Lanzamiento del concurso Desafío NetZero2030, realizado el miércoles 23 de noviembre de 2022, con la participación de Marcos Brito, gerente de Construye2025.
Colaborativamente, el gremio y Construye2025 incentivarán la reducción del consumo de energía y las emisiones de CO2, así como un uso eficiente de los recursos para transformar la forma en que proyecta la arquitectura.
En el Congreso “Construyendo Chile”, la presidenta del Colegio de Arquitectos de Chile, Jadille Baza, anunció el concurso Desafío Net Zero 2030, que busca lograr la carbono neutralidad a 2050 y que nació tras el compromiso firmado con Construye2025 en mayo pasado. “Este concurso nació de muchas conversaciones, que consideraron la pandemia y la crisis social. Nos preocupaba que se no se visibilizara el cambio climático que se seguía acrecentando, producto del desarrollo económico lineal vigente”, afirmó.
Para desarrollar la iniciativa, ambas instituciones tomaron en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU que dieron origen a cuatro pilares: la economía circular, la industrialización, la perspectiva Net Zero Energía; y la mirada Net Zero Emisiones.
De esta manera, se mejorarán las capacidades de los profesionales de la construcción del mañana, en temas relacionados con brechas productivas, sociales y medioambientales.
“Esperamos apoyar a los futuros profesionales para que puedan enfrentar los desafíos desde la etapa de diseño, donde se deben coordinar tempranamente las especialidades para minimizar errores y tiempos perdidos; apoyar a la academia para incentivar a los alumnos y profesores; incentivar a los proveedores de materiales a adquirir prácticas y productos más sostenibles; aportar al sector con profesionales capaces de proponer y ejecutar diseños Net Zero; y contribuir al país con soluciones concretas de vivienda y una mirada integral que ayude a reducir el déficit”, explicó la presidenta del Colegio de Arquitectos, Jadille Baza.
Junto a Construye2025, los arquitectos aspiran a levantar una plataforma que amplifique el impacto y acelere los cambios que la industria de la construcción requiere para hacer de Chile un país más productivo y sostenible. “Sabemos que los cambios no suceden solos, se necesitan iniciativas como esta que abran el camino. Día a día se suman más actores y queremos invitarlos para que ustedes también sean parte”, comentó la presidenta del Colegio de Arquitectos.
La empresa que comercializa sistemas constructivos e insumos para la construcción estádemostrando las ventajas del uso del acero en un cómodo showroom que, además, favorece la colaboración.
Una amplia oferta de productos de acero es la que está ofreciendo Cintac en un espacio único, diseñado para acercar a la arquitectura al mundo del acero. Con presencia en Chile, Perú y gran parte de Latinoamérica, la empresa ofrece al mercado sus líneas de tubos, perfiles, cañerías, planchas, cubiertas, revestimientos, elementos estructurales y de infraestructura.
Pero, hoy, en Instapanel Lab, todo lo anterior combina propuestas innovadoras y un equipo técnico dedicado a asesorar a quienes visitan las instalaciones ubicadas en Las Condes Design. “Diseñamos un laboratorio para arquitectos y profesionales capaces de asumir grandes desafíos, un espacio para innovadores, donde pueden conocer de cerca todas las funcionalidades del acero que, antes, solo se pensaban para proyectos industriales”, explica Ariel Vidal, subgerente en Transformación Digital e Innovación del Grupo Cintac.
En este ambiente, la colaboración surge de manera innata y, de hecho, se realizan actividades de formación y se promueve la eficiencia energética en la construcción. El lugar está funcionando desde marzo de 2020, fecha en que comenzaron las visitas de empresas y charlas que están motivando al mundo de la construcción a aprovechar las bondades del acero.
“Vemos esto como una herramienta para resolver los desafíos de la industria, usando materiales más sostenibles, buscando complementar capacidades con empresas constructoras e inmobiliarias y aportar más en el ámbito habitacional. Queremos contribuir a reducir el déficit de vivienda social y creemos que el acero puede ser una solución. Aumentar la productividad es relevante para el sector y, en este contexto, la tecnología y la digitalización son claves”, comenta Ariel Vidal.
Este año, Instapanel Lab de Cintac ha estado impulsando fuertemente soluciones de negocio más verdes, que se vinculan con el compromiso y adhesión a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y que permiten explorar nuevos modelos de negocio.
Ideas, materialidades y propuestas de soluciones, donde la innovación es protagonista, es lo que llegan a buscar arquitectos y otros profesionales que quieren conocer nuevas experiencias constructivas y soluciones de ingeniería. De hecho, Cintac cuenta con más de mil productos orientados a potenciar el desarrollo de los sectores construcción y metalmecánica.
Instapanel Lab está ubicado en Av. Las Condes 9765, Local 301, Las Condes Design y funciona de lunes a viernes, entre las 10:00 y las 18:00 horas.
Más información aquí: https://www.cintac.cl/instapanellab/
Conversatorio Arquitectos Tecnológicos para una Construcción Industrializada
Conduce: Ignacio Hernández, presidente de Archiplan, past president AOA, fundador de Exxacon, tambien docente de instituciones con la FAU y UAndes
Expositores:
– Víctor Suazo, jefe nacional de Innovación y Desarrollo de TECHO Chile
– Mauricio López, de MAPA Arquitectos
– Alberto Mozó, arquitecto de Prefabrica
A la presentación de la última edición de la revista, realizada en Espacio AOA y transmitida por YouTube, asistieron distintos representantes y actores del gremio además de académicos y autoridades. La ocasión, contó con un interesante debate entre los arquitectos José Rosas, Pedro Bannen y Pablo Riquelme, junto al fotógrafo Pablo Valenzuela, acerca del pasado, presente y futuro de este representativo espacio de Santiago.
Con un conversatorio que cruzó las opiniones de cuatro miradas expertas, y una audiencia conformada por arquitectos, urbanistas, académicos y otros actores del gremio, la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA) realizó la presentación de su Revista AOA 44, una edición que tiene como eje central la icónica Plaza Baquedano de Santiago, repasando su historia e intentos de remozamientos, el estallido social y los cambios que se han producido en ella.
El evento, desarrollado en Espacio AOA este jueves 26 de agosto y transmitido por el canal de la asociación en YouTube, estuvo encabezado por la presidenta de AOA, Mónica Álvarez de Oro, y el director de la revista, Yves Besançon, y contó también con la asistencia del subsecretario de Patrimonio Cultural, Emilio de la Cerda.
En sus palabras de bienvenida, Besançon expresó que “un enemigo invisible nos ha mantenido encerrados trabajando a distancia y físicamente separados, sin poder socializar presencialmente. A pesar de ello, hemos podido sacar adelante esta revista #44, que está cumpliendo 16 años de vida”.
Enfatizó, además, que “tampoco hemos querido soslayar o abstraernos de la realidad que nuestro país y nuestra ciudad de Santiago han sufrido, no solo por la cuarentena y la falta de actividad pública, sino que también por la tensión que se manifiesta en el ambiente desde el 18 de octubre de 2019, pero que al mismo tiempo nos ha abierto un lugar democrático de reflexión en la Convención Constituyente”.
Luego, la arquitecta y socia de Atisba, Caroline Iribarne, a través de un video enviado desde Francia, reseñó el artículo central de la revista, “Plaza Baquedano: un espacio inacabado de transformación”, del cual participó.
“Se ha escrito demasiado sobre la violencia, pero muy poco de la historia y el valor simbólico de Plaza Baquedano para los habitantes de la ciudad. Incluso, en las propuestas para reconstruir este sector ha habido aproximaciones más bien funcionales, pero poco sobre la relevancia simbólica, con raíces que han calado tan hondo, que hoy permite que tenga un significado muy importante para los chilenos”, sostuvo Iribarne, quien en el texto junto a Pedro Bannen, Rodrigo Tisi y el equipo Lyon & Martic, escribe sobre el pasado, presente y futuro de este icónico espacio público de la ciudad de Santiago.
A partir del comentario de Iribarne, el panel -compuesto por el moderador José Rosas, los arquitectos Pedro Bannen y Pablo Riquelme, y el fotógrafo Pablo Valenzuela- debatió en torno a la noción de Plaza Baquedano como “frontera social” que plantea la arquitecta en su artículo.
“Resulta sorprendente que el estudio que ella plantea confirma que en ese periodo en que se constituye la Plaza Baquedano, la ciudad estaba creciendo hacia el sur-poniente principalmente, o sea, no tenía una directriz marcada hacia el oriente como la conocemos ahora, sino que tenía una tendencia hacia los parques Cousiño, el Club Hípico, la Quinta Normal, e incluso hasta la zona de La Chimba”, señaló Rosas.
Pablo Valenzuela, autor de las fotografías que acompañan el artículo, opinó, en tanto, que “más que una grieta social, la Plaza Italia la veo como un punto de convergencia y un punto muy democrático, en el sentido de que pueden converger todas las comunas de Santiago y parques, como el Balmaceda, el Forestal y el Metropolitano. Por lo tanto, más que verlo como un lugar de diferencias sociales, lo veo como un lugar de encuentro”.
Posteriormente, los profesionales se detuvieron a analizar la imagen que acompaña la portada de la revista, donde Pablo Valenzuela retrató, en marzo pasado, el retiro de la estatua del General Baquedano y la sola presencia de su pedestal.
En ese sentido, el arquitecto Pablo Riquelme consideró que lo que muestra la fotografía “tiene mucha relación con la plaza porque, si uno dijera cuál es la figura que representa, es como la ausencia, la ausencia de algo que uno, sin embargo, termina de completar rápidamente, y en este caso son las expectativas que pueda tener cada uno de nosotros de este lugar”.
En ese línea, Riquelme dijo que la imagen “nos hace pensar en la dificultad de abordar desde todas las disciplinas este espacio físico, porque desde la foto aérea, uno ve que está atendiendo a una cosa de funcionalidad extrema, que ha estado modelada por todo lo que tiene que resolver: el tránsito vehicular, peatonal, las distancias entre los edificios”. El experto agregó que la Plaza Baquedano “tiene una carga funcional muy alta, y por otro lado, debe ser uno de los lugares más simbólicos que tenemos. Entonces, hay una disociación ahí que es importante”.
Al ser consultado sobre el futuro de este espacio, Riquelme intuyó que “el camino posible tiene que ver con sacarle esa carga extremadamente funcional y repensar en el espacio como se piensa en lugares como las Torres Gemelas. Lo que se hizo ahí (posterior al 11-S) a uno le puede gustar o no, pero hay una propuesta ahí no funcional y que ataca otra dimensión, más simbólica”.
A su turno, Pedro Bannen declaró que “con Plaza Baquedano me ha pasado algo que cada vez que me hacen fijar la atención en ella, la veo distinta”. Y junto con repasar los distintos nombres que ha recibido este espacio (desde Plaza La Serena, como la bautizó Benjamín Vicuña Mackenna en 1875, hasta Plaza Baquedano en 1928 y Plaza de la Dignidad en el último tiempo), parafraseó al escritor italiano Ítalo Calvino: “Todo lugar al que se le da un nombre, y cuando se invoca ese nombre todos saben del lugar del que se está hablando, el lugar ha aparecido, se ha creado”.
Reacciones
Al término de la actividad, el subsecretario de Patrimonio, Emilio de la Cerda, manifestó que “me parece muy pertinente instalar, primero, una reflexión respecto del espacio de Plaza Baquedano, porque lo que hemos vivido en el último tiempo ahí es pura coyuntura, puro presente, y en cierta manera lo que ha pasado en el país toma la imagen de Plaza Baquedano, su localización, como el lugar donde todo parte, entonces no tenemos herramientas hoy día para acercarnos a eso”.
Y antes que herramientas de diseño, agregó-, “necesitamos establecer una comprensión de lo que está pasando en ese lugar. Entonces, el ejercicio que hace la AOA es reabrir el debate respecto de este espacio ya no en lo que teníamos hace cinco años, cuando se hizo el proyecto Alameda-Providencia, sino que en el contexto actual”.
La autoridad de gobierno sostuvo, finalmente, que “para nosotros, incluso para el equipo en el que estamos trabajando de cara al retorno de Baquedano, que es como la pieza clave del lugar, es muy útil ver cómo se está moviendo el debate, al menos gremial, respecto de este espacio y esta discusión”.
Por último, el decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile, Manuel Amaya, destacó que “el conversatorio lo encontré muy interesante, porque creo que lo que se estuvo planteando sobre la situación urbana de Santiago y específicamente de la Alameda y Providencia; es algo que en estos momentos ha pasado a tener una relevancia a nivel nacional, producto de todo lo que ha ocurrido desde el estallido social en adelante, y que de alguna manera está en el tapete cuál va a ser el rol de esta plaza, cuáles son las características y de qué forma nosotros como arquitectos y urbanistas podemos aportar a la ciudad y especialmente a este espacio público”.
El académico complementó diciendo que “nosotros como arquitectos y planificadores tenemos una gran responsabilidad en términos de qué hacer en ese espacio y cuál va a ser el rol que le vamos a dar, si va a ser uno cultural, puesto de que sencillamente la comunidad lo ha ocupado de una manera especial; pero creo que es un espacio donde normalmente se convergen todas las celebraciones que tenemos a nivel país, y creo que eso es lo relevante. Por lo tanto, es el espacio por excelencia de la celebración y creo que ese debiera seguir siendo el rol, pero con un tinte cultural y social”.
Amaya fundamentó su opinión señalando que en el entorno de la Plaza Italia existe un importante polo cultural, conformado por instalaciones como la Facultad de Derecho de la U. de Chile, el Teatro de la U. de Chile, el Museo Violeta Parra, el edificio del Demre y el campus Andrés Bello de la misma casa de estudios, entre otras.
Revive el evento aquí: Presentación Revista AOA 44 – YouTube
Arquitectos, ingenieros y constructores civiles interesados pueden inscribirse en el sitio http://www.calificacionenergetica.cl desde el 21 de julio hasta el 24 de agosto de 2020.
El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) abrió la convocatoria para postular al llamado nacional de profesionales interesados en acreditarse como evaluadores energéticos de la Calificación Energética de Viviendas (CEV), instrumento impulsado por esta cartera de Estado junto al Ministerio de Energía.
Para participar en el proceso, los interesados deberán cumplir los requisitos definidos por el Minvu en la Resolución Exenta Minvu N°263 del 7 de febrero de 2020 y completar el formulario de inscripción disponible en el siguiente enlace: http://calificacionenergetica.minvu.cl/proceso-de-acreditacion-de-evaluadores/.
El llamado de acreditación está dirigido a arquitectos, ingenieros y constructores civiles, que cumplan con los requisitos descritos en la resolución N° 263. Los postulantes debidamente inscritos serán seleccionados para rendir una prueba de conocimientos mínimos habilitante para el siguiente paso del proceso. El resultado de la etapa de inscripción se publicará el 27 de agosto de 2020 en la página web de la Calificación Energética de Viviendas (http://www.calificacionenergetica.cl).
Erwin Navarrete, jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Minvu, señaló que “Estamos trabajando para que, en el corto plazo, la eficiencia energética sea un atributo que influya al momento de adquirir una vivienda, ya que no solo mejora la calidad de vida de las familias que viven en ellas, sino que también es un importante atributo de calidad que las hace más competitivas, tal como ocurre en mercados más desarrollados. En esta tarea es fundamental el rol de evaluadores energéticos, que son los profesionales acreditados para aplicar la calificación; por esta razón abrimos una nueva convocatoria para sumar nuevos evaluadores a los 928 que ya operan a lo largo del país”.
“Un hito crucial en este ámbito se relaciona con la pronta aprobación de la Ley de Eficiencia Energética –agregó Erwin Navarrete–, que hará obligatoria la exigencia de la CEV para la recepción municipal definitiva de las viviendas. Este nuevo escenario generará un alza en la demanda de evaluaciones, la que requerirá una mayor masa crítica de evaluadores energéticos de los ya existentes, por lo cual estamos trabajando para hacer más expeditos los procesos de inscripción de evaluadores acreditados”, precisó.
Las principales fechas del segundo proceso de acreditación de año 2020 son las siguientes:
Hito | Fechas proceso 2 del 2020 |
Inscripción en formulario web | Desde 21/7/2020 hasta 24/8/2020 |
Formulación consultas | Desde 20/7/2020 hasta 17/8/2020 |
Publicación de inscritos correctamente | 27/8/2020 |
Envío instrucciones prueba conocimientos mínimos (PCM) | 7/9/2020 |
Realización PCM | 8/9/2020 |
Publicación resultados PCM | 11/9/2020 |
Realización prueba de acreditación (PA) | 5/11/2020 |
Publicación resultados PA | 12/11/2020 |
Calificación Energética de Viviendas
La Calificación Energética de Viviendas (CEV) es un instrumento de uso voluntario que permite realizar una evaluación objetiva y estandarizada para estimar y clasificar el requerimiento energético de casas y departamentos para lograr una temperatura considerada como confortable para sus usuarios.
La CEV evalúa la eficiencia energética de las viviendas en su etapa de uso considerando el desempeño de su envolvente, el aporte de energías renovables y el consumo de energía para obtener agua caliente sanitaria, iluminación y calefacción. El resultado de dicha evaluación se materializa en una etiqueta que muestra el porcentaje de ahorro en la demanda de energía y la cantidad de energía necesaria para calefacción y enfriamiento.
Eficiencia energética como indicador de calidad en viviendas
Respecto a este instrumento de medición, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Felipe Ward, expresó que: “el Ministerio de Vivienda y Urbanismo está incorporando criterios de eficiencia energética en sus programas y proyectos, convencido de que este tipo de iniciativas, junto con disminuir el consumo energético de las viviendas, permiten mejorar la temperatura al interior, y con ello el bienestar familiar, disminuyendo la generación de gases de efecto invernadero (GEI) y contribuyendo así a la consolidación de estándares de construcción más sustentables y comprometidos con el medio ambiente.”
Destacó que: “En este contexto, es importante avanzar en el uso de instrumentos que sirvan para medir el desempeño energético y la sustentabilidad de las viviendas. De hecho, actualmente la CEV es el instrumento utilizado para acreditar la eficiencia energética de las viviendas para la Certificación de Vivienda Sustentable, herramienta que nuestro ministerio lanzó hace unos meses, y que considera criterios ambientales, sociales y económicos para establecer el estándar de sostenibilidad de estas edificaciones. Si bien hoy esta evaluación es voluntaria, cada vez contamos con un mayor número de viviendas calificadas por la CEV, y nuestro desafío es que el desempeño energético de las viviendas se afiance como un factor diferenciador a la hora de elegir un hogar, tal como ocurre en países desarrollados”.
Por su parte, el jefe de la Ditec, añadió que: “La información que proporciona la CEV es relevante en muchos sentidos, pero, por sobre todo, para los usuarios finales, ya que una vivienda energéticamente eficiente, no sólo involucra un menor gasto energético, sino también tiene un impacto directo en la calidad de vida de las familias y en la vida útil y plusvalía de la vivienda”.
Asimismo, relevó que: “La CEV fomenta la edificación de viviendas más eficientes, aportando en la introducción de un gran cambio en la forma en que se diseñan y construyen las viviendas en nuestro país, al concebir las medidas de sustentabilidad desde la génesis de los proyectos y no como elementos anexos”.
La calificación energética está vigente desde 2012. Al 30 de junio de 2020, y a lo largo de todo el país, se han emitido más de 67 mil etiquetas oficiales a viviendas y se han acreditado como evaluadores energéticos de la CEV 928 profesionales.
En 2015 ya se había logrado un gran avance en la instalación de capacidades para el uso masivo de la CEV, lo que permitió recoger la experiencia de distintos actores de los sectores académico, industrial y gubernamental, además de la retroalimentación que aportaron los evaluadores energéticos de distintas regiones a lo largo del país. A partir de esta información se desarrolló la actualización de la CEV que entró en vigencia el 21 de abril de 2018, y que afina el proceso de cálculo, incorporando nuevas variables que incluyen los cambios introducidos en la reglamentación térmica (4.1.10 Bis de la OGUC), y entrega resultados más detallados y útiles, tales como la demanda de enfriamiento y horas fuera de la temperatura confortable.
En los primeros años de operación fue necesario realizar importantes esfuerzos para instalar capacidades a lo largo del país y comunicar los atributos de la CEV a los mandantes de proyectos. Este trabajo se puede ver en el progreso de las evaluaciones de viviendas desarrolladas por inmobiliarias privadas, que, al principio, fue discreta, pero que en 2019 mostró una evolución muy significativa, sobrepasando el volumen de evaluaciones anuales históricas realizadas a viviendas sociales (ver gráfico), con 8.188 evaluaciones oficiales.
Por Ignacio Hernández, presidente de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA)
Crisis tan extremas y globales como el COVID-19, nos sumergen en una incontrolable e inmanejable cantidad de información, que nos presentan muchas hipótesis y dudas, aunque también nos otorgará muchas certezas.
La ciudad, el presente y especialmente el futuro de nuestra especie seguirá siendo fundamentalmente de carácter urbano, aunque esta pandemia de seguro dejará huellas en nuestra conducta y forma de interactuar en las ciudades.
La gigantesca cantidad de datos que maneja hoy la inteligencia artificial y la coordinación internacional para procesar y difundir en tiempo real, las estadísticas de esta pandemia, sin duda nos pone de manifiesto que el manejo coordinado y virtuoso de una enorme cantidad de información disponible al servicio de los ciudadanos, las denominadas Smart Cities, tendrán cada vez mayor relevancia. Estas serán mejores ciudades, las que elegirán las futuras generaciones para desarrollar sus vidas.
La ciudad nunca ha sido “un problema” a lo largo de la historia, pues ha sido virtuosa en proveer mejores condiciones de salubridad a la población; los sistemas de recolección y tratamiento de aguas servidas, redes de potabilización y distribución de agua, distribución eléctrica, de datos, de energía, todos son ejemplos de la virtud de vivir en ciudad. Es en las ciudades donde se concentra también la mejor red hospitalaria y los centros de formación de los especialistas de la salud y los centros de investigación de todas las especialidades.
Esto no significa que la ciudad no genera dificultades y problemas potencialmente nocivos para la salud: la contaminación atmosférica, acústica, el hacinamiento e inequidad territorial, todos aspectos que tenemos presentes en nuestro quehacer cotidiano los arquitectos y urbanistas, son temas que seguirán siendo relevantes, pero algunas certezas se pueden aventurar.
El acceso y la distancia a parques, plazas y espacios abiertos de calidad, suele ser abundante en los barrios de mejor estándar y mejores ingresos, en circunstancia que debiera ser más abundante para los segmentos de la población menos privilegiados, pero confiamos en que se corregirá rápidamente en el futuro. Equidad territorial e integración social, ambos temas muy conocidos por quienes planificamos las ciudades siempre han sido imperativos; ya el estallido social nos hablaba de ello, pero esta pandemia lo denuncia con más elocuencia.
La mejora en calidad y extensión de los sistemas de transporte público también será imperativo en el futuro post crisis.
Otro tanto ocurrirá con los edificios residenciales, de servicios o comerciales, aunque concentra personas en mucho menor grado respecto del transporte público, pero que resulta ser igualmente relevante. Los proyectos hiperdensos, que literalmente aglomeran a sus habitantes en ascensores y pasillos, en ocasiones tanto o más que el metro, van a desaparecer; pero ello no debe llevarnos a demonizar la densificación, la edificación en altura y la proliferación de proyectos mixtos, en los que la vivienda, el trabajo y el comercio cohabiten armónicamente, pues todos ellos son parte de la solución, no del problema.
Tenemos la convicción de que muchas cosas cambiarán a consecuencia de esta crisis epidémica, pero tenemos también la confianza en que todas las voces expertas serán mejor escuchadas y valoradas, de tal modo que la ciencia y las disciplinas saldrán fortalecidas; los científicos y expertos del entorno de la salud evidentemente, pues sabemos que esta no será la última epidemia que nos afecte.
El desarrollo de los sistemas digitales y tecnológicos seguirá potenciando el teletrabajo, la educación a distancia, el comercio electrónico a niveles difíciles de predecir hoy, pero nunca reemplazará el reunirnos y congregarnos.
Los urbanistas y arquitectos también seremos mejor escuchados y valorados, lo que nos alienta a permear con más fuerza en la planificación de nuestras ciudades, interactuando con las autoridades para mejorar las políticas, leyes y reglamentos que definen la ciudad y el territorio cotidianamente, además de la contribución específica que cada proyecto nos demanda.
La ciudad nace a la historia como el lugar en el que por la aglomeración de personas, se fomenta el intercambio y con ello, crece la interacción intelectual, se fomenta y sostiene el progreso material y espiritual de la humanidad, así como las economías de escala y localización. La ciudad, su concentración y extensión, está para quedarse.
El desafío del desarrollo urbano ha sido siempre el mismo: construir sistemas de residencia, trabajo, recreación, seguridad e intercambio, con buenos niveles de calidad ambiental, de acceso a oportunidades y, en particular hoy, de sanidad y mutuo cuidado.