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Instapanel Lab: el nuevo espacio que inspira a los arquitectos en Las Condes Design

La empresa que comercializa sistemas constructivos e insumos para la construcción estádemostrando las ventajas del uso del acero en un cómodo showroom que, además, favorece la colaboración.

Una amplia oferta de productos de acero es la que está ofreciendo Cintac en un espacio único, diseñado para acercar a la arquitectura al mundo del acero. Con presencia en Chile, Perú y gran parte de Latinoamérica, la empresa ofrece al mercado sus líneas de tubos, perfiles, cañerías, planchas, cubiertas, revestimientos, elementos estructurales y de infraestructura.

Pero, hoy, en Instapanel Lab, todo lo anterior combina propuestas innovadoras y un equipo técnico dedicado a asesorar a quienes visitan las instalaciones ubicadas en Las Condes Design. “Diseñamos un laboratorio para arquitectos y profesionales capaces de asumir grandes desafíos, un espacio para innovadores, donde pueden conocer de cerca todas las funcionalidades del acero que, antes, solo se pensaban para proyectos industriales”, explica Ariel Vidal, subgerente en Transformación Digital e Innovación del Grupo Cintac.

En este ambiente, la colaboración surge de manera innata y, de hecho, se realizan actividades de formación y se promueve la eficiencia energética en la construcción. El lugar está funcionando desde marzo de 2020, fecha en que comenzaron las visitas de empresas y charlas que están motivando al mundo de la construcción a aprovechar las bondades del acero.

“Vemos esto como una herramienta para resolver los desafíos de la industria, usando materiales más sostenibles, buscando complementar capacidades con empresas constructoras e inmobiliarias y aportar más en el ámbito habitacional. Queremos contribuir a reducir el déficit de vivienda social y creemos que el acero puede ser una solución. Aumentar la productividad es relevante para el sector y, en este contexto, la tecnología y la digitalización son claves”, comenta Ariel Vidal.

  Este año, Instapanel Lab de Cintac ha estado impulsando fuertemente soluciones de negocio más verdes, que se vinculan con el compromiso y adhesión a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y que permiten explorar nuevos modelos de negocio.

Ideas, materialidades y propuestas de soluciones, donde la innovación es protagonista, es lo que llegan a buscar arquitectos y otros profesionales que quieren conocer nuevas experiencias constructivas y soluciones de ingeniería. De hecho, Cintac cuenta con más de mil productos orientados a potenciar el desarrollo de los sectores construcción y metalmecánica.

Instapanel Lab está ubicado en Av. Las Condes 9765, Local 301, Las Condes Design y funciona de lunes a viernes, entre las 10:00 y las 18:00 horas. 

Más información aquí: https://www.cintac.cl/instapanellab/


El proceso de diseño integrado y colaborativo aprovecha al máximo el I+D

Junto a Baumax, E2E y el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción, Echeverría Izquierdo está rompiendo los límites de la construcción tradicional para levantar edificios que incorporan nuevas materialidades, en un ambiente seguro y controlado.

Para abordar los desafíos que enfrenta la industria de la construcción Echeverría Izquierdo creó Prolab, una plataforma que busca mejorar la productividad de la industria mediante la industrialización. Esta instancia, en la que hoy colaboran el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CTeC), Baumax y E2E, está probando diferentes técnicas y materialidades en un ambiente controlado que les permite derribar los límites del diseño y la construcción.

“Hoy estamos con un modelo de innovación que nos ayuda a mantener un portafolio de iniciativas, con una gobernanza que nos ayuda a que sea sostenible en el largo plazo. Avanzamos en la vinculación con startups de manera efectiva y nos ganamos un premio internacional (Proptech Latam) gracias a nuestra alianza con ObraLink, con quienes además de desarrollar una solución tecnológica para controlar la temperatura del hormigón, logramos controlar en tiempo real las partidas de hormigón, fierro y moldaje”, explica Rodrigo Sánchez, gerente de Innovación y Transformación Digital del Grupo Echeverría Izquierdo.

A través de Prolab, nos hemos centrado en tres focos: industrialización, digitalización y sostenibilidad. “Empezamos a prefabricar soluciones, pero cada vez que la queríamos prototipar, es decir, probar en un contexto controlado, los proyectos eran de mayor envergadura. Hacer un proyecto real era una necesidad. Por eso, estamos trabajando con Baumax y E2E”, dice el ejecutivo.

Mientras Echeverría Izquierdo construye edificios por sobre los 20 pisos, E2E solo ha llegado a los seis. Por eso, la meta es llevar sus soluciones de madera a romper los límites, para superar los ocho o diez pisos. “Esto hay que prototiparlo, saber qué problemas vamos a encontrar, ver si la madera puede llegar a esos niveles y qué exigencias tiene el hormigón de Baumax. Estamos terminando la parte de diseño, esperando seguir avanzando para dar inicio a la construcción y probar -en tamaño real- cómo sería el montaje y la secuencia constructiva”, detalla Rodrigo Sánchez.

El vínculo que la empresa mantiene con el CTeC, Baumax y E2E ha fortalecido el modelo de innovación externo, mientras que con Prolab se ha logrado un virtuoso apalancamiento con la Ley I+D, una tarea compleja debido a sus exigencias para postular a esos fondos. “Con Prolab logramos hacerlo y recibir la aprobación de Corfo como proyecto de investigación. Hoy estamos evaluando las condiciones particulares que tiene Chile, un país donde las condiciones sísmicas cambian”, explica el gerente de Innovación y Transformación Digital del Grupo Echeverría Izquierdo.

En la práctica, el espacio controlado es clave, pero no es algo que se dé fácilmente cuando se necesita cumplir con la productividad. “En el Parque de Innovación CTeC, podemos llevar un control exhaustivo porque no tenemos que cumplir con expectativas de entrega para el cliente”, comenta.

Gracias al piloto que se desarrolla en CTeC, Echeverría Izquierdo espera validar la construcción de los edificios gemelos diseñados, los sistemas constructivos y el desempeño de las uniones e indicadores operativos (costos, plazos, calidad). Además, evaluará el comportamiento estructural, sísmico, térmico y acústico para descubrir -junto a Baumax y E2E- el potencial de replicabilidad y escalabilidad de los proyectos.


Digitalización en la construcción: La fórmula innovadora de Melón para mejorar su oferta de productos y servicios

Gracias a la permanente búsqueda de oportunidades y a la tecnología, la empresa cementera ha mejorado su propuesta de valor con foco en la productividad, la seguridad y la experiencia de clientes.

La digitalización y la innovación están insertos en el ADN de Melón, una compañía que, sumando a su oferta de innovadores productos y soluciones constructivas, ha desarrollado una serie de herramientas digitales con el objetivo de mejorar la calidad de éstos y de sus servicios. Un camino que Pablo Covacevich, subgerente Digital, y Jorge Villarroel, subgerente de Innovación de Melón, recorren diariamente trazando una meta tras otra.

Para la empresa, la búsqueda de oportunidades es permanente y ellas están en todos lados. Igualmente, las soluciones tecnológicas se aplican a las diversas áreas de la compañía, donde la evaluación temprana de los resultados ha sido fundamental. Los proyectos desarrollados -muchos de ellos con un enfoque colaborativo- han mejorado las operaciones, la logística y también la parte comercial. Un ejemplo de ello es Optimix, un sistema de optimización de despachos, en el que han participado la academia y el Estado, a través de Corfo. Dicha herramienta mejora el proceso de despacho, privilegiando el servicio. Además, desarrollaron Infomix, un sensor especial para la productividad en edificación, al estimar la resistencia en línea y conocer con precisión el tiempo de desmolde del hormigón.

“Hacemos la evaluación de la necesidad, tanto con los clientes como con el equipo multidisciplinario de transformación digital. Muchas veces, las necesidades hay que analizarlas desde un lenguaje más técnico y también destinar los esfuerzos e inversiones, para priorizar estratégicamente los proyectos”, explica Pablo Covacevich, subgerente Digital de Melón.

Con más de 12 años de trayectoria en la empresa, el ejecutivo ha logrado transmitir la importancia de utilizar los datos para conocer el viaje del cliente en toda la cadena de valor, es decir, desde la etapa de cotización hasta el servicio postventa. “La industria de la construcción es la que menos ha crecido en cinco años. Es un trabajo muy físico y análogo. Así es que todo lo que podamos hacer para que los procesos sean más eficientes para nuestros clientes es importante”, añade el ejecutivo. “Para eso desarrollamos un ecosistema de aplicaciones, para nuestros procesos internos, y para nuestros clientes, todas funcionando en sincronía para garantizar el control en los procesos como también, que sean seguros y eficientes”, dice.

Para Pablo Covacevich y Jorge Villarroel, el proceso de producción y entrega del hormigón es crítico, porque el cliente debe recibir el producto con las características especificadas y en el tiempo solicitado. Esto significa que los productos deben destacarse por su calidad y que el servicio debe ser el mejor.

“Todos nuestros procesos deben ser limpios. El desafío es convertirnos en una empresa moderna, innovadora, digital y sostenible. Nos pusimos esa meta hace varios años, acercándonos aún más al cliente con el fin de comprender de mejor forma sus necesidades para así brindarle un mejor servicio. Hemos ido mejorando en todo el viaje, para lograr soluciones simplificadas y eficientes, con la menor cantidad de ‘grasa’ posible en todas las etapas desde la cotización y servicio postventa”, comenta el subgerente Digital de Melón.

Sin duda, el camino no ha sido fácil, pues, según, Jorge Villarroel, para que los productos lleguen con la calidad que se necesita, hay todo un proceso productivo. “La tecnología ha ido avanzando y los procesos internos han ido generando mayores oportunidades para ser más eficientes. Las nuevas necesidades de nuestros clientes exigen potenciar y crear capacidades que no existían en la compañía pero el trabajo sistémico y multidisciplinario ha permitido avanzar en la senda correcta de cara descomoditizar nuestro negocio, teniendo una oferta de servicios para nuestros clientes más atractiva”, sostiene.

Un ejemplo claro es la Firma Digital. La pandemia resultó ser la oportunidad perfecta para implementar un sistema que prescindiera de la papelería. “El cambio cultural fue duro, porque había que convencer a las personas en la obra de que no recibirían un papel, teniendo el proceso digitalizado e instantáneo. Desarrollamos el proceso en dos meses mediante las metodologías modernas”, recuerda el ejecutivo.

Medición del cono del hormigón, a través del método del Cono de Abrams.

 

Resultado del cono a través del servicio Cono en Línea de Melón.

TOL Pucón: la startup de la Araucanía que busca evitar que el 30% de los residuos se convierta en escombros

Minimizar la generación de residuos, promover la reutilización de materiales en la obra e incentivar la recuperación para reciclaje son los principales objetivos de la empresa que opera en La Araucanía.

Con soluciones innovadoras para los residuos que se generan en las distintas etapas de la obra, TOL Pucón espera ir más allá de asegurar la trazabilidad. Su meta es implementar acciones que contribuyan al ahorro de materiales y minimicen las pérdidas, para evitar que se transformen en escombros y terminen en botaderos clandestinos, sitios eriazos, quebradas u orillas de lagos y ríos.

En este contexto, la empresa hizo suya la misión de medir volúmenes de materiales valorizables y, gracias a su metodología, ha logrado reducir hasta en 40% los residuos que terminan en escombreras. “En el Hospital de Villarrica nos creyeron. Allí subimos los indicadores de la gestión y volúmenes de los distintos plásticos, madera, materiales que segregamos para reciclaje y para reutilización”, relata la directora de Gestión de Residuos de  TOL Pucón, Francisca Díaz.

Efectivamente, en el establecimiento hospitalario construido por Sacyr Chile, se logró la segregación de hasta un 46% de los residuos con un ahorro mensual estimado de seis millones de pesos. Algo similar sucedió con la obra Parque Pinares de Constructora Ambienta, donde la empresa logró segregar 30% de los residuos con un ahorro mensual estimado de un millón y medio.

Nuevo material

En la Araucanía, TOL Pucón comenzó también a buscar soluciones para la transformación de los materiales. Así nació POCK, que hoy convierte residuos plásticos en “madera plástica”. “Este material, que es 100% plástico reciclado, es un material de construcción que se puede usar para infraestructura y construcción de mobiliario”, detalla Francisca Díaz.

Según la ingeniera en Recursos Naturales, la sustentabilidad aporta a la rentabilidad del negocio y, en este ámbito, mejora los procesos y genera ahorros considerables. “Ahora, con la pandemia, los materiales están mucho más caros. Por eso, hay que visibilizar todo lo que se bota. Al comprar material gastas también en transporte y luego en botar el sobrante. Pero, si reduces tus pérdidas, reduces todos los costos”, señala.

Para lograr lo anterior, TOL Pucón se incorpora en el diseño del plan de gestión reconociendo las partidas más incidentes y los porcentajes de pérdidas asignados.“Puedes modificar los medidas de materiales que te permitan   minimizar la pérdida según el diseño, por ejemplo poner una palmeta de 60 en vez de una de 40”. Eso tiene un costo que se puede calcular. En el tema de los residuos, nosotros generamos la estadística y se puede segregar o disminuir un 30% de los residuos en obra como mínimo”, comenta Francisca Díaz.

La nueva propuesta de TOL Pucón es la valorización de los residuos plásticos y comercializar proyectos de economía circular, en los que incluye el retiro de los residuos y su transformación, es decir, el plástico que antaño se desechaba hoy pasa a convertirse en bancas y separadores viales, por ejemplo. “La idea es que la misma empresa visibilice la gestión que hizo en la construcción con este mobiliario o infraestructura, logrando un círculo perfecto. Estamos trabajando también con otras industrias y organizaciones como municipios, donde también se generan residuos plásticos”, dice la ingeniera.

Los perfiles POCK de diversos tamaños ofrecen cien años de garantía, al convertirse en plástico compactado. “En el sur se pudre todo y tiene una vejez muy rápida. Pero este material no se pudre, no se astilla, tiene buena apariencia, no necesita mantención, no necesita pintura ni barniz y la durabilidad es enorme. Por eso, es ideal para climas húmedos en el sur de Chile y para climas salinos en la costa”, explica Francisca Díaz.


Cómo Constructora Cantauco redujo tiempos, costos y residuos gracias a la industrialización

Con metodología BIM, la empresa logró una integración temprana de todos los actores que trabajaron en un proyecto residencial de cuatro pisos en La Florida, donde el moldaje monolítico permitió hormigonar muros y losas simultáneamente.

Para generar un proyecto con altos estándares de calidad, en un menor tiempo y con un mejor aprovechamiento de recursos, la constructora Cantauco desarrolló un edificio de cuatro pisos y 59 departamentos utilizando una serie de elementos para la racionalización de la obra, mediante construcción industrializada.

Ubicado en Walker Martínez con calle Ongolmo, en La Florida, la empresa dejó atrás una serie de reprocesos que muchas veces surgen en la construcción tradicional, para dar paso a un sistema que le permitió al equipo a cargo cumplir con los objetivos de plazo, calidad y costo. De esta manera, tal como explicó Eduardo Órdenes, gerente general de la Constructora Cantauco, se logró un trabajo integrado, seguro y donde primaron la planificación y la coordinación temprana de diversos actores.

“En la obra anterior se trató de implementar productos innovadores como el autonivelante, pero nos dimos cuenta de que la decisión la tomamos tarde, cuando el proyecto ya estaba en ejecución. Los desniveles heredados de la obra gruesa tradicional nos obligaron a nivelar por recinto, para evitar cargas de 5 cm, sin embargo, las cargas fueron de al menos 2 cm, ocupando una gran cantidad de sacos de autonivelante, que en la comparación saco a saco es más costoso. Hoy el autonivelante lo aplicamos antes que la tabiquería, con cargas milimétricas y a un costo menor”, explicó el constructor civil Felipe Ramírez. 

Por lo anterior, utilizando el modelo BIM, el proyecto de La Florida se planificó con integración temprana, habiendo considerado soluciones de mayor eficiencia, que requieren a su vez una mejor coordinación y planificación para así obtener todo su potencial; entre éstas, el uso de moldajes monolíticos manuportables, hormigón autocompactante, elementos premoldeados de recubrimiento en poliestireno y muebles prefabricados, entre otros.

Con esto, la constructora buscó invertir en soluciones que pudiesen asegurar un rápido desarrollo y con una calidad que evitase reprocesos.  “Se hizo la primera gran inversión en el moldaje de aluminio (monolítico), lo que permite transportar con facilidad y hormigonar muro y losa al mismo tiempo”, detalló el especialista de Constructora Cantauco.

Así, gracias a la rápida colocación de este sistema, de alta resistencia, fue posible hacer un descimbrado temprano, con la ayuda además de sensores de curado de hormigón lo cual acortó plazos y redujo el costo de capital humano. Además, gracias al uso de hormigón autocompactante, este sistema no requirió de vibrado, ni uso de rotomartillos para corregir imperfecciones, con lo que la contaminación acústica resultó casi nula. “De todas formas, trabajar con moldaje de aluminio no es lo mismo que hacerlo de la manera tradicional, ya que se requiere una mano de obra preparada y dispuesta para trabajar de manera distinta”, comentó Eduardo Órdenes.

En gran parte de la obra trabajaron contratistas especializados, quienes recibieron capacitación y seguimiento en todo momento. “En las terminaciones, la experiencia fue totalmente distinta, aún cuando usamos el mismo proveedor que en nuestro anterior proyecto. La nivelación de piso anduvo muy bien, estaban tan bien moldeadas las losas que solo se requirió usar capas de 3 milímetros para nivelar, las que requerían solo un día para su aplicación, en vez de los tres que normalmente tarda el proceso. Antes de que el recinto tuviera tabiques, se aplicaba solamente un puente adherente que demoraba 2 horas en estar apto para recibir el producto”, señaló Felipe Ramírez.

La construcción virtual

Lejos de los métodos tradicionales para la nivelación de balcones y tras encofrar y hormigonar simultáneamente muros y losas, Constructora Cantauco aprovechó la resistencia mecánica y la estabilidad dimensional que ofrece el poliestireno expandido para generar los desniveles para aguas lluvia de las terrazas exteriores. Asimismo, gracias a la integración temprana con sus proveedores, la empresa también pudo innovar en el diseño de las instalaciones que van por fuera del hormigón, tales como los recubrimientos premoldeados para las tinas de baño. Además se dejó todas las tuberías de los puntos de conexión sanitaria fuera de los muros. “Si llega a haber alguna filtración no tienes que picar toda la losa. Las tinas y los sanitarios son también del mismo tipo, además, para facilitar la logística”, comentó Órdenes.

Los responsables del proyecto valoraron también la modelación y construcción virtual de las duelas del piso. “La metodología BIM es un aporte en este ámbito, porque permite calcular exactamente la cantidad de molduras y otros elementos, sin tener que estar usando la calculadora cada vez para su dimensionamiento”, señaló el gerente general de Construcción de Cantauco.

Este sistema constructivo implicó una total alineación con los proyectistas, quienes tuvieron que detallar todo su trabajo guiado por un constructor virtual. Un cambio al que también tuvo que sumarse el arquitecto y donde la mano de obra especializada era fundamental. “Había poca oferta de mano de obra, por lo que tuvimos que reclutar trabajadores con un modelo de trato especial”, explicó el ingeniero en construcción civil Nathanael Fuentes.

La ausencia de reclamos producto de ruidos y el mejor control de los residuos fueron otras de las ventajas del sistema constructivo industrializado en este edificio de La Florida. “Un proyecto tradicional deja como saldo unos 8 mil kilos de fierro, pero acá fueron menos de mil los que se contabilizaron; el picado y los sacos con escombros no se ven prácticamente en este tipo de obras”, señaló finalmente Felipe Ramírez.

Ficha técnica


La virtuosa alianza entre Río Claro y Flesan para el reciclaje del hormigón de demolición

El trabajo conjunto de dos empresas ha hecho posible que los residuos inertes de demolición se valoricen en Tiltil, donde se procesan para dar origen a áridos reciclados.

Un total de 12 mil toneladas de áridos artificiales y reciclados al mes pueden procesarse mensualmente en la planta que Río Claro administra en Rungue, Tiltil. De ese volumen, al menos siete mil toneladas son de áridos reciclados. Una de las empresas que ha confiado  en el servicio es Flesan, donde -producto de las demoliciones de infraestructura que realizan-  tenían mucho hormigón disponible para valorizar.

“Generamos demasiados residuos de construcción y demolición. En el proceso, hemos visto un aumento en el valor de las disposiciones finales, el transporte y otras variables. Así es que buscamos alternativas y nos encontramos con Río Claro, donde trabajan de manera correcta en cuanto a normativa y tienen lo que estamos buscando, que es darle un sentido al residuo de demolición”, explica María Eugenia Ubilla, gerenta de Medio Ambiente de Flesan.

Así, al tomar una losa de hormigón armado, en Río Claro extraen el fierro que conforma la estructura, para su reutilización; mientras que el resto del material inerte -una vez limpio- va a la chancadora. “Comenzamos con una muestra pequeña de 20 toneladas y Río Claro se encargó de caracterizar las obras, para evaluar las partidas que podían reciclarse. Ojalá ese sea el camino para una mayor cantidad de residuos de demolición y construcción”, dice la ejecutiva.

Según Carla Salinas, asesora de Proyectos de Río Claro, el proceso implica un tratamiento previo en las zonas de acopio de los residuos y del hormigón endurecido, para luego pasar a planta con el material. “No demora más de un día generar 600 toneladas de árido de distinta granulometría, de acuerdo a la norma NCh163. “Nuestra planta funciona de acuerdo a todos los estándares de seguridad y también alineada con lo que exige la Seremi de Salud”, explica.

Desde 2016, Río Claro ha estado trabajando con escoria negra para hacer un árido artificial y hoy, gracias a un proyecto aprobado por la Seremi de Salud, la empresa puede generar más de siete mil toneladas por mes de árido reciclado de hormigón endurecido o bien, árido producto del procesamiento de escorias. 

La labor realizada en la planta de Rungue en Tiltil le cayó como anillo al dedo a Flesan, pues luego de una demolición se genera mucha pérdida de material. “La gente piensa que yo recibo una casa y la demuelo inmediatamente. Pero hay todo un proceso de desmantelamiento: quincallería, baños, pisos, ventanas. Todo tiene una segunda vida; y, luego, nos abocamos a los temas reciclables: madera, fierro, plástico, obviamente, por cada tipo de obra. Siempre ha sido un dolor el escombro”, comenta María Eugenia Ubilla.

Futuro sostenible

Según la gerente de Medio Ambiente de Flesan, la economía circular llegó para quedarse. Pero no se trata solo de tomar el escombro de demolición y utilizarlo en un camino o hacer material para sub bases. “Tengo que asegurarme de que el residuo no venga contaminado, tomar una responsabilidad en base a los residuos si los quiero convertir en un material. Eso ya la gente lo sabe, se rompió la barrera del conocimiento y ahora estamos en una etapa mucho más importante. Ahora, tenemos que evidenciarlo, para que la gente quiera participar y unirse”, señala.

En este contexto, la especialista espera que la gestión de los residuos de construcción y demolición se potencie. “Que se entienda el concepto de residuos de construcción y demolición y, en base a eso, que la ignorancia no sea un arma de doble filo, sino sea que sea algo que le permita a los demás buscar alternativas que nos lleven hacia la protección del medio ambiente porque claramente los recursos naturales no son infinitos y eso lo sabemos desde hace muchos años”, concluye María Eugenia Ubilla.


Diez historias brillaron en el V Seminario Internacional de Construcción Industrializada

Diez cápsulas audiovisuales destacaron los avances que ha alcanzado Chile en industrialización, durante el seminario organizado por Construye2025 y el Consejo de Construcción Industrializada (CCI).

Diez casos de industrialización que lograron hacer más eficientes sus procesos en Chile se presentaron en el “V Seminario de Construcción Industrializada. De la teoría a la práctica: industrialización en Chile y el mundo”. Uno de los proyectos destacados en la jornada del 25 de noviembre fue “Eco Arauco”, en Santiago, que fue presentado por Cristián Ramírez, gerente general de Constructora ICF; y Gerardo Navia, gerente de Innovación de la empresa.

“Apuntamos a reducir los tiempos de construcción en obra y disminuir la dependencia de mano de obra calificada, que es cada vez más escasa reduciendo los costos de construcción, debido a la reducción en los plazos”, comentó Ramírez, sobre el proyecto que contó con un sistema de hormigonado por el método de inyección o vaciado de flujo inverso. Para lograr esta metodología utilizamos hormigón autocompactante y encofrado de aluminio incorporando boquillas de inyección con guillotinas que controlan el flujo”, añadió Navia.

Además, la constructora instaló los marcos de las ventanas durante el proceso de hormigonado. Para esto, en conjunto con el proveedor de encofrados y ventanas de PVC, se realizaron adaptaciones que permitieron incorporar los marcos al interior del sistema del encofrado antes de hormigonar.

Asimismo, Enrique Loeser, gerente general de Desarrollos Constructivos Axis, expuso el caso de los condominios Cumbres del Lago, Philippi y Altavista III, destacando que industrializar no significa exclusivamente incorporar elementos prefabricados, sino que es una forma integral de construir. “Es generar montaje in situ y ejecutar las distintas partes de la construcción en ambientes más protegidos”, dijo.

En este contexto, el coordinador Lean de Axis Desarrollos Constructivos, Sebastián Compte, valoró la integración entre todos los actores del proyecto. “En nuestras obras hemos implementado soluciones industrializadas tales como escaleras y baños prefabricados; y envolventes terminadas”, señaló.

Otra de las cápsulas presentadas en el seminario fue la referida al proyecto Amuyén en Aysén, donde el gerente regional de Constructora LD, Patricio Illanes, comentó que el uso de mano de obra calificada se redujo en un 15% gracias a la industrialización. “Con estas nuevas tecnologías, procesos constructivos y mano de obra mejorada, hemos incluso logrado atraer mano de obra de otras industrias”, señaló. Del mismo modo, recordó que se redujeron los riesgos asociados al trabajo en altura y las condiciones climáticas desfavorables.

En Valdivia, destacó el proyecto “Clínica Costanera”, presentado por el socio fundador de E & S Gestión, José Miguel Errázuriz, que fue diseñado en tres niveles completamente prefabricados. “Los socios estratégicos para el desarrollo de una construcción industrializada son vitales. Elegimos a Baumax para el primer nivel de hormigón armado prefabricado; y en los siguientes niveles elegimos a E2E para construir toda la estructura liviana de paneles de madera”, recordó.

Visita al Parque CTeC

Mikel Fuentes, coordinador de innovación de Axis Desarrollos Constructivos fue uno de los visitantes al Parque Innovación del CTeC, tras asistir al llamado hecho por el CCI para conocer este espacio abierto a distintas soluciones constructivas. “Creo que lo más importante es esta sinergia que se genera entre las distintas soluciones. Vimos módulos prefabricados con pintura, que capturan CO2 e infinitas soluciones que se conectan entre sí. Entonces, creo que el parque de innovación del CTeC va a ser un tremendo aporte para la industria. Así que feliz de poder haber conocido este parque”, dijo.

Por su parte, Lorenzo Loyola, líder de I+D de René Lagos Engineers, valoró la oportunidad de poder formar una comunidad y de conocer a la gente que está interesada en la innovación y en aportar a la construcción. Mientras que Yasna Pardo, gerente de asuntos corporativos del CTeC, expresó su satisfacción por haber recibido a las empresas que son parte del comité del Consejo de Construcción Industrializada. “También dejarlos invitados y motivados a participar, a venir al parque de innovación a este centro tecnológico a pilotear, a prototipar y a aumentar el nivel de innovación de esta industria”, dijo.

Revisa todas las cápsulas en nuestro canal de YouTube


EcoAZA: la empresa que valoriza la escoria siderúrgica

La filial de la productora de acero AZA, genera coproductos que se convierten en prácticos insumos para la construcción, que podrían contribuir sustancialmente al desarrollo de la economía circular.

En una planta ubicada en Til Til se reciclan materiales que por mucho tiempo eran considerados residuos. Hasta ahí llegan las escorias desde Aceros AZA.

El proceso de economía circular impulsado por la empresa implica procesar para segregar metales que se vuelven a reciclar en AZA, entre ellos las escorias siderúrgicas. “En la medida que AZA recicla productos de acero o chatarra, se generan materiales como las escorias siderúrgicas que representan el 80/20 de estos coproductos”, señala el jefe de Medioambiente de AZA, Matías Contreras.

Después de un exhaustivo estudio, la compañía observó con interés un ejemplo alemán, donde utilizaban un modelo de gestión de escorias y así fue como en 2020, se compraron los activos de una de las plantas procesadoras de escorias que antes le prestaba el servicio. “Antes pagábamos a un tercero para que la gestionara de manera adecuada; después, se fueron creando redes técnicas; y se internalizó el modelo”, comenta Contreras. 

De esta manera, se resolvía un problema latente: la imposibilidad de que el proveedor retirara en tiempo y cantidad la escoria disponible desde AZA, la empresa madre dedicada a la comercialización de acero. “Tenemos ciertos volúmenes de acopio dentro de la planta que tienen que ir saliendo, entonces hay un tema de continuidad operacional. Ahora, desde el punto de vista de control interno es mucho más eficiente para poder hacer gestión; hay evidentemente un beneficio en costo, pero también hay un tema ambiental que a nosotros nos motivó”, recuerda Matías Contreras. 

En Alemania, la experiencia había sido exitosa. De hecho, había carreteras y muros hechos con escoria e, incluso, exportaciones a países cercanos. “La compañía tenía un dolor del que había que hacerse cargo y al ver las aplicaciones que había en Europa, principalmente, en líneas férreas, autopistas, parques y paredes, se tomó la decisión de comenzar a procesar y buscar las validaciones técnicas para usar el material e ir cambiando la figura de residuo a coproducto”, detalla el gerente general de EcoAZA, Francisco Esser. 

Barreras

Sin embargo, a pesar de ser un modelo sustentable, el camino no ha estado libre de obstáculos. En este aspecto, las principales barreras radican en que este tipo de materiales no están categorizados como materia prima, sino que llevan la etiqueta de residuo. Por eso, los permisos son el foco para avanzar junto a los esfuerzos por demostrar la inocuidad. 

Pero con caracterizaciones, ensayos, pilotos y convicción, EcoAZA se enfrenta a la regulación que, a veces, parece tan lejana a la de otros países. “En México, por ejemplo, se había entregado y coordinado la venta de un volumen importante de escoria para poder ampliar una autopista: dos vías por carril. Lamentablemente, acá todavía no podemos porque hay otras barreras que de alguna forma impiden eso; también hay una empresa española ocupando los áridos siderúrgicos para alguna aplicación con asfalto. Nosotros hemos tratado de validar que este árido cumple ciertas características, que permiten reemplazar o sustituir entre 10% y 30% de un árido natural. Este material puede entrar al mundo de la construcción, entonces se genera una circularidad”, añade Francisco Esser.

Para derribar las barreras, en EcoAZA se están estudiando normas chilenas como la NCh163 y la NCh170, además del Manual de Carreteras, que son normas técnicas para primero validar aplicaciones, “Este material bajo 4,75 mm es considerado arena y es utilizado para un tipo de aplicaciones; si es más grande como gravilla es para otro tipo de aplicación; entonces, le vamos dando un poco la forma y la granulometría correcta”, señala el gerente general de la empresa, quien garantiza la trazabilidad que tan relevante es para la gestión residuos.

Cadena de valor integral

Hoy, la sinergia está y las proyecciones son ambiciosas pues, lo que partió como una valorización interna de productos, podría convertirse en una solución integral de gran alcance. “Existe harto know how detrás de la compañía que se puede traspasar y transmitir a otros rubros. Ser sostenible es clave en el mundo de ahora y, dentro de cinco años, esperamos poder desarrollar otras soluciones para otros residuos y lograr que Aceros AZA sea cero residuo y que todo sea valorizado y utilizado en la misma cadena de la construcción”, afirma el gerente general de EcoAZA, Francisco Esser.

Así, una vez que la regulación se adapte, EcoAZA podría no solo agregar valor a la industria con sus escorias siderúrgicas, sino también reprocesar estos mismos materiales para que el objetivo “cero residuo” sea una meta compartida.


I+D: el secreto del éxito de las grandes empresas de ingeniería en Chile

Como un ejercicio constante y necesario definen el trabajo en innovación y desarrollo las empresas que están rompiendo paradigmas en productividad. Eso es, precisamente, lo que se logra con I+D: mejorar la competitividad y hacer más sustentable la industria de la construcción.

En René Lagos Engineers, innovación no es una palabra nueva. De hecho, la han hecho parte de su ADN. Tanto así, que la declaran en la visión de la empresa, porque creen que para la sustentabilidad y marcar tendencia, invertir en I+D es crítico. “Tenemos un área dedicada especialmente a explorar nuevas metodologías y herramientas que potencian la productividad, y a la vez, estamos analizando nuevas tecnologías que nos permitan acercar las soluciones del futuro a nuestros clientes de la industria de la construcción”, señala Claudio Gahona, gerente general de René Lagos Engineers.

En la empresa, el ejercicio es constante. Además de dedicar entre 3% y  5% del presupuesto y de contar con personal dedicado, existe una organización de apoyo que testea y valida las iniciativas que se desarrollan. “Hemos tomado la práctica de postular, frecuentemente, a fuentes de financiamiento a través de los instrumentos de Corfo existentes para ello”, comenta el ejecutivo.

Gracias a esta constante búsqueda, René Lagos Engineers ha podido desarrollar tanto servicios como herramientas y metodologías productivas. “Entre éstos se considera -desde hace varios años- el servicio de gerenciamiento BIM de proyectos, que es complementario a la especialidad y que hoy en día es un área con presupuesto propio dentro de la empresa”, indica Claudio Gahona.

 Asimismo, la empresa ha desarrollado servicios de diseño sísmico basados en desempeño (PBSD) y análisis de pérdida máxima esperada, considerando costo y tiempo de reparación de la edificación existente, ante un evento de sismo severo. “Estos se han convertido en servicios de exportación en la región y otros países del mundo”, detalla el gerente general de la compañía.

Igualmente, en René Lagos Engineers han desarrollado una serie de metodologías y herramientas que ayudan en el día a día, para detallar las barras de refuerzo en la estructura de concreto utilizando metodologías BIM, con el fin de entregar información oportuna a los clientes, procurando una estimación temprana de cuantías de obra gruesa.

“Toda empresa que quiera trascender y seguir siendo competitiva debe invertir en I+D, si no lo hacen corren el riesgo de terminar gastando el capital generado de su servicio o producto estrella para luego desaparecer de la industria”, afirma Claudio Gahona. En ese sentido, él ingeniero considera clave alinear a toda organización para que la inversión realizada en I+D sea provechosa, desde el directorio hasta los colaboradores que no están directamente involucrados en dichos proyectos.

Además, el ejecutivo invita a buscar mecanismos estructurados en detección de nuevas oportunidades y, al mismo tiempo, participar de las distintas iniciativas relacionadas a nivel nacional e internacional. “Este es el camino que tomamos de la mano de nuestro fundador y será el que continuaremos cultivando con mucha pasión en lo que hacemos”, comenta.

Innovación en SIRVE

Para Carlos Arriagada, gerente del área de I+D de SIRVE, la innovación también es indispensable y lo es tanto en proyectos tradicionales como en los más complejos y especiales. “Ella está presente en el día a día como una forma cotidiana de enfrentar cada proyecto, donde la mirada es hacer procesos de mejor manera más eficientes, más robustos y entendiendo que cada dificultad y complejidad es una oportunidad de mejora y de diferenciación. Nuestro objetivo es contribuir a resolver innovadoramente los problemas de la ingeniería estructural y sísmica, desarrollando tecnología y proporcionando soluciones integrales en un amplio espectro de la ingeniería”, señala.

De esta manera, en la empresa mejoran significativamente el desempeño de las estructuras frente a los terremotos, la calidad de la construcción, el desempeño, pero también la seguridad y calidad de vida de las personas. Con ese fin, en SIRVE invierten del orden de 10% de todas las horas hombre de ingeniería, en algún tipo de desarrollo o innovación, lo que se traduce en unos 260 millones de pesos anuales.

Así, han nacido patentes de productos de protección sísmica en Chile y en el mundo, una serie toolbox de herramientas de productividad internas para el desarrollo de servicios, productos de protección sísmica de la empresa subsidiaria NuYuntek y mucho más. Según Carlos Arriagada, el I+D, en general, puede tener distintas miradas por parte de las empresas y existen muchos mitos y desconocimiento aún acerca del I+D y su real importancia. “Estas miradas pueden ir desde una simple herramienta de marketing, hasta potentes áreas de innovación y creación de ideas en que se basan sus modelos de negocios”, comenta.

Por eso, el incentivo primario por el cual una empresa debe invertir en I+D es la creación o desarrollo de nuevas técnicas o conocimientos. Así, al ser aplicados a los productos o servicios, debería traducirse en algo más atractivo y de menores costos. “Adicionalmente, el hecho de invertir en I+D permite generar una serie de ventajas relativas respecto a la competencia para ser más competitivos, además absorber de manera más eficiente la dinámica en el mercado y las tendencias tecnologías a lo largo de los años, evitando quedar obsoletos por empresas que sí invierten fuertemente en I+D”, afirma Carlos Arriagada.

En este sentido, el ejecutivo es concluyente: “no invertir en I+D a corto y mediano plazo es una desventaja competitiva extremadamente importante y a largo plazo una sentencia anunciada para quedar obsoleto y fuera del mercado”.


El sorprendente giro de la construcción chilena: duplicó su gasto en I+D durante 2020

No solo aumentaron las inversiones, también lo hicieron las empresas que aprovecharon el beneficio tributario que otorga la Ley I+D. Una de ellas es PlanOK, que hoy está utilizando los instrumentos que le están permitiendo seguir innovando como lo ha hecho en sus más de 20 años de historia.

Aunque la Ley 20.241 establece incentivos tributarios para el desarrollo de la innovación en Chile, el gasto en I+D a nivel nacional se ha mantenido sin aumentos significativos. Pero la construcción rompió el esquema en 2020, pues duplicó su gasto en I+D, pasando de 2.542 millones a 5.193 millones de pesos en solo un año.

Hace muy poco, Corfo dio a conocer su plataforma datainnovación.cl, una base de datos que contiene todos los proyectos aprobados por la institución desde 2010 a la fecha. En ella, se visualizan todas las empresas que han hecho uso de la Ley I+D y los montos autorizados para aprovechar el beneficio tributario. “Aunque las empresas están acogiéndose a la Ley I+D, solo son un fragmento del total de las que hacen I+D, la muestra es suficientemente grande para ser representativa”, señala el coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025, Ignacio Peña, quien ha estado investigando el tema.

En este contexto, el ejecutivo del programa de Corfo destaca que no solo creció el monto de inversión, sino también la cantidad de empresas que hacen uso de este beneficio tributario. Empresas constructoras como Axis DC o productoras como Melón, Bitumix, por ejemplo, son parte de la muestra. Además, PlanOK está dentro de las 20 empresas que mayor inversión realizó el 2020  en desarrollo tecnológico en Chile con la Ley I+D.

Desde un tubo en la espalda

PlanOK es una startup que nació hace más de 20 años cuando su fundador miró a un motociclista con un tubo en la espalda y pensó en la mejor manera de mover planos entre el arquitecto, el mandante y la construcción. “Hemos ido evolucionando, partimos con la gestión documental y, luego, nos dimos cuenta de que se usaban los documentos; investigamos, hicimos una plataforma de compra de licitaciones que tuvo mucho éxito; después, vimos que en la parte documental estaban guardando las actas de entrega y las fotos con la confirmación de entrega de las propiedades, así es que desarrollamos una plataforma de postventa en conjunto con nuestros clientes”, relata Juan Ignacio Troncoso, gerente comercial de PlanOK.

La innovación es parte del ADN de la empresa. Por eso, han ido desarrollando algoritmos para ampliar el horizonte y pasar a otro nivel. “Buscamos mejorar lo que tenemos, pero también abrir nuevos escenarios tanto en Chile como internacionalmente”, afirma Herman Vega, gerente de Ingeniería de PlanOK, quien destaca la simbiosis y cohesión de su equipo.

El secreto del éxito de la empresa es, precisamente, la combinación entre innovación y capital humano especializado, junto con esa mirada atenta sobre lo que sus clientes están necesitando. “Acá, entra cualquier persona a trabajar y pasa por un estricto proceso de capacitaciones. Somos un solo espíritu y eso nos ha permitido enfrentar desafíos y armar células de trabajo, para desarrollar personas multitareas. Algunas ingresan a mesa de ayuda y van pasando por distintas áreas, en una experiencia cruzada que va enriqueciendo a la organización”, comenta Herman Vega.

Las plataformas tecnológicas de PlanOK hoy cubren las principales necesidades de inmobiliarias y constructoras. Éstas van desde la gestión documental, compras y licitaciones; hasta la venta y posventa de propiedades. Aunque hace tiempo que la empresa estaba invirtiendo en I+D, aprovechar el incentivo tributario, a través de Corfo, tuvo un importante impacto.

“Como no teníamos claro nuestro horizonte de gasto, ahora podíamos tener una referencia utilizando estos instrumentos de créditos tributarios, porque nos ordenaba para ejecutar proyectos de una manera más estructurada. Corfo nos ayudó a sentarnos y escribirlo”, señala el gerente de Ingeniería de PlanOK.


Optimizando la construcción con hormigones prefabricados

El consultor y constructor civil Boris Naranjo, está experimentando los beneficios de incorporar elementos constructivos prefabricados en el proyecto Jardines de la Reserva en Chicureo. Pronto, reducirá los tiempos pasando de 17 a 12 meses.

Con más de 20 años de trayectoria en la gestión y desarrollo de proyectos constructivos, el constructor civil y director general de Xpande Consultores, Boris Naranjo, tiene mucho que contar sobre productividad e industrialización de la construcción. Esta vez, ahonda en el proyecto modelo “Jardines de la Reserva”, en la comuna de Colina, con el que busca conservar el ambiente nativo del lugar mediante la incorporación de amplios jardines, pero también mostrar un buen componente de innovación, gracias al uso de estructuras de hormigón prefabricadas.

El condominio de Chicureo contempla la construcción de town houses de 120 metros cuadrados, ampliables a 140 m2 en tres niveles, en bloques de 10 unidades especializadas. Pero, para ello, el director de Xpande Consultores, considera indispensable integrar las especialidades en torno a una visión de industrialización y optimización de procesos. “Hay áreas y sectores que optimizamos de diversos modos. Por ejemplo, en esta construcción se ha generado un mix, en el cual tenemos construcción tradicional, tenemos prefabricados de hormigón armado Baumax que integramos en la primera etapa”, comenta.

El proyecto de industrialización se inició cuando la arquitectura estaba en un 85%, lo que permitió su adaptación y conexión con los distintos proveedores de forma temprana. “Con Tensocret incorporamos cajas de ascensores hasta el cuarto piso pensando en la circulación vertical y agregando un módulo para la caja escala. De esta manera, se genera un núcleo central levantado, donde se ubica la escala, permitiendo la circulación por las escaleras y el trabajo con los ascensores”, relata Naranjo, quien detalla que para la caja escala de cuatro pisos diseñaron moldajes especiales para minimizar las actividades exteriores.

De esta manera, la obra gruesa del proyecto se hizo en un plazo de 3 a 4 meses, a pesar de la contingencia sanitaria. Para el siguiente proyecto, la meta es clara: optimizar el tema de las fundaciones. “En el edificio hay un sector muy pequeño que es tradicional, queremos prefabricar con hormigón armado, losa de fundación, para ahorrar tiempo y actividad en el radier con las velocidades que tiene Baumax”, dice Boris Naranjo.

  En este ámbito, ya existe una planificación para un proyecto similar que, de manera tradicional estaba planificado en 17 meses, pero que fue optimizado a 15 meses. “Nosotros queremos hacerlo en 12 meses. Hay posibilidades de optimización, bajar de 17 a 15 y a 12. Puede ir mejorando de etapa en etapa. Por el momento están trabajando en la optimización del diseño con la optimización a través de paneles y ahora estamos agregando esos elementos a la segunda etapa”, destaca.

Desafío capital humano

Uno de los obstáculos que ha enfrentado la construcción y, especialmente, la industrializada es la falta de personal especializado. En este aspecto, Boris Naranjo cuenta que en su equipo hay personas de diversas edades, desde recién salido de la universidad, con apenas 26 años, hasta el jefe de obras que tiene 70 años. “Con él realizamos un proyecto de industrialización desde el 2010 a 2014. Él incluso tuvo una apertura a nuevos sistemas y nuevas formas mucho mayor a la que tiene el personal joven recién integrado. No es un tema generacional, es un tema de cómo cuestiono lo que hay”, afirma.

¿Cómo enfrentar el desafío entonces? Lo óptimo, según el consultor, sería tener gente preparada en este ambiente. “Pero, eso lamentablemente no está disponible, entonces hay que partir con gente de acá que es capaz de cuestionar lo que hace y de ahí crear distintas metodologías. La competencia a mi juicio es que hay que desarrollar para las personas”, concluye.


Poliestirec: la historia del emprendimiento que convirtió el “plumavit” en pintura de alta calidad

Aprovechando un desecho recurrente en la industria de la construcción y acuícola, un emprendimiento de la Región de Los Lagos logró fabricar recubrimientos y pinturas, entregando valor al residuo, sumándose a la tendencia de economía circular.

La historia de Poliestirec comenzó con su participación en un concurso de innovación abierta que hizo Axis Desarrollos Constructivos, mientras buscaba la reducción de los contaminantes de la construcción y de la industria acuícola para impactar positivamente en la región. Entonces, se hicieron cuatro talleres para aterrizar ideas y Poliestirec, que tomó el poliestireno expandido, “plumavit”, para transformarlo en resina para hacer pinturas, quedó finalista.

Hoy, la empresa de economía circular gestiona y trata los RCD en la línea del poliestireno expandido residual (plumavit), transformándolo en recubrimientos y pinturas, entregando valor a este residuo y logrando así reducir grandes cantidades de desechos. En un principio, el foco de la empresa era el reciclaje. Pero, ahora, la venta de pintura es su objetivo principal.

Poliestirec es una empresa que vende pintura para poder reciclar, porque sin lo primero, no es posible lo segundo. Además, existe una segunda línea de negocios: asesorías de gestión de residuos; y una tercera: gestión del EPS, que consiste en recibir este insumo en la planta.

“Tenemos la capacidad de hacer reciclaje local, significa que no gastamos grandes cantidades de carbono en poder generar este tratamiento del residuo, transformándolo normalmente en un producto con un valor agregado. Es decir, que nosotros -desde el residuo- que se genera en el espacio, en la zona, y en el mismo lugar nosotros lo tratamos y vendemos el producto. Entonces, tenemos una economía de reciclaje local que nos permite tener una diferenciación con respecto al modelo, que es mucho menos amigable con el medio ambiente”, comenta Antonio Vial, gerente general de Poliestirec.

Educando nuevas generaciones

Otra de las acciones que está haciendo brillar a este emprendimiento es el conocimiento y experiencia que sus líderes están traspasando a las nuevas generaciones. Hoy, la empresa está en la última etapa de trabajo con un colegio donde han tenido contacto directo con los niños, a quienes han podido explicarles que el lugar donde estudian está siendo pintado con “productos reciclajados”. “Esa enseñanza va a quedar para todos los niños de todas las generaciones por el resto de la historia de ese colegio. Va a trascender. Y para los padres de los niños también, va a ser un ícono muy importante para nosotros”, afirma Vial. 

Asimismo, la empresa fue proveedora de un estacionamiento cuya techumbre tiene poliestireno expandido. “Lo gracioso de ese proceso es que van a pintar sobre el elemento que nosotros utilizamos para generar la resina para hacer la base de la pintura. Entonces, técnicamente hablando, se está logrando tener un producto que, una vez terminado, no daña el material que se diluyó para hacer el producto”, acota el gerente general.

Pero de todos los proyectos, el proyecto más interesante ha sido el del colegio porque además se ha incluido la participación de los niños, el que más les apasionan, tanto a Vial como al gerente de Operaciones, Carlos Santibañez. Según dicen, debido a que incorporan elementos sociales y culturales. “Además, se trabaja con los colores con sentido, es decir, no se pinta solo blanco y amarillo, sino que cada sala tiene un color específico que busca cierto novel sensorial de los niños según su ciclo de educación. Entonces es un desafío y un entrenamiento técnico y de aprendizaje para nosotros, como empresa que también diseña colores”, señala el gerente de Poliestirec.

Con sus máquinas, la empresa puede utilizar tanto el poliestireno expandido que viene con residuos, adherido a un bloque de hormigón, como el que viene con paneles SIP, junto a la madera y con pegamento. Al obtener la materia prima, la empresa puede fabricar desde esmaltes al agua hasta una gama de látex, además de recubrimientos técnicos, como sellos de piso, que son solventes.

El público objetivo de Poliestirec son las constructoras, principalmente, aunque los productos también están disponibles para particulares en poliestirec.cl. “Las empresas salmoneras también compran, pero de a poquito nos estamos metiendo en ese rubro”, explica Antonio Vial, quien también trabaja con algunos contratistas especializados en la aplicación de sus productos.

El proceso completo de Poliestirec fue diseñado para no generar residuos. De hecho, en dos años, solo se ha llenado un tambor y medio de residuos líquidos, cuya capacidad es de 200 litros. “De todos los miles de litros, hemos tenido eso porque tratamos de no tener residuos. ¿Cómo lo hacemos? Uno: por ejemplo, la resina tiene otros fines, otros usos. Con la resina uno puede hacer moldes, distintas cosas. Y, lo otro, es que la pintura que va sobrando la vamos juntando. Generalmente, el blanco es el que manda en el mercado de las pinturas. Entonces, vamos juntando y llega gente que necesita pintar un muro de su casa, toma, aquí te regalamos una pintura”, detalla Vial.


Revaloriza: la empresa triple impacto que hará realidad la primera planta de RCD en Valparaíso

La planta de tratamiento y valorización de residuos de la construcción y demolición logró financiarse gracias a Doble Impacto, una plataforma que opera como crowdfunding, pero que pronto podría convertirse en banco para impulsar proyectos con sentido que no encajan en la banca tradicional.

Convencer a otros de financiar proyectos sostenibles es la noble misión de Doble Impacto, la plataforma de inversiones que logró hacer match con Revaloriza, la empresa que instalará la primera planta en Chile que se dedicará a la valorización de residuos de la construcción y demolición (RCD), en la Región de Valparaíso. El proyecto -que lidera Karen Aguilera- pretende reciclar y valorizar 120.000 toneladas de residuos de la construcción y demolición procedentes de la Región de Valparaíso en un plazo de tres años, generando un beneficio económico, social y ambiental.

Revaloriza fue la respuesta de un grupo de empresas constructoras e inmobiliarias que, junto a un equipo multidisciplinario, optó por tomar la iniciativa respecto al manejo de residuos, promoviendo la economía circular en la Región de Valparaíso y la recuperación de pasivos ambientales.

Un terreno de más de 21 mil metros cuadrados, ubicado en el sector industrial de Viña del Mar, fue el elegido para edificar la planta. “Como empresa estudiamos las ciudades que más residuos generan dentro de la región y las que más pasivos ambientales generan son Viña y Concón. Los RCD quedan dispuestos en quebradas y son un peligro por las potenciales remociones en masa”, explica la ingeniera ambiental.

Actualmente, la Región de Valparaíso genera del orden de 896.000 toneladas anuales de estos residuos, lo que la convierte en la segunda región con mayor generación a nivel nacional y, por lo mismo, foco de interés de Revaloriza que quiso tomar un rol proactivo en la solución de ese problema. “Nuestra idea es vincular a todos los actores de la cadena: constructoras, transportistas, recicladores de base, comunidad y autoridades, incluso, a la academia para poder desarrollar nuevos productos e impulsar la innovación regional, buscando ser referentes a nivel nacional”, explica la gerente general de la empresa, Karen Aguilera.

El modelo Revaloriza

En Revaloriza enseñan y capacitan a las constructoras para que logren reducir en 30% el volumen de los desechos que generan, ayudándoles a segregar en origen y a distribuir a plantas de reciclaje. Además, esta pyme ha logrado recuperar antiguos pozos de extracción de áridos (desde 2018) con tierras de excavación que, usualmente, se iban a los fondos de las quebradas.

Con su modelo de negocio triple impacto, la empresa se apega a la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, que lanzó Construye2025 en 2020 junto a los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas, Medio Ambiente y Corfo, y busca solucionar un problema transversal en la industria de la construcción que, además, espera contribuir a la disminución de incendios causados por la presencia de microbasurales clandestinos o mala disposición de residuos.

Algunos de los objetivos de Revaloriza son: fomentar la reutilización de residuos, disminuir el volumen de RCD en puntos de segregación; y, por supuesto, reducir el uso del transporte, el consumo en materias primas, los costos de limpieza y los riesgos laborales. Asimismo, a Karen Aguilera la motiva la disminución de la huella de carbono, lo que espera lograr disminuyendo el tránsito de camiones,  impulsando la valorización de residuos entendidos como recursos, y el uso de materias primas secundarias.

¿Por qué Doble Impacto creyó en Revaloriza? Porque, tal como explica, Gerardo Wijnant, subgerente de Impacto en Doble Impacto, la plataforma de inversiones apuesta por empresas y personas que buscan generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. “Buscamos proyectos con sentido y en el camino nos hemos ido encontrando con diversas iniciativas, de inclusión social, turismo sostenible, eficiencia energética, consumo y producción sostenible, una de ellas fue Revaloriza”, señala el ejecutivo.

Doble Impacto es sinónimo de banca ética, como se conoce a las instituciones financieras que apuestan por una economía centrada en las personas y el planeta. Estas organizaciones se diferencian de la banca tradicional porque invierten en proyectos de economía real y no en instrumentos especulativos, pero también porque sus criterios de inversión se ajustan a los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” definidos por la ONU en 2015.

Por otra parte, la entidad plantea que la mayoría de las las empresas tradicionales se consideran una posición exclusivamente maximizadora de beneficios y con una visión a corto plazo, sin embargo, cada vez más se valora a las que se enfocan en otros modelos de economías que consideren el valor compartido, replanteando el sentido que las empresas tienen en la sociedad y su impacto en el medio ambiente. 

Asimismo, la entidad para asegurar el control de los dineros que reciben, manejan una cuenta en un banco nacional, y no aceptan dinero en efectivo, sino solamente transferencias de cuentas nacionales, dado que la banca chilena está regulada.


“Deconstrucción”: el proceso que da nueva vida a los materiales de demolición

Iniciativa pionera busca -en línea con los principios de la economía circular- lograr un retiro minucioso y óptimo de la mayor cantidad de los materiales que componen un inmueble, reduciendo residuos y emisiones de gases de efecto invernadero.

Reciclaje, reutilización, revalorización son conceptos que cada vez están más presentes en la sociedad y los distintos sectores de la economía, pues existe conciencia de que detrás de ello existe generación de valor económico y medioambiental.

Por ello, Demoliciones H y L decidió estar a la vanguardia, incorporando el concepto de deconstrucción a sus procesos, de manera de valorizar y dar trazabilidad a los residuos de una demolición. Todo con un objetivo claro: añadir una mirada verde a los procesos, para agregar valor al derribamiento de inmuebles.

“Con la guía de Nicolás Behar de Recylink, en Demoliciones H y L vimos una posibilidad de trabajar con una visión verde, en el sentido de realizar ciertas modificaciones en los procesos de demoliciones para incorporar conceptos de economía circular”, afirma Felipe Lira, ingeniero constructor y gerente Técnico y de Administración de Proyectos en Demoliciones H y L. 

Si bien la deconstrucción es un proceso que demora y encarece un poco la ejecución de demolición convencional, sus beneficios son claros: reutilizar la mayor cantidad de material posible (y certificar con Recylink, para así asociar a una reducción de CO2 y, con ello, el impacto ambiental), considerando que en Chile no existe una normativa que facilite la comercialización de escombros sólidos reciclados asociados al proceso de demolición.

Así, en la actualidad, el análisis de qué materiales son susceptibles de recuperar y reutilizar es “caso a caso”. En esta labor, la trazabilidad es clave, pues es la única forma de cuantificar dónde y qué tipo de residuos genera una demolición y en qué lugar serán dispuestos.

El proceso comienza con una auditoría de predemolición, que identifica qué componentes tiene un inmueble que se demolerá, lo que permite armar un plan de gestión ambiental. Para el éxito del proceso, explica Nicolás Behar, constructor civil asesor en este proyecto de Demoliciones H y L y CEO de Recylink, generaron una estrategia con cuatro aristas: una estructura de deconstrucción, un plan de gestión ambiental, procedimiento y programa de educación ambiental. “Todo debe ser firmado por las partes, porque establece objetivos, cómo se lograrán, quiénes estarán involucrados en cada parte del proceso”, comenta el especialista.

Este material –manuales, fichas técnicas hasta certificados de faenas y autorizaciones- son ingresados a una plataforma que guarda todo el historial del proyecto, lo que facilita encontrar la información y procesos a seguir, así como ver en gráficas los aportes de la deconstrucción.

Cómo opera

En un proyecto realizado en La Florida y que dio el “vamos” a esta nueva mirada, por ejemplo, un punto relevante era dar nueva vida a los árboles que estaban en los terrenos. Ello se logró gracias a una máquina chipeadora, que permite procesar material de diferentes diámetros, reduciendo los desechos y entregando como resultado chips de madera, los cuales fueron valorizados y reutilizados).

En este proyecto, cerca de 50 metros cúbicos de madera/ramas se convirtieron en 6 metros cúbicos de chips, que fueron entregados a un vivero de la comuna de La Reina para su reutilización en compost. Los troncos de pinos, en tanto, fueron cortados y entregados como insumos para la fabricación de tablas para piso. El mismo proceso se realizó con otros componentes como plástico, puertas, ventanas, fierro y cobre, que fueron entregados en distintos depósitos o bien, entregados directamente a personas para su reutilización.

Por ejemplo, las cerchas fueron entregadas a una persona que estaba ampliando su casa y las botellas plásticas a puntos de reciclaje específicos. “Así lo tratamos de hacer con todos aquellos materiales a los que se le pudiera dar una segunda vida. Lamentablemente, en Chile no está aún la tecnología ni la reglamentación para procesar los escombros inertes y haber obtenido un producto final comercializable nuevo, porque con eso, no me cabe la menor duda, de que del 100% de los escombros, se podría haber llegado a un 60% o 70% adicional al 20% que se valorizó”, agregó Felipe Lira.

Impacto en cifras

 

 

 


Con piloto RCD, UACh marca tendencia en manejo sustentable de residuos de la construcción y demolición

Con la gestión de residuos plásticos, madera, metales, vidrios, papeles y cartones entre otros materiales, se espera minimizar al máximo la generación de residuos, bajar las emisiones de C02 y contribuir al desarrollo sostenible. En este desafío la UACh se alinea con “Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035”, estrategia multisectorial implementada a nivel país.

Se estima que un tercio del total de los residuos generados en Chile corresponde a residuos de construcción y demolición, tendencia que también se aprecia a nivel mundial, posicionando a la industria de la construcción como una de las más contaminantes del planeta donde impera el modelo de economía lineal de “extraer, usar y botar”.

Exigir a las constructoras que gestionen sus residuos es un tema que recién se está impulsando en el país y que muy pocas empresas constructoras —en su mayoría de Santiago— han adoptado implementando acciones de manejo de residuos de obra en la actualidad.

Publicada en junio de 2019, la Norma Chilena 3562 establece una clasificación para residuos de construcción y demolición (RCD), contempla las consideraciones mínimas para la gestión de RCD no peligrosos que se generan en obras de construcción y demolición y los contenidos de un plan de gestión de RCD.

Adelantándose a estos lineamientos regulatorios generales la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico (DIDF) de la UACh exige a los contratistas el manejo de los residuos desde el año 2017, buenas prácticas que decidió incrementar en un plan piloto a partir del 2020. “Uno de los problemas que existe en Chile y el mundo en el manejo de los residuos en la construcción es la falta de implementación; falta llevarlo a la práctica, por lo que como Universidad y como mandantes decidimos dar el primer paso desarrollando un plan más exhaustivo y ambicioso para cooperar con nuestra sociedad y el planeta que tanto lo necesita”, dice Wilson Aravena, director de la DIDF.

Con visión de futuro, la estrategia de la UACh es un enorme paso para avanzar de manera efectiva hacia una economía circular al mejorar la gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD), mediante un uso más eficiente de recursos donde prima la reducción de los elementos. “Este modelo apunta a minimizar la producción al mínimo indispensable, y cuando es necesario hacer uso de un producto, priorizar la reutilización de los elementos que por sus propiedades no pueden volver al medio ambiente”, explica.

Pero esta iniciativa va aún más allá en la búsqueda de una sociedad más sostenible. En esa dirección aspira a contribuir en la formación de los estudiantes desde una perspectiva más vivencial. “Las instituciones de educación superior también necesitan mucha infraestructura, lo bueno es que nuestros estudiantes pueden ver el esfuerzo que se realiza por liderar estos cambios. La teoría se aplica y pueden verlo in situ, complementando el trabajo que realiza la Unidad de Gestión Ambiental con fuerte participación en la academia y en el área operativa”, indica Aravena destacando los fundamentos de la Política de Sustentabilidad que guían a esta institución.

RCD en las bases técnicas de licitación

“Que mejor que liderar el cambio desde la perspectiva del mandante”, sostiene Wilson Aravena, convencido de que estas acciones irán permeando gradualmente en la sociedad. Con ese norte, los profesionales de esta Dirección diseñaron un modelo que, plasmado en el primer Plan de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD), se incorporó a las bases técnicas de licitación que deben cumplir las empresas constructoras.

Para llevar a la práctica el Plan RCD fue elegido el Proyecto Pabellón Docente, edificio que está construyéndose en el Campus Isla Teja desde noviembre del 2020. Esta infraestructura fue sometida a altos estándares de sustentabilidad y espera obtener la certificación CES (Certificación Edificio Sustentable), tanto en diseño como en construcción.

“La implementación de la gestión y manejo sustentable de los RCD en el Pabellón Docente, Campus Isla Teja, marca un tremendo hito en los casos a nivel nacional al ser un ejemplo para las distintas instituciones educacionales y otras, en cuanto a implementar políticas de sustentabilidad”, indica Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.

“Esta iniciativa liderara por la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico de la UACh, implica un gran esfuerzo para salir de la zona de confort, y de la inercia de cómo se hacen habitualmente las cosas, a través del cambio hacia una cultura sostenible en la forma de construir y en el impacto que esto conlleva. Lo más difícil es generar el cambio, y el mandante, tiene un inmenso potencial para realizarlo”, destaca Alejandra Tapia.

Refiriéndose a los beneficios de implementar planes RCD, fue enfática en señalar que éstos no solo son ambientales. “A corto plazo, las constructoras se dan cuenta que al medir y controlar sus residuos comienzan también a ver beneficios económicos al disminuir el volumen a disponer y las pérdidas de materiales, así como también mejoran la seguridad de los trabajadores”, señala.

Acota que “sin duda, la gestión de este proyecto ha generado un sinnúmero de aprendizajes, tanto para la constructora como para el mandante, este último a través de la gestión del conocimiento, podrá enriquecer los aprendizajes de los propios estudiantes a partir de su experiencia”.

Uso eficiente de recursos

Fiel a los procedimientos del Plan RCD y al modelo de economía circular, los materiales que se consideraban residuos (o desperdicios de un proceso) y se destinaban a vertedero, ahora son valorizados a través de la reutilización y/o el reciclaje. Ver video Economía Circular en Construcción 

Comprender este nuevo paradigma no es fácil y su aplicación es de largo aliento, tiempo precioso si se piensa en la emergencia climática y en las problemáticas sociales que estamos viviendo. “Todos sabemos que los cambios son difíciles y a las empresas les cuesta tomar iniciativas sin conocer resultados, por ende, es mejor que la RCD sea parte de las exigencias del mandante, de las bases especiales de licitación y del contrato”, precisó Aravena.

¿Pero cómo llevar a terreno estos conceptos? “Como es algo cultural del día a día en las obras, lo mejor es tener a un experto a tiempo completo junto a equipos multidisciplinarios que entreguen conocimiento y luego fiscalicen el cambio. Como son temáticas nuevas a nivel mundial se debe ser un evangelizador para el éxito de estas buenas prácticas” indica.

Para tal efecto, Luis Romero, ingeniero civil ambiental de la empresa constructora que ejecuta la construcción del Edificio Pabellón Docente trabaja desde el inicio de esta obra implementando acciones orientadas a la reducción de residuos que contempla el Manual informativo y de procedimientos de gestión de residuos de la construcción y demolición desarrollado por la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico de la UACh, junto a la NCh 3562:2019.

La separación o segregación de los residuos es una medida fundamental, por eso la disposición de contenedores es uno de los primeros cambios en el “paisaje de la obra”. Para fierros y metales, por ejemplo, la gestión de residuos tiene un reporte económico favorable para la constructora y para el mandante.

Al respecto, Romero describe el procedimiento, “internamente en la obra hay punto de acopio para metales en general y otro para fierros y latas; acopiamos chatarra, despuntes de fierro, alambres de cobre, restos de tubos de aluminio y de lo que se encontró en el terreno antes de empezar la obra de construcción.  Los retira una empresa que se encarga de reciclar materiales metálicos y los valoriza de acuerdo con el tipo de metal”.

Con una dinámica parecida son tratados los residuos de madera, plástico, papel y cartón, botellas plásticas y de vidrio, escombros de hormigón y residuos orgánicos de origen vegetal. Datos preliminares indican que hasta mediados del mes de enero se habían manejado 109 kilos de plásticos; 66 kg de papel y cartón; 405 kg de madera y 3 kg de orgánicos, por citar algunos.

“Estas cifras nos tienen muy contentos como Universidad, ya que aun cuando son cantidades menores, podemos ver que el plan de RCD ha tenido efectos importantes en la obra, reduciendo al máximo los residuos generados”, dice el director de la DIDF. Como bajar los impactos ambientales es uno de los principales objetivos, actualmente se trabaja en los indicadores locales que permitirán organizar una potente base de datos para enfrentar proyectos en el futuro.

Cabe señalar que el plan piloto de la UACh también tiene una dimensión social que considera a los trabajadores como beneficiarios directos de ciertas acciones que van más allá de aumentar las plazas de trabajo en la región, ya que muchos materiales son donados para que puedan ser usados en sus propias viviendas y reciben capacitación en forma constante.

Hoja de Ruta RCD

Con objetivos similares avanza a nivel país “Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035”, iniciativa multisectorial que lidera el Comité Consultivo de la Estrategia RCD, conformado por los ministerios de Vivienda, Medio Ambiente y Obras Públicas, más Corfo y su programa Construye2025.

El documento, presentado en agosto de 2020, busca fomentar y promover la gestión sustentable de los residuos de construcción y demolición, bajo el foco de Economía Circular. “Una de sus grandes fortalezas es la articulación del sector público, privado y la academia y en ese contexto plantea metas compartidas, que dependen de la coordinación y compromiso de diferentes actores. Es en este punto donde destaca el compromiso de la Universidad Austral de Chile, ya que es imposible cumplir las metas en forma individual, por ejemplo, alcanzar al menos el 70% de valorización de los RCD al 2035”, dice la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.

Asimismo, valora el interés por avanzar en la inserción de la sustentabilidad en el currículum. Al respecto dijo, “existen enormes desafíos, en cómo incorporar la economía circular en las mallas curriculares, y desde el diseño de los proyectos -integrando a arquitectos, ingenieros, diseñadores, ingenieros constructores, entre otras especialidades- disminuir los residuos, desarrollar y utilizar sistemas constructivos y materiales más sustentables”.

“Existen muchas oportunidades en investigación, desarrollo e innovación para explorar en nuevos proyectos, y comenzar por la gestión sustentable de los residuos, es un gran paso”, afirma la profesional.