Una delegación de la Red ECC recorrió las instalaciones de la planta de tratamiento de residuos Greenrec, instancia en la que se conversó sobre los desafíos, oportunidades y modelos de trazabilidad que podrían escalarse a nivel territorial para avanzar hacia una construcción más sostenible en Chile.
El pasado jueves 7 de agosto, una comitiva de la Red de Economía Circular para la Construcción (Red ECC) visitó las dependencias de Greenrec Lepanto en la comuna de San Bernardo, una innovadora planta de tratamiento y de residuos de construcción y demolición (RCD) ubicada en la Región Metropolitana. Esta instancia permitió conocer de primera mano las tecnologías y modelos operativos que se están implementando para reducir el impacto ambiental del sector.
Durante el recorrido, se discutieron las características de algunas obras de construcción que tienen dificultades para separar los residuos in situ, especialmente aquellas ubicadas en entornos urbanos, donde el espacio físico para segregar residuos en origen es escaso. En ese contexto, desde Greenrec destacaron la necesidad de crear puntos intermedios de transferencia y clasificación, como una solución factible para obras de menor escala.
“Segregar en origen está bien, pero hay que facilitarlo. Nosotros buscamos opciones: si no se puede en obra, te damos herramientas y alternativas para hacerlo en destino”, señaló uno de los representantes de Greenrec, durante la conversación con la Red ECC. Dentro de los beneficios que entrega Greenrec, destaca la medición del peso (kg) de material para valorización y su trazabilidad.
Uno de los ejes centrales fue el debate sobre los incentivos actuales y las barreras para valorizar residuos. Según se planteó, mientras la disposición final es, en muchos casos, barata y fácil, la valorización sigue siendo “heroica”.
Según la opinión del gerente general de Greenrec, Pedro Pablo Larraín: “hoy, disponer es fácil, legal y casi gratis. Valorar, en cambio, es costoso y requiere convicción. Por eso intentamos entregar trazabilidad, certificados, información útil… todo lo que sume valor a la decisión de hacerlo bien”. No obstante, en el sector existen también otras opiniones, “ya que la valorización de residuos de la construcción y demolición depende del contexto y las alternativas de gestión, por tanto, esto podría ser discutible”, se conversó durante la visita.
La delegación de la Red ECC, compuesta por representantes de entidades públicas, privadas y del mundo gremial, valoró especialmente el uso de herramientas tecnológicas como la utilización de códigos QR para la trazabilidad en camiones, reportes automatizados por tipo de residuo y un sistema de monitoreo en tiempo real, que permite seguir la cadena de manejo de los residuos desde su generación hasta su valorización.
Asimismo, se abordó el problema de la trazabilidad débil y las brechas normativas. En la actualidad, muchas declaraciones de gestión de residuos se limitan a compromisos de buena fe, sin fiscalización en terreno ni obligatoriedad vinculante de las guías de despacho.
“Hay una parte del problema que es la ilegalidad, pero otra gran parte es cómo pasamos del cumplimiento legal básico a la valorización efectiva. Y eso requiere herramientas, incentivos y también exigencias regulatorias claras”, reflexionaron los asistentes.
Por su parte, el gerente general de Greenrec Lepanto, agradeció la visita señalando que: “Es un orgullo tener estas ilustres visitas en nuestra casa. Nos hace sentir muy orgullosos de lo que estamos haciendo y nos impulsa a seguir cuidando este arbolito que apenas está creciendo. Hay que regarlo con compromiso”.
Larraín también valoró la presencia de actores clave del ecosistema circular y del sector público-privado: “Siempre es bueno tener visitas influyentes en el quehacer nacional. Ver lo que se está haciendo y hacia dónde va la vanguardia en la gestión de residuos en la construcción es fundamental para alinear políticas públicas y acción concreta”.
La delegación de la Red ECC destacó especialmente el potencial de escalar este tipo de soluciones dentro del modelo territorial que impulsa el proyecto, como una forma concreta de transitar hacia un sistema más sustentable, regenerativo y trazable para el sector.
Cabe resaltar que, el espacio físico donde se localizan las operaciones de la empresa Greenrec, comprende una gran excavación en una extensión importante de terreno, por un extremo está el área de extracción de áridos que se encuentra administrada por otra empresa, y en forma opuesta, las operaciones relacionadas al relleno, o también denominado “backfilling” bajo la operación de Greenrec. Según la literatura internacional, este último concepto se refiere a una operación de valorización, donde se depositan residuos para la recuperación de áreas excavadas para restauración de tierras o paisajismo.
En la normativa chilena, el relleno o backfilling, no está considerado como una acción de valorización, sin embargo, el proyecto de Ley que regula la extracción de áridos, actualmente en trámite, aborda diversos aspectos como el certificado de origen, trazabilidad, fiscalización y plan de cierre. El plan de cierre, se refiere al conjunto de medidas y acciones destinadas a mitigar, reparar o compensar los efectos que se derivan del desarrollo de la extracción de áridos, cuya responsabilidad es del titular de un proyecto de extracción.
La visita concluyó con el compromiso de continuar articulando acciones y estrategias concretas para impulsar la economía circular en la construcción, en línea con la Hoja de Ruta RCD Economía Circular 2035, la Estrategia de Economía Circular y el modelo territorial que propone la Red ECC. Experiencias como la de Greenrec muestran que sí es posible avanzar hacia una gestión sustentable, trazable y eficiente de los residuos del sector.
La comitiva estuvo integrada por integrantes del comité técnico y la gobernanza de la Red ECC: Katherine Martínez (CDT), Alejandra Tapia (Construye2025), Bárbara Silva (CDT); Felipe Smith (CChC); y los integrantes del Ministerio de Medio Ambiente: Paola Cofré, jefa de Economía Circular de la Secretaría Regional Ministerial de Medio Ambiente RM, más los profesionales de la Seremi RM Manuel Gómez y Paulina Agurto, y Osvaldo Pardo (SKC Circular). El grupo fue recibido por Pedro Pablo Larraín, Marcel Hagen y Raimundo Perez-Cotapos de Greenrec-Lepanto.
Por Ricardo Carvajal G., jefe de la DITEC del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
En el marco del Plan de Emergencia Habitacional del Gobierno, que presentara el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, y la subsecretaria Tatiana Rojas, al Presidente de la República, Gabriel Boric, se estableció dentro de las formas para diversificar el acceso a la vivienda la industrialización. Actualmente, estimamos que la producción de viviendas industrializadas en el país es de 7.000 unidades al año, lo que es insuficiente si queremos mejorar la productividad de la construcción en nuestro país, sobre todo la de las viviendas sociales.
Para hacer esto, como gobierno hemos ido dando pequeños pasos en distintos frentes. El primero de ellos fue actualizar el protocolo de inspección de las obras, dado que no tenía sentido que los inspectores pidieran desarmar la pieza prefabricada que llegaba a la obra que se armaba en la industrializadora. Ahora se inspecciona en la planta directamente.
Otro paso fue firmar convenios con industrializadoras para diseñar desde cero las viviendas sociales, considerando las exigencias de los programas del Minvu, los materiales y las máquinas con que cuentan las fábricas, para así poder llegar a precio. Los diseños de estas viviendas producto del convenio son de propiedad del Minvu, por lo que quedan a disposición de las constructoras que las quieran ocupar, por lo que el arquitecto que tiene que patrocinar el proyecto, pueda ocuparlo sin mayor costo.
Hicimos un concurso para vivienda industrializada en la Región Metropolitana, para las comunas de Renca y Lo Espejo, que se lo adjudicó la oficina Archiplan en conjunto con la industrializadora Tecnofast con edificios de madera. Este no fue un concurso de ideas, sino una adjudicación para la construcción, por lo que esperamos que se inicien las obras el 2023.
Un último paso que se dio como incentivo, es incorporar una glosa en la ley de presupuesto, la que exime a la vivienda tipo industrializada aprobada por la DITEC de tener permiso y recepción municipal, para no recargar a las direcciones de obras y acelerar el proceso de construcción y entrega para las familias.
Dado que es una copia casi textual de un artículo de la Ley General de Urbanismo y Construcción (LGUC) que señala que “no les serán aplicables las limitaciones ni autorizaciones establecidas en el artículo 55° de la misma ley” muchas personas interpretan esto como que vamos a expulsar a las familias al campo o que fomentaremos las parcelas de agrado. Eso no es posible con esta glosa, ya que no se puede generar loteos o subdivisiones a través de ella, simplemente es para la construcción de vivienda, por lo que esperamos con esto por dar solución a las miles de familias con sitio propio en área rural que tienen un subsidio sin poder ejecutar, ya sea porque son lugares muy remotos o no hay interés por parte de empresas dada las complicaciones logísticas para construir en un área remota en la zona rural.
Las alternativas que tenemos disponibles para las viviendas tipos industrializadas aprobadas por DITEC no están cerradas, todo lo contrario, extendemos la invitación para que las empresas, con sus arquitectos y calculistas, nos presenten nuevas alternativas las que pondremos a disposición de las familias para que puedan ser usadas como su solución habitacional. Los invitamos a consultar la página del Minvu para ver los pasos a seguir.
Sabemos que los cambios pueden generar temor, sobre todo si uno está acostumbrado a hacer las cosas de una manera, pero tenemos la convicción de que el trabajo público-privado nos dará las certezas para seguir adelante en este nuevo camino que se nos abre con la industrialización de la construcción.