en dinamizar la institución, proponer nuevos modelos de negocio y abrir el IC a nuevas temáticas, el nuevo director ejecutivo puso énfasis en desarrollar una gestión que fortalezca el liderazgo que Chile ostenta en el sector constructivo en Latinoamérica.
En la 312° Reunión Ordinaria de Directorio, realizada este jueves 3 de julio, los directores del Instituto de la Construcción anunciaron que Marcos Brito Alcayaga asumirá de manera oficial como el nuevo director ejecutivo de la entidad, culminando, de esta manera, con la postulación pública que se inició a principios de mayo.
“La designación de Marcos Brito representa un respaldo a la continuidad de un trabajo serio, colaborativo y orientado a fortalecer la sostenibilidad, la productividad y la calidad en la construcción. Desde el Instituto de la Construcción valoramos profundamente su trayectoria y compromiso, y reafirmamos nuestra disposición para seguir articulando esfuerzos junto a él, impulsando iniciativas que contribuyan al desarrollo sostenible del sector y al bienestar de las personas”, sostiene Mauricio Salinas, presidente del Instituto de la Construcción.
Hasta la fecha, Brito ejercía el mismo cargo en calidad de interino. Su desembarco como director oficial da inicio a una nueva etapa, tras la salida de José Pedro Campos, quien ejerció como director ejecutivo por casi 28 años.
“Asumo este desafío con mucho orgullo y la convicción de que el Instituto de la Construcción debe seguir consolidándose como la principal entidad convocante, de coordinación y articulación, para el desarrollo de temáticas clave para el crecimiento productivo de la construcción, que hoy además, nuestro país necesita para enfrentar tiempos complejos. Sabemos que el sector tiene urgencias en productividad, calidad y sostenibilidad, y nuestro compromiso es ser un puente efectivo entre el sector público, privado y la academia para impulsar soluciones concretas y ser el mayor referente técnico para el sector. El foco de mi gestión estará puesto en fortalecer la colaboración, agilizar los procesos internos del IC y buscar promover iniciativas que aporten mejoras en productividad, calidad, resiliencia, sustentabilidad y -en definitiva- un mejor estándar para la industria y para la vida de las personas”, señala Marcos Brito.
Con 18 años de experiencia profesional en liderazgo de iniciativas estratégicas para la transformación del sector, impulsando principalmente el programa Construye2025 y el Consejo de Construcción Industrializada, Brito asume la Dirección Ejecutiva en un momento clave para dar continuidad a proyectos de alto impacto, tales como la Certificación Edificio Sustentable (CES), la actualización de normativas, la promoción de la economía circular y la resiliencia de la infraestructura frente a desafíos como el cambio climático.
El proceso de selección del nuevo director ejecutivo recibió cinco postulaciones, de las cuales cuatro continuaron en competencia. Tras ser entrevistados para evaluar aspectos como liderazgo, visión estratégica, gestión, comunicación, innovación y ajuste al cargo, se propuso una dupla finalista que presentó sus propuestas ante el directorio el 3 de julio.
En 10 años, quien ha sido la única mujer a la cabeza de Construye2025, llega al final de un liderazgo marcado por la relevancia del trabajo colaborativo entre los sectores público, privado y la academia, la integración femenina en el rubro y la producción sostenible.
Carolina Garafulich es ingeniera comercial, directora de PopEstate y gerenta general de la empresa de tecnología Plan OK, roles que ha sabido conjugar con su cargo de presidenta en Construye2025. Conversamos con ella, ad portas de terminar su periodo y convertirse en Past President, nos cuenta cómo ha sido la experiencia de ser la única mujer a la cabeza de esta institución en una década.
Desde el ámbito personal, la líder explica que pudo conectar con el impacto que genera el rubro de la construcción en el país, tanto en lo económico como en lo social. “La palabra construcción tiene una tremenda energía: construir es levantar, edificar, crear posibilidades, posibilidades de desarrollo, de empleo, de vivienda, de conexión y de tantas cosas más. Cuando conectas con eso los tiempos y la energía se multiplican, porque cada avance en este rubro es un grano de arena que podemos entregar y una huella que podemos dejar”.
Desde lo profesional, para ella “fue muy enriquecedor, por una parte, ver la entrega del equipo ejecutivo, movido por sus convicciones, con una capacidad multiplicadora para estar presente en la mayor cantidad de instancias posibles que permitieran acelerar la transformación del rubro, y por otra parte, ver el interés de todos aquellos que participaban directa o indirectamente en la existencia de este programa con un rol articulador entre el mundo público, privado y la academia, logrando conexión y colaboración entre las partes”, precisa. Con esta experiencia, puede ratificar que “la colaboración es el puente para construir un mejor futuro para las siguientes generaciones”.
¿Cuál fue el mayor desafío que enfrentaste al asumir la presidencia del programa y cómo lo superaste?
Creo que el mayor desafío es elegir desafíos y priorizar. Hay mucho que hacer todavía y dan ganas de abordarlo todo, pero no es posible, por lo que siempre hay que estar identificando dónde se puede generar más valor. Por otra parte, hay una gran necesidad de diálogo y de visibilizar acciones, iniciativas e información en general; hay muchas iniciativas que a veces se toman en paralelo desde distintas instancias y siempre es un desafío mantener un mapeo actualizado de acciones en marcha para articularlas de manera de unir esfuerzos y de esa forma, traccionar de forma más rápida y eficiente los resultados esperados. Creo que una buena comunicación y generar instancias de diálogo e interacción han sido clave para generar conexiones que permitieran avanzar en la hoja de ruta.
En estos años, ¿qué hitos destacarías como los más relevantes en la transformación del sector?
Construye2025 ha sido clave en instalar conceptos como la industrialización, la productividad, la innovación, la economía circular y la sostenibilidad en el sector de la construcción. Hoy, parecen conceptos cercanos y presentes en los titulares, comisiones de trabajo, gerencias, etc., pero hace 10 años no tenían la fuerza de hoy. Por supuesto que queda mucho por avanzar, pero ya logramos lo más importante: instalarlos como un tema relevante para el país, para las mallas curriculares y para la alta dirección en las empresas del rubro. Una iniciativa es, por ejemplo, el Sello Pro de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), que permite iniciar un camino hacia la sostenibilidad de proyectos y empresas del sector a través de pilares concretos.
Construye2025 ha sido un referente en productividad y sustentabilidad en la construcción. ¿Cómo crees que ha cambiado la industria gracias a este programa?
Dentro de las iniciativas dentro de estos ámbitos, es clave destacar la creación del Consejo de Construcción Industrializada, con el fin de promover la industrialización como una estrategia que permite apoyar el desarrollo de la industria, favoreciendo su avance en productividad y sustentabilidad. En el ámbito de la sustentabilidad, destaco la creación de la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, iniciativa para fomentar y promover la gestión sustentable de residuos, bajo el foco de economía circular.
En ese sentido, ¿qué rol ha tenido la sustentabilidad en la evolución del programa y cómo se proyecta a futuro?
La sustentabilidad ha sido uno de los temas centrales del programa, tanto así que es uno de los cinco pilares estratégicos de la Hoja de Ruta y el que ha contemplado la mayor cantidad de acciones (ocho). Cada día, el mundo está más consciente del impacto que hemos dejado en el planeta. Como país tenemos el desafío de ser carbono neutral y resiliente al clima para 2050 y el sector de la construcción es uno de los que más contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), por esto ha sido y es un aspecto clave a movilizar.
¿Cómo ha sido la relación y el trabajo conjunto entre el sector público, privado y la academia en estos años?
Es muy destacable que el programa complete diez años, lo que significa que ha perdurado más allá de los cambios políticos, lo que demuestra que este es un desafío país más allá de ideologías u otras diferencias, por el impacto económico, social y medioambiental del sector. Este trabajo conjunto no siempre es fácil, principalmente por los focos y desafíos particulares de cada uno, pero lo valioso es que en cada Consejo Estratégico se veía claramente el interés de colaborar y acceder a información de lo que estaba pasando en el rubro, de manera de generar sinergia, diálogo y avance. Me quedo con el valor que se la ha dado a C2025 desde estos tres sectores como acelerador y articulador, todavía necesario para disminuir las brechas actuales en el sector.
Un liderazgo integrador
Al despedirse de su periodo como presidenta, la hoy Past President espera haber dejado la huella de una líder comprometida con su misión, y espera que quien tome la posta responda a la misma inspiración y anhelo por hacer del sector de la construcción uno cada vez más avanzado y en sintonía con las necesidades del entorno.
¿Cómo te gustaría que se recordara tu gestión en Construye2025?
Espero que se recuerde como un liderazgo integrador, comprometido y con foco en resultados y avances concretos, que nos permitieran una base para un proyección a futuro.
¿Qué consejos le darías a quien tome el relevo en la presidencia del programa de cara a los próximos años?
Espero que quien me suceda se enamore de los desafíos del sector para que se mantenga motivado y en movimiento para abrir permanentemente posibilidades y conexiones para transformar este rubro. Que mantenga la capacidad de diálogo y articulación entre las partes para materializar los avances que nos quedan pendientes.
¿Cuáles son tus próximos desafíos profesionales tras dejar Construye2025?
Mis desafíos se mantienen en seguir aportando a la transformación digital de la industria desde mi rol de gerente general de PlanOK y directora de PopEstate, y mantenerme al servicio del sector como consejera de la CChC y como Past President de Construye2025, para asegurar una proyección del programa que permita seguir acelerando la transformación del sector. Espero también mantener una huella positiva en lo que hago, de manera de ser puente para que más mujeres se sumen al rubro.
Carolina Garafulich y Alejandra Tapia son profesionales reconocidas en el sector de la construcción, desde distintas miradas y aportes al rubro. En la conmemoración de un nuevo Día Internacional de la Mujer, quisimos contar su mirada sobre la participación femenina en la industria, los desafíos y su aporte personal.
En este Día Internacional de la Mujer, conversamos con las integrantes de nuestro equipo para conocer cómo se sienten ellas en la actualidad siendo mujeres desde sus distintas áreas de trabajo: la ingeniera comercial Carolina Garafulich, como presidenta de Construye2025 y gerenta general de PlanOK, y con la arquitecta Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de nuestro programa.
Por ejemplo, Garafulich ve que “cada día se visibiliza más el rol de la mujer en la construcción, lo que automáticamente genera que más mujeres se suman y se hacen visible”. Y lo lógico es reconocer el aporte femenino, pero también reconoce el trabajo de “muchos hombres que valoran el aporte de la mujer al rubro y promueven este desarrollo y participación con la convicción de que el liderazgo femenino en distintos niveles de las empresas y organizaciones impacta de manera positiva en el ambiente y en los resultados”.
Esto ha llevado a que aumente la participación, tanto en organizaciones como en empresas. No obstante, Tapia cree que aún hay una mirada bastante patriarcal, lo que va de la mano con lo conservador que es el sector. “Los principales liderazgos hoy se asocian a temas de sustentabilidad donde la mujer ha visto oportunidades para su crecimiento profesional”, analiza.
Y en general, en las organizaciones, “no sólo falta una mayor participación femenina, sino que también cambios de paradigma a partir de nuevos liderazgos más acordes al contexto económico, social y ambiental en que vivimos. En cuanto a organizaciones del sector público, producto de las políticas y compromisos, se puede apreciar una mayor integración de la mujer en distintos niveles”, complementa la arquitecta.
Desafíos a enfrentar
Alejandra Tapia cree que las políticas públicas relacionadas al posicionamiento e integración de la mujer en distintos espacios profesionales, han contribuido a visibilizar y valorar su aporte en la sociedad, lo que ha impulsado su participación como una estrategia corporativa dentro de las empresas y organizaciones. De esta manera, se ha logrado abrir espacios donde antes la mujer tenía muy pocas opciones.
Aunque aún existen limitaciones culturales. “En la medida que haya mayor integración de las mujeres, por ejemplo, en el empleo dentro del sector construcción, más amplia será la gama de roles que podrá desempeñar. Se requiere políticas públicas que sean integrales, además de incentivos, crear las condiciones habilitantes para que las mujeres puedan desarrollarse en todos los ámbitos, no sólo como trabajadoras, empresarias y profesionales, sino también como madres, cuidadoras, y en general, todos aquellos roles que desempeñan en la sociedad y que a veces son muy poco visibles”, sostiene Tapia.
Asimismo, “hay muchos desafíos y oportunidades para liderar aquellos espacios relacionados a la innovación y a la sustentabilidad, de tal manera de contribuir a la descarbonización del sector mediante una construcción que tenga impactos positivos en lo social, ambiental y económico”, añade la arquitecta.
En tanto, la ingeniera comercial enumera desafíos en diversos ámbitos: eliminar los estereotipos de género que puedan evitar que más mujeres se sumen al rubro; velar porque los ambientes de trabajo sean inclusivos; incentivar desde el colegio la incorporación a carreras profesionales y técnicas relacionadas a la construcción para que tengamos más egresadas para trabajar en el rubro.
Además, “persiste el desafío de la equidad de salario, en que se valore de igual manera a una mujer que a un hombre en un mismo rol. Por último, considero clave que se visibilice a mujeres que se han desarrollado exitosamente en el rubro y han logrado integrar su vida familiar y laboral de manera armónica; estos casos de éxito inspiran y atraen a más mujeres a que apuesten a dejar todo su talento al desarrollo de la construcción”, señala la presidenta de Construye2025.
Aporte personal
Desde su rol de líder en el sector privado y desde Construye2025, Carolina Garafulich habla de un liderazgo consciente que se soporta entre, otras cosas, en dos pilares:
“Lo anterior es importante en todo ámbito y en todo sector, pero es clave cuando hablamos de un rubro que moviliza al crecimiento y desarrollo de un país, además de ser el rubro que permite que las personas tengan un techo digno que permita cubrir una necesidad básica de todo ser humano”, asegura.
Por su parte, Alejandra Tapia prefiere no hablar desde una mirada clasificada como “femenina”, sino que se siente más cómoda al referirse a la “diversidad”, pues “tanto la diferencia de género, etárea y social, entre otros aspectos, puede aportar y enriquecer los distintos puntos de vista”.
Y añade: “Sin duda, una visión puramente masculina o femenina va a tener un sesgo, así como también si se considera la opinión de un solo grupo etáreo y social, que es lo que ocurre en varias organizaciones. Por tanto, creo que mi aporte ha sido tratar de ampliar los distintos puntos de vista desde mi experiencia y vivencias para avanzar en la transformación del sector”.
Aunque la industria de la construcción ha sido tradicionalmente dominada por hombres, las mujeres han ido ganando terreno. Dos innovadoras seleccionadas para participar en el Mapa Construtech comparten su experiencia.
Carolina Uribe y Sonia Reyes son dos de las mujeres que están destacando por su experiencia y talento en la industria de la construcción. Ellas postularon a las empresas que representan para sumarlas al Mapa Construtech, iniciativa de Construir Innovando de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y Construye2025, que fue creada para identificar a las mejores soluciones tecnológicas del sector.
Buscando dar visibilidad a su startup, a través de una vitrina validada por expertos para potenciar su crecimiento, la socia fundadora deJetBrokers.io, Carolina Uribe, llenó el formulario de postulación al Mapa Construtech, donde logró destacar inmediatamente. Luego de haber trabajado por más de cinco años para una de las empresas de brokers inmobiliarios más grandes de Chile y aprovechando su conocimiento sobre el mercado inmobiliario chileno, Carolina Uribe creó -junto a su socio- una moderna plataforma de gestión de ventas inmobiliarias.
Su idea fue profesionalizar el área del bróker que, según dice, no está bien reglamentada. “Mi socio ve la parte de informática y con él fuimos desarrollando este software para poder ir apoyando a otras empresas”, relata. Según la socia fundadora de JetBrokers.io, Chile tiene mucho que mostrar y enseñar al resto de la región y, en parte, eso la motivó a postular al mapa Construtech. “En inversiones inmobiliarias estamos siendo punteros”, dice con convicción.
Asimismo, Sonia Reyes, cofundadora de BIMetriX, quiso que su empresa fuera parte del Mapa Construtech. “Nacimos en 2019. Pero el proyecto se fortaleció cuando participamos en el desafío Construye Innovando, iniciativa de la Cámara Chilena de la Construcción que buscaba proyectos innovadores. Buscamos modernizar la forma de planificar para que ya no se siga haciendo en papel, sino usando las herramientas tecnológicas mediante metodología BIM. Yo soy administradora de empresa y en la academia BIM mi rol es de gestión operativa y proyectos”, explica.
Para Sonia Reyes, resultó muy interesante sumarse al Mapa Construtech, porque cree que a las startups lo que más les cuesta es llegar a empresas grandes. “Uno tiene las soluciones, pero que nos conozcamos y podamos comunicarnos siempre es un desafío. En el Mapa Construtech está ese espacio o vitrina, para que las empresas cuando tengan un desafío o necesiten de alguna tecnología tengan donde buscar”, señala.
Con BIMetriX, una herramienta BIM de data analytics basada en modelos BIM, los BIM Managers, BIM Leads, jefes de proyecto y afines, pueden gestionar en tiempo real toda la información generada en un modelo BIM. Así, esta startup quiso ayudar a que todo el personal, aún sin conocimientos previos de BIM pudiera hacer planificaciones en base a modelos 3D de forma rápida e intuitiva.