Movimiento global para el consumo y la producción sostenibles presentó casos de estudio de Chile y otros países de Latinoamérica y El Caribe.
Las ciudades juegan un papel central en la transición hacia la economía circular, no solo por ser responsables del 80% de la demanda mundial de recursos y producir el 75% de las emisiones de GEI, sino también por la concentración de activos, flujos financieros y negocios que las convierte, al mismo tiempo, en motores de la eco-innovación. Así lo plantea el documento “Aspectos destacados del entorno de construcción circular de América Latina y el Caribe”, elaborado por la red One Planet.
Este movimiento elaboró un documento -presentado en la COP26- que destacó como caso de estudio a la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, debido a las herramientas y lineamientos que ofrece para alcanzar al menos tres de los objetivos de desarrollo sostenible que se plantean las Naciones Unidas.
Políticas que promueven la circularidad, la construcción y la demolición, gestión de residuos, diseño para desmontaje, reutilización y facilidad de reciclar; adaptabilidad, flexibilidad y rehabilitación de edificios y vecindarios, uso de contenido reutilizado o reciclado en nuevos productos y edificios; y financiamiento de procesos circulares fueron los alcances destacados en el documento.
La Hoja de Ruta RCD Economía Circular de la Construcción 2035 es liderada por el sector público, en el contexto de un acuerdo interministerial, con la participación y representación del sector privado y la academia, con presencia nacional, en base a un sueño común: “un país que gestiona sus recursos de manera eficiente, impactando positivamente en el ámbito social, ambiental y económico”.
Para alcanzar la visión, Construye2025 estableció cinco ejes estratégicos que promueven la economía circular en construcción, que fueron destacados por la red: la planificación y ordenación sostenible del territorio; coordinación pública; y articulación; ecosistemas y cadenas de valor sostenibles y circulares; la necesidad de desarrollar y fortalecer plataformas de datos que brinden información para el diseño de políticas públicas y la creación de nuevos mercados en torno a la economía circular y la remediación ambiental para la impactos resultantes de la extracción de áridos y disposición inadecuada de residuos de residuos de la construcción y demolición, destaca el documento.
Además, el movimiento valoró la participación en el proyecto de múltiples actores como el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el Ministerio de Medio Ambiente, el Ministerio de Obras Públicas y Corfo. “La hoja de ruta es una iniciativa con alcance interministerial que se orienta a una construcción nacional sustentable, en un plan que incorpora economía circular y huella de carbono, entre otros temas”, consignó el documento.
Finalmente, la red One Planet valora la articulación entre diferentes sectores del sector público para alinear esfuerzos basados en la colaboración trabajo; los avances en marco regulatorio, ya que Chile hoy incluye requerimientos en licitaciones públicas; así como las iniciativas que promueven la innovación.
El ministro de Vivienda, Felipe Ward, detalló las iniciativas que apuntan a mejores parámetros de edificación, política de suelo, integración social y aislamiento térmico, entre otros puntos.
Hoy termina la COP26 en Glasgow (Escocia), cumbre en la que ministro de Vivienda y Urbanismo (Minvu), Felipe Ward, expuso ayer en una conferencia que recibió a autoridades de distintos gobiernos para abordar cómo influye la construcción en el cambio climático.
En la cita, el secretario de Estado dijo que ‘son muy importantes los cambios y compromisos que debemos hacer desde el sector de la construcción’. También precisó que, según el último reporte anual del Global Alliance for Buildings and Construction (Global ABC), el sector construcción es responsable de un 37% de las emisiones de CO2 a nivel global.
En ese sentido, y basado en la propuesta que hizo el Presidente Sebastián Piñera durante el mandato de Chile en la COP25, en cuanto a alcanzar la carbono neutralidad a más tardar en 2050, Ward sostuvo que su ministerio es responsable de nueve objetivos asociados a un total de 55 metas al 2030 y 2050.
En resumen, para 2030 Chile se compromete a ‘acondicionar 36 mil viviendas al año (en cuanto a infraestructura y calefacción); aplicar en la mitad de las regiones de Chile políticas de suelo e integración social, e implementar nuevos estándares de aislación térmica en edificios, para ahorrar, en relación a los números actuales, un 50% en calefacción’.
Y agregó que la meta para 2050 es ‘100% de trazabilidad de residuos de la construcción y demolición’, así como ‘que las nuevas viviendas tengan estándares de energía neto 0 y carbón neto 0’.
Entre otras iniciativas, Ward planteó que ‘actualizamos la reglamentación térmica para la edificación residencial, educacional y hospitalaria, que reduce en 50% los consumos en calefacción al 2030’ y reiteró que presentaron el plan ‘Ciudades 2050’, que ‘tiene como objetivo el desarrollo de ciudades integradas, equitativas, sostenibles y resilientes para los próximos 30 años’. Y reiteró que ‘para reducir las emisiones desde el sector construcción, es importante lograr el empoderamiento de los territorios, de los gobiernos locales, gremios, de los ciudadanos y también de los trabajadores’.
Ward planteó que el Estado ha avanzado en distintas áreas. Detalló que van 143 mil reacondicionamientos térmicos para viviendas sociales, 67 mil sistemas de energías renovables para viviendas sociales, 61 mil recambios de calefactores, y que este año se trazaron como meta 20 mil reacondicionamientos términos y ya van 30 mil. Y precisa que ya presentaron todos estos planes a distintas instancias internacionales, a propósito del Foro de Ministros y Autoridades Máximas de la Vivienda y el Urbanismo de América Latina y el Caribe (Minurvi) que a partir de la próxima semana presidirá Chile.
El titular del Minvu destacó la necesidad de dar continuidad a todos estos planes, considerando que el próximo año cambiará el Gobierno, y además invitó a los Estados de la región a sumarse en la lucha contra el cambio climático: ‘No nos quedan más oportunidades. Debemos pasar a la acción. La invitación para actuar en conjunto desde el sector construcción está hecha’.
En la instancia participaron también Michael Matheson, secretario del gabinete para Net Cero, Energía y Transporte de Escocia; Marina Robles, secretaria de Medio Ambiente de Ciudad de México; Krista Mikkonen, ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Finlandia; Malik Amin Aslam, ministra de Cambio Climático de Pakistán; Carlos Correa, ministro de Medioambiente y desarrollo sustentable de Colombia; y Sirin Hellvin Stav, vicealcaldesa para Medio Ambiente y Transporte de Oslo (Noruega).
Reducir emisiones
Además, el ministro Ward suscribió el documento ‘Buildings as a critical climate solution commitment’ (‘Los edificios como un compromiso de solución climática crítica’), en el marco del Global ABC, el cual no es vinculante, pero une a gobiernos, organizaciones intergubernamentales, empresas y redes con una visión común, en relación a la construcción y la edificación sin emisiones, de manera eficiente.
El documento se basa en una declaración de intenciones que asume el país firmante, adquiriendo desafíos que buscan fomentar la generación de marcos políticos habilitadores para reflejar en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), que implican reducciones previstas de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El Global ABC fue lanzado en la COP21 en 2015. Actualmente cuenta con 130 miembros y Chile forma parte desde abril de 2021. Sin embargo, las naciones que han firmado el compromiso son Suiza, Jordania y Chile.
Datos clave
Propuestas de infraestructura
Para alcanzar las metas trazadas en el sector de la construcción, el Minvu estableció varios planes a nivel nacional:
Plan Nacional de construcción sustentable 2050: Entrega lineamientos estratégicos y metas para incrementar la sustentabilidad en el ciclo completo de la construcción de edificación e infraestructura nacional al 2050.
Estrategia nacional de huella de carbono para el sector construcción:Define que los edificios en Chile serán energía neta cero al 2050.
Mejora de estándares o códigos de eficiencia energética para edificios: Para actualizar la reglamentación térmica para edificaciones, que reduce en un 50% el consumo en calefacción a 2030.
Calificación y certificación sustentables para edificios y viviendas: Ofrece ‘créditos verdes’ a tasas preferenciales para proyectos certificados por el Minvu.
Gestión de riesgo de desastres: Para desarrollar proyectos con criterios de adaptación y mitigación al cambio climático.
Normas técnicas para techos verdes: Definen las condiciones técnicas de techos en edificios para la mitigación de los efectos del cambio climático.
Fuente: El Mercurio