Por Joaquín Cuevas, CEO de Obra Limpia
En diciembre de 2024, fuimos testigos del lanzamiento de la Red de Economía Circular de la Construcción (RED-ECC), una Red que se presenta como un modelo pionero para impulsar la sostenibilidad y el desarrollo económico territorial del sector. Financiada por el BID, esta alianza público-privada busca quebrar el paradigma lineal, fomentando la valorización de residuos de construcción y demolición (RCD) y habilitando la inversión verde.
Casi 8 meses después, el MMA presenta el proyecto: ‘Transitando hacia una construcción circular y descarbonizada en Chile”, un ambicioso proyecto que tiene una duración de cuatro años y busca acelerar la Estrategia Climática de Largo Plazo del país, promoviendo la economía circular y la baja en carbono en el sector. Financiado por el GEF con casi US $3 millones.
Frente a este escenario yo me pregunto: DÓNDE ESTÁ LA CRISIS.
Si bien la industria se enfrenta a una contracción sostenida impulsada por el alza de costos en materiales de construcción, la persistente inflación y el encarecimiento del financiamiento, lo que ha frenado el desarrollo de nuevos proyectos. Pareciera ser que la economía circular dentro de la construcción, está adquiriendo una particular importancia para posicionarse como un nuevo modelo a desarrollar en respuesta a una incapacidad del rubro, de ser productivo o eficiente en el uso de los recursos que hoy demanda una nueva visión sobre lo que significa el progreso .
Hoy más que nunca, el desarrollo de la economía circular se está viendo en el sector y está generando buenos dividendos para quienes han apostado y son pioneros en esta área que se consolida y que integra diversos aspectos estratégicos de la construcción. Las razones de este auge son diversas y es que en momentos de crisis, es cuando más necesitamos generar cambios radicales y es por esto que debemos prestar especial atención no a esta nueva tendencia, si no que a una nueva forma de trabajar más consciente de nuestras ineficiencias y de los impactos ambientales que genera la actividad.
Por otra parte es importante destacar que la Hoja de Ruta RCD Economía Circular 2035, desarrollada para el sector, ha sido fundamental para sentar las bases y plasmar una visión en común de este nuevo modelo circular, este ha sido un trabajo serio, profundo y con una mirada al largo plazo, que presenta metas y plazos claros para su implementación y que, a mi parecer, es el gran motor de muchas de las iniciativas que hoy vemos desarrollarse.
A continuación, me gustaría destacar algunas ideas relevantes de estos aspectos mencionados para que se pueda palpar de forma concreta la transformación que estamos viviendo.