Joaquín Cuevas de la constructora Viconsa se encuentra en España estudiando e investigando cómo desde Europa han dado solución a la problemática de los RCD, para adaptar en Chile las buenas prácticas europeas.
Buscar nuevas soluciones y aplicar un modelo de economía circular es clave para avanzar hacia el objetivo de ser un país con una industria de la construcción sustentable, que gestiona sus residuos. Lograr esto implica un cambio cultural dentro de las organizaciones y ya existen casos de éxito, como el de la constructora Viconsa, que ha capacitado a sus trabajadores para encaminarlos hacia una gestión sustentable de residuos.
En la actualidad, Joaquín Cuevas, jefe del Departamento de Manejo de Residuos y Medio Ambiente de Viconsa, se encuentra en España realizando una misión tecnológica extendida. “Junto a dos instituciones claves como el Instituto Eduardo Torroja y la Asociación de RCD española, estoy elaborando un diagnóstico de la situación española y europea en torno a los RCD, para posteriormente llegar a unas conclusiones que permitan generar una propuesta de modelo de negocio, para poder instalar la primera planta de RCD en Chile, con miras a que este modelo pueda ser replicado en todo el país a través de las municipalidades, dando así paso al desarrollo de un nuevo mercado o industria, la cual existe en Europa hace más de 30 años”, explica Cuevas.
Estos estudios fueron posible gracias a que Construye2025 patrocinó la postulación de Cuevas. “Desde que comenzamos como empresa a preocuparnos por nuestros residuos, la colaboración con el Construye2025 ha sido clave para el desarrollo de todo lo que estamos haciendo y creemos que nosotros para ellos también. Hemos trabajado en una colaboración mutua con un solo interés en común, el cual es dar solución a la problemática de los RCD. Y cuando hablo de colaboración mutua no es solo 1 a 1, sino que esta involucra una serie de otras empresas e instituciones que estamos en constante colaboración y en contacto para llevar a delante casi por amor al arte lo que creemos es lo correcto hacer, para mejorar la sustentabilidad del sector”, comenta el profesional.
En ese sentido, a su juicio, la labor del programa estratégico de Corfo ha sido clave, debido a su institucionalidad y “hasta que no exista en el país otra institución que se preocupe y empuje al sistema para que cambie en este aspecto el Construye2025 es el gran punto de encuentro para estos temas”.
Soluciones sustentables
Según cálculos propios de la constructora, en los últimos tres años de operación, por cada 3,85 m2 de losa construida, generan un promedio de 1 m3 de residuos, lo que se refleja en más de 20.000 m3 de residuos: desde sobras de hormigón, madera, plásticos, fierro y cartón, hasta cerámicos, lana mineral, residuos tóxicos, pintura y neumáticos, entre otros.
Frente a este escenario, Cuevas asegura que hay que avanzar y encontrar soluciones, mirando cómo lo están haciendo afuera: “como empresa constructora, creemos que la situación en Chile con respecto a los RCD que generamos es insostenible, por lo tanto abordamos este problema desde la responsabilidad de proponer soluciones efectivas y trascendentales en el corto plazo y es por esto que no hay tiempo que perder. Para lograr este desafío, hay que salir a observar cómo solucionan la problemática en otros países, desde el punto de vista legislativo, económico y social”.
El trabajo que está realizando en España el profesional de Viconsa consiste en visitar plantas de reciclaje, conversar con asociaciones y centros tecnológicos, interiorizarse en las investigaciones, recabar en la historia, conectar con fabricantes de maquinarias y “una serie de otras interacciones con las personas que viven de este rubro, para poder adaptar de la mejor manera las buenas prácticas e ir un paso más adelante en la fundación de las bases de un modelo chileno para el reciclaje de los RCD que es imperativo poder comenzar”.
Como parte de su experiencia durante su estadía en Europa, lo que más le ha llamado la atención a Cuevas es que “existe un mercado, una industria o un sector, completamente volcado a esta actividad del reciclaje de los RCD. Un sector que está madurando y está lejos de tener todo resuelto y funcionar a la perfección, pero un sector al fin y al cabo que vive el día a día, obteniendo ganancias, creciendo y participando de un mercado activo de transacción de materias primas ‘verdes’”.
Para él, esto significa un impulso para el ánimo y la moral, “saber que sí se pueden obtener rentabilidades con el reciclaje, que sí se puede mejorar y sí es sostenible en el tiempo. Por lo que es solo cuestión de tiempo para que esto ocurra en Chile, ya que solo hay que saber cuáles son las teclas que se deben tocar para que en Chile comience a sonar la melodía de la sustentabilidad en la construcción”.
Además, señala que todo se puede adaptar en Chile, ya que “el concepto de la economía circular es el mismo en todas partes. Así como la naturaleza también lo es, y esta se va adaptando y variando sus formas de acuerdo al clima. Los proyectos e ideas en Chile, deben adaptarse a la legislación actual y esta, a su vez, debe cultivar, proteger e incentivar las nuevas ideas, que ya están en el país. Por lo que este es el gran desafío: lograr que nuestros políticos creen ese clima óptimo de desarrollo para las nuevas ideas y proyectos circulares”.
Premio Congreso Internacional RCD
El Congreso Internacional de Reciclaje de Residuos de Construcción y Demolición RCD, a través de su Comité Organizador, convocó a las empresas a presentar sus proyectos de gestión de residuos en obra, con el fin de promover la sana competencia y destacar las mejores iniciativas.
El caso presentado por Viconsa obtuvo el tercer lugar. “Nuestra empresa obtuvo la mención bronce, postulando el proyecto que realizamos en Gómez Carreño, Pacific Blue, con el programa OBRA LIMPIA, donde básicamente se demostró que la gestión de los residuos produjo un ahorro significativo para la obra, utilizando una metodología desarrollada por la obra, con estadísticas, gráficos y mediciones que fueron presentadas en un informe”, explica.
También postularon proyectos de toda España y países latinoamericanos como Colombia, México, Brasil, entre otros.
Próximos desafíos
A juicio de Cuevas, el desafío para implementar lo aprendido pasa por crear un mercado para las materias primas recicladas, un mercado, educado e informado, consciente de que la colaboración entre empresas, instituciones y universidades es fundamental a la hora de desarrollar una actividad que trae enormes beneficios medioambientales, económicos y sociales. Por lo tanto, “creo que aquí debiéramos enfocar nuestros esfuerzos, ayudar al desarrollo de nuevos negocios, para construir una industria colaborativa en beneficio de todos, con una sana competencia y buenas intenciones, sin dejar de ganar dinero”, opina.
Además, cuenta que al ver obras en España se dió cuenta de que, en ciertos aspectos, Viconsa va por el camino correcto: “estamos haciendo mejor las cosas y con un poco más de disciplina, rigurosidad y educación, podemos lograr resultados realmente buenos”.
En ese sentido, Cuevas declara estar “convencido que el desarrollo de esta actividad, se debe fundar sobre un modelo de negocio ejemplar, que propicie la sana competencia, la colaboración y la sostenibilidad de una industria que está al debe en los temas sociales y medio ambientales”.