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CNC celebra su sesión número 200 y 20 años, con una reunión especial en la CDT de la CChC

Fecha: 22/06/2025

En la ocasión, el histórico expresidente del CNC y representante del Colegio de Ingenieros, Sergio Contreras, repasó la trayectoria del Consejo de Normalización de la Construcción, desde su génesis en el Colegio de Ingenieros, pasando por sus principales hitos hasta su rol consultivo actual.

En el marco de la reciente celebración de las 200 sesiones y los 20 años del Consejo de Normalización de la Construcción (CNC), se realizó una sesión especial en la CDT de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), durante la cual los asistentes pudieron escuchar una revisión histórica para recordar su origen y evolución a lo largo del tiempo.

El principal orador de la jornada fue Sergio Contreras, vicepresidente del Colegio de Ingenieros y fundador del CNC, quien relató a los presentes una serie de recuerdos y anécdotas sobre los hitos y desafíos que han marcado la trayectoria del CNC. Fue la necesidad de establecer una institucionalidad más definida, en el ámbito de la normalización de la construcción en Chile, la que sembró la semilla de su creación. 

Su origen se remonta a una iniciativa en el Colegio de Ingenieros, impulsada por Elías Arce, quien, en palabras de Contreras, era un “fanático por las normas”. Esta comisión, que inicialmente tuvo un borrador de norma sin consulta pública, experimentó un declive y fue posteriormente trasladada al Instituto de la Construcción (IC). En el IC, la ingeniera Erika Vélez asumió la presidencia de una comisión especial de normas, y el trabajo conjunto llevó a la conclusión de que se requería una institucionalidad más formal. De esta discusión surgió la idea de crear un “Consejo Nacional de Normalización de la Construcción”.

Conformación y propósito inicial
El Consejo fue concebido como una entidad transversal, con la participación de diversos sectores, siguiendo el modelo del IC. Sus integrantes originales incluían:

  • Sector público: A través del Ministerio de Vivienda.
  • Sector privado: Representado por la industria.
  • Colegios profesionales: Como el Colegio de Ingenieros.
  • Academia: Mediante distintas universidades.

Esta conformación original “se mantiene más o menos hasta hoy”, destacó Contreras. La idea fundamental era coordinar las iniciativas de normas existentes, ya que en sus inicios se detectaron duplicidades, como el caso de INN y otras instituciones trabajando en el mismo tema. Además, buscaba ser un apoyo para el INN en el sector de la construcción.

Evolución y logros

Inicialmente, el Consejo aspiraba a un rol más ejecutivo en la elaboración de normas, pero con el tiempo, su papel evolucionó hacia un enfoque “mucho más consultivo”, detalló el ingeniero.

Entre las acciones y logros destacados del Consejo se encuentran:

  • Trabajo conjunto con INN y CORFO: Esta colaboración permitió actualizar o crear “un montón de normas en la construcción de Chile” que estaban obsoletas, detallando que se trató de alrededor de 60 normativas.
  • Actualización de normas clave: De esa iniciativa nació la actualización de las normas de viento y de nieve, y la norma de cargas útiles (antiguamente llamadas sobrecargas), cambiando luego el nombre a “carga útil”. También se creó la norma de combinación de cargas.
  • Coordinación de iniciativas: El CNC ha sido fundamental para evitar la duplicación de esfuerzos en la creación de normas, promoviendo una visión común en el sistema normativo.

Liderazgo y cambios internos
El primer presidente del Consejo fue Blas Bellolio, quien era gerente general de la Cámara Chilena de la Construcción y ocupó el cargo por aproximadamente cinco años. Por su parte, Sergio Contreras fue vicepresidente “desde el principio, desde la creación”. Tras la renuncia de Bellolio, Sergio Contreras asumió la presidencia, cargo que ocupó alrededor de 10 años. 

Luego de esa década, asumió la presidencia Lucio Ricke, director del Instituto de la Construcción en representación de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE). Al cierre de la sesión especial, el actual presidente destacó que “pudimos seguir compartiendo un poco la historia y relevar a las personas que han estado en este consejo. Seguiremos trabajando en las tareas diarias que tenemos dentro de nuestro plan estratégico, orientado al día a día de las instituciones y a relevar la difusión y el buen uso de la normativa dentro de nuestra industria”.

Futuras colaboración

A pesar de su decisión, el actual vicepresidente del Colegio de Ingenieros se mantuvo como representante titular de dicha entidad. En este rol, se gestó un acuerdo con el Instituto Nacional de Normalización para “poner a disposición las normas de los del INN a disposición con algún tipo de acuerdo” de los socios del Colegio. Este convenio también abrió la posibilidad de que el Colegio de Ingenieros, a través de su Comisión de Normalización (reactivada por Sergio Contreras), participara en la elaboración de anteproyectos de normas “muy en conjunto con INN”.

Esta comisión ha trabajado en la norma de viento, cuya actualización está “saliendo este mes”, y tiene en carpeta otras normas, como la de nieve, la de estructuras patrimoniales y la de monitoreo de estructuras. Este trabajo no duplica las funciones del Consejo de Normalización, ya que el Colegio de Ingenieros abarca “11 especialidades de la ingeniería” y no solo la construcción, explicó Contreras, añadiendo que se busca mantener una estrecha coordinación entre el Colegio y el Consejo.

Finalmente, se señaló la importancia de la accesibilidad a las normas para los estudiantes de pregrado, una iniciativa que el INN y el Consejo han discutido, reconociendo la necesidad de la academia de acceder a estos documentos.

La consejera del CNC, Marlena Murillo, resaltó que “el tema normativo siempre va a estar vigente, nunca va a perder vigor, y en la medida de que vayamos relevando los temas importantes, iremos marcando ciertos objetivos y visualizando ciertas temáticas. Por ejemplo, el tema medioambiental, que tiene que ver con el reciclaje o con la economía circular en la construcción llevan menos tiempo y aún no tienen la potencia que queremos visualizar. Entonces, todo lo que tiene que ver con las tecnologías de materiales y el uso y reutilización de las cosas van a ser temas importantes a normar”.

Fuente: Instituto de la Construcción

Sergio Contreras: “No hay un compromiso real para dar al cuerpo normativo la consistencia que necesita”

Fecha: 29/03/2022

El presidente del Consejo de Normalización de la Construcción del Instituto de la Construcción llama a la industria a reconocer los problemas, pero también a unirse para poder mejorar la normativa chilena.

Sergio Contreras, presidente del Consejo de Normalización de la Construcción del Instituto de la Construcción y miembro del Consejo Directivo del Programa Construye2025, en representación del Colegio de Ingenieros, invitó al sector construcción a reconocer los problemas y a “unir fuerzas” para plantear y lograr, soluciones que mejoren, sensiblemente, y “con profundidad” la normativa en el país.
Actualmente, el Consejo que encabeza el ingeniero civil contempla una actuación más directa en el ámbito normativo que va desde la reunificación de información, urgencias para la industria y la regulación en beneficio de los usuarios hasta su incorporación en el debate, donde el Estado juega su papel regulador, mientras los institutos técnicos salvaguardan la precisión y correcto contenido de las normas.

¿Cuál es su evaluación sobre el estado normativo del sector construcción?
El estado normativo adolece de falencias importantes, en especial en la cantidad de normas que incluye y que representan las necesidades del sector y también la obsolescencia de ellas, dado los recursos de que se disponen para mantenerlas actualizadas.

En Chile, no hay un compromiso real y tangible tanto del sector privado como del Estado para darle al cuerpo normativo la consistencia que necesita para cumplir con las expectativas y necesidades de la industria, de los usuarios y, de esta manera, de la sociedad. Además, la organización jurídica de la construcción en el país tiene serias falencias e inadecuaciones que no siempre están resueltas de la manera más efectiva, lo cual genera una descoordinación global que dificulta un desarrollo eficiente de la normativa.

¿Cómo avanzar en la normativa del sector?
El avance en la normativa del sector está íntimamente ligado a lo anterior. Es de vital importancia generar los recursos necesarios, ya sea a través de políticas públicas adecuadas y bien planificadas; o de aportes reales y consistentes del sector privado. Es difícil, por ejemplo, entender que usuarios de la importancia y capacidad económica como la gran minería del cobre sean uno de los grandes beneficiarios de normas como la de diseño sísmico de estructuras industriales y hayan mantenido una actitud de indiferencia absoluta frente a los esfuerzos realizados por un puñado de especialistas y al aporte, siempre deficitario, de instituciones como el Minvu y el Instituto de la Construcción, para poder completar una tarea de esa magnitud.

Otro gran problema que dificulta el avance es la falta de aporte y comprensión para mejorar la aproximación jurídica a los temas normativos. En una gran cantidad de casos en que estos sectores han hecho oídos sordos ante la recomendación de las entidades técnicas que proponen una conceptualización moderna de los textos normativos. Esto en aras de un cumplimiento de preceptos anticuados que no están acordes a la realidad del siglo XXI.

¿Cuáles son los desafíos del sector en temas normativos?
Los desafíos normativos del sector se centran fundamentalmente en vencer estas condicionantes negativas y poder lograr un escenario acorde con lo que hoy vive el mundo en materia normativa. Para ello, es necesario entender que la construcción no está detenida en la pura solución política del tema de la vivienda, sino que abarca un sinnúmero de otros desafíos técnicos que debemos resolver de manera conjunta. No olvidemos que el gran desafío del futuro es lograr una construcción sustentable.

Cumplimiento normativo

Fecha: 27/03/2022

Por: Sergio Contreras, Presidente Consejo de Normalización de la Construcción, Instituto de la Construcción

En el actual ordenamiento jurídico y técnico de la construcción en la organización de la sociedad contemporánea, el cumplimiento de la normativa tiene un rol fundamental ya que de ello depende una oferta de calidad adecuada y alcanzar un nivel de seguridad aceptable tanto para los fabricantes, los constructores y los usuarios.

Las construcciones de acero utilizan este material producto de un proceso de fabricación estrictamente controlado y que a su vez cuenta con la posibilidad de llevar una buena trazabilidad; sin embargo ello per se no garantiza un cabal cumplimiento normativo que es requerido para asegurar esa calidad. Desde este punto de vista, es de gran importancia contar con un cuerpo normativo sólido, actualizado y vigente según el conocimiento tecnológico de hoy.

A diferencia de lo que se tiende a creer, el contar con ese cuerpo y tener como objetivo cumplirlo cabalmente origina un comportamiento mejorado en la obtención de productos de más alta calidad, de la aplicación realista de la tecnología asegurando la seguridad, habitabilidad, el comportamiento de las construcciones y, en definitiva, la calidad de vida en la sociedad.

Para obtener estos logros, este comportamiento de la industria debe estar debidamente incorporado en las políticas públicas de manera que exista una consistencia real en toda la cadena, desde el proyectista que concibe una obra hasta el último de los ejecutores, es así como la aplicación de la normativa cobra su importancia real y se despoja de esa carga que equivocadamente se considera como obstáculos al desarrollo de la labor profesional y productiva.

En Chile, en el último tiempo se ha trabajado intensamente en diversas instituciones para mejorar este entorno normativo, de esta manera hoy tenemos normas como la NCh427/1 y NCh427/2 que son una poderosas herramientas para los ingenieros estructurales pues mejoran el marco en el cual debe situarse el correcto diseño de las estructuras de acero.

De la misma manera, el control de la calidad de los aceros queda claramente determinado en las normas NCh3518 para perfiles cerrados conformados en frío y, consecuentemente, la NCh3576 para perfiles abiertos conformados en frío. Esta tipología de perfiles es ampliamente usada en el país para las construcciones en acero.

De esta manera el país avanza en un camino definido para lograr la calidad que requieren los productos y construcciones de acero y, también así, podemos pensar que estamos sentando bases sólidas para mejorar el bienestar de las personas.

Fuente: Instituto de la Construcción