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Aportes para un estándar constructivo nacional más sustentable

Fecha: 05/05/2020

Por Erwin Navarrete Saldivia, jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional del Minvu.

Las circunstancias actuales nos han puesto a prueba como sociedad. Estamos frente a una de las mayores crisis que hemos vivido mundialmente en la era de la globalización, lo que ha dejado de manifiesto las vulnerabilidades que tiene nuestro sistema de vida. 

Problemáticas globales como la migración a zonas urbanas y, por ende, la planificación de esas zonas, entre muchas otras, se han traducido en factores que han favorecido que el mundo se vea impactado hoy por una pandemia de estas características, por lo que vale preguntarse ¿cómo podemos aportar desde el sector construcción a mejorar las condiciones futuras de vida para que esto no se repita?

Como ministerio nos preocupa el impacto ambiental que tienen las edificaciones a lo largo de su ciclo de vida, ya que consumen grandes porcentajes de energía y agua, y generan altos índices de residuos y contaminación ambiental en las ciudades, entre otras externalidades negativas. 

En respuesta a lo anterior, hemos asumido en nuestro quehacer un compromiso fundamental con el medioambiente y la calidad de vida de los ciudadanos, por esta razón, hace más de una década hemos incorporado la sustentabilidad como una herramienta central para desarrollar nuestra labor, es así que hemos desarrollado políticas y programas que permitan incorporar estándares de sustentabilidad en la industria de la construcción, que han permitido mejorar la calidad constructiva, así como del ambiente interior de las viviendas, impulsando diversas acciones que buscan reducir el impacto de las edificaciones en el medioambiente y en la vida de las personas. 

Una de estas iniciativas es la Certificación Edificio Sustentable (CES), administrada por el Instituto de la Construcción (IC), que está enfocada en incentivar la construcción sustentable en edificios de uso público. La CES comparte una misma línea estratégica con la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS) que lidera el Minvu, y que es parte de las iniciativas de la Estrategia Nacional de Construcción Sustentable para fomentar la incorporación de sustentabilidad en la edificación. 

Dado lo anterior, hemos propiciado generar sinergias entre las dos iniciativas, participando mutuamente, tanto en los comités directivos como en los técnicos de ambas certificaciones. Asimismo, hemos intencionado un trabajo conjunto para alinear otros aspectos en estas iniciativas, como la homologación de conceptos, con el fin de que compartan un lenguaje común y la misma lógica de trabajo, y con ello facilitar la masificación en el uso de ambos instrumentos en el mercado. 

Todos estos esfuerzos apuntan a un objetivo común, que es optimizar las condiciones de vida de las familias chilenas, teniendo directo impacto en la salud de las personas a través de estrategias que privilegien metodologías de trabajo, diseños, materialidades y comportamientos de uso de viviendas, espacios comunes y medio urbano.

Fuente: Certificación Edificio Sustentable

Ley de Eficiencia Energética: un mundo de posibilidades para la gestión

Fecha: 04/05/2020

El proyecto que ya se encuentra en su tercer trámite en el Senado pasará de haber instalado el concepto de eficiencia energética, a un proceso de mejora continua inherente a la excelencia operacional.

La Ley de Eficiencia Energética -que podría ser promulgada este semestre- incorpora una serie de medidas que irán en directo beneficio de la sociedad y el medioambiente. Los Sistemas de Gestión de Energía (SGE), por ejemplo, traerán consigo ahorros que podrían incentivar todavía más a las empresas que aún están pensando en hacer cambios en esta materia.

A ello se suma que, tal como señala Ignacio Santelices, director ejecutivo de la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE), la nueva ley cambia la forma en que vemos y hacemos eficiencia energética. “Primero, la institucionaliza a nivel de políticas públicas, haciendo que no sea solamente competencia del Ministerio de Energía, sino que a través de planes de cinco años, participen activamente el Ministerio de Transporte, de Vivienda, de Medioambiente, de Obras Públicas, de manera que la eficiencia energética esté incorporada en sus acciones”, explica.

Esto abre infinitas posibilidades y nuevos escenarios. A nivel industrial, la nueva ley vendrá a instalar el concepto más allá de las acciones individuales, como las renovaciones de equipos. Ahora, pasaremos a vivir en un proceso de mejora permanente, donde la eficiencia energética será parte de la gestión y la excelencia operacional de las empresas de la construcción y otros rubros.

“En la Agencia ya llevamos varios años empujando este concepto, a través del cofinanciamiento para la implementación y certificación de Sistemas de Gestión de la Energía (SGE), acompañado, además, de una serie de iniciativas que buscan apoyar al sector productivo en el uso eficiente y sostenible de la energía”, detalla Santelices.

Asimismo, “las grandes industrias productoras presentan avances dispares entre sí, ya que la mayor parte ha desarrollado proyectos aislados de eficiencia energética. Afortunadamente, en 2019 se produjo un incremento en los SGE, ya que permiten identificar de manera sistemática las mejoras energéticas que se deben implementar. Por eso, vemos con optimismo los avances que podremos lograr en 2020”, afirma Héctor Arellano, gerente comercial de Efizity, especialista en gestión energética.

Consumo térmico

A nivel de las personas, un eje clave será informar a la población respecto de la eficiencia energética en las viviendas. “Esta es la principal compra que hace una persona durante su vida y el mayor consumo de energía a nivel residencial está justamente en los consumos térmicos que están muy vinculados con cómo está construida la vivienda. Por lo mismo, es sumamente relevante que las viviendas nuevas informen cómo es el consumo de energía para que la gente, cuando compre, vaya a tomar una buena decisión, bien informada”, añade el director ejecutivo de la AgenciaSE.

Según Héctor Arellano, de Efizity, en Chile existe experiencia relevante en las distintas tecnologías que se pueden aplicar a la eficiencia energética y las metodologías de gestión asociadas, como recambios tecnológicos, control automático de procesos y mejoras en contratos de suministro, entre otros. “Cada condición es distinta, pero, en general, las empresas están dispuestas a invertir en mejoras si estas consiguen un retorno de su inversión en torno a los tres años”, comenta.

En este aspecto, el especialista refuerza que la nueva ley exigirá a las empresas con altos consumos de energía implementar un sistema bajo una norma (ISO 50001) que dé soporte a sus actividades de gestión de energía, con objetivos, metas e indicadores de cumplimiento. Además, estas empresas deberán informar, anualmente, a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles sobre sus planes relacionados.

¿Cómo prepararse para estos cambios? Al menos con un diagnóstico que identifique y cuantifique las brechas que la empresa posee. “Es un ejercicio muy práctico y rápido, que permite contar con una carta Gantt para diseñar e implementar un sistema de gestión específico, junto a los costos iniciales y recurrentes de operación, que puede corresponder a costos de inversión en equipos de medición, recambio de tecnología y horas de trabajo gerencial y operativo”, sostiene el profesional de Efizity.

En este sentido, conviene mirar -desde ya- a los SGE como un aliado en el camino a la neutralidad, necesario no solo para el medioambiente, sino también para mejorar la productividad, la competitividad económica y la calidad de vida de las personas. En la construcción, si bien los responsables de las edificaciones ya se están preocupando más profundamente del consumo de energía, ahora tendrán que hacerlo mucho más, pues no sólo contarán con una etiqueta y un informe de eficiencia energética, sino que en la mayoría de los casos deberán presentar esta información a la Dirección de Obras Municipales para obtener la recepción final de la obra.

 

Fuente: Certificación Edificio Sustentable 

 

¿Cómo se evalúa la eficiencia energética y el comportamiento ambiental de los edificios?

Fecha: 29/04/2020

En Chile, las herramientas CES, CVS y CEV hoy promueven la optimización energética. Como complemento, se tramita en el Senado una Ley de Eficiencia Energética que buscará disminuir aún más el consumo. 

La edificación de tipo comercial, pública y residencial es responsable del 21% del consumo de energía en Chile, según la Ruta Energética 2018-2022 del Ministerio de Energía. Pero hay herramientas disponibles en Chile que trabajan para disminuir dicho porcentaje. Se trata de las certificaciones Edificio Sustentable (CES), Vivienda Sustentable (CVS) y la Calificación Energética de Viviendas (CEV), sumadas a la Ley de Eficiencia Energética -que se encuentra en tercer trámite en el Senado.

Estas se agrupan de acuerdo a sus características en calificaciones y certificaciones. Además, se dividen por los usos o destinos de la edificación a los que se aplican.

Por una parte, las calificaciones abordan únicamente las variables de demanda y consumo de energía, y pueden entregar un indicador de emisiones de CO2eq durante la operación, basado en el consumo de energía. Asimismo, sus metodologías para la estimación de consumos de energía tienen una aproximación más simplificada, principalmente producto de la masividad de su aplicación. 

Actualmente, “tenemos disponible en el país la Calificación Energética de Viviendas (CEV) desde el año 2012, y producto de la Ley de Eficiencia Energética se creará en los próximos años una calificación para edificios de uso público, comerciales y oficinas”, comenta Hernán Madrid, jefe de CES.

Por otra parte, las certificaciones abordan una mayor cantidad de variables en su evaluación, incluyendo demanda y consumo energía, pero extendiéndose a calidad del ambiente interior, eficiencia en el uso de agua, materiales y residuos, entre otras. “Las metodologías de análisis suelen ser más complejas e incluyen una evaluación de tercera parte. Actualmente, tenemos disponibles la Certificación Edificio Sustentable (CES) para edificios de uso público, comerciales y oficinas desde 2014, y desde este 2020 la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS), que se aplica a viviendas y a la que se integra la CEV en sus variables de energía”, sintetiza el profesional.

Y la nueva Ley de Eficiencia Energética, incluso, traerá aparejado el desarrollo de la definición y certificación “Net Zero Energy” en Chile, para edificaciones de uso público y residencial. Además, el programa “Gestiona Energía” fortalecerá las capacidades técnicas de los gestores energéticos de los servicios públicos y ampliará la cantidad y tipo de edificios monitoreados, incorporando medición inteligente. 

Calificación Energética de Viviendas

Entre las  importantes herramientas orientadas a optimizar el consumo de energía, está la Calificación Energética de Viviendas (CEV), instrumento diseñado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en conjunto con el Ministerio de Energía, que inició sus funciones en 2012 para promover el atributo de eficiencia energética en las edificaciones de uso residencial. 

Desde este año, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo está trabajando en los documentos reglamentarios necesarios para la implementación de la obligatoriedad de la CEV (Reglamento de la CEV y Reglamento del Registro de Evaluadores Energéticos). Además, los equipos regionales del ministerio se concentran en fortalecer las capacidades instaladas y aumentar el número de evaluadores y fiscalizadores.

Una vez aprobada la Ley de Eficiencia Energética, los proyectos nuevos de viviendas, edificios de uso público, edificios comerciales y edificios de oficinas deberán contar con una calificación energética para obtener la recepción final o definitiva por parte de la Dirección de Obras Municipales respectiva. La obligación de precalificación y calificación energética respecto de viviendas, regirá transcurridos 24 meses desde la publicación de la norma. 

Certificación Edificio Sustentable

Asimismo, un sistema de certificación voluntario evalúa las edificaciones de uso público en Chile, tanto nuevas como existentes, considerando una serie de parámetros que incentivan el diseño y la construcción sustentable. La Certificación Edificio Sustentable -desarrollada por el Instituto de la Construcción con el apoyo de 13 instituciones públicas y privadas-  busca que el mercado valore mucho más este tipo de construcciones.

“Las variables se agrupan en líneas de acción como calidad de ambiente interior (confort térmico, acústico, calidad del aire e iluminación), energía (demanda, consumo y energía incorporada), agua (demanda, consumo y energía incorporada), residuos y gestión”, explica Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable.

Certificación Vivienda Sustentable

La Certificación de Vivienda Sustentable (CVS) es una herramienta pensada para mejorar la calidad de vida a las personas a través del cuidado del desempeño de los proyectos de vivienda a nivel nacional. Para ello, utiliza como base los Estándares de Construcción Sustentable para Viviendas, publicados en 2016 por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. 

Esta herramienta ayudará a definir los mínimos requerimientos para catalogar una vivienda como “sustentable” y, además, para poner en valor experiencias de edificación residencial que incorporen parámetros de eficiencia energética, hídrica, uso de materiales sustentables, gestión de residuos, medidas de mitigación de impacto ambiental, mejor calidad ambiental para las personas y medidas de respeto al entorno urbano y cultural, durante todo el ciclo de vida del proyecto, es decir, desde el diseño y construcción, hasta la operación.

 

Fuente: Certificación Edificio Sustentable

Día Mundial de la Eficiencia Energética: La carrera de la industria hacia edificios de bajo consumo energético

Fecha: 04/03/2020

La construcción ha dado grandes pasos en eficiencia energética, logrando combinar confort y bajo consumo de energía. Los motores que hoy la mueven son: calidad del ambiente interior, uso de energía, uso de agua, gestión de residuos y gestión de operación y mantenimiento. Pero va por más.

Un innovador sistema desarrollado por el Instituto de la Construcción, con el apoyo y la participación de 13 instituciones públicas y privadas, hizo posible crear la Certificación Edificio Sustentable (CES), que permite evaluar, calificar y certificar el comportamiento ambiental de edificios de uso público en Chile. La iniciativa fue la respuesta de la industria de la construcción ante la necesidad de incorporar sustentabilidad a las edificaciones y a los desafíos globales que impone el cambio climático, pero es sólo el comienzo. 

El diseño y la construcción con criterios de sustentabilidad no pueden pasar por alto la aislación térmica, el uso de la radiación solar, la iluminación natural, entre otros elementos que contribuyen a la eficiencia energética desde el diseño. Otro aspecto fundamental es la operación del edificio. “Es importante que cada edificio sea administrado por personas o empresas capacitadas en temas de sustentabilidad y eficiencia energética. Actualmente, la mayoría de las administradoras de edificios (oficinas, residenciales, públicos, etc.)  tienen un conocimiento extenso en finanzas y distribución de recursos, pero poco en mantenimiento, eficiencia energética y calidad del ambiente interior”, explica Romy Lückeheide, asistente de CES.

Los resultados de los edificios certificados con CES avalan esta tendencia. Cifras del Ministerio de Energía de 2019, revelan que el promedio nacional de consumo de energía en edificios de oficinas supera los 250 kilowatt-hora por metro cuadrado al año (kWh/m2 año), en tanto, los que han sido certificados CES están muy por debajo de ese promedio. Por ejemplo, el edificio de Caja Los Andes de Providencia (certificado en categoría destacada 2017), llegó a los 152 kWh/m2 año en consumo eléctrico, mientras que el edificio de la PDI de Puerto Montt alcanzó los 74 kWh/m2 año.

Asimismo, en el área educacional, la Escuela Manuel Anabalón de Panguipulli logró entre 33 y 37 kWh/m2 año (solo consumo de calefacción) y la Escuela Bernardo O’Higgins de Tocopilla alcanzó 14 kWh/m2 año (consumo total). “Es relevante considerar que estos bajos consumos de energía consideran las condiciones adecuadas de confort interior, de modo que no solo son edificios con consumos bajos por no usar sistemas, si no que son realmente eficientes”, destaca Hernán Madrid, jefe de CES.

Hacia una segunda etapa

De ahí que el Instituto de la Construcción, mediante un convenio de colaboración con el Ministerio de Energía y el MOP, esté impulsando fuertemente la certificación de los edificios existentes y con miras a un desafío más ambicioso pero posible y necesario: la certificación nacional de edificios públicos “cero energía”. 

Una herramienta como la certificación cero energía contribuirá a mover el foco de la sustentabilidad en la construcción a desarrollar edificios aún más eficientes y con un impacto en emisión de carbono significativamente menor. 

Hoy, CES cuenta con más de 300 edificios en proceso de certificación, entre oficinas, escuelas, cuarteles de bomberos, recintos fronterizos, comisarías, centros médicos y hospitales, entre otras tipologías. Y a febrero de 2020, 42 estaban certificados.

Premio CES: Proyectos de La Araucanía, Magallanes y Atacama fueron distinguidos por sus características de sustentabilidad

Fecha: 05/09/2019

La primera versión del reconocimiento distinguió a los edificios con los más altos puntajes del sistema de certificación nacional.

Tres establecimientos educacionales y un cuartel de Bomberos de la región de la Araucanía, un centro para el adulto Mayor en Magallanes y uno deportivo en Atacama fueron distinguidos en la primera versión de los Premios Certificación Edificio Sustentable, instancia que busca poner en valor el resultado de proyectos que han incorporado la herramienta de certificación nacional.

Considerando que las edificaciones influyen en la calidad de vida de los usuarios y el entorno, el Premio CES permite destacar también la forma en que una obra, al incorporar sustentabilidad, logra mejorar los niveles de calidad interior, usa eficientemente los recursos y reduce tanto emisiones como residuos.

“Esta premiación reconoce a espacios de uso público donde se trabaja confortablemente, lo que eleva la productividad, asegura un menor gasto energético y un mejor uso de los recursos naturales, considerando la climatología de las principales zonas de nuestro país. A fin de año se realizará la COP25 en Chile, por lo que hacemos un llamado a que certifiquemos nuestras edificaciones y mostremos al mundo un ejemplo a seguir”, sostuvo el presidente de Certificación Edificio Sustentable, Ricardo Fernández.

En la categoría Premio CES al Edificio Certificado, resultó ganador el Centro de Día del Adulto Mayor del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), mandatado a la Dirección de Arquitectura del MOP Magallanes. Emplazado en Punta Arenas, es el proyecto más austral en obtener la Certificación Destacada, con 69 puntos. Cuenta con aberturas bien diseñadas y una envolvente capaz de soportar los requerimientos climáticos del lugar. En tanto, la reducción de la potencia del sistema de climatización significó un ahorro de cerca del 50% en consumo respecto a la referencia, mientras que en su desempeño se advirtió una reducción del 57% de consumo de agua en el interior del edificio.

El segundo lugar fue para la Reposición del cuartel de Bomberos de Cunco, mandatado por la Municipalidad y que contó con la Dirección Regional de Arquitectura del MOP de La Araucanía como Unidad Técnica. El proyecto fue el primero de la región en contar con la precertificación de diseño y certificación en construcción en nivel Destacado, con 60,5 puntos. Dentro de las características de sustentabilidad, fueron aspectos relevantes la reducción en un 21% de las horas de disconfort y un 55% en la demanda de energía, además de un ahorro del 36% en consumo de agua.

El tercer lugar fue para el Centro Elige Vivir Sano de Caldera, perteneciente al Instituto Nacional de Deportes. Obtuvo la certificación CES nivel destacado con 56 puntos. En el diseño de los espacios se incorporaron estrategias pasivas para los recintos más pequeños, mientras que en los espacios más grandes se instalaron equipos de climatización eficientes, logrando una disminución del consumo en calefacción, enfriamiento e iluminación de un 41%. Incorpora elementos que lo hacen amigable con el medioambiente, como la utilización de 40 colectores solares térmicos que cubren el 20% de la demanda, además de artefactos sanitarios y de grifería que permiten ahorrar un 66% del consumo de agua.

En la categoría Premio CES al Edificio Precertificado, el primer lugar fue para la Escuela Básica Huitranlebu. Perteneciente a la Municipalidad de Purén, contó con Seremi Mineduc Araucanía como Unidad Técnica y obtuvo la precertificación CES con 81,5 puntos. Dentro de las características de sustentabilidad que destacaron en el proyecto, se contó un 42% de reducción en la demanda de energía y 21% menos de horas de disconfort, además de 70% ahorro de consumo de agua.

El segundo lugar de esta categoría fue para el Liceo B-15 Jorge Teillier. Perteneciente a la Municipalidad de Lautaro, su Unidad Técnica fue Seremi Mineduc La Araucanía y la Dirección de Arquitectura MOP La Araucanía. Recibió la precertificación con 79,5 puntos en el sistema. Dentro de las características de sustentabilidad que destacaron en el proyecto, se contaron reducciones de 43% en demanda de energía, 57% en consumo de la misma y 13% en horas de disconfort, además de 56% de ahorro de consumo de agua.

El tercer lugar fue para la Escuela Rural Rucapangue. Proyecto de la Municipalidad de Cholchol, obtuvo la precertificación con 76,5 puntos y la Unidad Técnica fue Mineduc Seremi La Araucanía. Dentro de sus características de sustentabilidad descritas en el proyecto, destacaron reducciones de 20% de demanda de energía, 19% de horas de disconfort y 41% de ahorro en consumo de agua.

En tanto, el premio al Profesional Destacado CES recayó en Norman Goijberg, arquitecto de la Universidad de Chile con vasta experiencia en temas de sustentabilidad, quien fue el primer presidente de Certificación Edificio Sustentable, entre los años 2014 y 2016. Actualmente forma parte de su Comité Directivo en representación de la Cámara Chilena de la Construcción.

Iniciativa de valor

Para esta primera versión de los Premios CES, se consideraron los proyectos desde la puesta en marcha de la herramienta hasta diciembre de 2018, explicó Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable. Recibieron la distinción los edificios y proyectos con los más altos puntajes del sistema, mientras que el Profesional Destacado se eligió entre el universo de participantes que históricamente se ha articulado en torno a la certificación.

“Además del reconocimiento, los ganadores del premio CES 2019 tendrán un espacio en la muestra permanente de la XXI Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Chile, que se realizará entre el 03 y 27 de octubre”, añadió Madrid.

La ceremonia de entrega se realizó el pasado 04 de septiembre en Santiago y contó, entre otros con la presencia del director Nacional de Arquitectura, Raúl Irarrázabal; la directora nacional del Instituto Nacional de Deportes, Sofía Rengifo; la directora (s) del Servicio Nacional del Adulto Mayor, Muriel Abad; el alcalde de Cholchol, Luis Huirilef; el alcalde de Purén, Jorge Rivera; el director regional MOP Magallanes, Patricio Hormazábal; el director ejecutivo del Instituto de la Construcción, José Pedro Campos; presidente del Colegio de Arquitectos, Humberto Eliash, y el past president de la Asociación de Oficinas de Arquitectos, Yves Besançon.

Ganadores Premios CES

Categoría Edificio Certificado

Primer lugar: CENTRO DE DÍA DEL ADULTO MAYOR PUNTA ARENAS

Certificación Destacada – 2018

Mandante: Servicio Nacional del Adulto Mayor

Unidad Técnica: Dirección de Arquitectura MOP Magallanes

Arquitecto: Néstor Vásquez

Asesor: Pasiva

Entidad Evaluadora: IDIEM

Ubicación: Punta Arenas, Región de Magallanes

Segundo lugar: REPOSICIÓN CUARTEL DE BOMBEROS DE CUNCO

Certificación Destacada – 2018

Mandante: Ilustre Municipalidad de Cunco.

Unidad Técnica: Dirección Regional de Arquitectura del MOP de La Araucanía.

Arquitecto: Soc. Arquitectura Arquiferreira

Asesor: Rodrigo Escobar (PC) – Rodrigo Vargas (C)

Entidad Evaluadora: 88 Ltda.

Ubicación: Cunco, Región de la Araucanía

Tercer lugar: CENTRO DEPORTIVO INTEGRAL CALDERA

Certificación Destacada – 2018

Mandante: Instituto Nacional de Deportes

Arquitecto: PHH Arquitectos

Asesor: Daniela Olmos

Entidad Evaluadora: 88 Ltda.

Ubicación: Caldera, Región de Atacama

Categoría Edificio Precertificado

Primer lugar: ESCUELA BÁSICA HUITRANLEBU

Mandante: Ilustre Municipalidad de Purén

Unidad técnica: Mineduc Seremi Araucanía.

Arquitecto: M&H Arquitectos

Asesor: Rodrigo Escobar

Entidad Evaluadora: 88 Ltda.

Ubicación: Purén, Región de la Araucanía

Segundo lugar: LICEO B-15 JORGE TEILLIER

Mandante: Ilustre Municipalidad de Lautaro

Unidad técnica: Mineduc Seremi Araucanía y Dirección de Arquitectura MOP Araucanía. Arquitecto: Arquitectonica Ltda.

Asesor: Tatiana Vidal

Entidad Evaluadora: 88 Ltda.

Ubicación: Lautaro, Región de la Araucanía

Tercer lugar: ESCUELA RURAL RUCAPANGUE

Mandante: I.M. de Cholchol

Unidad técnica: Mineduc Seremi Araucanía

Arquitecto: Paulo Lagos Yáñez

Asesor: Rodrigo Escobar

Entidad Evaluadora: 88 Ltda.

Ubicación: Cholchol, Región de la Araucanía

Fuente: CES