Más de 80 profesionales participaron en experiencias en terreno para conocer soluciones reales en valorización de residuos y construcción sustentable en Santiago.
En el contexto del Encuentro Nacional del Medio Ambiente en la Construcción (ENAMAC 2025), la Red de Economía Circular de la Construcción (Red ECC) lideró una ruta temática que convocó a más de 80 personas de distintos puntos del país. El objetivo fue acercar al ecosistema de la construcción a experiencias concretas de sostenibilidad, economía circular y gestión de residuos.
La ruta denominada “Residuos y Economía Circular”, recorrió cinco instalaciones clave: EcoAza, Volta, Refil, GreenRec Lepanto y Río Claro, donde se visibilizó el potencial de valorización de residuos de construcción y demolición (RCD) y residuos domiciliarios en el país, considerando las oportunidades de replicabilidad.
“Estas visitas cumplen con el propósito central de la Red: que los distintos actores de la cadena de valor puedan ver, desde su rol, cómo avanzar en el tránsito hacia la economía circular. Tuvimos más de 80 personas participando en estas rutas en simultáneo, lo que muestra el interés real del sector por conocer qué residuos hoy ya se pueden valorizar, identificar cuáles son peligrosos y cómo gestionarlos correctamente”, explicó Bárbara Silva, coordinadora del proyecto Red ECC, impulsado por Corfo, Construye2025, la CChC, CDT y el Gobierno Regional Metropolitano de Santiago, con apoyo del BID.
Voces desde EcoAZA: inspiración para una construcción más circular
La parada en la planta EcoAZA dejó una profunda impresión en los asistentes. Desde distintas regiones del país y con diversos perfiles, los participantes coincidieron en el valor transformador de esta experiencia:
Ángela Reinoso, jefa de sostenibilidad y medioambiente de Melón: “Nosotros ya utilizamos este árido artificial, pero no conocíamos todo el proceso. Fue muy interesante ver cómo separan los materiales y visualizar dónde podemos generar nuevas sinergias”.
Alex Vidal, responsable de sostenibilidad e innovación de Concremag (Punta Arenas), empresa que presta servicios de elaboración y despachos de hormigón premezclado, extracción, venta de áridos, confección y venta de prefabricados de hormigón: “El proyecto de áridos artificiales es muy interesante porque mejora la sostenibilidad del hormigón. Vamos a tratar de replicar algo de esto en nuestra región, aunque las condiciones son distintas”.
Rodrigo Salvatierra, estudiante de magíster en Ecología Industrial (Países Bajos): “Este tipo de iniciativas permiten ver cómo se pone en práctica la economía circular en la industria. Es clave para entender y aplicar estos conceptos”.
Marco Berríos, jefe de planta EcoAZA: “Para nosotros no son escorias, son valor. Lo que hacemos es dejar una huella para que nuestros hijos y nietos puedan disfrutar ríos y paisajes que hoy estamos evitando intervenir”.
Volta: una experiencia reveladora sobre el destino de nuestros residuos
En la planta de gestión de residuos Volta, ubicada en Quilicura, los asistentes pudieron ver de cerca cómo se valorizan residuos industriales, domiciliarios y peligrosos, alineados con la ley REP y los principios de economía circular.
Cristian González, jefe de planta Volta, contó que “mostramos cómo clasificamos y valorizamos cartón, plásticos, film y gestionamos residuos peligrosos como aerosoles, tubos fluorescentes o restos de pintura. La invitación es a que nos contacten para mejorar su gestión de residuos”. En tanto, Yilei Salgado, del equipo Volta, comentó que “los visitantes conocieron el tratamiento de residuos industriales no peligrosos y también nuestra línea de residuos peligrosos gaseosos”.
Entre los testimonios, Óscar Morales, supervisor de sostenibilidad en Socovesa, cree que “fue impresionante ver que están logrando valorizar un 70% de ciertos residuos. Esto nos permite visualizar qué pasa con lo que desechamos en nuestras obras y hogares”.
Claudio Dapelo, gerente general Grupo ECO1 -que impulsa la innovación y sostenibilidad, apoyando a empresas y comunidades hacia un futuro más limpio y sustentable-, también considera que “fue una experiencia muy satisfactoria”, poder conocer “en detalle procesos muy alineados con nuestro rubro”.
Osvaldo Pardo, ingeniero de desarrollo SKC Circular, valoró ambas rutas: “Ver la diferencia entre EcoAZA y Volta fue muy enriquecedor. Son enfoques distintos pero ambos 100% enfocados en economía circular”.
Héctor Sanhueza, administrador de la empresa SV Ingeniería y Construcción, cree que “lo visto hoy muestra cómo se puede agregar valor desde la basura y otros procesos industriales, con un impacto directo en la huella de carbono”.
GreenRec y Río Claro: dos modelos concretos de economía circular en acción
Durante la ruta “Residuos y Economía Circular” del ENAMAC 2025, los participantes también visitaron dos experiencias que destacan por su capacidad de transformar residuos en recursos con impacto tangible en la industria: GreenRec Lepanto y Río Claro.
En GreenRec, los asistentes pudieron conocer una operación pionera en la recuperación de residuos de la construcción, impulsada con visión de liderazgo y propósito. Su gerente general, Pedro Pablo Larraín, recalcó que iniciativas como esta no solo son posibles, sino que necesarias: requieren voluntad, una inversión razonable y, sobre todo, un cambio de mentalidad en la industria. “Nos sentimos en la obligación de mostrar hacia dónde va la tendencia. Lo que estamos haciendo es replicable y tiene un impacto real con un costo acotado. Es más esfuerzo, sí, pero el beneficio en sostenibilidad es incuestionable”, comentó.
Esta visión fue muy valorada por representantes del sector privado como Rodrigo Cabrera, de Melón Áridos, quien destacó la madurez de las iniciativas vistas y la relevancia de que las empresas abran sus puertas para compartir buenas prácticas y soluciones. En la misma línea, José Miguel Valdés, de Inmobiliaria Maestra, comentó que “conocer estas experiencias permite proyectar cómo avanzar como industria, superando dificultades y aprendiendo de lo que ya se está implementando en otros proyectos”.
La visita a Río Claro permitió a los asistentes observar el proceso de transformación de escorias negras y hormigón endurecido en ecoáridos, es decir, áridos artificiales que pueden reincorporarse a la cadena de valor de la construcción. Carla Salinas, asesora de proyectos de la planta, explicó cómo este modelo de negocio integra visitas regulares para mostrar en terreno su impacto y metodología, y enfatizó que la simbiosis industrial es clave para alcanzar una economía circular real. “No se trata solo de reciclar, sino de lograr una trazabilidad completa del residuo y avanzar hacia el residuo cero”, dijo.
Estas experiencias demuestran que la economía circular en construcción ya no es una promesa futura, sino una realidad en expansión que requiere ser amplificada, replicada y escalada territorialmente.
Las rutas fueron una muestra concreta de la visión de la Red ECC: diseñar e implementar un modelo territorial escalable que fomente el encadenamiento productivo, habilite inversiones verdes y active una economía circular real en la construcción chilena.