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Instituto de la Construcción cumplió seis meses como entidad gestora de Construye2025

Fecha: 16/07/2020

En diciembre de 2019, el Instituto de la Construcción asumió como entidad gestora del programa Construye2025, impulsado por Corfo.

Para ello, el organismo se ha ido involucrando en el quehacer del programa con el objetivo de, en un mediano plazo, tener injerencia en sus lineamientos y desafíos -tanto técnicos como de gestión-, de manera de alinearlos con los del IC y así optimizar los recursos disponibles.

Gustavo Cortés, jefe de Proyecto de Construye2025, señala que “nuestro objetivo es colaborar en el desarrollo del programa, participando en la planificación estratégica, en la elaboración de futuros planes de acción, y en lograr mejoras organizacionales y de gestión”. 

En definitiva, se trata de propiciar la integración y colaboración entre ambas instituciones que representan al sector. “Construye2025 tiene una estructura en la que participan más de 20 entidades, muchas de ellas también socias del IC y nuestra idea es que ambas estén alineadas y trabajen en forma convergente”, añade Gustavo Cortés.

Para el período 2020-2022, Construye2025 trabajará en cuatro ejes estratégicos que son:

  • Construcción industrializada: se espera aumentar los aportes y socios del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), abordar proyectos públicos industrializados, así como un glosario y manual de contratos de edificación.
  • Construcción sustentable: se lanzará la Hoja de Ruta de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) y Economía Circular en Construcción, y se espera contar con al menos una planta de áridos reciclados al 2022, así como generar licitaciones públicas con gestión sustentable de RCD.
  • Innovación y mejora continua: el objetivo es potenciar el trabajo de los centros tecnológicos que se crearon al alero de Construye2025, así como emprendimientos tecnológicos articulados.
  • Transformación digital: el énfasis es la integración de BIM con la industrialización en proyectos públicos y privados, a través de cuatro pilotos, junto con el desarrollo y masificación del proyecto DOM en Línea.

Fuente: Instituto de la Construcción

Los cambios que la pandemia aceleró en los procesos constructivos

Fecha: 29/06/2020

Cuando la cuarentena termine, el mundo no será el mismo. En la industria de la construcción lo tienen muy claro: industrialización y estandarización irán de la mano, para dirigirnos hacia un camino más productivo, con menos errores y plazos conocidos.

Solo en el área de viviendas, más de 800 proyectos se han visto paralizados debido al confinamiento, poniendo en jaque la rentabilidad de las empresas. El escenario es incierto, pues el coronavirus no parece ir en retirada. Frente a ello, muchos actores de la industria pusieron el pie en el acelerador, impulsando cambios en diversas áreas: en temas comunicacionales, tecnológicos, de conectividad y automatización de procesos, que sin esta condición habrían tomado décadas en implementarse, según Carolina Tapia, subgerente de Gestión de Proyectos de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).

La pandemia puso a prueba la creatividad, la flexibilidad y la rapidez para abordar nuevos modelos de negocio, especialmente, porque parte relevante del proceso constructivo viene definido por el diseño de los proyectos, donde no se considera estandarización ni modulación de unidades. “No están pensados para la prefabricación de elementos o partes del proceso y, actualmente, son intensivos en uso de mano de obra directa en la faena”, explica Carolina Tapia.

Sin embargo, Luis Bass, representante de la CChC en el Comité Ejecutivo de Construye2025, cree que esta es una gran oportunidad para las empresas, ya que al estar paralizadas han podido hacer una pausa para planificar mejor el futuro. “En este sentido, todas las herramientas tecnológicas de integración temprana como el BIM son una oportunidad si la empresa junto con el ecosistema de contratistas y proveedores las adoptan y empiezan a provocar un cambio cultural en la industria”, señala.

Según el ejecutivo, intensificar un trabajo de diseño más detallado permitirá incorporar elementos prefabricados o industriales que impactan directamente en la productividad y disminución de residuos. “Todas las obras en etapa de diseño, tienen espacio para evaluar nuevos sistemas constructivos, que son factibles de incorporar en etapas tempranas. Hay en ese espacio, una oportunidad para replantear la utilización de sistemas industrializados, prefabricados y modulares, que permitirían aumentar la productividad de la industria. Orquestar estos elementos digitalmente puede ser un camino para articular una rápida reactivación de la economía”, enfatiza Luis Bass.

Procesos más eficientes

Y aunque las inmobiliarias que vendieron unidades en verde no podrán modificar las especificaciones de la edificación de ningún modo, sí podrán hacer ajustes en algunos procesos. Por ejemplo, incorporando preensamblado o prefabricación de elementos como escaleras, muebles u otros, pero sin modificar las características de la unidad como las adquirió el cliente final, comenta Carolina Tapia. “En el caso de los proyectos que se encuentran en diseño, es altamente probable que sean analizados para considerar procesos más eficientes, de menor plazo de ejecución y que requieran menor cantidad de trabajadores interviniendo en el proceso constructivo, lo cual fomentará la prefabricación o industrialización de procesos”, añade la ejecutiva.

En la integración temprana de proyectos, gran parte del mundo nos lleva la delantera. Diseñadores (arquitectura, cálculo y especialidades), constructores, proveedores y todos aquéllos que intervienen en el proceso desde el diseño hasta la puesta en marcha del proyecto han cambiado el foco hacia el “diseño para manufactura”, planificando los procesos y la logística para montaje en sitio.

Por su parte, Yves Besançon, Past President de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA) y representante en el Consejo Directivo de Construye2025, la emergencia sanitaria nos llevará a optimizar al máximo todo lo concerniente a manejo de residuos y velocidad en la construcción. “Además de lo anterior, la industrialización asegurará la capacitación de mano de obra especializada para la construcción, lo que es fundamental para mejorar la productividad en el rubro que es el menos eficiente, productivamente hablando”, afirma.

Otro efecto que la pandemia podría producir en la arquitectura es la consolidación de la madera como un material sofisticado para edificación en mediana y gran altura que, según Ignacio Hernández, Past President de la AOA, tiene un enorme potencial en Chile. “Pero, también el acero y el hormigón tienen grandes espacios para progresar en la alta industrialización y tenemos profesionales e industria avanzando en esa dirección”, agrega.

La digitalización también tendrá un rol trascendental en el mundo pospandemia, especialmente, en aspectos como revisión, modelación y coordinación a distancia, según el representante de la CChC en Construye2025, Luis Bass.

Junto a la construcción industrializada, la economía circular irá abriéndose camino. “Los volúmenes de desperdicios que produce una obra tradicional; el bajo control de calidad que supone construir en ambientes no controlados y sus consecuentes problemas de post venta; la contaminación ambiental; el manejo de plazos y costos más controlados; y la eficiente explotación y operación de estos proyectos son muy elocuentes al acreditar que una mayor industrialización en esta industria es necesaria y urgente”, enfatiza Ignacio Hernández.

Ventajas de la industrialización

La subgerente de Gestión de Proyectos de la Corporación de Desarrollo Tecnológico de la CChC, Carolina Tapia, resume las ventajas que la construcción industrializada ofrece, en desmedro de la tradicional: 

  • Reducción de variabilidad y, como consecuencia de ello, de errores de procesos.
  • Optimización del uso de recursos. 
  • Disminución de los plazos de ejecución. 
  • Baja en los costos de ejecución, al modelar previamente el proyecto y optimizarlo.
  • Disminución de los residuos generados por el proceso productivo. 
  • Mejora de las condiciones de seguridad para los trabajadores, al trasladarlos a planta y con procesos repetitivos.
  • Reducción del impacto frente a los vecinos y, en general, en todo el entorno del proyecto (menos ruido, polvo).
  • Disminución del espacio necesario para el proceso constructivo.
  • Incorporación de tecnologías para diseño y coordinación de proyectos, como el BIM, o automatización y robótica para ejecución de procesos.

El plan de reactivación de la CChC

La Cámara Chilena de la Construcción presentó su “Plan de Empleo y Reactivación”, que implica la creación de 600.000 puestos de trabajo directos e indirectos en un período de tres años. Su propuesta busca satisfacer demandas sociales asociadas a vivienda, equipamiento urbano e infraestructura básica y abordar problemáticas urgentes, como la crisis hídrica. Todo esto a través de un impulso a la inversión y un estrecho trabajo colaborativo entre el sector público y el privado.

Adicionalmente, el gremio planteó la necesidad de asegurar la continuidad de los proyectos en ejecución y de crear un Plan Nacional de Infraestructura para la Reactivación, así como la urgencia de impulsar el sistema de concesiones, que es clave en el actual escenario. La propuesta en infraestructura considera una inversión total de US$ 13.000 millones, con US$ 4.810 millones de inversión privada y US$ 8.190 millones de inversión pública.

En este sentido, la directiva de la CChC destacó la importancia de la política pública para reducir la insolvencia de las empresas, el perfeccionamiento de las relaciones contractuales, la certeza jurídica para el desarrollo de inversiones, la eliminación de trabas regulatorias y de burocracia, una política de estímulos a la inversión privada y a la contratación. Pero, también la elaboración de una “Agenda Digital” y un plan de retorno para iniciar la reactivación basado en protocolos sanitarios, como el que ya ha puesto en marcha la industria de la construcción.

 

Fotogragías gentileza de Empresas Martabid, Icafal y E2E.

COVID-19 IMPACTARÁ EN CONTROL DE RIESGOS Y DISEÑO DE CONSTRUCCIONES

Fecha: 02/06/2020

Las herramientas presentes en la industria permiten diseñar edificaciones considerando aspectos que garanticen la sanitización, nueva exigencia impuesta por la pandemia.

El Covid-19 podría impactar la forma de construir viviendas y de proyectar las obras en el futuro. Así lo sostuvo el arquitecto y socio del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), Francis Pfenniger, en la última sesión plenaria de mediados de mayo y que contó con la presencia del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y Construye 2025 de Corfo.

Puedes leer el artículo completo AQUÍ.

NUEVO PARADIGMA EN SUSTENTABILIDAD

Fecha: 02/06/2020

La construcción industrializada promete reducir residuos y se sostiene sobre materiales sustentables.

Reducción de residuos, menos ruido, edificios mucho más eficientes, funcionales y con mayor eficiencia energética están entre los principales beneficios de implementar la construcción industrializada en el país. De hecho, según los expertos, se trata de un estándar que plantearía un cambio total de paradigma para la industria, para avanzar hacia una más productiva y sustentable, en un contexto global de escasez de recursos y cambio climático.

‘Al ser un proceso industrial, es decir, planificado y repetitivo, cada vez puedes incluir mayor exigencia en el buen uso de los recursos. Es como ir dando paso a paso una vuelta adicional a la tuerca’, sostiene Sebastián Fourcade, director del Consejo de Construcción Industrializada (CCI). Hasta un 15% de reducción en la generación de residuos en proyectos de edificación estima Katherine Martínez, secretaria ejecutiva del CCI. Y eso constituye la ventaja ‘más evidente’, considera Helen Ipinza, sectorialista en Construcción y Economía Circular de la Gerencia de Capacidades Tecnológicas de Corfo, y lo explica desde los procesos de transformación de materiales, que ‘ocurren en plantas manufactureras y bajo condiciones controladas y previamente diseñadas.

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CONSTRUCCIÓN APUESTA POR LA PRODUCTIVIDAD

Fecha: 02/06/2020

Con ahorros de alrededor de 30% en el tiempo de las obras y de 20% en lo costos, la construcción industrializada podría ser la respuesta para acelerar los índices de productividad del sector en Chile.

En febrero pasado y en sólo 10 días de trabajo, China inauguró el hospital Huoshenshan, en la ciudad de Wuhan, con una superficie de 34 mil m2 y capacidad para recibir a mil pacientes, para hacer frente a la emergencia generada por el Covid-19. La rapidez de las obras asombró al mundo y demostró la efectividad de la construcción industrializada, modalidad que apunta a la eficiencia y que incluye el ensamblaje de módulos fabricados en cadena, con un importante rol de tecnologías de la información como Building Information Modeling (BIM).

En Chile este tipo de construcción ha tomado fuerza en los últimos años y su aplicación va desde edificación residencial en altura hasta hospitales y estadios. Aunque no existen cifras oficiales, datos entregados en 2018 por el Consejo de Construcción Industrializada (CCI) señalaban que sólo el 1% de las obras que entonces se realizaban en el país utilizaba ese método, un porcentaje bajísimo en relación a los países nórdicos, donde esa cifra alcanzaba el 25%.

Puedes leer el artículo de Diario Financiero AQUÍ.

Sesión plenaria CCI: Hacia un sistema integrado para promover la industrialización

Fecha: 25/05/2020

Seguridad y sustentabilidad fueron los principales ejes del último encuentro del Consejo de Construcción Industrializada, en el cual diversos grupos de trabajo expusieron brechas y necesidades en regulación e investigación para mejorar el desempeño del sector. 

La pandemia provocada por el COVID-19 podría ser una oportunidad para la construcción industrializada. Esa fue una de las primeras conclusiones recogidas en la última sesión plenaria del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), realizada el jueves 14 de mayo, en la cual el director Ricardo Fernández, gerente general de la empresa Volcán, afirmó que las restricciones de reunión de grandes grupos de personas acelerarán la penetración de esta forma de construir. 

“Las obras van a tener tiempos muy distintos, y se va a buscar pre construir ciertas cosas. Hoy los sistemas tradicionales se están ralentizando, por lo que creo que es muy relevante lo que se está haciendo en el CCI, que en estos meses ha sido muy productivo: ya hay temas de indicadores, brechas y normas que trabajar, así como entregar el conocimiento a los distintos actores de la industria. En la medida que trabajemos todos juntos, estos sistemas de construcción industrializada deberían penetrar fuertemente”, afirmó Fernández.

Para ello, se hacía necesario el desarrollo de un anteproyecto de norma que entregue definiciones de construcción industrializada. El jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), Erwin Navarrete, destacó el interés por sacar adelante este anteproyecto de norma. “El año pasado tuvimos reuniones con el director del Instituto Nacional de Normalización y creo que en el último semestre se agilizaron varias normas, se pudo avanzar”, dijo. 

Por su parte, Yasmila Herrera, ingeniero civil representante del Minvu, valoró la posibilidad de desarrollar un anteproyecto de norma al alero del Instituto de la Construcción, que acoja a la mayor cantidad de integrantes, incluyendo a la academia, las empresas y los proveedores, para sentar las bases de lo que se entiende por industrialización. “Hacer un glosario que permita un entendimiento claro contractual”, puntualizó. 

A continuación, Sebastián Varas, socio de VMB Ingeniería Estructural y miembro del Grupo Técnico “Brechas, Normativa y Regulación para la Construcción Industrializada” -que, gracias a la gestión de Marcos Brito, gerente de Construye2025, participó en una reunión con autoridades de la Dirección de Arquitectura del MOP- se refirió a la necesidad de “evangelizar” sobre la construcción industrializada, demostrando que ésta logra productos más económicos.

Los énfasis tras la pandemia

¿Por qué industrializar? Esta reflexión fue el centro del Grupo Técnico “Educación, sensibilización e investigación sobre construcción industrializada”, liderado por el coordinador de Innovación de Axis DC, Mikel Fuentes, quien hizo hincapié en el rol de las empresas pioneras en industrialización como promotores ante las demás constructoras. “Consideramos importante planificar de otra forma, con líneas de balance, que uno sepa a diario dónde están los recursos”, recalcó. Además, el profesional apuntó a la necesidad de generar desafíos de innovación abierta e ingeniería de resiliencia, la que podría tener un impacto significativo en medio de la pandemia. 

En Construye2025, existe un eje de innovación y transformación digital en el cual se está poniendo especial énfasis este año, según el gerente del programa impulsado por Corfo, Marcos Brito. “Vamos a incorporar al CCI, a los centros tecnológicos, Construir Innovando y otras entidades que están generando potentes resultados. Tenemos la intención de, por lo menos, congregarlos a todos para tener una mesa de trabajo que nos permita enterarnos qué está haciendo cada uno y cómo podemos potenciarnos”, detalló. 

Para la asesora sectorial en construcción y economía circular de Corfo, Helen Ipinza, un punto relevante para la industrialización -considerada como estrategia de los países desarrollados para lograr la carbono neutralidad- es el diseño. En este ámbito, uno de los temas que puso sobre la mesa es: “cómo a través de la economía circular y del diseño correcto, reducimos la generación de residuos”.

Más tarde, Diego Mellado, gerente general de Tensocret y socio de CCI, pidió abordar más profundamente los KPI de sustentabilidad que, en su opinión, son muy distintos a los de productividad. “Hay muy poco material, es difícil encontrar cosas significativas”, dijo al respecto.

En tanto, para el arquitecto y socio del CCI, Francis Pfenniger, la seguridad tendrá una nueva mirada debido al panorama que impuso el coronavirus. “No solo la forma de construir, también la forma de proyectar y de hacer seguimiento de obras van a sufrir algún cambio a propósito de lo que estamos viviendo. Las casas van a tener que tener una nueva forma de organizarse, para que las personas se puedan sanitizar a la entrada, en lugar de tener que recorrer toda la casa para llegar a un baño que está en el otro lado de la vivienda. Esto debiéramos tenerlo presente en la industrialización”, apuntó.

En tiempos de COVID-19 el regreso a las obras será distinto. En este sentido, reducir la presencia de trabajadores u ordenarlos para garantizar la seguridad de todos será uno de los temas de debate. Por eso, el CCI elaboró una encuesta destinada a recoger las opiniones de los participantes de la sesión plenaria sobre la parrilla de contenidos para los próximos eventos sobre industrialización, tecnología y nuevas formas de producción. 

Comienza trabajo para desarrollo de anteproyecto de norma sobre definiciones de construcción industrializada

Fecha: 25/05/2020

Por encargo del Minvu, se iniciará la preparación de un anteproyecto de norma que incorporará las definiciones de la construcción industrializada, con miras a estándares claros que favorezcan su desarrollo.

En el contexto de un nuevo convenio entre el Instituto de la Construcción -institución designada como entidad gestora de Construye2025- y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), que actualmente está en la definición de los últimos detalles, se espera comenzar en junio el trabajo para el desarrollo de un anteproyecto de norma sobre definiciones de construcción industrializada, que ha generado mucho interés de distintos representantes de la industria, entre ellos el Consejo de Construcción Industrializada (CCI) y Construye2025, que serán parte del comité que prepare este trabajo.

“El Minvu propuso este año a solicitud del CCI este anteproyecto de norma y nosotros lo acogimos de muy buena manera, nos parece súper bueno que se realice este trabajo”, señala José Pedro Campos, director ejecutivo del IC.

Calidad normativa

Una norma chilena es, según Juan Carlos Gutiérrez, director ejecutivo del Instituto Chileno del Acero (ICHA), entidad socia del Instituto de la Construcción y del CCI, el soporte técnico de entendimiento común entre los diversos actores que participan en la construcción, entre ellos, diseñadores, proveedores, contratistas, constructores e inspectores, para avanzar desde la construcción tradicional hacia los sistemas de construcción industrializada.

“A principios del año 2020, el CCI conformó el grupo técnico denominado ‘Brechas, Normativa y Regulación CCI’, en el que se identificó la necesidad y el poder de integración de una norma chilena que establezca las definiciones técnicas involucradas en la construcción industrializada”, recuerda Gutiérrez.

Así fue como la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Minvu solicitó al IC su colaboración en el desarrollo de un anteproyecto de norma que incluyera un glosario de definiciones técnicas para la construcción industrializada. “La calidad de un anteproyecto de norma es fundamental para un desarrollo normativo efectivo. Para esto, el Instituto de la Construcción dispone de la experiencia, la capacidad de articulación del conocimiento público – privado y la elaboración de documentos técnicos”, argumenta el director ejecutivo del ICHA.

El desarrollo del anteproyecto de norma es un paso crucial para alcanzar una propuesta de norma que pueda abrirse a consulta pública y la meta del organismo es presentarlo este mismo año, para iniciar el proceso de consulta y conformar un comité técnico. 

Para Marcos Brito, gerente de Construye2025, asumir el desafío en conjunto es urgente, pues la construcción necesita una mejor normativa, con definiciones claras y un estándar para que las nuevas formas de construir aceleradamente se masifiquen, haciendo a la industria chilena más eficiente, productiva y competitiva.

“Avanzar en una normativa que nos ayude a entender a la industrialización desde el diseño de un proyecto, nos ayudará a estandarizar procesos y aumentar la competitividad. La regulación debe abrir el camino para que más empresas construyan de forma industrializada, contribuyendo a un uso más eficiente de los recursos y, con ello, una mayor productividad y sostenibilidad de la edificación”, afirma Brito.

Nuevo miembro del CNNC

En otro ámbito, el Consejo Nacional de Normalización del Sector Construcción (CNNC), que funciona bajo el alero del Instituto de la Construcción articulando la demanda normativa en Chile, invitó al equipo técnico de Construye2025 a trabajar en conjunto para mejorar la productividad y sustentabilidad de la industria. 

“Queremos iniciar la convergencia de la colaboración entre el Construye2025 y el Instituto de la Construcción, para que en algún momento de los próximos años el programa se integre derechamente al IC. En ese contexto, algunas de las iniciativas que está abordando Construye2025 tienen que ver con la necesidad de algunos reglamentos y normas, por lo que se hacía natural la invitación al CNNC, en cuanto el objetivo central de este Consejo es la articulación de los requerimientos normativos sectoriales”, comenta José Pedro Campos, director ejecutivo del IC.

De esta manera, se tendrá una visibilidad mayor de todas las iniciativas que lidera el programa estratégico de Corfo, sus grupos de trabajo técnico y los requerimientos que puedan surgir que requieran desarrollos desde el ámbito normativo.

Fotografía gentileza E2E.

Ingeniería y digitalización: la dupla de oro en la construcción 

Fecha: 14/05/2020

La incorporación de tecnología en planificación, diseño, edificación y operación está llevando a la industria chilena a otro nivel. Por eso, los ingenieros chilenos están a la vanguardia, avanzando hacia una construcción cada vez más sustentable y productiva.

La transformación digital es mucho más que conversión de datos. La información requiere estudio y, por supuesto, una aplicación práctica para generar buenos resultados. Según Cristián Delporte, gerente general de Delporte Ingenieros, para poder analizar los proyectos de construcción, es importante dividir el proceso en fases, ya que la transformación digital no está presente en todas o, al menos, no en el lugar que merece. “En un proyecto de construcción podemos distinguir cuatro fases principales: planificación, diseño, construcción y operación. Nuestro ámbito de acción, como empresa de ingeniería, claramente está en el diseño, donde a mi entender y, por la naturaleza de nuestro trabajo, la digitalización ha penetrado desde hace bastante tiempo”, afirma el ejecutivo. 

De hecho, en Delporte Ingenieros ya se utilizan planos CAD, además de un centenar de softwares de diseño que han facilitado y agilizado todos los procesos. Junto con esto, la firma de ingeniería ha hecho esfuerzos para trabajar la interoperatividad, creando sus propios sistemas para generar un mejor flujo de información. Pero, lejos de conformarse, el también Past President de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE) piensa en una infinidad de cosas por hacer. “Cada vez que avanzamos se abren nuevas oportunidades. En nuestra oficina estamos constantemente pensando en qué debemos hacer para mejorar nuestros procesos, y con ello me refiero a qué sistema nuevo debemos crear”, explica.

Según Delporte, en la fase de construcción aún existen muchos procesos manuales, tanto en el control de las obras como en la planificación. Sin embargo, cree que en este ámbito falta capacitación, compromiso y, por sobre todo, inversión en nuevos procesos digitales. A pesar de ello, el ingeniero destaca el gran esfuerzo que ha hecho Chile en la ejecución de Planbim, que impulsa una verdadera digitalización de la industria. “BIM ha sido la estrella del último tiempo, pero no es solo hacer un modelo virtual para decir que trabajamos en BIM. Esto es mucho más que eso. La ‘I’ de información es fundamental, y ella debe fluir entre los participantes del proyecto. Modelar prácticamente todo el ciclo de vida de una obra y, además, reunir toda la información, facilitará el desarrollo y el manejo de la misma”, detalla.

En este contexto, Ian Watt, gerente general de VMB Ingeniería Estructural y director de AICE, afirma que la irrupción de soluciones industrializadas en hormigón armado ha desplazado a otras alternativas tradicionalmente más económicas, como la albañilería, reemplazándolas por soluciones que, según dice, son mucho más confiables, de mejor desempeño y con mejores prestaciones. “Estas soluciones industrializadas también han minimizado la intervención en obra de instalaciones de diferentes especialidades, ya que en muchos casos, las instalaciones vienen resueltas, mediante tecnología BIM y ya en embebidas en los muros”, agrega.

Las tendencias “hot”

La utilización de drones para levantamientos en terreno o en obras facilita el manejo y la comunicación de datos. Asimismo, la realidad virtual, la realidad aumentada y los sensores han ganado terreno. Estos últimos han sido especialmente útiles en la detección de daño o deterioro temprano de infraestructura y en el control de vibraciones provenientes de usuarios, maquinarias, sismos y explosiones. “Hoy, durante el proceso constructivo es posible ubicar diminutos sensores en la estructura que ayudan -durante la construcción y su vida útil- a establecer su desempeño. Estos sensores son la base con la que construiremos una infraestructura inteligente, capaz de identificar lo que le está ocurriendo, cómo está respondiendo ante la acción y hoy en día informar en forma rápida y efectiva si algo se sale de lo normal”, afirma Rubén Boroschek, profesor titular de la Universidad de Chile y CEO de RBA-Global.

Igualmente, la robótica ha hecho su aporte a la construcción. “Obras básicas pueden ser construidas por robots, utilizando materiales tradicionales. En el futuro, podrán utilizarse materiales que no sufran daño o que se autoreparen. Por ahora, lo que se está aplicando, por ejemplo, en sismos, es el uso de dispositivos que evitan que estos ingresen a una estructura (aislamiento sísmico) o dispositivos que una vez que entra la energía del sismo a la estructura la sacan en forma rápida y muchas veces sin generar daño (disipadores de energía)”, comenta Boroschek.

La incorporación de modelos 3D también está cambiando la forma de entender los proyectos, ayudando a visualizar mejor las estructuras para tomar decisiones. “Hoy es posible tener una mejor visualización de lo que desea el arquitecto y comprender la estructura en su conjunto, cosa que antes se debía hacer con maquetas físicas”, complementa Cristián Delporte. 

Pero el camino por recorrer es largo. La información debe llegar a la obra en forma digital y la obra debería usarla, según el ingeniero. “Los datos digitales deben ser leídos por las máquinas de corte y doblado de forma automática y no como se hace ahora, con una persona traduciendo los planos para que las máquinas los entiendan. Con esa misma información es posible hacer la trazabilidad completa de las barras, desde que salen de la fábrica hasta su instalación”, añade Delporte.

En un mundo competitivo y complejo, no pensar en innovación y mejora continua, sería suicida, porque la construcción es unos de los centros de desarrollo más importantes del país, según el académico de la Universidad de Chile, Rubén Boroschek, y en ella confluye un gran número de personas con conocimientos y experiencias muy distintas, pero con un objetivo común: la creación de nueva infraestructura. “Estamos en un ambiente que nos presenta muchas oportunidades, pero, a su vez desafíos: ¿Cómo realizamos la construcción con las limitaciones de movilidad, presencia de personal en obra, restricciones en los suministros y transporte? ¿Qué ocurrirá en el futuro con el cambio climático y la sequía? y ¿Cómo incorporaremos nuevas técnicas para el desarrollo y la protección de nuestra infraestructura?”, plantea el profesor y CEO de RBA-Global, que considera indispensable la incorporación de procedimientos que permitan actuar antes. 

Por último, Cristián Delporte, afirma que un entorno de trabajo estandarizado en conceptos, prácticas y criterios, como el que proponen las metodologías BIM, además de un conjunto importante de obras digitalizadas adecuadamente, ayudaría a construir una base de datos común. Esto, sumado a técnicas de Inteligencia Artificial optimizaría un sinfín de aspectos del proceso constructivo: predicción de tiempos de ejecución y de costos y optimización del uso de recursos, por citar algunos.

Más sustentabilidad

La doctora en Ingeniería de Materiales, de Aguas y del Terreno y académica de la Universidad de La Frontera (UFRO), Viviana Letelier, lleva mucho tiempo investigando sobre áridos reciclados y mitigación de impactos ambientales. Por ello, puede decir con propiedad que la construcción sustentable no es algo nuevo. Sin embargo, el camino no ha sido fácil. “Al inicio había bastantes trabas, pues la gente pensaba que sustentable era igual a débil, pero creo que de a poco se han ido incorporando nuevos procesos, nuevas formas de gestión y nuevos materiales. De todas maneras, el desafío todavía es enorme y tengo la convicción de que podemos hacer una construcción totalmente sustentable, porque las capacidades y el conocimiento están”, dice la ingeniera. 

Al menos en el ámbito académico, la colaboración se ha hecho mucho más estrecha en la construcción. Y es que los investigadores entienden que unir sus fuerzas es el secreto para lograr mejores resultados y en menos tiempo. “No sacamos nada con repetir esfuerzos, sino más bien tenemos que trabajar las necesidades en conjunto. A nivel gubernamental, se está trabajando directamente con algunos ministerios, municipalidades y otros organismos que toman decisiones. Lo que está un poco más atrasado es el tema con las empresas”, afirma Viviana Letelier. 

En este aspecto, la académica de la Ufro esperaría que para impulsar la innovación fueran las mismas empresas las que se acercaran a los investigadores para pedirla, pero ese anhelo aún se ve algo lejano. “Tenemos que estarlos buscando y convenciéndolos de que algo nuevo puede funcionar mucho mejor”, señala la especialista.

 

Fotografía: gentileza Delporte Ingenieros.

La capacitación es esencial para masificar la industrialización en nuestro sector

Fecha: 12/05/2020

Las nuevas tecnologías asociadas a la construcción 4.0 están transformando la forma de concebir la industria, desde que se planea cualquier proyecto constructivo hasta que la obra finaliza y se entrega, e incluso durante su operación.

Con un mercado más exigente respecto a plazos de ejecución, calidad de los proyectos, costos y escasez de mano de obra calificada, se hace imperioso desarrollar distintos métodos de trabajo que entreguen mayores certezas y disminuyan sus riesgos, y es ahí donde la industrialización juega un rol clave.

En Chile se están desarrollando diversas iniciativas para promover su incorporación, como por ejemplo el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), iniciativa impulsada por el programa Construye 2025 de Corfo, con el fin de promover la industrialización como una estrategia que permita apoyar el desarrollo de la industria de la construcción nacional, propiciando su avance en productividad y sustentabilidad.

Para conocer en qué consiste esta nueva forma de construir y cómo ha sido el proceso de implementación en Chile, conversamos con Ian Watt, gerente general de VMB Ingeniería Estructural, empresa socia del Consejo de Construcción Idustrializada (CCI), y director de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE).

¿Qué es la construcción industrializada y qué la diferencia de los métodos de construcción tradicionales?

El Consejo de Construcción Industrializada define ese concepto refiriéndose a cualquier parte del edificio que esté hecha fuera del sitio de construcción mismo del edificio. Como construcción industrializada se entiende tanto la prefabricación como la construcción fuera del sitio.

¿Cuáles han sido las principales brechas detectadas a la hora de implementar la industrialización en nuestro país?

Se han detectado varias, pero las más relevantes creemos que son la falta de integración temprana de proyectistas capaces de influir en elegir las opciones industrializadas desde la etapa conceptual. También hay una tarea de difusión importante que realizar, para que los casos de éxito nacionales se hagan visibles. Finalmente, hay que mejorar la articulación entre el mundo público y privado, para reducir las prohibiciones a soluciones que pueden traer beneficios importantes.

¿Cuáles son a tu parecer, los principales beneficios obtenidos versus la construcción tradicional?

Los principales beneficios son la velocidad de ejecución, reducción de residuos y los aumentos de calidad y trazabilidad asociados a la fabricación industrializada.

Hablando en términos normativos ¿están reguladas este tipo de construcciones? ¿Requieren de alguna normativa particular o puede desarrollarse con los actuales códigos?. Por ejemplo, ¿qué sucede con las características sismorresistentes de las construcciones?

Desde el punto de vista de la ingeniería estructural, hay normativa vigente que cubre el uso de estos métodos de construcción. Falta desarrollar mayor conocimiento generalizado, para que más proyectistas puedan considerarlo como una alternativa válida, y, por ende, no descartar su uso simplemente por desconocer cómo desarrollar proyectos de manera práctica de este método. El tema de sismorresistencia es la principal preocupación, pero normativamente hay soluciones para esto.

¿Qué incentivos existen a nivel gubernamental para promover su uso?

En el mundo de la vialidad, la construcción industrializada ya es una realidad, pero falta que otros ministerios, además del MOP, empiecen a incentivar su uso. En Chile, aún hay bases de diseño que prohíben estos métodos, pero hay que dar un paso más, y definir su aplicabilidad explícitamente, para que no sean descartados a priori por los diseñadores.

Respecto a la fuerza laboral ¿Están los trabajadores capacitados para esta nueva forma de trabajo? ¿Las empresas están promoviendo la capacitación en nuevas tecnologías? y finalmente, ¿qué tan clave es este punto para una implementación masiva y exitosa?

En Chile hay iniciativas para fortalecer la capacitación, que es esencial para masificar esta solución constructiva. Ya hay trabajadores muy capacitados y productivos usando estos métodos, pero esencialmente aún falta llegar a una masa crítica de trabajadores capacitados. Pero creo que lo primero es generar la demanda, y la oferta se resolverá rápidamente.

 

Fuente: CTeC

Encuentro del CCI abordó las oportunidades que abre la industrialización en infraestructura hospitalaria

Fecha: 28/04/2020

Especialistas llamaron a impulsar los sistemas industrializados para aumentar la productividad, disminuyendo el uso de mano de obra, de recursos y el tiempo invertido en cada proyecto.

El jueves 9 de abril, en modalidad online, se realizó el Encuentro Técnico del Consejo de Construcción Industrializada (CCI) titulado “¿Qué oportunidades ofrece la industrialización para la infraestructura pública?”, al que se conectaron más de cien participantes de distintas regiones de Chile y también de otros países.

La jornada la comenzó Tatiana Martínez, directora del CCI y gerente general de Hormipret, quien destacó las ventajas de la industrialización y propuso un formato híbrido para iniciar el camino hacia una construcción que requiere menos mano de obra, menos tiempo y menos recursos. “Tenemos que transformar las cosas que sabemos hacer, de cara al ciudadano que exige que todo sea más sustentable. Pasar de una construcción llena de procesos a una mucho más limpia”, señaló. 

En este sentido, la representante del CCI recordó que la reducción de acero y de hormigón en obra, disminuye las emisiones de CO2, debido a que el número de camiones circulando se reduce. 

Si bien la infraestructura puede llegar a demandar una planificación inmediata cuando ocurren desastres naturales; también es necesario hacer una de largo plazo, en aquella que es crítica para cualquier país, como las cárceles y los hospitales. No obstante, Tatiana Martínez, cree que en este ámbito las licitaciones están en una zona de confort. “Con un sistema integrado, donde todas las disciplinas interactúen podría haber una evolución mucho más rápida. Un edificio puede tener todas sus partes prefabricadas, como ya se hace en Europa”, dijo.

Finalmente, la gerente general de Hormipret citó algunas experiencias industrializadas exitosas, como el proyecto Hospital Biprovincial Quillota Petorca, en el que cinco personas trabajaron a una velocidad de 1.250 m2 por semana; y las combinaciones de las líneas 5 y 6 de en la Estación Ñuble del Metro de Santiago, que fue adjudicada a Ferrovial. “Trabajamos con Hormisur. Ellos hacían las vigas y nosotros las losas, en superficie de 2.092 m2 de alveolo”, recordó la directora del CCI.

Rigideces normativas

Las bases de diseño 2020 señalan que elementos estructurales como pilares, muros y losas, deberán fabricarse in situ no permitiéndose elementos prefabricados en la súper y subestructura, un tema que expuso con preocupación Ian Watt, director de VMB Ingeniería Estructural. En este ámbito, el ingeniero civil destacó que una prelosa puede funcionar como moldaje, lo que ahorra piezas y plazos en la construcción. “Al menos, avancemos en que las losas podamos prefabricadas”, enfatizó. 

Según Ian Watt, en Chile debemos impulsar la solución modular, la prefabricación y la estandarización en viviendas sociales, pues debido al déficit habitacional, aumentar la productividad es urgente. 

Módulos hospitalarios

El director del Centro de Innovación en Madera CIM-UC CORMA, Pablo Guindos, abordó la innovación en módulos hospitalarios en madera. “La industrialización no es una opción en la madera. Este es un material extremadamente ligero, fácil de transportar y que requiere de fachadas complejas”, explicó para argumentar la importancia de industrializar. Además, recalcó que desde el punto de vista sísmico no existe ninguna diferencia. 

A propósito de la pandemia que impacta al mundo, Guindos expuso el diseño de un módulo hospitalario en madera altamente industrializado para zonas donde no hay infraestructura crítica. “Una contingencia de estas características debiera llevar a varias empresas a utilizar esto, porque cuando se aglomeran tantos pacientes es un riesgo inmenso. Llevar módulos a regiones puede resultar una estrategia mucho más efectiva que hacer grandes hospitales en núcleos”, comentó el director del CIM-UC CORMA. 

A continuación, el gerente de Ingeniería de Tecno Fast, Mario Yáñez, se refirió a la construcción del hospital modular de Wuhan en China, en la que participaron 300 personas en turnos de 24 horas. “La construcción modular es tan rápida de instalar como de desinstalar”, destacó el ejecutivo, quien valoró los proyectos hospitalarios modulares instalados en Chile. 

El Hospital Salvador, que atiende a gran parte de la población de Santiago, por ejemplo, requirió de cinco edificios de dos pisos, que se instalaron transitoriamente con todos sus sistemas de clima y recirculación de aire. “Espacios de alta especialización, con recubrimientos de pisos, muros y cielos sanitarios, que son certificados, pues requieren de un aseo clínico intensivo”, detalló Mario Yáñez. 

El video del primer Encuentro Técnico online del CCI está disponible aquí: https://youtu.be/qxHBCFWf0Is

Soluciones de arquitectura para enfrentar la pandemia

Fecha: 28/04/2020

Toda crisis ofrece oportunidades y en la construcción las encontraron rápidamente. La necesidad de contar con soluciones eficientes y rápidas desencadenó ideas tan creativas como cabinas sin contacto para tomar exámenes y hospitales modulares que pueden levantarse en solo unas semanas.

La infraestructura de salud es muchísimo más que “una caldera con una serie de camas alrededor”. Así lo cree Jaime Sáez, socio en Swarq Arquitectos S.A. y miembro del Comité de Arquitectura para la Salud del Colegio de Arquitectos de Chile. “Habemos muchos que estamos enfocados en diseñar establecimientos de salud como agentes de regeneración urbana, donde el desarrollo del proyecto trae consigo una responsabilidad social respecto del lugar/comunidad donde se emplaza, aprovechando la inversión para cubrir brechas, por ejemplo, de espacio público y áreas verdes”, explica.

De hecho, en Chile las obras que ponen la recuperación del paciente en el centro de las decisiones de diseño van en aumento y proliferan también los parques, jardines, espacios y ambientes interiores diseñados “saludablemente” para sus usuarios. En este aspecto, Jaime Sáez destaca el avance que ha experimentado la madera a nivel internacional, gracias a su contribución como material renovable y a la avanzada tecnología que ha abierto sus posibilidades a: construcción en serie, laminación, contrachapado, etc. Esto, según el arquitecto especialista en hospitales, permite proyectar edificaciones públicas con estructura principal de madera, replanteando normativas sísmicas/estructurales y aproximándonos -cada día más- al momento en que se erija el primer hospital chileno diseñado y construido en madera.

¿Qué nos falta para abrirle camino a la industrialización y aprovechar sus ventajas? “Madurar y crecer como sociedad, profundizar y seguir avanzando en la ética empresarial de responsabilidad social que, sin duda, está muy golpeada, pero a la vez en estado de reflexión constante, desde octubre de 2019. Ahora, en lo inmediato, no sería para nada descabellado aumentar el gasto que el Estado genera en I+D, sin desmerecer que se han venido haciendo esfuerzos, pero aún falta mucho”, afirma Sáez.

Y es que, si bien los chilenos somos muy creativos, al menos se necesitan políticas orientadas al desarrollo en vivienda y obras públicas que se planteen desde la metodología de la industrialización en todo el proceso, vale decir, desde la formulación de la idea/requerimiento hasta la materialización de la obra y su operación, concluye el socio de Swarq Arquitectos.

Hospitales modulares

Según Heriberto Hildebrandt, presidente de la Asociación Gremial de Arquitectura y Especialidades Hospitalarias (Aarqhos), la arquitectura hospitalaria está preparada para enfermedades contagiosas individuales. “Recintos de aislación con esclusa, barrera sanitaria, sistema de climatización deprimido, incluso estaciones completas de aislación, todo esto existe y se utiliza para la seguridad del paciente y del personal”, aclara.

No obstante, la aparición del Covid-19 produjo un cambio dramático, por lo masivo de su ataque y sus consecuencias. “Estaciones UTI han debido reestructurarse para aumentar camas críticas UCI; estaciones de hospitalización MQ han debido transformarse para aumentar camas intermedias UTI; otras estaciones han tenido que modificarse como estaciones de aislación, etc. Muchos cambios repentinos en la infraestructura hospitalaria han sido necesarios, incluso, fuera de ella. Estadios como hospital de campaña, centros de exposiciones como modernas salas Nightingale, hoteles como residencias sanitarias y escuelas como centros de salud coadyuvantes”, explica.

En este contexto, Hildebrandt cree que en Chile podríamos aplicar desde ya la coordinación modular en proyectos de infraestructura hospitalaria, duplicar la producción industrial de módulos sanitarios, de fachadas modulares, de redes modulares de piping, de módulos hospitalarios, etc. Podríamos iniciar de una vez la industrialización de la infraestructura hospitalaria, primero de elementos estructurales, luego de componentes no estructurales”, sostiene.

¿Podemos dar soluciones tan eficientes y rápidas como las que dio Wuhan en su momento? Seguro que sí, pero no a la manera china, que en menos de diez días logró coordinar preparación, transporte y montaje. El país asiático tiene un enorme stock de módulos prefabricados, dispuestos como existencia para armar y desarmar según sus requerimientos. Pero, eso no significa que no podamos desarrollar y ejecutar infraestructura hospitalaria modular de emergencia. “Ya hay en Chile licitaciones en desarrollo. Por ejemplo, módulos para 24 y 48 camas críticas en Illapel y La Serena. Pero con plazos muy distintos a los de China”, dice el presidente de Aarqhos.

Asimismo, Jaime Sáez, quien también es parte del gremio de especialidades hospitalarias, cree que en Chile se pueden dar soluciones rápidas a requerimientos urgentes que surgen de la contingencia. “Así me lo ha demostrado el trabajo que han desarrollado múltiples equipos de salud, diversos emprendedores, organizaciones e instituciones, que en el escenario actual han estado a la altura de las expectativas y que, dicho sea de paso, no han contado con la fuerza, los recursos y el apoyo que un país industrializado como China les podría entregar. Lo anterior me obliga a concluir que un Estado robusto y una cultura milenaria poseen un peso específico imposible de comparar en igualdad de condiciones con democracias occidentales y, mucho menos, sudamericanas”, señala.

Alianzas con la academia

Junto con levantar las alarmas, el Covid-19 despertó el espíritu colaborativo que llevó a personas de diversas disciplinas a diseñar y proyectar soluciones. “Al día de hoy hemos consolidado desarrollos de proyectos en alianzas con la academia, el mercado productivo y todo tipo de proveedores, experiencias internacionales, etc. Sin ir más lejos, desarrollamos un modelo de dispositivos de toma de muestras que hemos postulado, con el patrocinio de la Universidad de Talca, a fondos concursables de innovación de Corfo”, destaca Jaime Sáez.

El arquitecto se refiere a unas cabinas que eliminan el contacto físico entre el proveedor de atención médica y el paciente, dejando a un lado la necesidad de cambio de ropa protectora. El test se hace a través de unos guantes de caucho y toma alrededor de seis minutos. En el proyecto participan: el Comité de Arquitecturas para la Salud, el Colegio de Arquitectos de Chile, la Universidad de Talca, Olimpos Consultores Interior Designer y BIM S.A.

Igualmente, movido por la necesidad de protección que generó la pandemia, el constructor civil asociado al Consejo de Construcción Industrializada (CCI), Rafael Garay, combinó las experiencias internacionales, nacionales y la propia, para diseñar el módulo sanitizador MS, que sanitiza personas y objetos y que puede utilizarse en diversos establecimientos, adaptándose a las condiciones de cada lugar.

Destaca también el trabajo conjunto entre el Centro de Innovación en Madera CIM UC Corma y la empresa E2E para el desarrollo de módulos hospitalarios en madera altamente industrializados. Estos fueron diseñados para la estancia de pacientes con Covid-19, tomando en consideración los requerimientos normativos para el diseño de instalaciones UTI, con muros perimetrales con resistencia al fuego F60 y techumbres F30. El proyecto incorpora tabiquerías divisorias entre cubículos (unidad del paciente) y tabiques frontales, permitiendo una visión clara hacia el paciente, pero con divisiones que favorecen la privacidad visual y la aislación acústica a cada módulo. Además, estos módulos cumplen con toda la normativa térmica, por lo que pueden ser instalados en cualquier parte de Chile.

La construcción industrializada en nuestro país está lista para tomar el lugar que le corresponde, según sus promotores. De hecho, una infraestructura hospitalaria funcionaría bien sometida a condiciones sísmicas. “Hoy, por ejemplo, desarrollamos un proyecto en un área urbana próxima a sectores industriales, compuesta de 3.380 losas de 63 m2 (particionables); 5.520 pilares de H = 4,50 m y 8.750 vigas de 8,00 m c/u. Este volumen potencial de elementos industrializados de H.A. permitiría disminuir en un año o más el plazo de construcción del hospital”, detalla Heriberto Hildebrandt, quien lamenta que en Chile no se impulse la infraestructura hospitalaria, como parte de la industria 4.0, con fuerza.

Prototipos para suplir déficit de ventiladores

En otro ámbito, al menos 26 prototipos de ventiladores mecánicos de emergencia buscan dar respuesta al déficit de equipos, a través de la convocatoria liderada por los ministerios de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación y de Economía. Las iniciativas son impulsadas por diferentes equipos de emprendedores, instituciones académicas, centros de investigación, empresas y las Fuerzas Armadas, que se inscribieron en la plataforma “Un Respiro para Chile”, impulsada por Sofofa Hub, el BID y Socialab.

“Vemos grupos de trabajo multidisciplinarios que están haciendo esfuerzos para tener un prototipo en muy poco tiempo. Pero también tenemos que vincularlos con el sector público porque estos diseños deben seguir los lineamientos y requerimientos técnicos del ISP y la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva. Luego tenemos que validarlos para finalmente tener una certificación de emergencia del Ministerio de Salud y el ISP. Ahí es donde la coordinación pública se vuelve muy relevante”, explicó el ministro de Ciencia, Andrés Couve.

Gerente de Construye2025 expuso protocolos para afrontar al Covid-19 en webinar internacional

Fecha: 28/04/2020

Marcos Brito compartió la experiencia chilena y los lineamientos de la Cámara Chilena de la Construcción, mientras que Felipe Montes, gerente general de E2E, se refirió a las medidas adoptadas en la planta de construcción industrializada que administra.

La industria de la construcción chilena ha adoptado una serie de acciones preventivas en obras, para prevenir la expansión del coronavirus. Parte de estos protocolos los compartió el gerente de Construye2025, Marcos Brito, en el encuentro virtual organizado por la Cámara de Comercio de Bogotá: “Buenas prácticas para afrontar la crisis del Covid-19 en el sector de la construcción”. 

Luego de describir el programa impulsado por Corfo -que busca mejorar la productividad y sustentabilidad de la construcción- el ejecutivo presentó la realidad de la industria constructiva en Chile, compuesta por más de 30 mil empresas, de las cuales el 38% corresponde a pymes.  

“Hubo un impacto muy fuerte en el empleo. En Chile, además, estamos en medio de una crisis social que ya había involucrado una paralización económica importante. Hemos estado bien afectados por esto. Sin duda, que el barómetro de la construcción ha sido golpeado”, señaló Brito. 

No obstante, el gerente de Construye2025, destacó que el programa ha ido apoyando la creación de diversas instancias: dos centros tecnológicos para la construcción, el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), la digitalización de los permisos de obras y los centros de extensionismo. “Hemos sido un referente para hacer frente a la crisis de productividad asociada a la pandemia, ya que veníamos trabajando de antes en este tipo de avances”, explicó. 

El ejemplo de E2E

Enseguida, Brito presentó a Felipe Montes, gerente general de E2E, empresa de soluciones constructivas de alta precisión, que opera en Chile y Brasil, con miras a expandirse a Estados Unidos. “Somos una empresa de construcción un poco distinta a lo que se conoce como construcción industrializada. E2E ofrece un sistema constructivo industrializado en base a paneles fabricados con la más alta tecnología”, detalló. 

En la planta ubicada en la comuna de Maipú, Región Metropolitana, debieron adaptarse a la nueva forma de trabajar, conviviendo con el coronavirus que ha golpeado especialmente a las industrias productivas. “Estamos con 20 personas por turno y pudimos hacer el distanciamiento necesario para ellas. El turno para camarines implica que entra cierta cantidad de gente, luego se sanitiza; vuelve a entrar el próximo turno y se vuelve a sanitizar. La comida -que usualmente se hace en un casino, ahora cada uno la trae desde su casa, para lo cual dimos un bono a los trabajadores”, comentó Felipe Montes.

Otras medidas que debió tomar la empresa de construcción industrializada para continuar operando en medio de la pandemia fueron: eliminar todos los gastos que no son de primera necesidad y aplazar las inversiones en bienes de capital. 

La construcción industrializada en madera -comparada con la tradicional- genera una menor huella de carbono, ya que produce menos desechos y requiere menos movimiento de carga gracias a que la mayor parte del trabajo se realiza en planta. Además, E2E utiliza madera que proviene de bosques renovables certificados y aislación de celulosa proyectada fabricada con papel de diario reciclado.

Las múltiples ventajas de los hospitales industrializados

Fecha: 31/03/2020

Estandarización en diseño, reducción de mano de obra, optimización de los materiales, disminución de escombros en obra y, sobre todo, la velocidad con que se construyen hacen urgente una normativa que incentive la infraestructura hospitalaria prefabricada. 

La construcción acelerada de un hospital en Wuhan, China, fue un verdadero escudo de contención frente al temido Covid-19, que ahora amenaza a Chile. Nuestro país aún no experimenta las frías temperaturas invernales que, como es tradicional, traen consigo un aumento de las enfermedades respiratorias, pero el número de contagios por coronavirus ya tiene a las autoridades pensando en cómo aumentar las camas hospitalarias, en caso de ser necesario.

En este hipotético escenario, Chile cuenta con la tecnología para imitar el ejemplo chino y, bien podría, levantar un hospital en menos de dos semanas. Así lo estima Mario Yáñez, gerente de Ingeniería de Tecno Fast, quien adelanta que, en ciudades como Chillán, es factible instalar un recinto de este tipo en cerca de 12 días. 

La empresa de soluciones modulares fue responsable del Hospital Salvador, que ya lleva tres años funcionando y que supera los 7 mil m2 en instalaciones: “Hay dos laboratorios, centro de oftalmología, medicina pediátrica y una serie de otros servicios distribuidos en dos pisos”, explica Mario Yáñez. Además, la compañía levantó dos hospitales psiquiátricos en San Felipe, centros de salud familiar (Cesfam) en la Región de Valparaíso y centros de referencia de salud (CRS) en La Florida y Los Andes.

Actualmente, Tecno Fast cuenta con un stock superior a 1.600 unidades modulares que permitirían levantar hasta cuatro hospitales de 300 camas cada uno, por lo que en la empresa están atentos a la contingencia y al llamado de la autoridad sanitaria. “La infraestructura hospitalaria es totalmente factible y es inmediata prácticamente, pues para levantarla se usan espacios que están disponibles en los mismos recintos de los hospitales. No hay demoliciones ni ruido ni contaminación de polvo, es una solución que se puede entregar de hasta dos y tres pisos”, señala el ejecutivo.

Tecno Fast, incluso, se hace cargo de los sistemas de clima necesarios en los recintos hospitalarios. De hecho, sus especialistas construyeron una morgue en El Salvador con 18 cámaras y también han fabricado pabellones quirúrgicos. Hoy están en conversaciones con Bogotá para levantar un hospital de dos mil camas.

Hospital Quillota-Petorca

Otra solución industrializada es la del Hospital Quillota-Petorca, que fue precertificado CES en 2018, con un consumo de energía estimado en diseño de 137 kWh/m2, y está en proceso de certificarse, en el que se utilizaron sistemas de aislación sísmica, losas alveolares y pre-losas colocadas sobre el nivel de aislación. “Los anteproyectos no consideraban el uso explícito de losas prefabricadas, por lo cual para evitar potenciales conflictos contractuales su uso se limitó solo a la losa adicional que se generó al mover el nivel de aislación desde el cielo del subterráneo, a una solución basal de aislación”, explica Ian Watt, gerente de VMB Ingeniería Estructural, empresa socia del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), impulsado por Construye2025.

En una superficie de aproximadamente 16 mil m2, jugó un rol crucial la empresa de prefabricados de hormigón pretensado y especialista en losas, Hormipret (también socia del CCI), con dos líneas de productos: AlveoLosa® y PreLosa®. “Este último brindó solución al encuentro losa–capiteles, al no requerir necesariamente una ménsula de apoyo, generándose su unión, por medio de estribos de enlace. Este prefabricado, posee características técnicas importantes para la solución de los entrepisos industrializados pudiendo aportar, ademas, aislación térmica y acústica”, detalla Tatiana Martínez, gerente general de Hormipret.

El proyecto requirió de entregas de entre 1.200 m² y 1.350 m² por semana, además de la disposición para hacer traslado y montaje en horario nocturno. “Esto permitió y favoreció que toda actividad o faena posterior a la instalación de nuestros prefabricados (enfierradura, instalaciones y hormigonado, entre otros) no se viese afectada, generando avances más significativos para la constructora. Para esto fue fundamental la coordinación entre Hormipret y los profesionales del proyecto”, añade la arquitecta.

Módulos de 8×8 en un 90% del proyecto debidamente identificados y marcadas favorecieron el montaje y trazabilidad. En este ámbito, todas las losas de Hormipret fueron fabricadas en anchos estándar de 0.60m , lo que redujo el peso del prefabricado de forma considerable, permitiendo a la obra utilizar las grúas torre del proyecto, sin tener que considerar grúas externas.

Según Ian Watt, la principal complejidad se produjo porque la autorización para considerar el uso de estos elementos se obtuvo tardíamente en el proceso de diseño. “Idealmente, cuando hay construcción industrializada la estructura se acomoda para beneficiar los rendimientos de los elementos prefabricados, para explotar al máximo los aumentos de rendimiento en tiempo y materiales que estos pueden proveer. Pero, en este caso, solo fue posible incorporarlo al final, sin la posibilidad de optimizar las modulaciones estructurales. Como en todo proyecto, se resolvió con una buena coordinación entre el equipo de diseño, el departamento técnico de la constructora y la asesoría de proveedores técnicamente capacitados”, afirma.

En este aspecto, Tatiana Martínez recuerda que cuando el proyecto ya se encontraba en ejecución, hubo que resolver la unión húmeda de las losas y el capitel del sistema de aislación sísmica, donde debido a la cantidad de enfierradura no era posible generar un apoyo para recibir la losa alveolar, por lo que se especificó el uso de PreLosa®, que por su geometría, no necesariamente necesitaba un apoyo, generándose la unión húmeda por medio de estribos de enlace.

Otro punto importante en el uso de losas industrializadas es que se reduce el peso muerto de la losa desde el inicio del proyecto, cuando se realizan los cálculos con menor masa sísmica y peso total de la losa, lo que reduce significativamente las dimensiones de la estructura en general.

Desafíos pendientes

La principal barrera para la construcción industrializada de hospitales en Chile, según Ian Watt, es que los elementos frecuentemente están prohibidos en las bases y criterios de diseño. En los pocos casos en que no están directamente prohibidos, la mayoría de los licitantes evitan incluirlos, preocupados de que se rechacen las soluciones posteriormente. Coincide con él Tatiana Martínez, quien llama a impulsar el uso de prefabricados en todas la obras públicas del país. “Las ventajas comparativas sobre sistemas tradicionales están comprobadas y muy utilizadas en países desarrollados, en las distintas materialidades”, apunta la gerente de Hormipret.

Menos acero, menos hormigón a vaciar en obra, menos mano de obra y una considerable rapidez de ejecución sustentan el cambio de paradigma. “La disminución en el presupuesto de construcción en esas partidas significaría ahorros importantes en la construcción de infraestructura y, en el caso de los hospitales, la velocidad de construcción acortaría los plazos en la entrega para la atención a sus pacientes”, añade la arquitecta. 

En un escenario como el actual, donde las cifras de contagio por coronavirus aumentan diariamente, se abre la oportunidad de evaluar en profundidad la industrialización en la construcción. “Abrirse a nuevas soluciones como lo han hecho varios países y eso significa que el Estado debe revisar normativas, competencias profesionales, mano de obra calificada e incentivar a las empresas constructoras para que busquen soluciones constructivas innovadoras para el desarrollo de sus proyectos, mejorando así la infraestructura y la edificación del país”, concluye Tatiana Martínez.

En este sentido, ambos especialistas concuerdan en que junto con la disposición a innovar es clave integrar a los profesionales que forman parte de la cadena tempranamente, pues el óptimo desarrollo de los proyectos redunda en soluciones prácticas que mejoran la productividad y la eficiencia en obras de edificación.

Hospitales de emergencia en 10 días: caso Wuhan, China

Fecha: 31/03/2020

Por Marcos Brito A., gerente de Construye2025

China es hoy, sin lugar a dudas, un referente mundial en desarrollo industrial, contando con diversos avances, desde la producción masiva de todo tipo de productos hasta viajes al espacio. Uno de los ámbitos en los que se ha venido destacando durante los últimos años es el de la edificación acelerada, alcanzando importantes récords, como el de levantar un edificio de 57 pisos (dos tercios la altura del Costanera Center, en Chile), en solo 19 días corridos.

Ante la rápida expansión del COVID-19, que se origina en Wuhan, China, la ciudad decide construir dos hospitales de emergencia en tiempos extremadamente acotados, además de habilitar otros recintos de emergencia. Es así como solo en 10 días logran edificar dos hospitales en la ciudad; Houshenshan, con 1.000 camas en 25.000 m2, y Leishenshan, con 1.600 camas adicionales en 36.000 m2. Ambos concluidos entre el 20 de enero y 5 de febrero de 2020.

El mundo entero quedó impresionado por este gran logro humano, que fue gracias a un gran empuje y esfuerzo de coordinación, pero que, según diversos expertos, no requirió de mayor innovación, sino que fue fruto de procesos de planificación y experiencia previos, capacidad productiva industrial, y un especial esfuerzo humano y empresarial en lograr exitosamente la meta.

¿Cómo se logra edificar 2 hospitales en 10 días?

Lo primero es considerar que ambos recintos fueron basados en un diseño y planificación previos, que se desarrollaron para construir en solo siete días el hospital Xiaotangshan, en Beijing (2003), para afrontar la emergencia sanitaria del virus SARS. Desde entonces, los modelos pudieron ser mejorados en cuanto a sus procesos de logística y suministros, además de corregir elementos de funcionalidad, en base a la experiencia de haber operado el primer modelo.

Además, se consideraron factores concretos de aceleración en obra, como el uso intensivo de maquinarias, incluyendo 100 equipos de trabajo para lograr nivelar el terreno en solo 48 horas. Para esto, se organizaron turnos 24/7 con una alta participación de técnicos especialistas en montaje, que a pesar del mayor costo (150USD/día), logran importantes ahorros en tiempo gracias a su experiencia.

Por otra parte, hay que considerar que los hospitales modulares de Wuhan son hospitales provisorios de campaña, por lo que no consideran en su diseño prácticamente ningún aspecto ornamental. De esta manera, su estructura fue diseñada con propósitos funcionales, incluyendo iluminación natural en pasillos y otras áreas comunes. En fotografías interiores se puede apreciar que todos los ductos de climatización y eléctricos están sobrepuestos a las paredes o bien colgantes de los cielos, a la vista. 

En cuanto a la cimentación y obra gruesa, una vez nivelado el terreno, se utilizaron capas de recebo y geotextiles de ancho extendido, para una instalación en menor tiempo, cubiertas con una losa de concreto de secado rápido. Sobre la losa se instalaron perfiles metálicos, para la fijación de estructuras compuestas por marcos prefabricados de acero, unidos mecánicamente por tornillos en sus esquinas (cada uno de 10 m2 de superficie interior). Las paredes y sobrelosas, similares a paredes frigoríficas de metal y aislante inyectado, fueron prefabricadas también, incorporando ventanas y puertas, de acuerdo con las dimensiones de las estructuras. Los edificios fueron diseñados en dos plantas.

Finalmente, se logra según lo planificado, erguir ambos hospitales en menos de dos semanas, comenzando su operación en forma inmediata, con un costo final de USD43MM, lo que podría equivaler a 19UF/m2 en infraestructura aproximadamente (sin considerar equipos ni habilitación). 

Este ejemplo nos ilustra en forma concreta como hoy es posible lograr capacidades de respuesta que pueden llegar a ser impactantes, pero que en realidad son fruto de procesos de planificación muy bien elaborados, en forma previa a la ocurrencia de la necesidad de ejecución. Vale decir, cuando la tecnología existe, así como también la capacidad productiva adecuada, grandes logros son factibles gracias a una adecuada coordinación, planificación y la voluntad humana de colaborar para la ayuda de quienes requieren ayuda urgente. 

Pues bien, en Chile ya contamos con la tecnología, tenemos una creciente capacidad productiva industrial para edificación acelerada, con un alto grado de experiencia particularmente en campamentos mineros, y estamos además generando redes internacionales de colaboración con otras industrias de mayor experiencia. Esto nos hace pensar en la urgente necesidad de conectar este knowhow con los servicios públicos que requieren dar respuesta rápida y eficiente ante eventuales escenarios de catástrofe. El Consejo de Construcción Industrializada, impulsado por Construye2025 de Corfo, está hoy preparado para ser el referente experto -desde la industria y la academia- para asesorar y brindar todo el apoyo que sea requerido para que nuestro país pueda dar una calidad de respuesta de clase mundial para sus urgencias. Es deber, por tanto, de ambas partes, trabajar en conjunto para ser los nuevos referentes mundiales en rapidez y eficiencia ante este tipo de situaciones.

Hospitales de emergencia en 10 días: caso Wuhan, China

Fecha: 30/03/2020

Por Marcos Brito A., gerente de Construye2025

China es hoy, sin lugar a dudas, un referente mundial en desarrollo industrial, contando con diversos avances, desde la producción masiva de todo tipo de productos hasta viajes al espacio. Uno de los ámbitos en los que se ha venido destacando durante los últimos años es el de la edificación acelerada, alcanzando importantes récords, como el de levantar un edificio de 57 pisos (dos tercios la altura del Costanera Center, en Chile), en solo 19 días corridos.

Ante la rápida expansión del COVID-19, que se origina en Wuhan, China, la ciudad decide construir dos hospitales de emergencia en tiempos extremadamente acotados, además de habilitar otros recintos de emergencia. Es así como solo en 10 días logran edificar dos hospitales en la ciudad; Houshenshan, con 1.000 camas en 25.000 m2, y Leishenshan, con 1.600 camas adicionales en 36.000 m2. Ambos concluidos entre el 20 de enero y 5 de febrero de 2020.

El mundo entero quedó impresionado por este gran logro humano, que fue gracias a un gran empuje y esfuerzo de coordinación, pero que, según diversos expertos, no requirió de mayor innovación, sino que fue fruto de procesos de planificación y experiencia previos, capacidad productiva industrial, y un especial esfuerzo humano y empresarial en lograr exitosamente la meta.

¿Cómo se logra edificar 2 hospitales en 10 días?

Lo primero es considerar que ambos recintos fueron basados en un diseño y planificación previos, que se desarrollaron para construir en solo siete días el hospital Xiaotangshan, en Beijing (2003), para afrontar la emergencia sanitaria del virus SARS. Desde entonces, los modelos pudieron ser mejorados en cuanto a sus procesos de logística y suministros, además de corregir elementos de funcionalidad, en base a la experiencia de haber operado el primer modelo.

Además, se consideraron factores concretos de aceleración en obra, como el uso intensivo de maquinarias, incluyendo 100 equipos de trabajo para lograr nivelar el terreno en solo 48 horas. Para esto, se organizaron turnos 24/7 con una alta participación de técnicos especialistas en montaje, que a pesar del mayor costo (150USD/día), logran importantes ahorros en tiempo gracias a su experiencia.

Por otra parte, hay que considerar que los hospitales modulares de Wuhan son hospitales provisorios de campaña, por lo que no consideran en su diseño prácticamente ningún aspecto ornamental. De esta manera, su estructura fue diseñada con propósitos funcionales, incluyendo iluminación natural en pasillos y otras áreas comunes. En fotografías interiores se puede apreciar que todos los ductos de climatización y eléctricos están sobrepuestos a las paredes o bien colgantes de los cielos, a la vista. 

En cuanto a la cimentación y obra gruesa, una vez nivelado el terreno, se utilizaron capas de recebo y geotextiles de ancho extendido, para una instalación en menor tiempo, cubiertas con una losa de concreto de secado rápido. Sobre la losa se instalaron perfiles metálicos, para la fijación de estructuras compuestas por marcos prefabricados de acero, unidos mecánicamente por tornillos en sus esquinas (cada uno de 10 m2 de superficie interior). Las paredes y sobrelosas, similares a paredes frigoríficas de metal y aislante inyectado, fueron prefabricadas también, incorporando ventanas y puertas, de acuerdo con las dimensiones de las estructuras. Los edificios fueron diseñados en dos plantas.

Finalmente, se logra según lo planificado, erguir ambos hospitales en menos de dos semanas, comenzando su operación en forma inmediata, con un costo final de USD43MM, lo que podría equivaler a 19UF/m2 en infraestructura aproximadamente (sin considerar equipos ni habilitación). 

Este ejemplo nos ilustra en forma concreta como hoy es posible lograr capacidades de respuesta que pueden llegar a ser impactantes, pero que en realidad son fruto de procesos de planificación muy bien elaborados, en forma previa a la ocurrencia de la necesidad de ejecución. Vale decir, cuando la tecnología existe, así como también la capacidad productiva adecuada, grandes logros son factibles gracias a una adecuada coordinación, planificación y la voluntad humana de colaborar para la ayuda de quienes requieren ayuda urgente. 

Pues bien, en Chile ya contamos con la tecnología, tenemos una creciente capacidad productiva industrial para edificación acelerada, con un alto grado de experiencia particularmente en campamentos mineros, y estamos además generando redes internacionales de colaboración con otras industrias de mayor experiencia. Esto nos hace pensar en la urgente necesidad de conectar este knowhow con los servicios públicos que requieren dar respuesta rápida y eficiente ante eventuales escenarios de catástrofe. El Consejo de Construcción Industrializada, impulsado por Construye2025 de Corfo, está hoy preparado para ser el referente experto -desde la industria y la academia- para asesorar y brindar todo el apoyo que sea requerido para que nuestro país pueda dar una calidad de respuesta de clase mundial para sus urgencias. Es deber, por tanto, de ambas partes, trabajar en conjunto para ser los nuevos referentes mundiales en rapidez y eficiencia ante este tipo de situaciones.