Tags

La experiencia del Serviu de Valparaíso con reciclaje de aguas grises en viviendas sociales

Fecha: 27/06/2024

Desde antes de la publicación del reglamento de aguas grises, ya existían casos de éxito sobre el reciclaje de aguas grises en distintos niveles. El Serviu Minvu de la región de Valparaíso avanzó con los pilotos de dos sistemas de vivienda eficiente en recurso hídrico “VERH”, desarrollados junto a Ecological.

Como informamos el mes pasado, el 9 de mayo se publicó el Reglamento sobre condiciones sanitarias básicas para la reutilización de aguas grises, noticia importante para el país, que ya vive 15 años de sequía.

Debido a este escenario, hay proyectos de reutilización de aguas grises en el sector construcción anteriores a la publicación del reglamento. Ejemplos como el de Grupo Siena, Boetsch, RVC y Constructora ICF con el Biofiltro Yaku® dan cuenta de ahorro y reciclaje de agua en obras de construcción.

Y también hay casos de reuso de aguas grises en vivienda social. A la fecha, aún se desarrolla en San Rafael el denominado primer ecobarrio maulino, con 40 viviendas de madera industrializada, con eficiencia energética, reciclaje de residuos domiciliarios y reutilización de aguas grises, para el Comité Habitacional Alto El León.

Más al norte, está Vivienda eficiente en recurso hídrico “VERH”, un sistema integrado de gestión del agua a escala de vivienda unifamiliar, cuyo objetivo fue la administración efectiva del recurso hídrico a nivel domiciliario. 

“El proyecto debía ser viable, de fácil manejo y bajo costo para ser instalado en viviendas sociales, asegurando el acceso, distribución, reutilización y disminución del consumo hídrico de sus ocupantes”, comenta Karen Alaluf, encargada de la Unidad de Informática del Serviu Región de Valparaíso del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu).

Debido a la gran sequía de la provincia de Petorca, el foco de la autoridad regional estuvo ahí, con la idea de generar este sistema en cuatro viviendas ubicadas de forma estratégica en zonas con características geomorfológicas diferentes entre sí: dos en el valle costero de Longotoma y dos en la precordillera de Cabildo y Petorca.” Lo anterior se consideró con el fin de analizar comportamientos de los productos según ubicación geográfica y sus características climáticas, topográficas y de acceso”, precisa Alaluf.

De esta manera, VERH comprende una estrategia compuesta por: Reducción de consumo de agua potable mediante artefactos y accesorios eficientes; Reciclaje de aguas grises de alta calidad; Sensibilización y entrenamiento tecnológico a las cuatro familias; Obras de Confianza: Hechos concretos de apoyo a las familias.

Asimismo, “los proyectos implementados dentro de sus características debían ser: replicables, escalables, de fácil manejo, bajo costo acotado a montos de subsidios, optimización del recurso hídrico, reutilización de aguas grises, y el piloto debía ser en vivienda de Programa DS10 ya construidas”, complementa Karen Alaluf, quien especifica que “tuvimos dos soluciones implementadas”.

Propuesta en Petorca

Lucía del Pilar Beltrán, socia fundadora de Ecological, cuenta que en el contexto del Reto de Innovación 2021 Serviu Valparaíso, impulsado por Corfo y el Ministerio de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación, “pudimos darle vida a dos proyectos concretos de viviendas sociales hídricamente eficientes”. 

Como se señaló anteriormente, ambos proyectos, y a modo de desafiar las tecnologías, se emplazaron en contextos opuestos de Petorca, una de las más afectadas por la escasez hídrica. Una a los pies de la cordillera en la localidad de Chalaco con condiciones extremas de heladas y vientos permanentes, y la segunda en una zona más cercana a la costa en Longotoma. 

“El proyecto desarrollado por nosotros fue diseñar, construir y monitorear la reutilización de las aguas provenientes de los lavamanos, ducha y lavadoras en ambas viviendas. La captación desde los baños existentes significó intervenir el alcantarillado tradicional. El tratamiento se solucionó en base a tecnologías mixtas; humedales basados en la naturaleza, y posterior desinfección con filtro UV o cloración en línea. Se dispuso el agua tratada en un proyecto de reforestación. Ambas familias vivían en entornos eriazos, y se sufría y veía la sequía”, cuenta Beltrán. 

Hoy, las especies seleccionadas nativas y de bajo consumo hídrico, reverdecen los jardines, crean sombra, reducen la isla de calor y radiación. Los humedales se diseñaron para ser utilizados como mobiliarios y bancas, convirtiendo la “planta de tratamiento” en un espacio habitable y eficiente. 

Asimismo, “la calidad del agua fue monitoreada durante todo el periodo del proyecto, resultando apta para riego en la categoría más exigente definida por el ‘proyecto de reglamento de aguas grises’, para ese entonces. Las autoridades comprometidas con la eficiencia hídrica a nivel regional conocieron presencialmente el proyecto y pudimos presentarlo en la Comisión de Recursos Hídricos del Senado, invitadas por la senadora Isabel Allende”, comenta la fundadora de Ecological.

La ejecución de los dos proyectos se realizó con constructores locales, lo que fue parte importante de los desafíos de transmitir tecnologías simples e innovadoras tanto para el usuario como para la mano de obra local. “Esto forma parte importante de la estrategia de replicabilidad que se requiere para generar el impacto global que se busca”, asegura.

Lucía del Pilar Beltrán detalla también otras iniciativas, como el Desafío Corfo Montaña actualmente en desarrollo, que busca impulsar el turismo de montaña sustentable, donde los equipamientos, hoteles, cabañas, refugios, etc., tengan conceptos aplicados de eficiencia hídrica. “Cualquier asentamiento humano requiere agua, y el reuso correcto es una de las variables más importantes para manejar debidamente el recurso hídrico”, afirma. Y agrega que “también hemos podido desarrollar proyectos en escuelas rurales y urbanas, donde interviniendo las baterías de lavamanos más usadas por los niños y niñas, se consiguen más de 1,5m3 de agua al día, sin mencionar, además, el impacto que tienen estas iniciativas en la conciencia de las nuevas generaciones”.

Propuesta colectiva

“En la búsqueda de beneficios colectivos nacidos de esfuerzos individuales, fue que obtuvimos un fondo ANID Startup Ciencia para empresas de base científica-tecnológica”, asegura Beltrán. 

Con este fondo, desarrollarán durante un año el diseño, construcción y monitoreo de un “ecobarrio” enfocado en replicar este tipo de soluciones, pero ahora, en la vivienda social colectiva. En esta oportunidad, la solución se emplazará en la emblemática población Juan Antonio Ríos, en la comuna de Independencia.

La población Juan Antonio Ríos (JAR) nació en los años 50, con el objetivo de dar una solución habitacional para familias de escasos recursos y representa la concretización espacial de un discurso sobre el habitar y la planificación de poblaciones obreras. Si bien se construyeron más de 5.000 viviendas, el espacio público que rodea los edificios (sólo en el sector 2C son más de 120.000m2) no se ha resuelto hasta el día de hoy. La gran superficie eriaza lleva años generando conflictos sociales en la comuna, delincuencia, basura, islas de calor, polvo, decadencia. 

Por ello, “durante un año estaremos implementando este nuevo desafío, donde esperamos obtener resultados medibles”, dice. Así en el mediano plazo, esperan consolidar el ecobarrio con proyectos de reutilización de aguas grises desde los edificios habitacionales que rieguen las áreas verdes circundantes de especies nativas, que “nos permitan reaprender de nuestra naturaleza local, generar levantamientos de factibilidad de generación distribuida de energía solar y evidenciar estas transformaciones de forma medible y tangible en los espacios habitables”, especifica la profesional de Ecological.

A largo plazo, “y desde nuestras profesiones (ingeniera y arquitecta) nos imaginamos ecobarrios consolidados en múltiples territorios urbanos, construyendo las infraestructuras necesarias con materiales dinámicamente neutrales, interconectando barrios con espacios públicos ecosistémicos, bellos y eficientes, con la capacidad de medir los impactos en reducción de temperatura, infiltración de los suelos, creando ciudades sensibles al agua o ‘ciudades esponja’, disminuir la contaminación, avanzar en la gestión de residuos, utilizando materiales de construcción con huella neutral, etc., confiando en nuestra convicción de que los ‘espacios ecológicos’ generan ‘hábitos ecológicos’ y viceversa”, puntualiza la arquitecta.

Aguas grises: se publicó reglamento que cambia el paradigma de uso del agua en las viviendas y en la construcción

Fecha: 29/05/2024

En el escenario de sequía de 15 años, una buena noticia es la publicación en el Diario Oficial del Reglamento sobre condiciones sanitarias básicas para la reutilización de aguas grises, que permite utilizar el agua reciclada en los puntos urbanos, recreativos, ornamentales, industriales, ambientales e impactará en distintos sectores productivos.

Sin duda, en las últimas semanas se han vivido importantes hitos en términos reglamentarios. Por una parte, el 27 de mayo se publicó en el Diario Oficial la modificación a la Reglamentación Térmica, y el 9 de mayo, también se publicó el Reglamento sobre condiciones sanitarias básicas para la reutilización de aguas grises.

“Considerando que el país vive una sequía de 15 años, ante un escenario de cambio climático y un continuo aumento de demanda por el agua, es necesario generar e incorporar nuevas fuentes de agua, como la reutilización de aguas grises, por lo que la publicación de este reglamento el 9 de mayo de 2024, permitirá poner en práctica la ley N°21.075, que regula la recolección, reutilización y disposición de aguas grises”, señala Rodrigo Sanhueza, director general de Aguas del Ministerio de Obras Públicas (MOP).

Por ello, Karen Alaluf, encargada de la Unidad de Informática del Serviu Región de Valparaíso del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), reconoce que “este reglamento lo estábamos esperando desde hace mucho tiempo, realmente es un gran primer paso para formalizar estos proyectos de reutilización de agua grises y, de esta manera, contar con un instrumento legal para seguir implementando soluciones a nuestras viviendas sociales”.

En tanto, para Lucía del Pilar Beltrán, socia fundadora de Ecological, el documento es suficientemente acotado y permite dar un marco legal a acciones e iniciativas que ya se estaban desarrollando de forma espontánea, e informal, sobre todo en contextos rurales. “Este reglamento avanza en profesionalizar las soluciones, crear confianza y desarrollo en las nuevas tecnologías y crear estándares básicos que resguarden la salud de todos y todas”, opina. 

A juicio de la autoridad de la DGA, la importancia de este reglamento es que éste “regula las instituciones asociadas a la fiscalización, entrega un marco para el diseño u operación de plantas para el reúso y fija estándares de calidad de agua dependiendo del reuso. Con su aplicación se podrá liberar agua potable que hoy es usada, por ejemplo, para el riego de jardines, cuidando así el agua que es un recurso finito y de esta manera, hacer más eficiente su uso”.

Sin embargo, para Alaluf, si bien es un gran aporte utilizar el agua reciclada en los puntos que señala el reglamento: Urbanos, Recreativos, Ornamentales, Industriales, Ambientales, “quedamos al debe en aquellos casos que nuestras soluciones superan la calidad de agua planteada en la ley así que debemos seguir trabajando en el tema para llegar pronto a regar hortalizas y alimentos de consumo, que es la fuente de sustento de muchos habitantes de las zonas rurales”.

Aunque “familiarizar a la población empíricamente con conceptos de calidad de agua, parámetros para los diferentes usos (urbanos, ornamentales, agricultura, o interés público), estrategias de auto-monitoreo, soluciones técnicas respaldadas, etc., nos parecen esfuerzos colectivos básicos que debemos realizar como sociedad, y este reglamento avanza en esa dirección”, asegura Beltrán.

Impactos esperados

Rodrigo Sanhueza espera que con este documento todos los sectores productivos, ya sea agricultura, minería, industria, construcción, entre otros, y el sector público desarrollen proyectos de reutilización de aguas grises, para así descomprimir la demanda de uso de agua potable para actividades que no lo requieren y priorizar el agua potable para consumo humano. 

En el sector construcción, “sin duda que podrá implementarse para dejar de utilizar agua potable para el riego de jardines y descarga de sanitarios de los proyectos inmobiliarios que emprenda el sector privado y público. Es de toda lógica incorporar la sustentabilidad en las viviendas y los espacios recreativos y ornamentales”, asegura el director general de Aguas.

Añade que debiera impactar en la construcción de todo tipo de viviendas, así como en la edificación de infraestructura pública, áreas verdes y campos deportivos de municipios. “También debiera tener un impacto económico positivo en las personas, ya que con este reglamento se habilita al reúso de agua dentro de viviendas, por ende, se podrá rebajar el consumo y verse una disminución en el pago. Y los sectores productivos igualmente debieran liberar agua potable en sus procesos, reemplazandola por aguas grises en áreas donde el reglamento lo permita”.

Específicamente en las viviendas sociales, genera “un impacto totalmente revolucionario, porque cambia el paradigma de uso del agua en las viviendas. Estamos seguros que este reglamento les va a mejorar la calidad de vida a la mayoría, sino a todos los habitantes de viviendas sociales rurales, que se encuentran en zonas de sequía, donde en muchos casos deben pagar mensualmente camiones aljibes para poder satisfacer su demanda de agua”, explica Karen Alaluf. 

Por otra parte, “también ayudará mucho a todos aquellos que trabajan en sus casas como lo observamos en nuestras viviendas pilotos: las familias trabajaban el cuero y otros se dedicaban al cultivo de flores. Con la actual sequía ellos veían muy incierto poder seguir ejerciendo estas labores, tema que gracias al reciclaje de aguas grises les dio una luz de esperanza a no perder su fuente de trabajo. Gracias a este reglamento y a las soluciones de reciclaje, podríamos señalar que sería factible mejorar sólo en la provincia de Petorca a más de 550 viviendas, entregando solución tanto a las viviendas construidas como las que están por construirse”, sostiene.

Por su parte, Lucía del Pilar Beltrán cree que si la implementación se desarrolla de forma responsable y a conciencia, “podemos disminuir los costos de construcción de las viviendas y mejorar el estándar en su entorno cercano, obteniendo mejoras visibles en la calidad de vida de las familias”.

Asimismo, establece que los impactos positivos no sólo son sociales y ambientales, sino que también económicos. “La vivienda social colectiva, por ejemplo, puede ser una oportunidad enorme, donde por un beneficio o subsidio de mejoramiento individual se pueda llegar a beneficios colectivos de alto impacto”, dice.

Experiencias previas

Desde antes de la publicación del reglamento, ya existían ejemplos de reutilización de aguas grises en viviendas sociales, a las que alude la profesional del Serviu Región de Valparaíso.

Específicamente se refiere a “Vivienda eficiente en recurso hídrico VERH”, un sistema integrado de gestión del agua a escala de vivienda unifamiliar, cuyo objetivo fue la administración efectiva del recurso hídrico a nivel domiciliario.

El proyecto debía ser viable, de fácil manejo y bajo costo para ser instalado en viviendas sociales, asegurando el acceso, distribución, reutilización y disminución del consumo hídrico de sus ocupantes.

“Debido a la gran sequía de la provincia de Petorca, nuestro foco fue allí, y nuestra idea era implementarlo en cuatro viviendas ubicadas de forma estratégica en zonas con características geomorfológicas diferentes entre sí: dos en el valle costero de Longotoma y dos en la precordillera de Cabildo y Petorca. Lo anterior se consideró con el fin de analizar comportamientos de los productos según ubicación geográfica y sus características climáticas, topográficas y de acceso”, cuenta.

Así, con la publicación del reglamento más el proyecto generado por el equipo de innovación de Serviu, Alaluf espera que se pueda crear una “política pública de construcción de viviendas sociales con eficiencia hídrica, en especial en las Zonas Rurales donde más se requiera, y al igual como hay subsidios para instalar paneles solares, pueda haber pronto un subsidio para el kit de eficiencia hídrica”.

a

Yaku: la circularidad del agua llega a la construcción

Fecha: 31/01/2024

El escenario de cambio climático y escasez hídrica que afecta al país hace necesario trabajar con más fuerza en que la economía circular llegue al agua. Por lo pronto, varias constructoras han decidido utilizar plantas de tratamiento en sus faenas que permiten darle un nuevo uso al recurso.

Si se considera toda la edificación y su operación (agua para consumo humano), el consumo de agua en el sector construcción en Chile es del orden de 6% a 7% y de esa proporción, una pequeña parte se consume en el proceso de construcción.

Este bajo porcentaje se vuelve una de las principales dificultades para abordar con mayor fuerza la circularidad del agua en esta industria. Si bien la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, que fue lanzada en agosto de 2020, en un esfuerzo de dos años de los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas y Medio Ambiente, con el programa Construye2025 y Corfo, se enfoca principalmente en la gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD), también reconoce el agua como un recurso para esta industria.

Y es que el agua, de todas maneras, se incluye en las medidas de sustentabilidad que abordan los edificios, pero, en general, las medidas que toman los equipos de diseño y construcción no mueven la aguja del consumo de agua en el país.

Por ello, desde esta industria, la mirada de reutilización de aguas grises, tratadas para riego de paisajismo y descargas de artefactos sanitarios es una forma en que se podría considerar la economía circular. 

Y es precisamente en lo que consiste Yaku SpA, startup de base científica-tecnológica, que ha desarrollado un innovador biofiltro para la reutilización sustentable del agua gris, que proviene de duchas, lavado de ropa y lavamanos, es decir, agua residual con bajo riesgo sanitario. Yaku fue fundado en 2019 por dos científicas chilenas, Valentina Veloso y Camila Cárdenas, buscando responder a la crisis hídrica que afecta a Chile y el mundo entero. En ese sentido, apunta a ser una startup pionera en la reutilización sustentable del agua, implementando su tecnología única en el mundo basada en microorganismos que naturalmente purifican el agua, de forma eficiente y sustentable.

Con esta innovadora tecnología del Biofiltro Yaku® es posible la reutilización del agua gris para riego, descarga del inodoro y procesos industriales (Ley 21.075). Así, se puede reducir entre 40-70% el consumo de agua potable. “La tecnología se adapta a cualquier tipo de inmueble y edificaciones, pudiendo implementarse durante todo el ciclo de vida de una edificación: en la etapa de construcción para reutilizar el agua de duchas y lavamanos de los trabajadores de las faenas, en inodoros y usos en faena (mitigación de polvo, limpieza de maquinaria y camiones, hormigonado); y en la etapa operativa se reutiliza el agua de duchas, lavamanos y lavadoras de los residentes del edificio, para inodoros y riego de áreas verdes del proyecto”, cuenta Camila Cárdenas, una de las fundadoras de esta startup.

A la fecha, Yaku ya cuenta con plantas de tratamiento de más de 10 m3 instalados en centros comerciales, municipalidades, y recientemente, en cuatro instalaciones de faenas en la región Metropolitana. Además, han instalado biofiltros para más de 60 viviendas y 15 escuelas en sectores urbanos y rurales de las regiones de Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana.

Más de 260 mil litros de agua reutilizada

Una de las faenas en las que están presentes es la de Boetsch, empresa a la que llegaron a través de su colaborador Rafael de la Rivera. Mauricio Molina, subgerente de Procesos e Innovación de la compañía, buscaba una tecnología que les permitiera hacer un uso más eficiente y sustentable en sus instalaciones de faena. “Así surgió la posibilidad de instalar la primera planta de tratamiento de aguas grises Yaku para faena, en un proyecto como Balmaceda 2.500, que tendrá cuatro edificios construidos en cuatro etapas, combinando oferta residencial con multifamily”, explica Cárdenas. 

Posteriormente, vino la etapa de coordinación y gestión con el personal de obra, donde Iván Troncoso y Danny Vargas han liderado la implementación de la planta en terreno.

La planta instalada en este proyecto, en Santiago Centro, primero capta las aguas grises provenientes de duchas y lavamanos de los trabajadores de obra, las cuales son canalizadas hacia un estanque enterrado de 10.000 litros que, contiene en su interior el Biofiltro Yaku. “Aquí ocurre el tratamiento del agua, donde los microorganismos Yaku sumergidos en el agua naturalmente consumen sus contaminantes y devuelven agua purificada al sistema. Mediante una bomba, el agua ya purificada se acumula en un segundo estanque superficial de 10.000 litros, el que permite utilizar el agua durante la jornada para la reinyección de inodoros y en algunos procesos constructivos, como humectación de caminos y limpieza de ruedas. Así, se le da un uso circular al agua, transformando un desecho en un recurso que ayuda a reducir el consumo mensual de agua en la faena”, especifica una de las fundadoras de Yaku.

A la fecha, en dicha faena, han reutilizado más de 260.000 litros de agua, contando con más de 150 usuarios en la obra. “Gracias al trabajo de todo el equipo en terreno y el equipo de innovación de Boetsch, hemos podido llevar la eficiencia hídrica a la práctica, demostrando que es posible una construcción más sustentable”, dice Cárdenas.

Nuevas experiencias en el rubro

A finales de noviembre, Cárdenas cuenta que instalaron la planta de reutilización de aguas grises en el proyecto Briones Luco de RVC, en La Cisterna, que consiste en un sistema de dos estanques de 5.400 litros superficiales, donde se reutiliza el agua de duchas y lavamanos de los trabajadores, para la reinyección de inodoros y la humectación de caminos. “En esta obra ya se han recuperado más de 41.000 litros de agua, gracias al compromiso del equipo RVC en terreno liderado por Marcelo Arenas y Priscilla Quintana”, comenta.

En diciembre pasado, también instalaron la planta de reutilización de aguas grises en el proyecto Matta 67 de Ingevec, en Ñuñoa, que consiste en un sistema de dos estanques de 3.000 y 3.400 litros superficiales, donde se reutiliza el agua de duchas y lavamanos de los trabajadores, para reinyección de inodoros y el lavado de bomba de hormigón. “Gracias al equipo de Ingevec en terreno, liderado por Pablo Campos, y el equipo de sustentabilidad liderado por Andrea Romero, en esta obra ya se han recuperado más de 15.000 litros de agua”, añade.

Durante enero de 2024, “instalaremos la planta de reutilización de aguas grises en el proyecto Eco Florida de la constructora ICF, en La Florida. La planta de aguas grises consistirá en un sistema de dos estanques de 3.000 L superficiales, que captarán el agua de duchas de los trabajadores para la reutilización del agua en reinyección de inodoros, la cual entrará en marcha a principios de febrero de 2024, gracias a la gestión de Nelson Gavilán, y el equipo en terreno liderado por Victor Soto y Mauro Silva”, asegura.

Camila Cárdenas también comenta que Yaku es una empresa socia de la Cámara Chilena de la Construcción como proveedores de soluciones para el uso circular del agua. Con su tecnología aportan a la obtención de certificaciones sustentables para viviendas (CVS/LEED) y edificaciones no residenciales (CES/LEED). “Ofrecemos un servicio integral de diseño, instalación y mantención del sistema, para cumplir con los requerimientos de cada proyecto y con las normativas correspondientes, buscando facilitar la incorporación de la eficiencia hídrica en nuevos proyectos”, sostiene.

Desarrollan planta para tratar y reutilizar aguas grises en obras de proyecto inmobiliario

Fecha: 16/06/2022

La iniciativa comenzó a operar a principios de mayo en el proyecto Distrito Quillayes, de Grupo Siena, en la comuna de La Florida, y durará 18 meses, donde se espera valorizar diariamente hasta 5 m3 con un mínimo gasto energético, aportando al cuidado de los recursos hídricos.

En momentos en que el país vive una preocupante sequía hace más de una década y el concepto de escasez hídrica amenaza el consumo humano y las actividades productivas, Grupo Siena dio el puntapié inicial a un prototipo sin precedentes en Chile, que tiene como objetivo reutilizar las aguas grises que provienen de las duchas y lavamanos de los trabajadores para darles nueva utilidad en los procesos de faena y ejecución un proyecto que están desarrollando en la comuna de La Florida, cerca de Metro Quillayes.

La iniciativa surgió a raíz de un proyecto de innovación presentado por el departamento de Seguridad, Salud Ocupacional y Medio Ambiente de la empresa el año 2021, que espera valorizar, en un comienzo, 5 m3 de agua para ampliarse, luego, a 10 m3 diarios. La meta es alcanzar los 100 m3 mensuales, lo que equivale a 100 mil botellas de un litro de agua. “Si existe racionamiento eventualmente y no estamos preparados o no tenemos un plan de contingencia, esto significaría suspender las obras. Por esta razón, reutilizar el agua a través de esta planta nos permitirá tener continuidad operacional, algo fundamental para nuestros procesos y planificaciones”, afirma Daniel Flores, jefe de Seguridad, Salud Ocupacional y Medioambiente de Grupo Siena, encargado de liderar el proyecto.

El principal valor de esta planta de tratamiento es que su instalación y habilitación demora en total una semana y necesita un mínimo un consumo energético para funcionar, de solo 3 kW mensuales, lo que llevados a un valor monetario corresponde a $2.400 al mes. En resumen, es una alternativa rápida, de bajo gasto energético y muy positiva en el contexto actual.

Considerando que los principales consumos de agua en una obra de construcción están en la instalación de faena (25%) y en su ejecución (75%), Grupo Siena puso en marcha este proyecto para aprovecharlo principalmente en el proceso de hormigonado, que exige un alto porcentaje de agua.

Durante los próximos 18 meses, la tarea es medir y trazar los rendimientos del prototipo, para comprobar en terreno la reducción de los consumos y validar su utilización en el resto de las obras que ejecuta la empresa. “Los esfuerzos de Grupo Siena están enfocados en cumplir con los objetivos de este proyecto y también obtener una certificación que nos permita ampliar el uso que le estamos dando actualmente a las aguas grises tratadas y así, seguir avanzando en esta materia”, añade Daniel Flores.

La iniciativa toma mayor importancia aún, al considerar que, en materia legal, Chile cuenta con la ley 21.075, promulgada el año 2018, que regula la recolección, reutilización y disposición de aguas grises en el país, pero que tiene un reglamento específico que fija los requisitos técnicos para el reuso de aguas grises, pendiente de aprobación y que aún no se dicta, por ende, limita la posibilidad de tener un marco jurídico más completo en esta materia.

Fuente: CDT