Del 8 al 10 de septiembre se realizará el Encuentro Internacional de Construcción Industrializada (EICI 2025), un evento inédito que proyecta a Chile como hub latinoamericano en soluciones constructivas más rápidas, sostenibles y rentables.
El Consejo de Construcción Industrializada (CCI), en conjunto con Construye2025 y la Cámara Chilena de la Construcción (CCh), está organizando el Encuentro Internacional de Construcción Industrializada, EICI 2025. Este hito da continuidad al exitoso Encuentro Nacional realizado en 2023 —que tuvo un alcance de más de 3.000 personas—, y responde al actual plan estratégico del CCI que busca fortalecer su rol como articulador del ecosistema de construcción industrializada en Chile y América Latina.
El EICI 2025 se realizará en tres jornadas consecutivas, iniciando el lunes 8 y martes 9 de septiembre en Santiago, y culminando el miércoles 10 con un despliegue simultáneo en 12 ciudades del país. Bajo el lema “Más rápido, más sostenible y más rentable”, el evento combinará actividades presenciales, charlas magistrales, paneles, talleres, exposiciones tecnológicas, rutas técnicas en terreno y networking multisectorial, con el objetivo de visibilizar y acelerar la transformación del rubro en Chile y Latinoamérica, a través de la adopción de soluciones industrializadas y colaborativas.
Se abordarán temáticas clave como inteligencia artificial, BIM, vivienda social, políticas públicas, capital humano, infraestructura, productividad, integración temprana, e innovación tecnológica. El intercambio de experiencias serán parte de una agenda que invita a empresarios, constructoras, desarrolladores inmobiliarios, arquitectos, ingenieros y proveedores a ser protagonistas del cambio.
Con actividades presenciales y virtuales, EICI 2025 reafirma su misión de impulsar la industrialización como estrategia para transformar la construcción chilena en un sector más eficiente, moderno y sostenible.
El primer día se desarrollará principalmente en el edificio de la CChC, donde se presentarán tendencias globales, casos nacionales, soluciones habilitadoras y el Summit de Construcción Industrializada. Por la tarde, se realizarán talleres especializados y un bloque de presentaciones tipo “pitch” con casos aplicados.
La segunda jornada tendrá lugar en espacios como la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA), el Colegio de Ingenieros y 3 sedes de universidades socias de la RM, con enfoque académico y profesional. También se realizarán visitas al Parque CTeC, donde se exhibirán prototipos y soluciones innovadoras.
Despliegue territorial sin precedentes El miércoles 10 de septiembre será un día clave en la descentralización del conocimiento técnico, con actividades presenciales en cámaras regionales, sedes universitarias, obras, constructoras e industrializadoras en Arica, Iquique, Antofagasta, La Serena, Valparaíso, Talca, Concepción, Temuco, Valdivia, Puerto Montt, Puerto Varas y Santiago.
Habrá rutas regionales intensivas con tres bloques: charlas en sedes locales, presentaciones académicas y visitas a terreno. Las ciudades sin rutas también contarán con actividades presenciales centradas en la exposición de casos prácticos de industrialización.
Convocatoria abierta: sé protagonista del EICI 2025 EICI 2025 invita a toda la comunidad del CCI a participar como hosts, expositor, auspiciador o colaborador. Los socios pueden postular con obras o plantas para ser parte de las rutas y presentar casos en los distintos bloques temáticos. También se habilitarán espacios para auspiciadores, tanto en Santiago como en regiones, y se contempla venta de entradas y material impreso del CCI.
El evento cuenta con el la colaboración de la CDT, CTEC, AOA y Colegio de Ingenieros, y, a la fecha, con el auspicio de Tecnofast, ALCOP, Jonas, Grupo SCM, Axis Desarrollos Constructivos, OTIC CChC, CINTAC, Volcán, Hormipret, Melón, Eterna, Spoerer Ingenieros, Archiplan, Hormisur, Mosaico, Grupo Geométrica y Grupo de la Rivera.
El EICI 2025 está patrocinado por el Instituto de la Construcción, Madera21, Achival, Colegio de Arquitectos, AICE, CIPYCS, MUCC y Déficit Cero.
Las entradas están disponibles en los siguientes links:
Día 1: Revisa el programa y compra tu entrada aquí
Día 2: Súmate a las actividades en la AOA y del Colegio de Ingenieros. Entrada liberada, espacios limitados. Reserva tu cupo aquí.
Día 2: Participa de las actividades en la Universidad Autónoma de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad Andrés Bello. Entrada liberada, espacios limitados. Reserva tu cupo aquí.
Día 2: Parque CTEC. Revisa el programa y compra tu entrada aquí
Día 3: Rutas de la Industrialización en Región Metropolitana. Compra tu entrada aquí.
Día 3: Si eres de regiones, reserva tu cupo aquí. Entrada liberada, espacios limitados.
¡Súmate y sé parte del futuro de la construcción industrializada en Chile!
A tres años de sus primeros avances en digitalización, la compañía cementera sigue liderando la innovación y transformación digital en la construcción, impulsando mejoras en productividad, sostenibilidad y experiencia del cliente.
En 2022, Empresas Melón sorprendía a la industria de la construcción con su enfoque pionero en digitalización y transformación de procesos. Su sistema Optimix, que optimiza los despachos de hormigón, y el sensor Infomix, diseñado para estimar en línea la resistencia del hormigón, fueron hitos que demostraron que la tecnología podría revolucionar el negocio del cemento.
“Todo lo que podamos hacer para que los procesos sean más eficientes para nuestros clientes es importante. Para eso desarrollamos un ecosistema de aplicaciones, todas funcionando en sincronía para garantizar procesos seguros y eficientes”, explicaba en esa época Pablo Covacevich, subgerente digital de Melón.
Hoy, a tres años de esa entrevista, la compañía ha profundizado su camino digital. Covacevich, ahora Subgerente de Innovación y Transformación Digital, recuerda el punto de partida: “Teníamos muchos procesos dependientes de etapas manuales o papeles. No había registro de datos, por lo que la toma de decisiones era lenta, no teníamos registro o trazabilidad para un análisis inmediato, y menos para un análisis futuro. La información y procesos dependían de las personas, lo que generaba un riesgo en la continuidad de las operaciones”.
La digitalización permitió automatizar procesos y dar un salto en eficiencia: “Hoy podemos medir. Los procesos ahora se pueden automatizar, ya que se han digitalizado las etapas manuales. Hemos podido armar sistemas que optimizan y predicen comportamiento, todo a partir de los datos ingresados/utilizados en los procesos”, comenta.
Así por ejemplo, “podemos optimizar el despacho equilibrando los costos (datos) con el servicio (puntualidad), predecir resistencia y automatizar las dosis de los productos, porque digitalizamos la información de todo el proceso. Sensorizamos nuestros camiones y desarrollamos una app que permite firma digital y evaluación del servicio en cada despacho. Cuando los datos son suficientes y oportunos, puedes hacer desarrollos increíbles que aporten a la toma de decisiones, calidad y experiencia digital”, señala el ejecutivo.
Este cambio también transformó la cultura organizacional, dado que a juicio de Covacevich, “hoy somos más ágiles en la producción, detectando alertas y exigiendo eficiencia en toda la compañía. Culturalmente se digitaliza la empresa: la norma es que las decisiones se tomen en base a datos”.
La incorporación de tecnologías avanzadas ha sido clave. “Para alguien que no tiene nada, la digitalización básica ya es un salto enorme. Pero la IA y el Machine Learning son impresionantes en la cantidad y rapidez con que procesan datos, permitiendo BI y procesos prescriptivos (autónomos)”, explica el profesional.
En sostenibilidad, los avances son notables, puesto que “con procesos digitalizados dejamos de imprimir miles de papeles, firmamos digitalmente y reducimos el uso de sellos físicos. Con Machine Learning diseñamos productos con menor huella de carbono y mejoramos la eficiencia en los despachos, reduciendo el consumo de combustibles”, cuenta.
Estos beneficios han trascendido el proyecto inicial, ya que todo deriva en “una cultura digital, es decir, si producción tiene un proceso digital, RRHH exige tener un proceso de igual calidad, y así para facturación y otros, culturalmente se digitaliza la compañía, donde la norma es que las decisiones se tomen en base a datos”, precisa.
De cara al futuro, Covacevich reconoce que “la vanguardia la tiene Melón, pero los desafíos de la industria son enormes. Productividad y sostenibilidad son los tópicos más importantes, pero el camino para lograrlo está en la innovación y digitalización”.
Para inspirar a otras empresas, recomienda: “Es importantísimo fijarse un objetivo, definir hitos, diseñar un roadmap, involucrar a la alta dirección y entender el valor para el cliente. Partir digitalizando papeles y automatizando procesos, y ese hito preparará para analytics, predicción, machine learning, IA”.
Finalmente, destaca el rol de Construye2025 en esta transformación: “Estos programas lideran la frontera tecnológica, desafiando y motivando el desarrollo en las empresas. Nos permiten explorar nuevas tecnologías, desarrollar prototipos y estar a la vanguardia de la industria, relacionándonos con otras compañías que también innovan”.
Con esta evolución, Melón confirma su liderazgo en innovación y digitalización, consolidando un modelo de gestión basado en datos, inteligencia artificial y sostenibilidad, que marca el futuro de la construcción.
Por Carlos Cayo, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025
La construcción en Chile enfrenta un cambio de paradigma impulsado por la adopción de tecnologías asociadas a la Industria 4.0. En este contexto, herramientas como la automatización, la inteligencia artificial (IA), el Internet de las Cosas (IoT) y el Building Information Modeling (BIM) no son solo complementos, sino pilares fundamentales que redefinirán la manera de concebir, planificar y ejecutar proyectos.
El impacto de la IA, por ejemplo, ya es evidente en varias industrias chilenas. En la construcción, promete optimizar desde el diseño de estructuras hasta la gestión de proyectos, introduciendo soluciones como modelos paramétricos más precisos, planificación automatizada y robots autónomos capaces de ejecutar tareas complejas en obra. Estos avances no solo incrementan la eficiencia y reducen costos, sino que también abren paso a un uso más racional de los recursos, un punto crítico para un país con desafíos en sostenibilidad y eficiencia energética.
En el corto plazo, se espera que la IA continúe su integración en áreas de la ingeniería como la minería, la construcción y la energía, donde su impacto ya es evidente. En particular, se prevé un crecimiento significativo en la adopción de sistemas de mantenimiento predictivo, optimización de procesos y análisis de datos en tiempo real. Esto contribuirá a mejorar la eficiencia operativa y a reducir el impacto ambiental de diversas industrias, algo clave para el futuro de Chile en términos de sostenibilidad.
A mediano plazo, la IA podría transformar aún más las industrias chilenas con el desarrollo de tecnologías como el machine learning y los algoritmos de optimización avanzada, lo que podría resultar en la creación de nuevas soluciones para problemas complejos, como el cambio climático, la escasez de recursos naturales y la infraestructura obsoleta. Adicionalmente la IA permitirá a las empresas chilenas competir de manera más efectiva en el mercado global, abriendo puertas a la exportación de productos y servicios tecnológicos de alto valor añadido.
La integración de estas tecnologías también trae consigo la necesidad de una transformación cultural en el sector. Profesionales y técnicos deben adaptarse a un entorno donde las habilidades digitales son esenciales, y las universidades tienen el deber de actualizar sus mallas curriculares para incorporar temáticas como sustentabilidad, innovación y tecnologías digitales.
Sin embargo, este salto tecnológico no está exento de retos. La centralización de recursos en Santiago y la brecha en acceso a tecnologías avanzadas en regiones evidencian la necesidad de una estrategia descentralizada. Además, la industria enfrenta el desafío de integrar estas tecnologías sin comprometer la generación de empleo, fomentando la formación y la reubicación laboral hacia tareas de mayor valor agregado.
Chile se encuentra en un punto de inflexión. La adopción de la Industria 4.0 en la construcción no es solo una oportunidad para mejorar la productividad, sino un imperativo para mantenerse competitivo a nivel global y avanzar hacia una economía más sostenible e innovadora. El sector está llamado a liderar con visión y compromiso, construyendo no solo edificios, sino un futuro más próspero y equilibrado.
El futuro cercano será testigo de una integración más profunda de la inteligencia artificial en todos los niveles de la ingeniería, lo que permitirá no solo una mejora continua en la productividad y competitividad de las industrias chilenas, sino también un paso decisivo hacia una economía más tecnológica, innovadora y sostenible.
Más allá del dilema ético del accidente inminente, a quién debería atropellar el coche autónomo, a una mejor que a tres, o meter en la ecuación la edad o los antecedentes penales de los peatones… la IA va a afectar nuestras vidas de maneras que son difíciles de imaginar.
Habrá consecuencias previstas, consecuencias imprevistas, y posibles cisnes negros -un suceso muy poco frecuente, aunque con un elevado impacto; tan raro, que puede ni siquiera ser observado- que puedan aparecer.
Confiar en los sistemas de IA, es fundamental para que la confianza siga siendo el principal cimiento en el que se asienta la economía, la sociedad y el desarrollo sostenible.
Por ello, la IA debe tener un enfoque inequívoco no sólo para garantizar la protección de las personas, los animales y el Planeta, sino para mejorar el bienestar y colectivo, de generaciones presentes y futuras.
En este sentido, la UE pretende liderar esta camino, con las Directrices éticas para una IA fiable de la Comisión Europea, que tienen como objetivo promover una IA fiable en base a tres componentes:
Así, partiendo de un enfoque basado en los derechos fundamentales, se considera que los sistemas de IA deben en todo caso seguir los principios éticos de:
Debe tener como objetivo mantener el control y la supervisión humana de la IA, y aumentar y complementar las aptitudes cognitivas, sociales y culturales de las personas para tomar mejores decisiones con conocimiento de causa.
La IA no debería provocar daños o agravar daños existentes ni perjudicar de cualquier otro modo a los seres vivos, incluidos animales y el medio ambiente. Debe estar centrada en el respeto a la dignidad humana de todas las personas, protegiendo su integridad física y mental y sus derechos y libertades, en especial, la autonomía mental, frente a posible vigilancia injustificada, engaño o manipulación. Debe ser un medio para prestar atención especial a las situaciones que afectan a los grupos más vulnerables como los niños, personas con discapacidad y otras que se hayan visto históricamente desfavorecidas o se encuentren en riesgo de exclusión, así como las situaciones caracterizadas por asimetrías de poder o de información como pueden ser empresarios y trabajadores o entre empresas y consumidores.
Garantizar una distribución justa de beneficios y costes, asegurar que la igualdad de oportunidades sin sesgos injustos, discriminación ni estigmatización, en especial, en el acceso a la educación, bienes y servicios y tecnología y respetando el principio de proporcionalidad entre medios y fines.
Garantizar procesos transparentes y comunicación abierta con los Grupos de Interés respecto a las capacidades y la finalidad de los sistemas de IA. Saber que Siri, Alexa o Marta, no es un humano.
La IA tiene un inmenso potencial para impactar positivamente la sociedad y el planeta, contribuyendo al Desarrollo Sostenible, en las tres dimensiones ASG:
Ambiental
El informe Harnessing Artificial Intelligence for the Earth, de World Economic Forum y PwC ofrece un análisis interesante sobre los desafíos y oportunidades de la IA a nivel ambiental.
La IA puede ser una herramienta la optimización de recursos naturales, con redes inteligentes, predicción de patrones de comportamiento de la flora y la fauna, predicción de temperaturas, sequías o desastres naturales, micro drones para la polinización, prevención y control de la sobrepesca, control de residuos o la creación de robots de limpieza de nuestros océanos, monitoreo de la agricultura, ganadería y pesca y la protección de hábitats y especies.
También va a contribuir a una mayor seguridad y eficiencia energética y menor contaminación, con la movilidad de transporte compartido bajo demanda, automóviles eléctricos habilitados para IA, vehículos autónomos o flujos de tráfico optimizados.
Social
Erradicar la pobreza es uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos como humanidad. Actualmente 1 de cada 10 personas sigue viviendo en condiciones de pobreza extrema.
Algunas de las causas de la pobreza son el desempleo, la exclusión social y la alta vulnerabilidad de determinadas poblaciones a los desastres, las enfermedades y otros fenómenos que les impiden ser productivas.
Uno de los mayores miedos a la IA, es la destrucción del empleo, actualmente ocupado por humanos. Y es cierto, es la IA es capaz de hacer el trabajo más rápido, más barato, y mejor que cualquiera de nosotros. Si trabajas como un robot, serás sustituido por un robot.
Deberíamos reflexionar honestamente sobre nuestros trabajos actuales, y pensar si pueden llegar a ser llevados a cabo por robots… La automatización afectará en especial a las personas cuya formación es escasa y cuyos trabajos son repetitivos. Pero también afectará a profesiones de cuello blanco. Sustituirá a profesionales liberales que nunca hubiéramos imaginado. La IA ha demostrado ser capaz de diagnosticar enfermedades con mayor precisión y exactitud que los mejores médicos, y es capaz de redactar demandas y contratos legales con mayor fundamento legal y más rápidamente que los abogados más experimentados.
Los efectos serán distintos, según la economía de los países. Aquellos países cuya fuerza de trabajo depende exclusivamente de trabajos mecánicos y que no hayan invertido en educación, tecnología e infraestructuras relacionadas, obviamente sufrirán mayores consecuencias.
Sin embargo, a lo largo de la historia, la tecnología ha servido para crear puestos de trabajo, y ha mejorado la productividad. Seguirá habiendo tareas que sólo los humanos, al menos por el momento, podemos hacer, relacionados con el amor, la empatía, la creatividad, el juicio o el pensamiento crítico. Y se crearán nuevos empleos, como el de especialista en Ética de la IA y se abren de nuevo oportunidades para desarrollar bienes y servicios artesanales.
Entender el desafío que esto supone a nivel empresarial, debe llevar a analizar los riesgos de los puestos de trabajo de las organizaciones, y elaborar programas de reciclaje, para prevenir despidos masivos.
Quizás gracias a la IA dedicaremos menos tiempo al trabajo, y podamos dedicar más tiempo al ocio, al desarrollo personal o a mejorar nuestras capacidades en otras áreas.
La IA es una oportunidad magnífica para la formación y la recualificación profesional para todos.
Permite vías de aprendizaje para necesidades diferentes, que cambiarán radicalmente la manera en que conocemos la educación hasta ahora.
El apunte cómico de la noticia sobre un hombre que se ha casado con un robot nos obliga a pensar en cómo van a transformarse las relaciones humanas. Quizás sí que el futuro pasa por relaciones robot-humanoide… pero en todo caso, la IA debe ser un medio para mejorar la estabilidad emocional de las personas, prevenir enfermedades mentales y contribuir a la felicidad.
Gobernanza
Los órganos de decisión deben establecer las reglas a seguir en IA, debatir sobre el desarrollo, implantación y gestión de los sistemas de IA. En especial, deben garantizar la contribución a los valores democráticos, de participación, inclusividad y transparencia.
5 recomendaciones para abordar la IA para la sostenibilidad:
Fuente: America-retail.com