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Plásticos circulares en la construcción: La apuesta de LEMAA por impulsar la innovación y reducir la huella de carbono

Fecha: 26/11/2025

Con una reducción potencial del 30% en la huella de carbono, la investigación del Laboratorio de Exploración en Materiales Arquitectónicos Ambientales (LEMAA) busca la colaboración de las constructoras y proveedores para definir las necesidades del mercado, superando las barreras del bajo estándar y la falta de financiamiento en la industria del reciclaje en Chile.

La innovación en el sector de la construcción chilena avanza hacia la sostenibilidad , y en este camino, el Laboratorio de Exploración en Materiales Arquitectónicos Ambientales (LEMAA) de la USACH se ha posicionado como un actor clave. 

Conversamos con los doctores en Arquitectura Hugo Pérez Herrera, director del LEMAA; y Alexandre Carbonnel Torralbo, investigador del mismo laboratorio, sobre su trabajo pionero en la revalorización de plásticos de descarte para transformarlos en materiales constructivos de alto desempeño. El enfoque no es solo ambiental, sino también económico, buscando fomentar una industria local robusta, en sintonía con los objetivos del programa Construye2025.

Línea de investigación: de residuos a materia prima secundaria

La investigación principal del LEMAA se centra en abordar los residuos industriales, específicamente el plástico, proyectándolos como “materia prima secundaria”, en palabras de Pérez. El objetivo es dar una segunda vida útil al plástico, viendo en el mundo de la construcción un escenario óptimo, ya que los materiales de este sector “tienen que adquirir un compromiso mayor de durabilidad, de desempeño más allá de lo que puede ser una bolsa, una botella”, continúa Pérez.

El concepto que guía su metodología es el upcycling. A diferencia del downcycling (transformar un producto en otro de menor calidad) , el upcycling consiste en “tomar ese residuo y transformarlo en un producto igual o mejor al original”, explica Carbonnel, quien también señala que esto implica aplicar diseño, pero también entender las propiedades del plástico para agregar aditivos y mejorar sus cualidades según el diseño del nuevo componente constructivo. Un ejemplo de esto es la transformación de polipropileno (como el de las tapas de botellas) en un resonador acústico.

El desafío de la trazabilidad y el desempeño

El reciclaje de plásticos en la construcción presenta desafíos técnicos críticos como la durabilidad, el comportamiento estructural y la degradación. Sin embargo, el principal problema que han identificado, y en el que centran sus esfuerzos de mitigación, es la trazabilidad de los plásticos.

  • Alexandre Carbonnel indica que para generar el concepto del upcycling se necesita tener “claridad sobre las características, las propiedades de los plásticos y la trazabilidad”.
  • La dificultad radica en que la industria del reciclaje en Chile aún no está tan estandarizada.
  • Conocer bien qué plástico se tiene, cuántas veces ha sido reciclado y cuáles son sus propiedades (trazabilidad) es fundamental para asegurar su durabilidad y evitar su degradación, por ejemplo, con el calor o la radiación ultravioleta cuando están expuestos al exterior.

El desempeño en el ambiente construido presenta desafíos específicos según la ubicación del producto:

  • En exteriores (revestimientos): El reto principal es la exposición a los rayos UV y la temperatura.
  • En interiores (resonadores acústicos): El gran desafío es la performance ante el fuego, y la manera de resolverlo es “cargarlo con retardantes o ver de qué manera puede responder con buen desempeño y comportamiento frente al fuego”, explica Pérez.

Hugo Pérez resume la situación en la necesidad de que los productos reciclados sean “buenos”. No es la regulación lo que limita, sino que “los productos reciclados aún tienen un bajo estándar. O les falta una certificación apropiada que de alguna manera los pueda hacer competitivos y de alto desempeño”.

Casos de estudio: productos en desarrollo

LEMAA cuenta con dos proyectos principales que están pasando de prototipo a producto actualmente: un revestimiento para exteriores y un resonador acústico para interiores.

  1. Revestimiento exterior descontaminante

Este desarrollo es un revestimiento para exteriores tipo siding, como para vivienda social.

  • Se fabrica con plástico reciclado, como polipropileno de botellas.
  • La versión innovadora incorpora nanotecnología mediante la adición de dióxido de titanio.
  • Esta nanotecnología permite que el revestimiento genere una reacción con la contaminación atmosférica a través de la radiación solar y degradando el contaminante y actuando como un purificador de aire.
  • Costos:
    • La versión con nanotecnología para el efecto de descontaminación aumenta su valor al doble o al triple de un revestimiento normal.
    • Una versión más estándar, que sería simplemente un revestimiento tipo siding reciclado sin nanotecnología, “se mantiene en los valores de mercado similares a lo que podría ser un revestimiento tipo siding”, detalla Carbonnel.
  1. Resonador acústico

Este es un producto para espacios interiores con foco en el confort acústico, donde el desafío principal es el comportamiento al fuego.

  • Es una tecnología compuesta a base de dos elementos: una carcasa y un relleno.
  • La carcasa se trabaja con un proceso de inyección, lo que es un proceso mucho más industrializado, reproducible y estandarizado. Esto hace que el costo de la unidad sea bajísimo, alrededor de $2000, una vez hecha la inversión en las matrices.
  • El relleno, sin embargo, se trabaja con una tecnología que está más próxima a una artesanía, lo que hace que los procesos sean sumamente elevados y que la producción por día sea muy baja.
  • Hugo Pérez explica que para el relleno, “la producción tendría que dar un salto de pasar de una artesanía a una cosa mucho más automatizada, donde se puedan controlar más las variables”.
  • Mientras tanto, la carcasa se puede utilizar con aislantes existentes en el mercado.
  • Este desarrollo logró el upcycling de polipropileno, como el que se encuentra en las tapas de botellas plásticas, transformándolo en un resonador acústico para espacios interiores.

 

El impacto ambiental y la economía circular

Desde la perspectiva de la economía circular, la integración de plásticos reciclados ofrece una ventaja comparativa significativa.

  • Reducción de huella de carbono: Al utilizar materia prima secundaria (plástico reciclado), se puede reducir significativamente la huella de carbono.
  • Fomento de la industria local: El uso de residuos, en lugar de importar plástico virgen, fomenta la industria local y el ecosistema de reproducción a nivel nacional.
  • Capacidad instalada: Carbonnel subraya que en Chile “hay más máquinas instaladas con potencial de hacer reciclaje de lo que se hace realmente”, lo que evidencia una oportunidad de crecimiento.

Pese a que se generan cerca de 1 millón de toneladas de plástico al año , en el mercado chileno solo se recicla cerca del 12% y 13%. El potencial de crecimiento es amplio, ya que en Europa las tasas de reciclaje están alrededor del 25% o 30%.

Barreras y proyección a mediano plazo

Las barreras para la masificación no son primariamente regulatorias. Las normativas como la Ley REP y la Hoja de Ruta de Economía Circular en Chile “dan un marco de apoyo muy claro en ese sentido”, explica Carbonnel. Las barreras son más bien de mercado y de inversión.

  • Alexandre Carbonnel lo ve como un problema de “mayor financiamiento y activación del ecosistema del reciclaje en la salida de producto y soluciones hacia el mercado, hacia la sociedad civil”.
  • Un incentivo clave sería la implementación de “subsidios e impuestos verdes” para que las personas que ponen en el mercado productos reciclados tengan un beneficio.

Carbonnel establece una analogía con la energía renovable (como la fotovoltaica), que al principio era muy cara y actualmente es competitiva gracias a incentivos y a que se dinamizó el mercado. Él proyecta que “va a pasar lo mismo con el material de reciclado dentro de la industria, particularmente de la construcción”.

A mediano plazo, el LEMAA proyecta concretar la transferencia tecnológica de sus prototipos al mercado.

  • Hugo Pérez señala que “esperamos, en el mediano plazo, generar buenos acuerdos de transferencia para la utilización y masificación de la tecnología con empresas locales”.
  • Alexandre Carbonnel estima que el resonador acústico podría obtener “las certificaciones y los licenciamientos para poder comercializarlo” durante el año 2026.

Además de los proyectos principales, el laboratorio ha participado en interesantes asesorías, como el trabajo en el archipiélago de Juan Fernández con el Centro Circular Tec. En este proyecto se desarrolló un modelo para recuperar residuos de plástico y crear prototipos de anzuelos de pesca y elementos para electricidad, con el objetivo de ser utilizados directamente en la isla, como un modelo a escala local más sostenible.

Mensaje al sector de la construcción

El LEMAA busca impulsar una colaboración más profunda con el sector de la construcción, especialmente ahora con la adjudicación del fondo ANID para desarrollar el centro Cimac, que involucra a 10 laboratorios de diferentes universidades, y cerca de 8 a 10 empresas e instituciones.

El mensaje central para los líderes de la industria se enfoca en cambiar la percepción del plástico.

  • Alexandre Carbonnel insta a la industria a “dejar de entender el plástico como solo eventualmente una membrana, como un fieltro, sino que entenderlo como un material que puede ser reconvertido en un revestimiento o en otros componentes de arquitectura”. El plástico es “un material bien interesante y bien versátil” , y su impacto ambiental no reside en el material en sí, sino en “cómo se usa y cómo se recicla y cómo se gestiona su vida útil a lo largo de todo su ciclo”.
  • El Dr. Pérez Herrera hace un llamado específico a la colaboración desde la demanda: “el llamado para el sector de la construcción, lo que más necesitamos es levantar necesidades”. Esto aseguraría que los productos desarrollados por el laboratorio “no sean necesariamente cosas que vengan de una observación parcial, sino idealmente que del mismo sector emerjan necesidades específicas por las cuales poder aportar con el plástico y su reciclaje”.

La proyección es clara: los proyectos impulsados por el centro CIMAC y el LEMAA (www.lemaausach.cl) beneficiarán al sector con productos que tienen una huella ambiental reducida, fomentando la economía circular y la innovación en materiales constructivos en Chile.

Ciencia aplicada a la construcción circular: aislante térmico chileno listo para escalar

Fecha: 28/08/2025

Desarrollado por CITEC UBB y empresas del sector forestal, BioTerm es un nuevo aislante térmico y acústico biobasado que aprovecha subproductos madereros locales, cuenta con validación técnica, certificación ambiental internacional y está listo para ser transferido a la industria.

En un contexto global marcado por la urgencia de reducir emisiones, minimizar residuos y avanzar hacia una economía circular, el Centro de Investigación en Tecnologías de la Construcción de la Universidad del Bío-Bío (CITEC UBB), en alianza con las empresas CMPC Maderas SpA, Forestal Tricahue Ltda. e Ingeniería y Paneles del Maule S.A., ha logrado un avance significativo en innovación de materiales sustentables.

Gracias al proyecto Fondef IT18I0002, cofinanciado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), se desarrolló la tecnología de producto y proceso para un nuevo material aislante térmico y acústico biobasado, denominado provisionalmente BioTerm, protegido por las Patentes de Invención N° 2017-03179 y N° 2017-03424. Este material ya está disponible para su transferencia tecnológica.

Ciencia aplicada a la economía circular

El desarrollo se basó en la hipótesis de que era posible obtener un aislante de alto rendimiento a partir de subproductos de la industria maderera local—fibras, corteza de eucaliptus – partículas, granos y otras estructuras—mediante estrategias innovadoras de diseño y procesamiento.

Se combinaron técnicas de atenuación de radiación infrarroja a nivel alveolar con la modificación de variables de proceso para generar cavidades oblongas que atrapan aire en dirección transversal al flujo térmico. Esta aproximación, inédita en Chile, permitió validar el producto primero en laboratorio y luego a escala piloto industrial.

Aplicación demostrativa en vivienda experimental

Para fines demostrativos, se produjo una cantidad suficiente de material en instalaciones de Forestal Tricahue y CITEC UBB, utilizado para aislar térmicamente una vivienda experimental ubicada en el campus de la UBB en Concepción. Esta vivienda está disponible para visitas guiadas, y su monitoreo ha mostrado resultados sobresalientes en eficiencia térmica y comportamiento ambiental.

Validación técnica y certificación ambiental

El desarrollo desde TRL 1 a TRL 8 se realizó en instalaciones de las empresas colaboradoras y del Ecosistema de Producción de Innovación basado en Ciencia, Prototipado y Experimental (ECO PI UBB). El proceso tomó casi dos años e incluyó rigurosos ciclos de prototipado, experimentación y validación de hipótesis.

Las prestaciones térmicas e higrotérmicas fueron certificadas por laboratorios oficiales del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. La evaluación ambiental fue realizada por la empresa española Ingurumenaren Kideak Ingeniería, garantizando estándares internacionales de sustentabilidad.

Este aspecto es clave, considerando que la meta de Chile hacia la carbono neutralidad y resiliencia climática al 2050 exige certificaciones externas de atributos y sustentabilidad. Ya no basta con declarar competencias: hay que certificarlas debidamente.

Aporte a la nueva Reglamentación Térmica

Las certificaciones obtenidas y los resultados de las pruebas demuestran que este material contribuye eficazmente al cumplimiento de los nuevos requisitos de la Reglamentación Térmica de Edificios: limitación de la transmitancia térmica máxima, control de condensación superficial e intersticial, y reducción de infiltración de aire en envolventes.

Este enfoque integral refleja la capacidad de CITEC UBB para acompañar el ciclo completo de innovación: desde la investigación científica aplicada, el desarrollo de prototipos, la validación técnica y ambiental, hasta la implementación piloto en condiciones reales.

Capacidades al servicio de la industria

El caso de BioTerm refleja el alcance de los servicios que CITEC UBB ofrece a la industria: desarrollo de productos con base científica, validación en laboratorio y terreno, aplicación en viviendas, y acompañamiento en la etapa de implementación productiva.

Esta experiencia se convierte en un modelo replicable para otras iniciativas que busquen transformar residuos en recursos y avanzar hacia una construcción más sustentable y resiliente.

Transferencia tecnológica abierta

La tecnología desarrollada está disponible para su transferencia, abriendo oportunidades para empresas interesadas en incorporar soluciones innovadoras en sus procesos productivos.

BioTerm no solo representa una alternativa técnica viable, sino también una contribución concreta a los objetivos de desarrollo sostenible y a la transición hacia una economía circular en el sector construcción.

*Artículo escrito por Luis Ariel Bobadilla Moreno, director del Centro de Investigación en Tecnologías de la Construcción CITEC de la Universidad del Bío-Bío.

Construcción de triple impacto: una historia de colaboración y visión

Fecha: 30/07/2025

Por Helen Ipinza Wolff, jefa de Departamento de Iniciativas Orientadas al Desarrollo e Innovación, Subdirección de Centros e Investigación Asociativa, Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID

El sector construcción, un sector habilitante para todos los otros sectores, otorgando las edificaciones y la infraestructura para todo, con tasas relevantes de aporte al PIB, al empleo y a las inversiones, pero muchas veces inadvertido.

La historia comenzó impulsada por funcionarios de los ministerios de Vivienda y Urbanismo y del Medio Ambiente, allá por el primer gobierno de Piñera, quienes tocaron la puerta de Corfo, interesados en impulsar una construcción sustentable, considerando todo el ciclo de vida de una edificación y toda su cadena de valor, para llegar a ser más sustentables. En Corfo buscamos cómo hacerlo y conformamos un Programa de Innovación en Construcción Sustentable, llamado PICS, y conseguimos financiamiento, echándolo a andar de la mano de la CDT, el brazo armado para la innovación de la Cámara Chilena de la Construcción, en esa época. 

Todo fue posible gracias al interés colaborativo de muchos actores, esto no fue solo Corfo o yo o Minvu, fue la fuerza conjunta de muchos y sustentada en datos duros, lo que permitió convencer a Corfo de apostar en esta iniciativa. Fue un viaje tremendamente interesante y enriquecedor, donde conformamos un comité responsable de dar los lineamientos estratégicos y hacer el seguimiento y monitoreo, dejando la ejecución en manos de la CDT. Obtuvimos un diagnóstico y algunas iniciativas para un sector no tan presente hasta esa época en Corfo, donde la minería, agricultura y acuicultura la llevaban.

El salto grande vino con la llegada de Eduardo Bitran a Corfo, quien en el 2015 nos hizo transpirar a varios, teniendo que competir entre colegas, defendiendo distintos sectores productivos, formulando programas estratégicos que permitieran esperar grandes impactos en la competitividad. Tuvimos que pasar múltiples test ácidos frente a comités internos y externos, incluida la CEPAL. Y lo logramos. Una vez más, de la mano de la CDT y gracias a todo lo que habíamos avanzado en el PICS, pudimos armar un programa estratégico llamado Productividad y Construcción Sustentable, porque sin eso, dificulto que hubiésemos gestado un programa de estas características para el sector.

Y así nació el programa que luego pasó a llamarse Construye2025, uno con pantalones largos, con la venia de ministros, con recursos para tener un pequeño, pero potente equipo dedicado, con un sectorialista en Corfo dedicado casi plenamente a guiar en los inicios y a monitorear el desempeño durante la ejecución. 

Lo primero fue armar una gobernanza robusta, donde estuviesen representados los diferentes eslabones de la cadena de valor, algo así como la triple hélice, para luego licitar la elaboración de un diagnóstico del sector y la construcción de una propuesta de hoja de ruta en base a este diagnóstico, todo lo cual fue difundido y consensuado con actores clave del sector en múltiples actividades, apoyados en una metodología de Cambridge.

Luego armar equipo y allí aparecen quienes han permanecido empujando el programa, Marcos y Alejandra, uno más en productividad y Ale en sustentabilidad, logrando mover el mindset de este sector.

Corfo disponibilizó su instrumental para darle viabilidad a varias de las iniciativas de la hoja de ruta de este programa como de otros programas estratégicos, lo que permitió tener resultados tempranos, que dieran confianza al sector sobre el potencial que poseía.

Así nacieron los centros tecnológicos CIPYCS y CTEC, el bien público DOM en Línea, y muchas más iniciativas, gracias a que otros actores del sector se atrevieron a innovar, como fue el caso de Construir Innovando, el que nació de la visión de la CChC para unir a los tres proyectos ganadores del Subsidio Semilla de Asignación Flexible de Corfo para el sector construcción.

Cabe destacar que, al unísono de Construye2025, Corfo apoyó otra iniciativa para el sector, el Plan BIM, liderada por una arquitecta tremenda, que conformó un equipo de lujo y supieron armar los cimientos para esta metodología crucial para la modernización del sector. 

Con los años vinieron más y más iniciativas, donde cabe destacar el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), un spin off de Construye2025.

Sin duda, el programa ha logrado consolidar una gobernanza potente, que merece continuar, otorgando una plataforma habilitante para que el sector siga asimilando desarrollos tecnológicos, los adapte y adopte e innove, porque esa es la forma en que se hacen cambios estructurales a la competitividad de las empresas, basadas en productividad y sustentabilidad, juntas de la mano.

Ahora le toca el turno a la inteligencia artificial, al análisis de datos, conectándolo también al servicio de la permisología, a materiales sostenibles, al reuso, al capital humano para todo esto, por nombrar algunos de los temas que debieran salir en las actualizaciones de la hoja de ruta.

Vamos por Construye2035, ¡¡¡los vale!!!

 

Semana de la Productividad 2023: investigación y desarrollo en la construcción

Fecha: 19/12/2023

La tercera jornada del evento se centró en la importancia y el rol de la investigación y desarrollo como herramienta para optimizar procesos constructivos, así como conocer algunos centros de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y su trabajo en el desarrollo de soluciones e innovaciones para el sector.

Francisco Costabal, presidente de la comisión de Productividad de la CChC, destacó la iniciativa que tuvo la ANID de crear este vínculo con el sector de la construcción. “Esta instancia nos permite pensar en la productividad de largo plazo, aquí es donde está el futuro, mejorar la productividad”, precisó.

Por su parte, Alejandra Pizarro, directora nacional de la ANID, destacó la importancia de este tipo de eventos, pues permite juntar a la academia y la industria para poder hablar un lenguaje común y entender cuáles son las necesidades y los tiempos que se necesitan. “Tenemos una cantidad de investigadores en el país que tienen una alta productividad, tenemos una ciencia excepcional, tenemos un gran desarrollo en ese sentido. Contar con estos espacios que la Agencia propicia en coordinación con distintas entidades y organizaciones, resulta sumamente importante para que tengamos un espacio de divulgación, difusión y colaboración”, indicó.

La exposición de Juan Carlos de la Llera, ingeniero civil, doctor en ingeniería estructural y académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, se enfocó en la relevancia de la investigación para generar soluciones de base científica tecnológica para el sector, además ejemplificó soluciones utilizadas en obras como el Puerto Coronel, la Basílica del Salvador, la torre Titanium, entre otros.

Otro de los expositores fue Nicole Ehrenfeld, subdirectora (s) de Centros e Investigación Asociativa de ANID, quien explicó la misión de la Agencia y sus objetivos estratégicos que se relacionan con contribuir al incremento del capital humano avanzado, fortalecer el modelo de investigación de excelencia motivada por la curiosidad y con foco en áreas estratégicas y fomentar e impulsar el desarrollo de proyectos de investigación aplicada y de innovación de base científica tecnológica.

Carlos Ladrix, subdirector de Investigación Aplicada de ANID, abordó los instrumentos existentes de vinculación ciencia-empresa para investigación aplicada. “Estos instrumentos apuntan a que el conocimiento y ciencia que se genera puedan ser aplicados y lleguen a ser innovación. La innovación es un camino difícil, porque para llegar al mercado hay que hablar de costos, ingeniería, aplicación, montajes y otras cosas que en laboratorios no ocurren y eso es parte del trabajo que nos toca hacer”, contó Ladrix. Dentro de los instrumentos se encuentra el cofinanciamiento de proyectos (concursos), apoyo a la creación y fortalecimiento de capacidades EBCT y equipos, transferencia y escalamiento de tecnologías y difusión y redes de colaboración.

Tras las presentaciones, se dio paso a un panel de conversación, que contó con la participación de Andrés Mitnik, CEO de Strong by form, una empresa de base científica tecnológica dedicada a resolver la creciente demanda por materiales estructurales; Gonzalo Valdés, académico del Departamento de Obras Civiles de la Universidad de la Frontera (UFRO), quien habló sobre un compuesto a base de fibras textiles de neumáticos en desuso para mezclas asfálticas sustentables ambientalmente, denominado FiTyre. También participó Ariel Bobadilla, investigador y director del Centro de Investigación en Tecnologías de la Construcción de la Universidad del Bío-Bío (CITECUBB) que abordó los encadenamientos tecnológicos y productivos derivados del desarrollo de proyectos Fondef ANID y Corfo. Por último, Jaime Rovegno, director de Operaciones de Photio, una startup disruptiva que utiliza nanotecnología como herramienta para aportar en la resolución de los problemas climáticos.

Posteriormente, la investigadora del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA)Christ Devia habló sobre qué es la IA, su impacto y uso en las empresas, así como acerca de la transferencia tecnológica para promover el ecosistema de inteligencia artificial en Chile.

Fuente: CChC

Simposio destaca la madera para desarrollar la cadena de valor para la industria de la construcción sustentable

Fecha: 30/05/2023

La instancia fue organizada por el CENAMAD junto a la CDT, con el fin de dar a conocer los proyectos, investigaciones y publicaciones que han realizado desde 2021, en torno a la construcción sustentable en madera.

En torno a la “Cadena de valor para la industria de la construcción sustentable con foco en la I+D+I”, se reunieron el pasado 10 de mayo autoridades de Construye2025, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), la Corporación de la Madera (Corma), la Cámara Chilena de la Construcción, CMPC y E2E, entre otras entidades, en un simposio organizado por el Centro Nacional de Excelencia para la Industria de la Madera (CENAMAD) junto a la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT)

El encuentro tuvo como finalidad dar a conocer los proyectos, investigaciones y publicaciones que el centro ha realizado desde 2021, por lo que también, en el hall del Centro de Innovación UC Anacleto Angelini, se expuso una serie de paneles sustentables con los proyectos focalizados en las tres líneas de investigación del CENAMAD.

El Simposio inició con las palabras del presidente del directorio de CIM UC, Francisco Lozano, destacando por qué el sector construcción debe sumarse a la innovación en madera, no sólo en beneficio al medio ambiente, sino también para contrarrestar el déficit habitacional que hoy se mantiene como una crisis latente en Chile. 

Luego tomó la palabra la subdirectora de Centros e Investigación Asociativa de ANID, Nicole Ehrenfeld, quien señaló: “Estamos convencidos que desde los centros ANID podemos ofrecer un apoyo que podría convertirse en mejoras y abaratamiento de proyectos”.

El director del CENAMAD, Manuel Carpio, inauguró las exposiciones hablando sobre este centro basal entre instituciones públicas, privadas y académicas, que buscan potenciar la excelencia científica nacional a través del desarrollo de investigación de punta y transferencia tecnológica en las áreas de ingeniería forestal, desarrollo y elaboración de bioproductos y construcción con madera, apuntando a aumentar el valor agregado de la industria chilena.

Carpio mostró los indicadores de impacto, los cuales fueron relevantes para lograr el financiamiento de CENAMAD ante la ANID. Las líneas de investigación del centro, el equipo, entre otros aspectos, y concluyó señalando que buscan capacitar mano de obra calificada en todos los niveles educacionales.

Lo siguió la Dra. Paulina Fernandez con la charla: “Eje forestal: Investigación para una cadena de valor forestal sustentable”, quien habló de la importancia del cuidado del suelo, los bosques y las cuencas, para la extracción de la madera como materialidad que posteriormente será utilizada en las construcciones. La académica de la Facultad de Agronomía presentó al Eje Forestal, compuesto por un Grupo UC, uno de la Universidad de Concepción, Universidad de La Frontera, Universidad de Talca, más un grupo de tesistas. El grupo es variado en disciplinas.

La investigadora Fernández presentó los numerosos Proyectos Capital Semilla CENAMAD, los cuales tienen enfoque en el fuego, sostenibilidad de la producción forestal, el monitoreo y entendimiento de la formación de la madera, captura de carbono y calidad de la madera y todo lo que tiene que ver con cuenca. 

La Dra. Cecilia Fuentealba del Eje de Bioproductos, expuso por qué las empresas deberían considerar los bioproductos para optimizar la madera en los sistemas productivos del sector construcción. “A través del desarrollo de bioproductos damos una respuesta a la crisis ambiental, reducción de productos de origen fósil, disminución de huella de carbono y disminución de las emisiones de CO2”, afirmó.

La presidenta de Construye2025, Carolina Garafulich, agradeció al CENAMAD por potenciar y promover “todo lo que tiene que ver con productividad, innovación e I+D. Toda esa cadena de valor de los procesos constructivos y bioproductos son clave, y, en ese sentido, CENAMAD es un tremendo aporte para la industria y para todas las cosas nuevas que queremos desarrollar”, aseveró. 

Felipe Victorero, subdirector de Transferencia e investigador asociado, habló sobre el impacto de la construcción masiva en madera. Junto a Pablo Guindos, mostraron ensayos antisísmicos y distintos modelos de edificios de mediana y gran altura construidos en madera a escala internacional. 

Tras las presentaciones se desarrolló un conversatorio liderado por Francisca Lorenzini, gerente general de CENAMAD, y entre los representantes del sector construcción, la academia y el Estado, con el fin de establecer una hoja de ruta colaborativa para satisfacer las principales necesidades del rubro. 

En esa instancia, el subgerente de Ingeniería y Desarrollo de E2E, Salvador Correa, dijo que “todavía la colaboración ha sido muy tibia, entre un actor grande y muchos pequeños. Hace falta lograr esas vinculaciones bajo objetivos contundentes, porque de a un edificio, no vamos a lograrlo”.

Fotografías: Yael Fuentes