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La Constructabilidad se juega en equipo

Fecha: 28/03/2024

Por Mikel Fuentes, líder de Innovación y Economía Circular de AXIS Desarrollos Constructivos e integrante del Grupo Técnico 3: Constructabilidad del Consejo de Construcción Industrializada

Para explicar el concepto de Constructabilidad, pensemos en la construcción como un partido de fútbol. La Constructabilidad sería la estrategia de juego, pensada previamente en cada entrenamiento de los jugadores. 

Para lograr “jugar el partido con Constructabilidad”, se requiere que el equipo entrene y planifique el partido con anticipación, donde cada miembro del plantel aporte con su experiencia y con lo que sabe hacer, que exista comunicación, colaboración, y por supuesto, trabajo en equipo. Que se analicen las variables del partido de manera anticipada, como conocer las condiciones de la cancha, del clima, la pelota que utilizaremos, analizar posibles riesgos, saber cómo juega el equipo rival, etc. Y que cada miembro del plantel aporte con lo que sabe hacer para encontrar la mejor táctica.

¿Se imaginan jugar un partido sin que los jugadores se conozcan previamente? ¿Sin antes haber pensado y conversado la estrategia de juego? ¿Sin saber cómo juega el equipo rival o a qué riesgos nos enfrentamos? ¿Sin haber tenido entrenamientos o reuniones previas para planificar el partido? ¿Sin objetivos en común? Es muy probable que, de esa manera, no ganemos el partido. Tal vez no demos dos pases seguidos. Eso sería como construir sin aplicar Constructabilidad.

La Constructabilidad se define como “la integración óptima del conocimiento y experiencia en construcción en la planificación, diseño, logística y operaciones de obra para alcanzar todos los objetivos del proyecto (CII, 1986)”. Implica pensar en el “cómo se construirá y operará el proyecto”, pero de manera temprana y colaborativa, para tomar decisiones que permitan una construcción y operación eficiente. 

En esta línea, la Constructabilidad busca que diseñar y construir no sean etapas fragmentadas entre sí. Y es aquí donde el concepto “Diseño Edificable” o más bien “Diseño Construible” (como lo nombramos en el Grupo Técnico 3 del CCI), cobra especial relevancia. El Diseño Construible es una parte de la Constructabilidad, que implica poner a disposición la pericia constructiva, los aprendizajes de proyectos pasados, la experiencia de proveedores, innovaciones del mercado, entre otros, para mejorar los diseños poniendo foco en el proceso constructivo y no sólo en el resultado final. 

De esta forma, la integración del concepto de Constructabilidad es un habilitante para lograr mejores resultados, desarrollar proyectos industrializados e incorporar Métodos Modernos de Construcción (MMC) de manera exitosa. En esta línea, por ejemplo, en AXIS contamos con matrices de diseño que desarrolló nuestro equipo BIM con experimentados profesionales de obra, que capturan los aprendizajes de los proyectos ejecutados. Estas matrices son utilizadas y consideradas en la etapa de diseño de los nuevos proyectos que ejecutaremos.

En el fútbol, gana el equipo que hace más goles. Y si hablamos de Constructabilidad, gana el equipo que aplica de mejor manera los principios de Constructabilidad, ya que este concepto se puede medir y cuantificar (como lo hacen en Singapur o en Estados Unidos, por ejemplo). Y todo lo que se mide, se puede mejorar, por lo que es clave contar con un plan de Constructabilidad a nivel organizacional. No se trata de aplicar este concepto de manera aislada, sino de mejora continua, con roles definidos y con una cultura de trabajo en equipo para romper el paradigma de una industria fragmentada. De esta manera, jugaremos como un equipo de primer nivel.

Constructabilidad: el cambio de paradigma que se viene en la construcción

Fecha: 30/05/2023

Porque está en el corazón de la industrialización, en Chile ya se comienza a hablar de constructabilidad, para que todos los profesionales que participan en el desarrollo de un proyecto logren integrarse desde la etapa de diseño, para trabajar en conjunto hacia una mayor productividad.

El concepto de constructabilidad nació el año 1986, definido por el Instituto de Construcción Industrializada en Estados Unidos, como una ampliación del alcance de otro concepto previo denominado “Diseño edificable”, utilizado en el Reino Unido desde los años 60´s, pero que se consolidó en 1983 a través de CIRIA (Asociación de Información e Investigación de la Industria de la Construcción), como cuenta Pablo Pulgar, académico de la Universidad Tecnológica Metropolitana y uno de los líderes del Grupo Técnico 3 del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), que hoy trabaja en esta temática.

¿Pero qué es, en la práctica? “Implica incorporar los aprendizajes y la experiencia adquirida en terreno en etapas previas como la del diseño. No es un concepto nuevo en el mundo, pero en Chile a mi juicio se ha utilizado poco. Sé que Pablo Pulgar, con quien lideramos este grupo técnico, desde su rol como académico ha vinculado este concepto con la industria en diferentes empresas constructoras e inmobiliarias”, precisa Mikel Fuentes, coordinador de Innovación de AXIS DC y líder del GT 3 del CCI.

En ese sentido, “ha habido avances y se ha tomado como ejemplo lo desarrollado en Singapur, país donde se evalúa la constructabilidad de los proyectos”, comenta Fuentes.

Como explica Pulgar, el concepto se utiliza normalmente en la dirección de proyectos mineros. “Dado los montos de inversión, la dificultad de ejecución de grandes estructuras, las restricciones ambientales y la necesidad de no interrumpir procesos productivos preexistentes, es que se considera este análisis, pero en el mundo de la edificación y, sobre todo en la edificación en altura a nivel nacional, es algo bastante nuevo”, confirma.

Si bien “no es tan conocido, está en el corazón de la industrialización. Es una metodología que nos ayuda a integrarnos tempranamente, a producir con mucha mayor productividad y va a estar muy ligado al Grupo Técnico 1: Integración Temprana, porque ambas temáticas están fuertemente ligadas al diseño y todo bajo el alero de la industrialización”, afirma Marcos Brito, gerente de Construye2025.

Adaptación local

De todas maneras, en Chile existen algunas empresas que lo han explorado. Por ejemplo, Echeverría Izquierdo incluyó este indicador en algunos de sus proyectos entre 2017 y 2019, basándose en lo solicitado por la Building Construction Authority de Singapur 2017, “pero reinterpretando internamente para traerlo a la realidad nacional, lo que en su momento logró instalar la relevancia del tema en el ecosistema nacional, lo que inclusive significó que apareciera la Hoja de Ruta 2023 – 2025 del Programa Estratégico Nacional Construye2025”, cuenta el académico de la UTEM.

Por su parte, en AXIS DC han tenido avances “desarrollando un índice de industrialización muy ligado al concepto de constructabilidad e incorporando nuestra experiencia en etapas tempranas en temas de baños prefabricados, escalas prefabricadas, entre otros diversos procesos”, comenta Mikel Fuentes.

Tanto Echeverría Izquierdo como AXIS DC son socios del CCI, y es importante que más socios de este grupo estén al tanto de este concepto, “porque su esencia es lograr proyectos más productivos, al incorporar consideraciones en la etapa de diseño, con foco en la etapa de construcción”, puntualiza el coordinador de Innovación de AXIS.

El mundo está avanzando en este concepto y, particularmente, una de las metodologías más potentes que se está aplicando es DfMA (Design for Manufacturing and Assembly), es decir, diseñar los proyectos considerando la fabricación y el ensamblaje. “Esto está muy ligado al concepto de constructabilidad y en el viaje a España, que hicimos con el CCI, pude observar grandes avances de empresas que industrializan los proyectos en el marco de esta metodología”, añade Fuentes.

Definición de principios y manual

A Marcos Brito, quien también es director del CCI, le tocó liderar el Grupo Técnico 3, porque “es algo identificado en la Hoja de Ruta de Construye2025 y es un encargo que tenemos para desarrollar como programa”.

Por ello, el grupo ya cuenta con un plan de trabajo: “durante este año vamos a lograr tener conceptualmente armado un indicador y un manual para trabajar y ojalá el próximo año comencemos a desarrollar este manual y poderlo publicar a fines del próximo año”, precisa Brito.

Para que se pueda hablar de este concepto en Chile, “lo primero es definir cuáles son los principios de constructabilidad que respondan a nuestra realidad nacional, ya que, por ejemplo, en Singapur han preferido solos seis de los 12 principios originales (ver recuadro) y muy probablemente no son los mismos requerimientos que ellos prefirieron, entonces lo primero, sin dudas, es consensuar con los actores locales nuestro enfoque”, opina Pablo Pulgar.

Como cree Mikel Fuentes, “un manual de constructabilidad es necesario como guía para que más empresas comiencen a implementar este concepto. Con los desafíos actuales que enfrenta el rubro, debemos buscar distintas formas para mejorar los proyectos y, a mi juicio, la constructabilidad al servicio de la industrialización es el gran camino para lograr mejores resultados. Además, permitirá contar con un lenguaje común, por lo que se podría medir, estandarizar y mejorar a nivel industria”.

También es relevante para el académico de la UTEM, pue “permitiría a los actores de la industria entender conceptualmente los principios de diseño edificable y constructabilidad, sus indicadores y su aplicación concreta en proyectos de edificación, por ejemplo, en altura, donde podremos mejorar considerablemente la productividad, dado que su aplicación en otros países ha generado beneficios considerables en reducción de costo y plazo”.

Y es que ambos son términos que están en el corazón del proceso de industrialización. Por ello, “aparece como acción número 1 de la planificación estratégica del PEN Construye2025. Esto permitirá ordenar y viabilizar la industrialización desde etapas muy tempranas en el ciclo de vida de un proyecto, lo que, posteriormente, nos permitirá llegar a la manufactura avanzada”, sostiene Pulgar.

Historia de las definiciones

De acuerdo con Pablo Pulgar, académico de la UTEM, la Asociación de Información e Investigación de la Industria de la Construcción (CIRIA, 1983) definió: “La edificabilidad es la medida en que el diseño de un edificio facilita la construcción, sujeto a los requisitos generales del edificio terminado”. Con ello, se definieron siete principios.

En 1986, el Instituto de la Industria de la Construcción (Construction Industry Institute, CII) define el concepto como: “La constructabilidad es un sistema para lograr una integración óptima del conocimiento y experiencia en construcción en la planificación, diseño, logística y operaciones de obra para alcanzar todos los objetivos del proyecto”.

Posteriormente, el CII Australia publicó el “Archivo de Principios de Constructabilidad”, en 1992, que comprende un sistema que involucra a todo el equipo del proyecto (incluidos los contratistas), desde el comienzo del proyecto y luego el “Manual de Constructabilidad”, en 1996, proporcionando pautas para la implementación del sistema de constructabilidad, en forma de 12 principios de constructabilidad, estrategias de implementación y estudios de caso, aunque hoy en la literatura se habla de hasta 23 principios, según Pulgar.

En síntesis, “se podría decir que es un método de optimización de uso de recursos para beneficiar la etapa de ejecución y reducir incertidumbres para todos los participantes orientados a la productividad, este recoge los conocimientos acumulados para lograr la mejor manera de ejecutar una obra, implicando la retroalimentación hacia la etapa de diseño”, resume el especialista.

 

Fotografía: Gentileza Desarrollos Constructivos Axis SA, obra Alta Vista.

Socios del CCI recibieron los lineamientos para este 2023

Fecha: 26/02/2023

En el encuentro desarrollado de manera virtual se organizaron los grupos técnicos que trabajarán este año, junto con la entrega de un informe sobre las actividades que se realizarán, además de los avances ya obtenidos.

Con el objetivo de informar los planes para el 2023, dar a conocer el calendario de actividades y los avances alcanzados hasta la fecha, el 26 de enero se realizó de manera virtual el primer Plenario de Socios CCI de este 2023.

“Qué lindo comenzar el año con la participación activa de todos ustedes”, saludó Tatiana Martínez, presidenta del Consejo de Construcción Industrializada, para dar inicio al encuentro. La arquitecta afirmó que “a pesar de cómo pintan este año, tengo muchas expectativas, nosotros vamos a poner nuestro granito de arena en la reactivación económica, en las soluciones en la construcción, vamos a seguir impulsando la transformación de la construcción a través de la industrialización, del aporte de la digitalización y de todos los profesionales de este ecosistema”.

A su juicio, este 2023 se continuará por una buena senda, fruto de un trabajo bien hecho durante los últimos años y del compromiso de los socios. “Ver los resultados del 2022 nos llena de satisfacción y el de los grupos técnicos que han avanzado mucho. No solo al Directorio, sino a cada uno de los participantes de nuestro CCI, tiene que llenarnos de alegría, porque lo que estamos haciendo va a impactar en todos los profesionales de nuestro rubro y la industria va a cambiar”, sostuvo. 

Subrayando la invitación a los socios a participar, compartiendo sus experiencias y consultas; se destacó por qué es relevante ser socio del CCI y qué significa serlo, teniendo la oportunidad de conectarse con actores claves de la industrialización en Chile; de acceder a información técnica y ser protagonista activo de la transformación de la construcción en nuestro país. 

Se destacó el valor de conectarse de forma virtual, el poder compartir elementos, de contactarse con los socios de regiones, entre otros. En esa línea, se abrió el grupo Telegram CCI HUB, una plataforma en la que se busca fortalecer el trabajo colaborativo y promover el intercambio entre los socios de conocimiento sobre la construcción industrializada, con una participación opcional.

A la fecha, el grupo cuenta con 32 miembros y entre ellos surgieron iniciativas para colaborar con los incendios forestales, sumados al esperado intercambio de información sobre próximos eventos, libros técnicos, etcétera. 

Vinculación con AOA y AICE

A continuación, Leonardo Caamaño, coordinador técnico de la Secretaría Ejecutiva del CCI, anunció que se firmaron dos acuerdos de vinculación con la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA) y la Asociación de Ingenieros Civiles y Estructurales (AICE). Con AICE se acordó que sus socios cuenten con un descuento para entrar al CCI y así poder ampliar la red de ingenieros del Consejo, con la intención de que en etapas tempranas de diseño podamos contar con una mayor integración de la industrialización. Se trabajará de manera colaborativa con ambas asociaciones, las que nombrarán un representante. 

“Con ambos directorios -de AICE y AOA- teníamos muy claro que este año, junto con los desafíos, teníamos muchísimas oportunidades para potenciarnos entre las tres miradas y también descubrimos que compartíamos esa energía para aportar desde el lugar en el que nos ubicamos en la construcción en Chile”, destacó Martínez.

Tras esta noticia, se presentó el calendario de actividades 2023. Se destacó del mismo, un encuentro con la Asociación de Desarrolladores de Viviendas Sociales, con el objetivo de fortalecer la colaboración y la incorporación de la construcción industrializada a proyectos de viviendas sociales. Este se realizará el próximo jueves 9 de marzo entre las 8:30 y 13:00 hrs., de forma presencial en los salones de CDT (piso 22 de edificios CChC) y con cupos limitados solo para los Socios CCI. 

Grupos Técnicos 2023

Tras ello, se habló sobre los Grupos Técnicos, presentando su historial desde 2021 y sus productos. Se indicaron los temas que quedaron pendientes o con interés de ser tratados, con la idea de que los propios socios del CCI decidieran, a través de votación, los temas que más le interesaban trabajar. Para ello, se partió por recordar los pilares de los grupos técnicos: Difusión y formación / Vinculación con el medio/ Productividad y sustentabilidad; y se presentaron los avances. Además, se le dará continuidad y seguimiento a los grupos del 2022: metodología, KPIs y directorio digital.

De esta manera, las propuestas para 2023 se dividieron en cinco grandes temas: 

• Integración temprana

• Estándar de producción industrializada

• Vivienda social industrializada

• Digitalización en construcción industrializada

• Constructabilidad

Con los resultados de la encuesta realizada, se concluyó que los temas a trabajar serán los siguientes:

1. Integración temprana, director líder Milton Vicentelo, socio líder: Eric Lizana/Mikel Fuentes.

2. Constructabilidad, director líder Marcos Brito, socio líder Mikel Fuentes/Pablo Pulgar. 

3. Vivienda social industrializada, directores líderes: Felipe Montes/Cristian Vanni, socio líder Pabla Ortúzar/Rafael de la Rivera.

Un cuarto tema -en carpeta- se definirá en los próximos días y los cuatro se presentarán a los socios en el próximo plenario del 23 de marzo. Desde ya, la invitación está abierta a participar en cada grupo técnico.

Fuente: CCI

CONSTRUCCIÓN INDUSTRIALIZADA EN EL CHILE DEL 2023: Oportunidad en la crisis habitacional 

Fecha: 15/01/2023

Por PHD ©Pablo Pulgar R., docente del Departamento de Ciencias de la Construcción de la Universidad Tecnológica Metropolitana y colaborador del CCI.

La necesidad urgente de enfrentar un déficit habitacional que crece agresivamente desde el 2015, llegando hoy a afectar a unas 650.000 familias a nivel nacional, ha generado una respuesta institucionalizada desde el gobierno a través del “Plan de Emergencia habitacional”, política pública que finalmente se ha materializado en los llamados a concurso de “Viviendas industrializadas” en las comunas de Renca y Lo Espejo; sin embargo, dicha emergencia ya ha sido abordada anteriormente por la autoridad y el sector privado conjuntamente.

Una publicación de INVI del año 1996, del autor Luis Bravo Heitmann denominada “Vivienda social industrializada: La experiencia Chilena (1960- 1995)”, relata la historia “truncada” que inicia a fines de los 50 y que fue puesta en pausa entre los años 70 y 90 en nuestro país, el cual dejó hitos relevantes en nuestra historia, como el concepto de “Vivienda industrializada”, las “casas experimentales CORVI” (1962), la creación del “Centro Chileno de productividad” (1964), las “Obras demostrativas” (1965), donde se “demostró” empíricamente la interrelación entre la simplicidad del diseño y el aumento de productividad en la ejecución, las “Operaciones Sitio” (1968), donde se entregaban kits de “prefabricados” para “ensamblaje in situ”, en zonas periféricas y a principios de los años 70, con la planta KPD, donada por la URSS, post terremoto del año 1971, donde se producían soluciones prefabricadas en hormigón armado para 4 pisos sin ascensor, posteriormente en los años 80 y 90 cambia el foco de las políticas públicas y la industrialización pasa a segundo plano.

Sin duda alguna, los llamados hechos por el Minvu marcan el inicio de un proceso de transformación pendiente hace varios años en nuestro país y que pretende replicar los beneficios de la industrialización en la producción de viviendas, que varios países ya han sabido aprovechar (UK, USA, Japón, Singapur y Malasia, entre otros), algunos de estos son:

  • Control de gasto y disminución de los tiempos en obra
  • Reducción de instalaciones provisionales
  • Reducción de mano de obra in situ, tecnificación, mejora de competencias y salarios 
  • Reducción de accidentes de traslado e in situ
  • Incorporación del concepto de economía circular y sostenibilidad 

A pesar de lo “truncado” del proceso, la “industrialización del sector construcción” en nuestro país ha sido trabajado sistemáticamente en instancias como el Programa Estratégico Nacional Construye2025 y el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), desde la década pasada, donde se han generado las instancias para lograr los consensos, gestionar el conocimiento, reconocer las buenas prácticas y posibilitar la estandarización y normalización, no es casualidad entonces que las empresas ganadores del concurso Minvu sean socias del CCI. 

Los próximos llamados deberían estar marcados por la sistematización y la precisión en cuanto a las métricas de evaluación para comparar a las empresas participantes de las licitaciones, potenciando la competencia privada en una cancha pareja y transparente para todos, probablemente deberán incorporarse conceptos como “Diseño edificable” y “Constructabilidad” con sus respectivos “principios”, jerarquizados y consensuados localmente, lo que permitirá la creación de indicadores respectivos, la sostenibilidad será un atributo básico, replicando así experiencias positivas como el indicador de “Constructabilidad de Singapur” que aumentó la productividad del sector en un 20% en cuatro años, donde se evalúa la productividad de las propuestas entre diseño y construcción, en la “Hoja de Ruta 2023 – 2025 del PEN C2025” aparece “Constructabilidad” como acción número 1 del eje industrialización, lo que acelerará el proceso de transformación hacia la construcción industrializada tan anhelada por todos, aprovechando la crisis de vivienda actual como una oportunidad.