Por Ricardo Flores, gerente de Desarrollo de Idiem.
Mucho antes de la pandemia, durante el 2015, a partir de los programas estratégicos impulsados por Corfo, un equipo de profesionales de la construcción trabajó en la denominada “Hoja de Ruta del Programa de Productividad y Construcción Sustentable”, que el 2016 pasó a llamarse Construye2025. La elaboración de ese ambicioso plan contempló múltiples sesiones de trabajo y presentaciones respecto del estado del arte de iniciativas en el mundo, dentro de esas presentaciones el equipo de ITeC presentó las ventajas y beneficios de METABASE en España. Como siempre, el desafío es la priorización y por ello la Hoja de Ruta enfocó esfuerzo en elementos habilitadores.
Hoy el contexto es diferente, lo avanzado por Planbim, las iniciativas de DOM en Línea, los esfuerzos en economía circular y el desarrollo de la industria aumentan la factibilidad de una iniciativa como METABASE que a partir de la estandarización de datos y procesos, permiten de forma simple aumentar la productividad del sector, facilitando la comparación y análisis de proyectos, además de incluir herramientas potentes como calculadoras de impacto ambiental, todo sumado a la simplicidad de entornos OPEN BIM.
¿Qué es Metabase?
METABASE es la integración metodológica de BBDD y software, en un entorno estandarizado de datos y procesos, permitiendo el crecimiento escalado, con herramientas de verificación y actualización de información. Los elementos integrantes de METABASE son BEDEC (base de datos), TCQ (software de uso) y BIM (a través de plataformas de OpenBIM).
El conjunto de herramientas permite acceder a herramientas modulares dentro de las cuales se mencionan:
La implementación de METABASE en Chile, sumando la experiencia de ITeC y las capacidades de IDIEM
La implementación de METABASE en Chile, sumando la experiencia de ITeC y las capacidades de IDIEM, permitiría disponer de una metodología de gestión de proyectos de construcción que estandarice los parámetros básicos de definición, de acuerdo con criterios homogéneos de planificación, costos, calidad, índices de productividad, que puedan ser extendidos a los distintos agentes intervinientes en el proceso de diseño y construcción de edificios e infraestructuras. La metodología, inspirada en la de TCQ (Tiempos, Costos y Calidad), se podría adaptar a la singularidad de los modelos de gestión de Chile. Las bases de datos, se adaptarían a las características propias de Chile en cuanto a: materiales, soluciones constructivas, mano de obra, rendimientos, normativa, y precios. Así mismo, se podrían evaluar las diferencias debidas a las distintas zonas geográficas.
¿Qué es ITeC?
ITeC es una fundación privada sin ánimo de lucro. Con representación de los principales agentes de la construcción: públicos y privados. Es una organización neutral, independiente, transversal, pluridisciplinar. Puedes conocer más de ITeC en https://itec.es/
Prototipo de Metabase Chile (ITeC + IDIEM)
Recientemente finalizó un concurso de innovación del MOP, denominado “Precios Unitarios de Obra”, en que se demostraron las funcionalidades de METABASE en un prototipo aplicado en Chile, a través del trabajo conjunto de ITeC e IDIEM. Para ello se seleccionó un proyecto ejecutado por el MOP (Rutas del Loa) y se construyó una BBDD (BEDEC Chile) replicando la estructura del modelo Español.
El prototipo permitió revisar en detalle las funcionalidades de TCQ (software que permite hacer consultas y análisis al presupuesto) y además, a través de aplicaciones de OPEN BIM se logró coordinar todo en un modelo digital de fácil análisis, consulta y visualización. Permitiendo interactuar con el proyecto y revisar en línea los impactos de las modificaciones en valor y comparar las propuestas de los oferentes. De esta forma se observaron los beneficios que tiene METABASE en las etapas de:
El trabajo conjunto de instituciones como MOP, ITeC e IDIEM, permitió validar que es posible adaptar el modelo español y los aprendizajes de 30 años de uso en dicho país. Se observaron de forma tangible los beneficios de la estandarización de datos y procesos, en pos de la creación de activos digitales. Además de, capturar los beneficios de integrar BIM en el análisis de presupuestos.
La mayor complejidad estuvo en el levantamiento de la información y por ello se considera que iniciativas como esta deben tener respaldo de instituciones públicas.
Por Carolina Briones, directora ejecutiva del CTeC
Si hay algo que nos caracteriza como chilenos y nos llena de orgullo, es esa tremenda resiliencia que tenemos para reaccionar a las catástrofes naturales que cíclicamente nos golpean, apelando a la caridad de nuestros compatriotas para ir en ayuda de los más necesitados, y así, una y otra vez volver a levantarnos. Sin embargo, esta crisis no es igual ni comparable a las anteriores. Esta vez, tenemos a nuestro favor los meses de conocer con anticipación los efectos de la pandemia, lo que hoy nos permite mirar hacia Europa y Asia para entender sus procesos, extraer lecciones aprendidas, idealmente no cometer los mismos errores, pero, por sobre todo, tener algo de tiempo para planificar de manera proactiva lo que será la reactivación del país.
El sector de la construcción ha sido fuertemente golpeado, se han paralizado todo tipo de obras a lo largo del país, se proyectan bajas importantes en las inversiones, altas tasas de desempleo y tendremos que aprender a lidiar con las nuevas medidas sanitarias y de distanciamiento social en las obras. Dadas las actuales circunstancias, hemos escuchado voces desde diferentes sectores apelando a que nuestra industria debe migrar rápidamente hacia la transformación digital, y avanzar hacia la industria 4.0, mensajes que ya se venían escuchando tiempo atrás, pero que hoy calan hondo y se hacen necesarios.
De algún modo u otro, cada uno de nosotros ha vivido estos cambios, adoptando de forma no planificada y a veces un tanto atolondrada la modalidad de teletrabajo, donde hemos visto un aumento de procesos que usualmente requerían muchos trámites y tiempo, a ser digitales y sorprendentemente eficientes. Y entonces nos dimos cuenta de que sí lo podíamos hacer, pero ¿esto, es todo lo que había que hacer?, lamentablemente la respuesta es no. Para que la industria viva realmente este proceso de renovación, debemos dejar de pensar en el business as usual y reconocer que éste, es un cambio de paradigma donde todos los actores deben ser partícipes.
Tanto para las grandes empresas como para las Pymes, los desafíos se enmarcan dentro de los siguientes ámbitos:
Todas estas temáticas, ya sean trabajando juntas o por sí solas, generan grandes beneficios al permitir: mejorar la gestión de plazos y costos, mejorar la calidad de los proyectos, reducir la cantidad de desperdicios, aumentar las medidas de seguridad, permitir entornos más controlados y con mayores medidas de higiene, disminuir riesgos y externalidades, reducir emisiones de C02 y ruido, mejorar las condiciones laborales de la mano de obra, entre otras muchas cosas.
Sin embargo, transitar de un modelo de desarrollo de proyecto tradicional a uno de construtech, requiere de un nuevo pensar digital, y demanda que planifiquemos los proyectos de manera interdisciplinaria y desde etapas tempranas, y no solamente centrado en el proyecto sino que también en las partes y piezas que se puedan industrializar, lo que requiere que migremos con nuestros obreros desde el terreno a construir en fábricas siguiendo un modelo offsite, y en paralelo derribar ciertos mitos, como que lo prefabricado no es de óptima calidad.
A pocos meses de retomar una “nueva normalidad”, vale la pena preguntarnos si estamos listos para ello. Lamentablemente, si previo a esta crisis la industria no lo estaba, tampoco lo está ahora. Las grandes brechas siguen siendo, la fragmentación tanto de los procesos como de las etapas en el desarrollo de los proyectos, y la falta de formación de capital humano. Para ello, se requerirá mayor tecnificación de la mano de obra, pero también conocimiento avanzado de las capas gerenciales, junto a planes de entrenamiento especializados en conceptos como: planificación temprana, LEAN, BIM, automatización, fabricación digital, control numérico, gemelo digital, robótica, inteligencia de datos, etc.
Se debe dar el salto hacia la digitalización, pero de manera ordenada y de la mano de un “plan de reconstrucción”, que nos permita avanzar y salir de la parálisis en esta fase de emergencia. Y para ello, nuestro sector necesita con urgencia una comisión de trabajo público-privada y multisectorial, que, reconociendo las brechas y limitaciones de la industria, defina líneas de acción y trace una hoja de ruta soportada y traccionada por políticas públicas. En esta comisión y en su gobernanza, debe haber un fuerte liderazgo femenino, ya que, una de las grandes lecciones que nos ha dejado la pandemia y las gobernantes mujeres, ha sido la toma de medidas en base a modelos sistémicos y accionar colaborativo, dando clase mundial con los resultados obtenidos.